A propósito de su celebración en Torrebaja (Valencia).
¿Qué
solemnidad pagana podrá rivalizar con la fiesta
en
que celebra la Iglesia la del Señor?
François René de Chateaubriand (1768-1848),
diplomático,
político y escritor francés.
Palabras previas.
Entre
los de mi generación, que es la de los años cincuenta –al menos en el ámbito
rural donde yo nací y me crié- pocos o ninguno habrá que desconozcan el célebre
dicho popular: Tres jueves hay en el año que relucen más que el sol, Jueves
Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión -dando a entender la
importancia de estas celebraciones para los católicos-. Muchas veces se lo oí
decir a mi madre de niño, y aunque yo me fijaba en la luminosidad de esos días, nunca observé que brillaran más que cualquier otro del año. Obviamente,
se trataba de una luminosidad figurada –alegórica, mística o simbólica-, pero eso lo
supe después, como tantas otras cosas...
Como es sabido, la expresión latina Corpus
Christi significa Cuerpo de Cristo, y se refiere a la conmemoración del
Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, al que los creyentes -católicos y cristianos en general- reconocemos
como Nuestro Señor. Anteriormente se denominó Corpus Domini, esto es,
Cuerpo del Señor, una fiesta de la Iglesia católica cuyo objetivo primordial es
festejar el “Pan Eucarístico”, recordando a los fieles que Jesucristo se halla
realmente presente, bajo la especie del pan, en el Santísimo Sacramento
(Eucaristía).[1]
El calendario de las festividades
religiosas católicas –y cristianas en general- es sumamente riguroso, no en
vano la Iglesia se ha tomado tantos desvelos en la medición astronómica del
tiempo y en la organización del almanaque. Según el vigente calendario,
propiamente denominado gregoriano, por haber sido aprobado y promulgado por el
Papa Gregorio XIII (1582), la celebración del Corpus tiene lugar
el jueves inmediato a la festividad de la Santísma Trinidad, la cual
tiene lugar a su vez el domingo después de Pentecostés, el cual se celebra a
los cincuenta días de la Pascua florida; estrictamente, el Corpus Chisti
se sitúa a los sesenta días de la Resurrección. En términos astronómicos y
atendiendo a las “epacta” lunares, el Corpus se festeja el jueves
siguiente al noveno domingo después de la primera luna llena de primavera,
apoyándose en las observaciones del hemisferio norte; en la práctica, sin
embargo, se celebra el domingo –pues no en todos los lugares es fiesta el
jueves-.
"Monumento" o mesa-altar en la plaza del Ayuntamiento de Torrebaja (Valencia), dispuesto para la procesión del Corpus Christi (2009). |
"Monumento" o mesa-altar en la calle Mesón de Ademuz (Valencia), dispuesto para la procesión del Corpus Christi (ca.1953-54). |
Nota histórica.
Como toda celebración, el Corpus
Christi tiene su historia... Según parece, surgió en la Baja Edad Media,
promovida por santa Juliana de Lieja (1193-1258), religiosa belga
también conocida como Juliana de Cornillón, que dedicó su vida al fomento de esta festividad.[2]
La solemnidad quedó oficialmente establecida el 8 de septiembre de 1264 -por el
Papa Urbano IV (1262-64)-, mediante la bula Transiturus hoc mundo.
El encargado de difundirla fue el teólogo y filósofo Tomás de Aquino
(1224-74),[3]
de la orden de Predicadores, que lo hizo con su obra Oficio y Misa del
Corpus, el mismo autor que compuso el Pange Lingua, himno
eucarístico por excelencia.[4]
Las dos primeras palabras de esta famosa secuencia –Pange, lingua-
corresponden a un poema del poeta latino Venancio Fortunato (536-610), a
la sazón obispo de Poitiers (Francia) y santo de la Iglesia Católica.[5]
Por otra parte, las dos últimas estrofas constituyen el conocido Tantum ergo,[6]
que se canta con preferencia durante la adoración del Santísimo.
