Acerca del
edificio civil torrealtense más emblemático,
uno de los más
importantes del Rincón de Ademuz
"Merece la pena acercarse hasta Torrealta (Torrebaja)
para conocer el magnifico
torreón de los Garcés de Marcilla,
una imponente construcción en estilo
medieval de carácter defensivo,
que destaca sobre la humildad del caserío por
su singularidad y armonía de formas".
A modo de introducción.
Uno de los
monumentos más antiguos y singulares del Rincón de Ademuz se halla en Torrealta,
aldea de Torrebaja (Valencia). Sin embargo, entre los aldeanos y lugareños de
estos pagos no se le concede la importancia que tiene: seguramente por
desconocimiento, pero también por verlo todos los días, sintiéndolo tan unido
al paisaje como los pinos y arbustos que pueblan los montes. Aunque todos
sentimos su influjo, pues faltando el torreón, Torrealta no sería la misma...
Torrealta, la antigua “Torre Somera” vs. Torre Jusana de las crónicas bajo medievales fue un territorio señorial en la jurisdicción de Ademuz, seguramente concedido por la Corona a algún caballero que intervino en la conquista inicial de esta parte del reino moro de Valencia (1210), corriendo igual suerte que la vecina Torrebaja, la antigua “Torre Hondonera”, ésta bajo la autoridad de Castielfabib (Valencia). Precisamente, desde el siglo XIII hasta el XIX, ambas localidades aparecen unidas en su devenir histórico, hasta el punto que sus topónimos provienen de su cotejo respecto a la otra, aunque vinculadas a distintos propietarios: Torrealta a los Garcés de Marcilla turolenses y Torrebaja a los Ruiz de Lihori y otros, siendo sus últimos poseedores los Ruiz de Castellblanque. Y en esta situación jurídica permanecieron hasta la abolición de los señoríos y mayorazgos en el primer tercio del siglo XIX [1820, septiembre 27].[1]
Vista del torreón que fuera de los Garcés de Marcilla en Torrealta-Torrebaja (Valencia), desde la calle del Remedio. |
Vista frontal (oriental) del torreón y Casa Grande que fuera de los Garcés de Marcilla en Torrealta-Torrebaja (Valencia), desde la plaza del Lugar. |
Vista del torreón y Casa Grande desde la iglesia parroquial de Santa Ana en Torrealta-Torrebaja (Valencia) [Foto procedente del archivo familiar del señor Bienvenido Martínez Aguilar, vecino de Torrealta]. |
Reseña
historiográfica.
Para una
aproximación historiográfica al origen y desarrollo del mayorazgo de Torrealta
debemos consultar ineludiblemente el texto de don José Tomás Garcés de
Marcilla, caballero de la Orden de Montesa, que compuso un célebre tratado
nobiliario sobre los orígenes de su familia (1780).[2]
La genealogía de dicho texto ha sido muy utilizada, especialmente por muchos de
los que escribieron sobre los Amantes de Teruel, unos citándola como apoyo y
otros como detractores (Emilio Cotarelo y Mori, 1907).[3]
Cabe decir, sin embargo, que, aunque algunas de sus partes no resistan la
crítica moderna, otras podrían ser ciertas, especialmente las más próximas al
autor (segunda mitad del siglo XVIII). En todo caso, se trata de un documento
digno de estudio, debiendo mirar su ascendencia “no como cosa indubitable sino
más bien como materia de estudio, mas para poder realizar cualquier
investigación sobre la misma se precisa en primer lugar conocerla”.[4]
Vista parcial del torreón de Torrealta-Torrebaja (Valencia) [Foto tomada de BADÍA MARÍN, V., Torrebaja, mi pueblo, Valencia, 1953] |
Camino de Torrealta: una visita guiada al torreón.
