A propósito de una visita a la
aldea castielfabiense,
que está bajo el patrocinio de
san Sebastián.
Llama la atención del relator un sagrario de madera, “porque en su puerta hay un altorrelieve
del Santo Cáliz fielmente reproducido”; y un montón de almohadones sobre el
asiento lateral de obra: Cada vecina tiene el suyo para arrodillarse. Aquí
hace mucho frío y las rodillas se hielan sobre este yeso –responde el señor
cura-. Según comenta el periodista, este tipo de cojines los ha visto en otras
ermitas de la zona: Están forrados de cretonas de vivos colores y llevan
bordadas las iniciales de sus dueñas –termina diciendo.
Vista del presbiterio y retablo de la Ermita de San Sebastián en Mas de Jacinto-Castielfabib (Valencia), 2012. |
Para ver la ermita por dentro tenemos que ir a buscar la llave; según nos indican la tiene una señora que vive en una casa de la calle Mayor, y a ella nos encaminamos. Se trata de la señora Angelina –me refiero a Angelina Díaz Díaz (Mas de Jacinto, 1927)-, que gustosa ha dejado sus faenas de la casa y nos ha acompañado hasta la ermita:
- Sí, en la casa siempre hay que hacer, pero no tengo prisa... Hace unos años que quitaron el coro, estaba sobre la entrada... Allí se subían los hombres, pero el techo era muy bajo y tenían que estar medio agachados... Entonces no estaba tampoco esta ventana redonda, en su lugar había otra cuadrada y pequeñita... El Altar Mayor también era distinto, yo ya he conocido dos cambios... Lo recuerdo con la parte del frente toda lisa, los santos en pedestales y el altar pegado a la pared. Luego hicieron unos huecos para poner los santos, después los taparon y ahora han hecho esos arcos de piedra a cuenta de los huecos... Entonces san Sebastián estaba en el centro y la Inmaculada a la derecha, y donde ahora está san Antonio no sé que había, pues este santo estaba en un lado... San Sebastián es el patrón del pueblo, se celebra el 20 de enero: el día de su fiesta se hace una misa y procesión con el santo –se baja por la calle Mayor y la de la Huerta y se sube otra vez a la ermita-, luego sirven un refresco y por la noche hacen hogueras y asan carne, embutidos, patatas y eso... Antes la sacristía estaba a la derecha del altar, pero al construir el frontón la pasaron a la izquierda: esto ya fue después de la guerra... Lo único que quedó después de la guerra fue la pila del agua bendita, antes estaba aquí a la derecha de la entrada, al comienzo de la escalera por donde se subía al coro, pero ahora está ahí detrás –señala un rincón en el suelo-, a ver si encuentran un soporte adecuado, pues dicen que es muy antigua...
Respecto
a sus datos personales, comenta:
- Yo me casé en esta ermita, hace ya muchos años, cuando tenía 27: los papeles nos los preparó don Valentín, que ya era mayor –se refiere a don Valentín Alegre Martín (1884-1956)-, pero nos casó don Antonio, que era de Los Santos –se refiere al mencionado don Antonio Martínez Gabalda, el cura que acompañó al periodista-, que atendía entonces Torrebaja, Torrealta y Mas de Jacinto... Ahora estoy viuda, mi marido falleció hace unos años y también un hijo joven que tenía, pero todavía me quedan tres, aunque están repartidos: uno en Teruel, otro en Valencia y otra en Barcelona..., pero en cuanto pueden vienen a verme... Sí, aquí celebran los domingos y a las fiestas, viene el cura de Torrebaja; a mediados de mayo la mozas celebras otra fiesta en honor de la Virgen... -termina diciendo.
Detalle de las escaleras que suben a la espadaña, donde reside la campana de la Ermita de San Sebastián en Mas de Jacinto-Castielfabib (Valencia), 2012. |
El día está despejado, aunque con algunas nubes altas en el cielo primaveral de comienzos mayo... Al entrar en el santuario
percibimos la misma sensación de frescor que notara el periodista y sus
acompañantes hace medio siglo, aunque ellos visitaron el lugar en agosto,
cuando los lugareños estaban trillando... Nosotros no hemos encontrado a nadie a nuestra llegada,
aunque se percibe el ruido de un motor y los golpes secos de un mazo en una
obra próxima. Comparando la fotografía de Lluch Garín (1957) con el estado actual del templo vemos que, además de que impresiona de dejado, el arco de la entrada era entonces recto, como el ventanuco que tenía arriba, mientras que ahora su exterior está muy cuidado: según parece, en la última remodelación quitaron el coro, ampliaron la ventana sustituyéndola por otra mayor, tipo óculo, hermanando así el arco de la espadaña con el resto de aberturas de la fachada. Por lo demás, el trinquete está impecable, sin grietas, la raya marcada, como recién pintado...