Urbano IV (1262-64), el Papa que estableció la celebración del Corpus Christi mediante la bula Transiturus hoc mundo (1264). |
Tomás de Aquino (1224-74), filósofo, teólogo, doctor angélico y santo, autor del Pange Lingua, himno eucarístico por excelencia. |
Nicolás V (1447-1455), el Papa que consolidó la festividad del Corpus Christi al sacar la Hostia Santa en procesión por las calles de Roma (1447). |
Atendiendo a la cronología
histórica, un acontecimiento importante en la festividad del Corpus Christi
fue la introducción de la “Octava”, con la exposición del Santísimo por el Papa
Juan XXII (1316); sin embargo, el momento decisivo de esta solemnidad lo
marcó el Papa Nicolás V (1447-1455), al sacar la Hostia Santa en
procesión por las calles de Roma, hecho que tuvo lugar en la festividad del Corpus
del año 1447. Pero, ¿por qué es tan importante la celebración de la Hostia Santa para los
católicos? La respuesta nos la da el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica,
diciendo que:
- «Jesucristo está presente en la Eucaristía de modo único e incomparable. Está presente, en efecto, de modo verdadero, real y sustancial: con su Cuerpo y con su Sangre, con su alma y su divinidad. Cristo, todo entero, Dios y hombre, está presente en ella de manera sacramental, es decir, bajo las especies eucarísticas del pan y del vino» (n. 282).
La procesión de Corpus Christi
en Torrebaja.
La procesión sale de la iglesia
parroquial -Santa Marina de Jerusalén- con la custodia bajo palio...
Pero cuando los fieles llegan al templo la custodia se halla todavía en el
altar, dispuesta sobre su base y con el viril abierto. La custodia u ostensorio
es uno de los elementos primordiales de la procesión del Corpus, junto
con el paño o velo humeral, el palio, el incensario, los monumentos o altares
de las calles y las flores derramadas por el suelo, y el Pange lingua,
su himno básico.
La custodia de Torrebaja
responde al estilo barroco y como cualquier ostensorio procesional transportable
se compone de varias piezas: pie, caña, sol y viril.
El pie es la parte inferior y más pesada y sirve de soporte al conjunto, puede
separarse de los demás elevando la caña hacia arriba. La caña o astil
constituya la pieza que une el pie con el sol, que es la porción radiante en
cuyo centro se halla el viril, especie de cajita circular, con cristal en ambas
caras, donde se dispone la
Hostia Consagrada para su exposición, transporte y adoración.
El ostensorio de Torrebaja constituye el paradigma de los construidos en el
intersiglo XVII-XVIII, en el que predomina, no obstante, una ornamentación
escasamente recargada. El técnico -Miguel Ángel Fumaral Pagés (MAFP)-,
en la ficha elaborada para La Luz
de las Imágenes-Segorbe (2001), la describe en los términos siguientes:
- <Custodia tipo sol, estructurada a partir de una base con caña y ostensorio radiante, conteniendo el viril correspondiente. Destaca la textura de la plata usada para su elaboración, de plancha bastante gruesa y con un dorado de alta calidad. La base es de contorno mixtilíneo, en gradación moldurada hasta una superficie redondeada, cubierta parcialmente con encajes de rocalla, grutescos y cartelas, todo ello de fundación. El astil se compone de dos cuerpos con tornapuntas contrapuestas (de fundición), en inferior más grueso, trabajados en torno y de perfil anillado. El ostensorio está decorado con pedrería (aguamarinas) en los rayos, la base y el contorno exterior del viril. Una sencilla cruz de fundición corona la pieza>[7]
En cuanto a su estilo y datación,
dice:
- <Por su tipología, a pesar de estar elaborada al paso del siglo XVII al XVIII [...], sigue aún los modelos de custodia barrocos, que precisamente en la diócesis segobricense alcanzaron algunos de sus mayores logros. Sus paralelos más inmediatos tienen que buscarse en las custodias de Alpuente, Alcublas o Jérica, un poco lejos todavía de las novedades (volumétricas y decorativas) que presenta otra custodia dieciochesca, la de Castellnovo>[8]