Sirvan las
palabras precedentes a modo de introducción histórica al lugar de Torrealta y
las personas que lo gestaron; sin embargo, para aproximarnos al conocimiento
del torreón de referencia les invito a una pequeña excursión, para ver in
situ el emplazamiento y características. El
camino más corto y rápido para acercarnos hasta Torrealta es siguiendo la nacional
330-420 a su paso por el Rincón de Ademuz, en dirección Teruel: pasado el lugarcillo
de Mas de los Mudos (Castielfabib) –más conocido como “La Masadica” entre los
comarcanos-, enseguida veremos un desvío a la derecha, con un puente sobre el
Turia. Desde este punto ya tendremos una primera vista del caserío, que aparece
a la mano izquierda del Turia, recostado sobre la ladera de un cerrillo terroso
y donde destaca un formidable torreón cubierto, al fondo.
Seguiremos por una carreterita asfaltada que discurre entre huertas, para adentrarnos rápidamente en el casco urbano de la aldea. La distribución del caserío responde a lo que se conoce como “pueblo-calle”, pues todas sus casas se sitúan al borde de una única vía, denominada del Remedio, de donde parte otra hacia las eras y el cementerio local (este): no en vano consta que dicha calle formaba parte del antiguo Camino Real de Ademuz a Teruel.
De haber visitado el lugar cincuenta años antes lo que más llamaría nuestra atención sería un monumental olmo (Ulmus carpinifolia) que había en dicha calle, arraigado en una plazoleta frente a la parroquial de Santa Ana. Dicha iglesia es otro de los monumentos notables de la aldea, a la vez que uno de los más antiguos de la comarca, pues según escritura de donación del señor de Torrealta, su construcción tuvo lugar a principios del siglo XVI, por mano de esclavos argelinos...[5]
Torreón y Casa Grande de Torrealta-Torrebaja (Valencia), con detalle de los palos que soportaban el cadalso [Foto Archivo Las Provincias]. |
Una
aproximación descriptiva del torreón.
Desde el
pórtico de la iglesia parroquial ya se aprecia una bella perspectiva del
antiguo torreón, ubicado hacia el norte, en la mies de la población: no hay más
que verlo para afirmar con rotundidad que la edificación posee una bellísima
estampa de sabor gotiforme, una de las más hermosas del Rincón de Ademuz. A
ello colabora el contraste de las construcciones que la rodean, cuya sencillez contribuye a realzar su majestuosidad. Propiamente, podría decirse que
el torreón es un magno edificio de planta rectangular, basado en gruesos muros
de ladrillo tomado con argamasa de cal, con sótano y cuatro plantas, y cubierta de teja árabe que vierte a cuatro
aguas, según resulta habitual en este tipo de fortificaciones.
El edificio
está orientado de este a oeste, con la casa señorial adosada por la fachada
norte, y posee pocas aberturas, con la excepción de las ubicadas en la parte
alta, bajo el alero: cuatro en las fachadas mayores (norte y sur) y dos en las
menores (este y oeste), todas ellas apaisadas y dispuestas en línea
(representando la andana). Tiene la entrada en la planta baja de la fachada
meridional, a la que se accede desde un patio interior, sobre el que recae un
balcón acampanado (con más luz en el paramento externo), similar a otro abierto
en la delantera, por encima de una ventana (abierta con posterioridad en la primera
planta) que mira la plaza del lugar, donde tiene otra pequeña puerta de acceso, que es la utilizada habitualmente.
Para visitar el torreón de
Torrealta nos ponemos en contacto con su actual propietario –el señor José
Díaz Gómez (Los Santos, 1937)-, que complacidamente accede a enseñarnos la
torre por dentro. Durante la vista nos explica:
- La torre y El Jardín, que es el pedazo de huerta que la rodea por abajo, así como El Cerrado, que es esa parte de terreno que hay por encima de la plaza, se lo regaló el barón de Andilla al abuelo de mi mujer –se refiere a la señora Lola Roselló Domingo-, que era el padre del tío Cándido, del tío Florido y varios hermanos más... Al abuelo le llamaban Manuel Roselló Adalid, y el barón estaba tan satisfecho por la gestión que había hecho de sus cosas que cuando el Señor liquidó lo que tenía en la aldea, pues se lo regaló... Claro, nosotros heredamos el torreón, parte de la huerta y del Cerrado, pero la Casa Grande le tocó al tío Florido, por eso ahora es de Antonio y su hermana, primos hermanos de mi mujer...