Nada
más entrar observamos un par de columnas cuadrangulares –una a cada mano, que
van de alto en bajo-, delimitando un espacio virtual correspondiente al atrio
interior y que eran los soportes del alto coro, hoy desaparecido. El piso de la
ermita se halla enlosado de terrazo, con bancos a ambos lados, formando un
pasillo central hasta el presbiterio, que aparece al fondo: elevado un escalón
sobre el nivel de la nave. Se trata de un pequeño edificio de planta alargada,
que avanza en dos tramos hacia la cabecera, merced a un arco de diafragma que
soporta la techumbre, cuya armadura corresponde al tipo parhilera, esto es, con
una viga central (hilera) sobre la que apoyan las que forman las
vertientes del tejado (pares o alfardas), lo que responde al
sistema constructivo más sencillo de las antiguas techumbres mudéjares aragonesas a dos
aguas.
A la derecha de la entrada se halla en arranque de la escalera, basada en hierro con peldaños de madera, que asciende hasta la campana mediante tres tramos, por donde se subía también al desaparecido coro. El acceso al piso de la campana tiene cierta dificultad, hay que elevar una puerta corrediza y fijarla con un cerrojito: solo puede entrar en la espadaña alguien de cuerpo menudo, ya que el ventanuco es más bien angosto. En el piso de la torreta sobresale la viga superior de la armadura -la denominada hilera-, que se nos muestro como un grueso tronco cuadrangular desbastado. La hornacina posee arco de medio punto y se halla fajada de ladrillo rojo, al igual que la repisa. La campana es menuda, con yugo de vieja madera, posee texto en el anillo del hombro, en la cintura y en el anillo inferior.
Epigrafía de la campana de Mas de
Jacinto-Castielfabib (Valencia).
Localización
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Campana
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Fundidor
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Año
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Diámetro
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Peso
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Espadaña
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San Sebastián
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Roses Soler,
Juan Bautista
(Adzaneta d`Albaida)
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1951
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41 cm.
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40 kg.
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Tomado
de Campaners de la Catedral de València (2012).
En
la parte anterior de la cintura posee una cruz latina tipo “Santiago” y en los
lados símbolos marianos –A(ave) y M(aría)- (a la izquierda) y una silueta
femenina semejando la Inmaculada (a la derecha) -la distribución espacial de los signos se hace mirando la campana desde dentro de la espadaña-. Y un texto enmarcado, que dice del
fundidor:
JUAN Bta
ROSES/ FUNDICIÓN/ CAMPANA/
ADZANETA/ Pvcia.
VALENCIA
Campana de la Ermita de San Sebastián en Mas de Jacinto-Castielfabib (Valencia); responde al nombre de San Sebastián, vaciada por Juan Bautista Roses de Adzaneta de Albaida (Valencia), en 1951 (2012). |
Detalle de la epigrafia de fábrica en la campana de la Ermita de San Sebastián en Mas de Jacinto-Castielfabib (Valencia), 2012. |
En
los muros laterales del cuerpo anterior del templo hay unos estandartes
colgados: el de la derecha (epístola) posee una estampa con un Cristo
crucificado sobre un paisaje de rojizo atardecer y en el frontero (evangelio)
otro del mismo estilo, con una Trinidad rodeada de ángeles y querubines.