Salida de la Custodia bajo palio en la iglesia de Torrebaja (Valencia), durante la procesión de Corpus Christi (2007). |
Salida de la Custodia bajo palio en la iglesia de Torrebaja (Valencia), durante la procesión de Corpus Christi (2007). |
La procesión de Corpus Christi en Torrebaja (Valencia), bajando hacia la calle Cantón (2007). |
La
ceremonia de la procesión del Corpus comienza propiamente con la colocación de
la Hostia, consagrada ésta durante la misa de la mañana, en el viril del
ostensorio. Una vez dispuesta se procese a la incensación de la custodia,
colocada sobre el altar del presbiterio. Seguidamente, el sacerdote se coloca
el paño humeral sobre los hombros, mientras con los extremos del mismo coge la
custodia por la caña la levanta del pie.[9]
De esta forma se inicia la procesión, que encabeza el crucero o portador de la
cruz procesional. Detrás de la cruz van los fieles, esto es, el pueblo seguido
de las autoridades, si las hubiere, y los niños que ese año han tomado la
Primera Comunión vestidos con sus trajes de fiesta, y finalmente el coro y la
custodia bajo palio con el “Omnipotente”.
El protocolo de la Iglesia Católica
establece que durante la procesión del Corpus, esto es, cuando el Santísimo
sale del templo para recorrer las calles de una localidad, Éste debe hallarse
cubierto o bajo palio. El palio no es más que una tela más o menos rica y
adornada que se eleva sobre cuatro o seis palos a modo de dosel bajo el que
camina el sacerdote con el Santísimo. En otro tiempo llevar los fustes era una
labor reservada a los señores del Ayuntamiento, pero en la actualidad la portan
los propios feligreses que se brindan a ello. Con todo, portar el palio que
cubre y protege al Santísimo siempre será un honor inmerecido...
La procesión del Corpus Christi en Torrebaja (Valencia), detenida en el "monumento" o mesa-altar de la calle Cantón (2007). |
La procesión del Corpus Christi en Torrebaja (Valencia), ascendiendo por la calle Cantón (2007). |
Respecto de la festividad el Corpus,
dice Chateaubriand (1768-1848):
- <No se parecen las fiestas cristianas a las ceremonias del paganismo; [...] en nuestras solemnidades todo es esencialmente moral. [...] el Dios de los cristianos no pide más que los deseos del corazón y los movimientos tranquilos del alma que se ajusta al apacible concierto de las virtudes [...]./ No bien anuncia la aurora la fiesta del Rey del mundo, cúbrense las casas de ricos tapices, se siembran las calles de flores, y el gozoso clamor de las campanas llama al templo a la innumerable multitud de fieles./ Dada la señal, se conmueve todo, y empieza a desfilar la religiosa procesión>[10]
De esta forma sale la procesión del
templo y se encamina por la calle Fuente, en dirección meridional, para buscar
la calle Cantón, que bordea el pueblo por levante –desde el río Ebrón hasta la
bajada de la calle Fuentecillas, que se halla por debajo de la Casa
Consistorial-. La calle Cantón era la antigua entrada de Torrebaja, a la que se
accedía vadeando el Ebrón frente al pilón de San Antonio de Padua y formaba
parte del viejo Camino de Ademuz a Teruel, que era parte a su vez del Camino
Nacional de Valencia y Castilla a Zaragoza por ésta parte.[11]
Este año ha sido el primero que la Banda de Cornetas y Tambores
de Torrebaja ha acompañado la procesión del Corpus, dando a la marcha una
singular espectacularidad con sus sones.[12]
"Monumento" o mesa-altar en la plaza del Ayuntamiento en Torrebaja (Valencia), dispuesto para la celebración de la procesión del Corpus Christi (2007). |
La procesión del Corpus Christi detenida ante el "monumento" o mesa-altar de la plaza del Ayuntamiento de Torrebaja (Valencia), año 2007. |
La calle Fuente da a la avenida de
la Diputación Provincial y se alarga hacia la derecha hasta la fontana que le da
nombre. Pero de continuar por la izquierda arribaremos a la calle Cantón. En
este punto se halla el primer “monumento” o altar al aire libre donde descansa
la custodia procesional. El “monumento” no es más que una mesa forrada de tela