Se nombra aquí
al señor Manuel Roselló Adalid (1866-1958), hijo de Fernando y Ramona, padre de Cándido, Florido, José y Daniel
Roselló Gabalda, que fue administrador de las posesiones del barón de Andilla
en Torrealta (Torrebaja). El heredero del torreón fue su hijo, el señor Cándido
Roselló Gabalda, de quién a su vez pasó a su hija, la señora Lola Roselló Domingo,
esposa del señor José Díaz Gómez, siendo ellos los actuales propietarios del antiguo torreón
de los Garcés de Marcilla.
El señor José Díaz Gómez (Los Santos, 1937), actual propietario del torreón de Torrealta-Torrebaja (Valencia), junto con su esposa la señora Lola Roselló Domingo, posando al pie del torreón. |
Accedemos
al torreón por la puerta que hay entre la entrada a la Casa Grande y la base
de la torre, aunque, como se dice arriba, también puede entrarse por otra que hay en el patio. Esta
entrada se abrió tras las particiones entre los herederos del mencionado
administrador del barón de Andilla, y estructuralmente se halla en lo que fuera la casa solar. En el rellano de la entrada nacen dos tramos de escalera: uno al
frente, que permite la subida al torreón y otro a la izquierda, éste en
descenso, por donde se accede a una especie de bodega o despensa bajo el nivel de la calle,
correspondiente a las antiguas cuadras, a las que antaño se ingresaba por
el portón de la casona. El tramo ascendente conduce a una estancia sobre la
bodega –correspondiente a la primera planta del torreón-, allí se hallaban
las antiguas cocinas, espacio actualmente reconvertido en habitaciones, en las
que destaca el artesonado tipo alfarje, modalidad de techumbre plana muy
frecuente en Aragón, tanto en arquitectura civil como religiosa: se trata de
una cobertura basada en gruesas vigas maestras (jácenas), directamente
empotradas en los muros norte y sur, sobre las que se hallan las vigas de piso
(jaldetas), apoyadas transversalmente sobre las anteriores.[6]
Vista parcial del artesonado tipo "alfarje" de una de las estancias de la primera planta del torreón de Torrealta-Torrebaja (Valencia), correspondiente a las antiguas cocinas. |
Si
continuamos el ascenso por la misma escala de anchos peldaños con atoques,
arribaremos a la segunda planta del torreón, un amplio espacio sin
compartimentar con techos muy elevados, que muestra una techumbre de vigas
planas cara vista basada en las típicas “cindrias”, circundado por una cornisa
de yeso encajada, en cuya fachada de levante se abre un amplio balcón
abocardado de dos hojas, que mira hacia la calle del Remedio y plaza del Lugar
y otro frontero, abierto en la fachada de poniente, que recae a una terracita y
a la huerta, cuya vista se extiende hacia la vega del Turia a su paso por
Torrealta. Desde esta estancia la ascensión hacia la parte alta del torreón continúa
por una somera escalerita helicoidal en yeso, que se halla en el ángulo
noroeste. Dicha escala procede de la planta baja y en su tramo inferior es de
hierro y madera: Sí, este tramo de
escalera lo quitaron, pero nosotros lo hemos recuperado –comenta el señor
José-. Continuando por la somera escalerita de caracol arribamos a la tercera
planta del torreón, que tiene piso de yeso con revoltones, con la característica
de que el techo, -del mismo estilo pero con “cindrias” cóncavas-, es muy bajo,
si lo comparamos con el de la segunda planta. Al fondo se abre un ventanuco,
que mira a la mencionada calle y plaza del Lugar, y unos ventanales
encristalados enfrente, esto es, en la fachada occidental, que miran a la vega.
En el piso se aprecian muchas machas de grasa:
- Sí, estas manchas proceden de los jamones que hubo aquí colgados... Según dicen, esta planta fue calabozo cuando la guerra, ya sabes que aquí en la aldea hubo un batallón de soldados –comenta nuestro anfitrión-.