Sobrepasado
el arco toral nos aproximamos al presbiterio, del que decíamos se halla un peldaño
elevado por encima del piso del templo. Posee un altar exento –sobre el que hay
una preciosa cruz de mesa dorada: ornada de motivos vegetales (ramitas de olivo) y la
representación simbólica de los cuatro evangelistas (Tetramorfos) en los
extremos, con el Cristo en metal oscuro- y un retablo de obra en la pared del
testero, basado éste en falsas hornacinas formadas por simples arcos de medio
punto en piedra enmarcando las imágenes: en la del centro, que es de mayor
amplitud que las laterales, hay una cruz de tabla con el Crucificado que
se adosa a otra mayor de tronco torneado. Bajo la repisa de la hornacina
central aparece una franja a modo de viga donde se halla el Sagrario, con
puertecita en metal plateado. Por debajo de la guarnición hay un zócalo de
piedra sobrepuesta, del mismo estilo del arco, que llega hasta el piso. A ambos
lados del nicho central se hallan otros dos del mismo estilo pero de menor
tamaño: en el de la derecha (epístola) hay una imagen de san Sebastián
(titular del templo y patrón de la aldea) y en el de la izquierda (evangelio)
otra de san Antonio Abad con el cerdito a los pies –ambas exentas y sobre ménsulas
de madera.
Detalle de la cruz de mesa sita en el altar de la Ermita de San Sebastián en Mas de Jacinto-Castielfabib (Valencia), con la representación del Tetramorfos en los extremos (2012). |
Detalle del Cristo crucificado en la hornacina central del retablo en la Ermita de San Sebastián en Mas de Jacinto-Castielfabib (Valencia), 2012. |
Detalle de la imagen de san Antonio Abad en el retablo de la Ermita de San Sebastián en Mas de Jacinto-Castielfabib (Valencia), sita en el lado del evangelio (izquierda), 2012. |
En
el muro derecho del presbiterio hay una bonita imagen de la Inmaculada
Concepción, elevada sobre ménsula labrada en madera y hierro, mostrando sus
atributos: actitud orante, dispuesta sobre la esfera del mundo, pisando la
cabeza de la serpiente, la cual porta tradicionalmente una manzana entre sus fauces. En el muro
frontero del presbiterio se abre la sacristía, pequeño recinto cuya cobertura
es una prolongación de la vertiente del tejado, donde se guardan los objetos
litúrgicos, vestiduras y servicio de altar. En ese mismo lado, entre el arco y
la entrada de la sacristía, hay una imagen sedente del Sagrado Corazón,
elevada sobre ménsula, correspondiente a Cristo Rey, como lo evidencia
el trono en que se halla, el cetro y la bola del mundo que porta, y la corona real
-que yace sobre una almohadilla-, a sus pies.
Imagen sedente -Cristo Rey- sobre repisa elevada en la Ermita de San Sebastián en Mas de Jacinto-Castielfabib (Valencia), sita en el muro del presbiterio, lado del evangelio (2012). |
La
imagen del titular –san Sebastián- la representa un joven imberbe y
desnudo atado a un tronco de árbol por los brazos y con corona de santidad:
posee una túnica o paño atada a la cintura cubriéndole la pelvis y un par de
heridas sangrantes en tórax y muslo derecho, aunque no posee las típicas
flechas con que habitualmente se le representa. Como es sabido, Sebastián
(Narbona, 256-Roma, 288) fue un soldado de la guardia pretoriana, condenado por
el emperador Maximiano a ser asaeteado en la arena por sus propios compañeros;
aunque sobrevivió al castigo, fue posteriormente condenado a ser azotado hasta
la muerte: su cuerpo fue arrojado a un lodazal, del que fue recuperado por sus
correligionarios y sepultado en una catacumba de la Vía Apia, lugar de enterramiento que hoy lleva su nombre.[1]
Detalle de la imagen de san Sebastián en la ermita de su advocación en Mas de Jacinto-Castielfabib (Valencia), sita en el retablo del presbiterio, lado de la epístola (derecha), 2012. |
Aunque
san Sebastián carece de patronazgo oficial reconocido por la Iglesia Católica,
muchos pueblos lo tienen por patrón e intercesor. Asimismo, la comunidad de
lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero (LGBT) le solicitan como
icono, sin más motivo que su típica representación iconográfica: joven desnudo
en el momento de su martirio...[2]
En
la época en que Lluch Garín visitó Mas de Jacinto (1957), no sabemos si la ermita poseía luz eléctrica, pues dice de “un farol redondo de hierro repujado” que
pendía de la viga central mediante una polea; en cualquier caso, la luz natural también debía ser
escasa, pues la única iluminación que poseía era el ventanuco del coro. Hoy el
tragaluz se ha convertido en amplia claraboya circular y luce un par de
lámparas de forja –una en el cuerpo central y otra en el presbiterio, asimismo
pendientes de la viga maestra-, gozando además de luz eléctrica.