y adornada de flores con una colcha al fondo, colgada de la fachada de una
casa, a modo de altar o templo campestre. Aquí se detiene la procesión y el
portador del “pie” de la Custodia lo coloca sobre la mesa, para que el
sacerdote pueda descansar el ostensorio. Parte de la calle se halla cubierta de
floresta, formando un caminito en el centro de la calle: ramitas tiernas de
aromático hinojo, cabezuelas amarillas de manzanilla, humilde achicoria de
azulados pétalos, flores recién abiertas de saúco, etc. Arrodillado frente a la
Custodia, el clérigo inciensa la custodia y reza un Padrenuestro que es
respondido por la feligresía. Terminada la oración, el sacerdote coge de nuevo
la Custodia con el paño humeral y –siempre bajo palio- continua la procesión
calle Cantón arriba, esto es, en dirección norte, mientras las niñas vestidas
de comunión echan pétalos de rosa sobre la custodia y el coro entona cánticos
de alabanza al Todopoderoso. En su descripción, Chateaubriand dice al
respecto:
- <Entre las filas de la procesión se ven también interesantes grupos de niños: unos presentan canastillos de flores, otros, vasos de perfumes. A la señal del que dirige la procesión, los coristas se vuelven hacia la imagen del sol eterno, y hacer volar las rosas deshojadas por donde aquélla ha de pasar>[13]
La procesión continúa hasta alcanzar el comienzo de la calle
Fuentecillas, para -bordeando la Casa Consistorial- llegar a la plaza del
Ayuntamiento. Al fondo de la plaza, esto es, en la parte alta, donde aquella
confluye con la calle de San Roque, hay dispuesto otro sencillo “monumento”.
Como el primero, se basa en una mesa forrada de tela y adornada con flores en
jarrones y macetas, y una alfombra en el piso, cuyo fondo se halla cubierto con
una colcha.
La procesión continúa calle san
Roque arriba, hasta arribar a la confluencia con la calle de Zaragoza (que
sigue por la izquierda) y la de Valencia (que lo hace hacia la derecha). Hace
años se colocaba aquí otro “monumento”, según lo prueba una fotografía de
finales de los cincuenta: en dicha foto se aprecia la Custodia sobre una mesa,
con la feligresía arrodillada, siendo párroco don Guillermo Pinazo Martínez (1901-73).
Mientras duraron las obras del templo nuevo, esto después de la guerra, las
funciones de iglesia se hacían en una nave de la carretera. Dice el testimonio
de la vecina Aurora Sánchez Fortea (Torrebaja, 1926):
- <Mientras la iglesia estuvo en lo de Enrique las procesiones se realizaban por la carretera y bajaban hasta la plaza. Para el Corpus se hacían monumentos en distintos puntos del trayecto, recuerdo que uno lo ponían en la fachada del tío Gimillo, frente a la posada de la Cayetana: colocaban un arco con ramos, una mesa para la custodia y otros adornos, además de cosa verde y pétalos de rosa por el suelo…, parecido a lo de ahora>.[14]
Niñas vestidas con su traje de Primera Comunión en Torrebaja (Valencia), durante la procesión del Corpus Christi (1952). |
Custodia sobre mesa-altar o "monumento" dispuesto en la confluencia de la calle san Roque y Zaragoza en Torrebaja (Valencia), durante la procesión del Corpus Christi (1955). |
Niños vestidos con su traje de Primera Comunión en Torrebaja (Valencia), durante la procesión del Corpus Christi (ca.1965). |
La procesión continúa por la calle
de Zaragoza, esto es, hacia el suroeste del pueblo, buscando la calle del
Rosario. Al fondo de la calle de Zaragoza, junto al portal de una casa de la calle
del Rosario, esquina callejón del Horno, hay otro altar, donde de nuevo se
detiene la procesión. El ritual es idéntico en cada “monumento”, aunque éste
varía en su aspecto. Tras la oración, el incienso, los cantos y pétalos de
flores la procesión continua calle del Rosario abajo, buscando la iglesia. La
comitiva se detiene en el último “monumento” que hay al fondo de la plaza de la
Iglesia, cuya vertiente oriental corresponde a la fachada occidental del
templo. Concluida la adoración en el último altar la procesión ingresa en la
iglesia para el rito final.