Detalle de la escalera de caracol -sita en el ángulo noroeste del torreón de Torrealta-Torrebaja (Valencia), por donde se accede a la tercera y cuarta planta. |
Vista del piso y techo de la tercera planta del torreón de Torrealta-Torrebaja (Valencia), con detalle del ventanuco del fondo, abierto en el muro correspondiente a la fachada de levante. |
Detalle de una de las vigas que sobresalen en la fachada y que soportaban el cadalso, vistas por dentro, a nivel del piso de la cuarta planta del torreón de Torrealta-Torrebaja (Valencia). |
Del techo de esta tercera planta
sobresalen gruesos trozos de viga en magnífico estado de conservación,
correspondientes a los maderos que sobresalen del torreón en la parte alta y
que corresponden al piso del cadalso. La ascensión por la escalerilla continúa
hasta arribar a la cuarta y última planta, que posee amplios ventanales
apaisados en sus cuatro paredes, iluminando la admirable estructura que soporta
la cobertura:
- Bueno, esto estaba muy abandonado, como el resto del torreón; antes aquí no había ventanas, ya que esta planta servía de palomar y en los días de aire no se podía ni subir. Mira, aquí están los nidos... Estas ventanas son nuevas, de madera de sabina, me las hicieron en Torrebaja. La viguería estaba también dañada, yo la recuperé rascando la palomina y aplicando una mezcla de barniz y gasoil con la sulfatadora, y tapando las goteras. Hace unos años rehicimos el tejado y cambiamos el “tedillo” que había por ésta otra tablazón, que procede del antiguo edificio de La Central de “Castiel” –se refiere a la fábrica de luz de la Teledinámica Turolense-, pero el resto de la estructura es original... Claro, aquí he invertido mucho tiempo y dinero, de lo contrario la torre se hubiera caído... Aquí en esto –señala el tirante del tramo occidental- hubo una buena gotera durante años, fíjate como está la madera, ya empezaba a entrar el agua dentro de la viga, en pocos años más se hubiera podrido... ¡Ya se puede decir que la madera es buena…! En cierta ocasión estábamos echando un suelo abajo y mi suegro, el tío Cándido, que se estaba muriendo, dijo: ¡Me muero tranquilo porque sé que alguien se va preocupar de todo esto…! -y al otro día se murió-.
La armadura de la techumbre
decíamos que es a cuatro aguas, ello supone la existencia de cuatro faldones,
orientados en el sentido de los cuatro puntos cardinales. En nuestro caso, los
más amplios son los que vierten al norte y a sur, y los menores los que lo
hacen en orientación contraria, esto es, al este y al oeste, coincidiendo éstos
con el eje longitudinal del edificio. En la parte más elevada de la cobertura se
dispone una viga longitudinal (hilera),
de cuyos extremos parten otros maderos hacia las esquinas: dichas vigas
conforman el lugar de confluencia de los paños (lima), lo que estructuralmente nos permite clasificar este tipo de
techumbre a cuatro aguas como subtipo lima-bordón, por la razón de que los
faldones coinciden en una sola línea. Los extremos de la hilera se apoyan
mediante un madero vertical (pendolón)
en los tirantes, los cuales se engarzan a su vez en los estribos de los muros. Dicho pendolón posee la hechura de una cruz de san Antonio –esto es,
tipo tau (T): en la que el brazo horizontal se sitúa directamente sobre el
vertical- de forma que de sus axilas parten otros segmentos de viga en
dirección a los extremos de los tirantes, consolidando así la estructura de la
cubierta. Por lo demás, la cobertura bajo teja se halla recibida de tabicas de
madera, basadas en tablas alargadas.