Palabras finales.
La
ermita de san Sebastián en Mas de Jacinto (Castielfabib) es una pequeña y
sencilla muestra de la arquitectura religiosa comarcal, propiamente declarada Bien
de Relevancia Local por su valor patrimonial.[3]
Según parece, su existencia se
halla documentada desde el primer tercio siglo XVII, aunque ha debido sufrir
algunas remodelaciones desde entonces, además del cambio en la situación de la
sacristía, que de estar en el lado de la epístola se pasó al del evangelio
después de la Guerra Civil (1936-39), con motivo de construir el frontón anexo; la ampliación de la ventana de la fachada meridional en forma de óculo, la rectificación del arco de la entrada -que de recto se ha reconvertido en otro de medio punto-,
y la retirada del coro elevado, que se hallaba a los pies.
La campana data de comienzos de los años
cincuenta (1951), evidenciando que la anterior pudo haber desaparecido durante la
revolución, al igual que todo el material ornamental y mueble que contenía. Sin
embargo, la pieza más antigua del ermitorio puede que sea la pila del agua
bendita, una taza vaciada en piedra, cuyo motivo ornamental está basado en
gajos externos toscamente labrados, evocándonos otro similar existente en la iglesia de san Antonio de Padua en Negrón (Vallanca).
También es de destacar el armazón de la cobertura, correspondiendo al
estilo parhilera, propio de las techumbres mudéjares aragonesas que vierten a
dos aguas. Respecto a las imágenes, cuenta con una del titular –san
Sebastián- y otra de san Antonio Abad, ambas lucen en el altar mayor
y son de escayola, al igual que la de la Inmaculada y la sedente de Cristo
Rey, que se hallan a ambos lados del presbiterio.
Actualmente, diversas asociaciones requieren a san Sebastián, como emblema y patrón –lesbianas, homosexuales, personas transgénero- sin más motivo que el iconográfico, pues es un santo cuyo principal carisma se resume en un cuerpo joven, desnudo y asaeteado, lo que le ha valido el calificativo de “Apolo” cristiano.
En suma: merece la pena acercarse hasta
Mas de Jacinto, aldea de Castielfabib (Valencia), para conocer la sencilla
ermita de san Sebastián –se halla entre las antiguas eras y pajares del
Lugar-. Los vecinos de La Masada veneran a san Sebastián desde la fundación del
asentamiento, siendo el único santo de esta advocación en la comarca, aunque su
culto entre los cristianos es muy estimado, habiendo sido tradicionalmente
invocado en los contagios, epidemias y pestes de todo tipo, y contra los
enemigos de la religión –en honor al motivo de su martirio-: no en vano
prefirió ser soldado de Cristo antes que del emperador. Vale.
[1] Cf. Wikipedia, voz Sebastián (mártir).
[2] Cf. Wikipedia, voz LGBT.
[3]
El templo tiene la condición de Bien
de Relevancia Local según la Disposición Adicional Quinta de la Ley 5/2007, de
9 de febrero, de la Generalidad, de modificación de la Ley 4/1998, de 11 de
junio, del Patrimonio Cultural Valenciano (DOCV Núm. 5.449 / 13.02.2007). En
consecuencia las intervenciones en las campanas deben comunicarse a la
Dirección General del Patrimonio Cultural Valenciano adjuntando el proyecto
previamente al inicio de los trabajos.
GALERÍA DE IMÁGENES.
Detalle de incensario de bronce en la Ermita de San Sebastián en Mas de Jacinto-Castielfabib (Valencia), 2012. |
Detalle de acetre e hisopo de latón en la Ermita de San Sebastián en Mas de Jacinto-Castielfabib (Valencia), 2012. |
Detalle de la Sede en la Ermita de San Sebastián de Mas de Jacinto-Castielfabib (Valencia), 2012. |
Detalle de pileta cerámica de agua bendita en la Ermita de San Sebastián en Mas de Jacinto-Castielfabib (Valencia), 2012. |
Detalle de la antigua pila de agua bendita en la Ermita de San Sebastián en Mas de Jacinto-Castielfabib (Valencia), basada en una piedra labrada en una sola pieza (2012). |
Vista de la entrada y atrio interior de la Ermita de San Sebastián en Mas de Jacinto-Castielfabib (Valencia), con detalle de la escalera por donde se accede a la espadaña (epístola), 2012. |
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