Entra el crucero, seguido de los feligreses y la Custodia bajo
palio. La Banda de Cornetas y Tambores se queda fuera. El sacerdote, ya
liberado del palio, asciende solemne con la Custodia hasta el presbiterio,
colocando el ostensorio sobre el pie dispuesto en el centro del altar. En esta
disposición se procede a una nueva incesanción, tras de la cual, todos
arrodillados, se inicia la secuencia del inmarcesible Pange Lingua:
Pange, lingua, gloriosi/ Córporis mysterium/ sanguinisque pretiosi... “Canta,
mi lengua, el sacramento glorioso del cuerpo y de la sangre preciosa...”. Canto
que finaliza con el Tantum Ergo: Tamtum ergo Sacramentum/ Venerémur
cernui... “Veneremos, pues, postrados, tan grande Sacramento...”. Este
último se utilizan a modo de antífona, antes de la solemne bendición con el
Santísimo: el oficiante, con el velo humeral sobre los hombros y cogiendo con
los extremos la caña de la Custodia, procede a realizar la triple bendición more
Corpus, orientada a la derecha, al centro y a la izquierda del templo,
simbolizando las tres personas de la Santísima Trinidad: el Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo –dando así por concluida la adoración eucarística-.
El
Pange Lingua es un canto de gran solemnidad, como lo es el gregoriano en
general y no es para menos, pues dicha secuencia expresa de forma abreviada el
dogma de la Transubstanciación, esto es, la creencia íntima del pensamiento
católico, mediante la cual el pan de trigo y el vino de la vid se convierten en
el Cuerpo y la Sangre preciosa de Cristo, el Salvador. El mismo himno se canta
también el día del Jueves Santo, durante la procesión desde el altar hasta el
monumento, donde queda reservado hasta el día siguiente, (Viernes Santo); también
es el habitual en todas las procesiones eucarísticas.[15]
"Monumento" o mesa-altar en la calle Rosario de Torrebaja (Valencia), dispuesto para la celebración del Corpus Christi (2007). |
"Monumento" o mesa-altar en la calle Rosario de Torrebaja (Valencia), dispuesto para la celebración del Corpus Christi (2007). |
"Monumento" o mesa-altar en la calle Rosario de Torrebaja (Valencia), durante la celebración del Corpus Christi (2007). |
Advierte Chateaubriand con
agudeza la forma admirable en que las solemnidades cristianas entroncan con las
estaciones de la Naturaleza, la fiesta del Creador, -el Corpus Christi-,
“en el momento en que la Tierra y el Cielo declaran todo su poder, en que los
bosques y los campos pululan en generaciones nuevas”, esto es, en la primavera;
por el contrario de la fiesta de los difuntos –Todos los Santos-, cuando las
hojas caen de los árboles en otoño. El escritor francés manifiesta que la
festividad del Corpus “conviene más al esplendor de las cortes, y las
rogativas, a la sencillez de los lugares”; sin embargo, sin dejar de estar de
acuerdo con el gran autor, debemos destacar el sentimiento de profunda religiosidad
que impregnaba en otro tiempo la sencillez de las celebraciones eucarísticas en
nuestros pueblos, con sus calles de tierra y los campos en plena explosión
primaveral, lo cual parece hallarse más en armonía con la humildad campesina de
Aquél que nació en un pesebre. Con todo, procede recordar el mensaje del
fundador del romanticismo en la literatura francesa, al respecto: ¡Dichos
aquellos que produzcan mieses útiles, y cuyo humilde corazón se incline al peso
de sus propias virtudes como el tallo del trigo al del grano precioso de que
está cargado![16]
"Monumento" o mesa-altar en la plaza de la Iglesia de Torrebaja (Valencia), dispuesto para la celebración del Corpus Christi (2007). |
Palabras finales.