Vista de las ventanas apaisadas de la andana, sitas en la cuarta planta del torreón de Torrealta-Torrebaja (Valencia), con detalle de la "lima", viga donde confluyen los paños de la cobertura meridional (derecha) y de levante (izquierda). |
Vista de la estructura de la techumbre del torreón de Torrealta-Torrebaja (Valencia), con detalle de los "pares", vigas que soportan el paño de la vertiente septentrional. |
Vista de la estructura de la techumbre del torreón de Torrealta-Torrebaja (Valencia), con detalle de la "hilera", "pendolón" y "tirante". |
Detalle de la estructura de la techumbre a cuatro aguas, subtipo "lima bordón", del torreón de Torrealta-Torrebaja (Valencia).
|
Vista parcial del caserío de Torrealta-Torrebaja (Valencia), desde una de las ventanas meridionales del torreón, con detalle de un segmento de la calle del Remedio y la iglesia parroquial de Santa Ana. |
Vista del Jardin, vega del Turia y montes del Estado, desde los ventanales occidentales de la andana del torreón de Torrealta-Torrebaja (Valencia). |
Desde los ventanales de la andana de la
fachada meridional se divisa una singular panorámica de la calle del Remedio,
con la antigua iglesia parroquial a la izquierda de la
calle, y Torrebaja al fondo. Desde los ventanales de la fachada oeste, sin
embargo, se aprecian los huertos del Jardín y la vega del Turia, con los montes
del Estado densamente poblados de pinos al poniente, cerrando el horizonte.
Al
descender le hago notar a nuestro anfitrión una grieta que se aprecia en la
fachada este del torreón, entre el saliente del balcón abocardado y el
ventanuco de la tercera planta: Sí, ya te
digo que el torreón estaba muy abandonado… La esquina ésta que da a la calle –señala
la que queda libre, al sureste- se
hallaba totalmente desmoronada, por eso hubo que tapiar el balcón y reforzar la
fachada con vigas hasta que la repararon, de ahí viene la grieta. Pero de no
actuar, seguro que se hubiera hundido… -comenta el señor José-.
Vista parcial del alero, ventanas de la andana y vigas del cadalso del torreón de Torrealta-Torrebaja (Valencia), correspondiente a la fachada de poniente. |
Vista parcial del alero, ventanas de la andana y vigas del cadalso del torreón de Torrealta-Torrebaja (Valencia), correspondiente a la fachada de levante. |
El señor José Díaz Gómez (Los Santos, 1937), posando en la tercera planta de su torreón, durante nuestra visita. |
A modo de
epílogo.
Obviamente,
torreón y casa solar constituyen una casa-fuerte, siendo lo más característico
de la torre la armadura de la techumbre a cuatro aguas, subtipo "lima-bordón", y la viguería que sobresale de la parte alta (cuarta planta),
correspondiente a un cadalso corrido que tuvo por las cuatro fachadas.[7]
Ello sugiere que el torreón debió ser primitivamente una construcción exenta, a
la que posteriormente se le añadió la Casa Grande.
Los cadalsos (cadafalsos o palenques) eran estructuras de madera sitas en la parte alta de torres o murallas medievales, de carácter estrictamente defensivo: se apoyaban sobre ménsulas o vigas de madera o piedra que sobresalían del paramento y servían para defender las puertas o pies de las murallas sobre las que se asentaban, permitiendo el tiro vertical de proyectiles hacia abajo, objetos pesados (piedras) o ardientes (pez, agua y aceite hirviendo). Eran estructuras provisionales, pues sólo se colocaban en caso de ataque o asedio, y tenían un grave problema: al ser de madera podían ser incendiadas por los atacantes y ardían fácilmente. Además, con la aparición de las armas de fuego (siglo XV) perdieron importancia, pues las balas atravesaban fácilmente la madera. Dichas estructuras fueron sustituidas posteriormente por matacanes, estructuras similares pero hechas en obra sólida (piedra o mampostería), lo que las hacía invulnerables al fuego y más duraderas.
Los cadalsos (cadafalsos o palenques) eran estructuras de madera sitas en la parte alta de torres o murallas medievales, de carácter estrictamente defensivo: se apoyaban sobre ménsulas o vigas de madera o piedra que sobresalían del paramento y servían para defender las puertas o pies de las murallas sobre las que se asentaban, permitiendo el tiro vertical de proyectiles hacia abajo, objetos pesados (piedras) o ardientes (pez, agua y aceite hirviendo). Eran estructuras provisionales, pues sólo se colocaban en caso de ataque o asedio, y tenían un grave problema: al ser de madera podían ser incendiadas por los atacantes y ardían fácilmente. Además, con la aparición de las armas de fuego (siglo XV) perdieron importancia, pues las balas atravesaban fácilmente la madera. Dichas estructuras fueron sustituidas posteriormente por matacanes, estructuras similares pero hechas en obra sólida (piedra o mampostería), lo que las hacía invulnerables al fuego y más duraderas.
Vista parcial del caserío de Torrealta-Torrebaja (Valencia), desde El Plano del cementerio, con detalle del torreón y Casa Grande, que fuera solar de los Garcés de Marcilla turolenses. |
En suma:
merece la pena acercarse hasta Torrealta (Torrebaja) para conocer el magnifico
torreón de los Garcés de Marcilla, una imponente construcción en estilo
medieval de carácter defensivo, que destaca sobre la humildad del caserío por
su singularidad y armonía de formas. En la actualidad el torreón y la casa
palacio anexa (Casa Grande) pertenece a dos familias locales, descendientes del señor Manuel Roselló Adalid, que fue administrador de los barones de Andilla.[8]
Además de por la hechura de su fábrica y belleza plástica, que evoca los tiempos gloriosos del señorío, el torreón torrealtense se considera el único vestigio conocido de este tipo en la Comunidad Valenciana; pues, según anota Pérez-Olagüe en su ficha del Patrimonio Artístico, existen otras torres similares pero dado su estado de deterioro “han perdido su coronamiento, impidiendo así el conocimiento completo de sus técnicas defensivas”: ello convierte al torreón de Torrealta en uno de los monumentos más importantes del menguado patrimonio arquitectónico del Rincón de Ademuz, hallándose inscrito en el Registro General de Bienes de Interés Cultural del Patrimonio Histórico Español. Vale.
[1] La constitución de ambas
localidades como Ayuntamientos independientes de sus municipios de origen data
de finales de la primera del Ochocientos (Real Decreto de 23 de julio de 1835 y
de la Ley de Ayuntamientos de 8 de enero de 1845), que fijaba el límite
poblacional mínimo de los nuevos municipios a crear. De este tiempo data la
anexión de Torrealta a Torrebaja, por no reunir el mínimo de 30 vecinos que
exigía la Ley para permanecer independiente.
[2] GARCÉS DE MARCILLA, J T., Memoria
genealógica justificativa de la familia que trahe el sobrenombre Garcés de
Marcilla, establecida en la ciudad Teruel, que presenta a S.M. El
Capitán D. Joseph Thomás Garcés de Marcilla, Caballero de la Orden Militar de
Nuestra Señora de Montesa, y Gobernador en lo Político, y Militar de la Villa
de S. Matheo, y Maestrazgo del mismo Orden en el Reyno de Valencia, En la
oficina de D. Manuel Martín, Madrid, MDCCLXXX (1780).
[3] COTARELO Y MORI, E., Sobre
el origen y desarrollo de la leyenda de los Amantes de Teruel, Revista de
Archivos, Bibliotecas y Museos (RABM), 8 (1903) 347-377; 2ª imp., aum., y
corr., Madrid: Revista de Archivos, 1907.
[4] OYANGUREN Y GARCÉS DE
MARCILLA, J., Los Garcés de Marcilla, Rev. Teruel 6 (1952)
151-156.
[5]
Según la citada monografía genealógica: Don Miguel Garcés de Marcilla
Plaensa acompañó al rey don Alfonso V de Aragón (1416-58) en todas sus
expediciones (conquista de Nápoles, Sicilia y otras partes de Italia y África),
casando a su regreso con doña Violante Ram de Veintimilla, siguiendo al
servicio del rey Juan II (1458-79), por lo que fue premiado con la alcaldía del
castillo de Castielfabib. Su hijo don Juan (Garcés de Marcilla y Ram de
Veintimilla) fue el señor de Torrealta que mandó erigir la iglesia del lugar,
de ahí su origen patronal (1509).
[6] Ejemplos de techumbres tipo alfarje pueden verse en el coro de la ermita de Castro (1400) y en la iglesia de Santa María de Maluenda, de la misma época. BARLES BÁGUENA, Elena. Techumbres mudéjares aragonesas, en: El mudéjar de Teruel, patrimonio de la humanidad, Instituto de Estudios Turolenses de la Diputación Provincial de Teruel, Teruel, 1989, p. 38.
[6] Ejemplos de techumbres tipo alfarje pueden verse en el coro de la ermita de Castro (1400) y en la iglesia de Santa María de Maluenda, de la misma época. BARLES BÁGUENA, Elena. Techumbres mudéjares aragonesas, en: El mudéjar de Teruel, patrimonio de la humanidad, Instituto de Estudios Turolenses de la Diputación Provincial de Teruel, Teruel, 1989, p. 38.
[7] Respecto de los cadalsos en
torres, existen desde la época romana y pueden verse en cuadros de Giotto di
Bondone (1267-1337), y en reconstrucciones posteriores, citándose como
ejemplo el de la torre de Tábara (Zamora), manuscrito miniado donde aparece una
torre con cadalso por encima del scriptorium. Otras torres con cadalso,
todas ellas en Argón, son: la torre de Obano (Zaragoza), la torre Abizanda y la
torre Fantova (Huesca). Tomado de: PÉREZ-OLAGÜE, C. BIBLIOTECA, Direcció
General de Patrimoni Artístic.
[8] Garcés de Marcilla,
Pedro, Barón de Andilla: Castellón de la Plana 1762, Nimes 1816. Era
escritor, y en Noviembre de 1808 Cmtte. del Tercio de Jaca; 1809 firmante de la
capitulación de Jaca, pasa a servir al Rey José I; 1810 Capitán de la 1ª cía de
Gendarmes, con grado de Coronel de Infantería Ligera, Caballero de la Orden de
España (22-X-1810); Inspector de las compañías de Fusileros (1-III-1811);
Coronel Inspector del cuerpo de Gendarmes y Fusileros (1812); emigra a
Francia(1813), muriendo en Nimes (1816). (Parte de estos datos me han sido
amablemente facilitados por el ilustre genealogista Don Armand de Fluviá, de
Barcelona). El 23-I-1816, "la Baronesa de Andilla, viuda" vendió en
Madrid al Barón de Valdeolivos un retrato de la Condesa de Bureta, de José
Brún, lo que me hace pensar que su muerte debió producirse realmente en 1815, pese
a lo dicho por Fluviá. Tomado de:
Torre de Tábara (Zamora), detalle del cadalso en un manuscrito miniado. |
Torre de Abizanda (Huesca), con detalle del cadalso. |
Torre de Abizanda (Zamora), con detalle del cadalso. |
Torre de Obano (Zaragoza), con señales de haber tenido un cadalso en la parte alta. |
Torre de Obano (Zaragoza), recreación del cadalso por Félix Ibáñez. |
3 comentarios:
Buenas tardes ,desde Argentina Córdoba río,cuarto estoy nutriéndome de vuestras historias también quizás de mis bisabuelos de seas tierras alguien podría aportar información de mis ancestros baguena Blazco,Antonia y Pedro Gimenez Cortés mi abuelo nació en torre baja y muy joven se radicó en Argentina ..me encantaría saber más de mis antepasados ..gracias cordialmente
Yolanda
Hola, Yolanda, saludos: gracias por su nota, un placer saludarla. Los apellidos de sus ancestros, Báguena, Blasco, Giménez/Jiménez, Cortés, son habituales en esta zona de Valencia (Rincón de Ademuz). Si me precisa el año de nacimiento de alguno de ellos, aunque sea aproximado, con tiempo puedo intentar localizarlo en los libros del Registro Civil, los parroquiales los están digitalizando. Para comunicarse conmigo, utilice por favor el correo que viene arriba (sangarzon@terra.com) He visto algunas imágenes de Río Cuarto, preciosa ciudad la suya. Que tenga un buen día, agur...
Hola,mi padre es Giménez Rosello.y mi abuela Cortés Rosello. Son te TORREALTA. Me encantaría comunicarme contigo. Yo estoy haciendo el árbol genealógico.
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