La festividad del Corpus Christi
resulta similar en todos los pueblos del Rincón de Ademuz, sin más
particularidades que las propias de cada lugar; esto en cuanto al recorrido de
las procesiones y poco más. De hecho, en todos los lugares contiene los mismos
elementos –Custodia, paño Humeral, Palio, incensario, flores y plantas
aromáticas esparcidas por las calles, altares en diversos puntos del recorrido
procesional, bien establecido por la costumbre, niños y niñas de Primera
Comunión acompañando la procesión, con sus cestitas o bandejas conteniendo
pétalos de rosas, y el inefable canto del Pange Lingua final-: dichos
elementos se contienen en todas o casi todas las celebraciones de la
catolicidad.
La procesión del Corpus en
Torrebaja se realiza por el centro del pueblo, siguiendo un recorrido tradicional:
calle Fuente, calle Cantón (altar), plaza del Ayuntamiento (altar), calle san
Roque, calle Zaragoza, calle del Rosario (altar), plaza de la Iglesia (altar) y
templo. Cuando decimos (altar) nos estamos refiriendo al “monumento” o altar al
aire libre del que hemos dicho arriba. Sólo en la posguerra, durante la
construcción del nuevo templo, la procesión pasaba por la carretera, poniéndose
un “monumento” en la esquina de la escalinata que subía al barrio de Los
Pajares, entonces de Castielfabib.
En suma: la celebración de esta festividad
del Corpus Christi y de su procesión en particular, resulta una de las más hermosas -sencilla
y esplendorosa a la vez- de las que efectuamos en el Rincón de Ademuz: los
humildes brotes florales y hierbas aromáticas de los campos esparcidos por las
calles al paso de la Custodia bajo palio, constituyen una forma de gran contenido
alegórico para glorificar al Creador; precisamente en el momento en que la
Naturaleza alcanza en estas latitudes su mayor esplendor. Vale.
De la Real Academia de Cultura
Valenciana (RACV).
[1] Corpus Christi. (2012, 22 de junio). Wikipedia, La enciclopedia libre.
Fecha de consulta: 18:03, junio 23, 2012.
[2] Juliana de Cornillon. (2012, 3 de junio). Wikipedia, La
enciclopedia libre. Fecha de consulta: 11:01, junio 24, 2012.
[3] Tomás de Aquino. (2012, 18 de junio). Wikipedia, La
enciclopedia libre. Fecha de consulta: 11:31, junio 24, 2012.
[4] Pange lingua. (2012, 5 de junio). Wikipedia, La enciclopedia
libre. Fecha de consulta: 11:33, junio 24, 2012.
[5] Venancio Fortunato. (2012, 12 de junio). Wikipedia, La
enciclopedia libre. Fecha de consulta: 15:36, junio 24, 2012.
[6] Tantum ergo. (2012, 6 de marzo). Wikipedia, La enciclopedia
libre. Fecha de consulta: 15:39, junio 24, 2012.
[7] FUMARAL PAGÉS, Miguel Ángel. Custodia procesional (155),
en: Catálogo de La Luz de la Imágenes-Segorbe, septiembre
2001/marzo 2002, Valencia, p. 565. [Descripción: Plata sobredorada, cincelado
picado, torneado repujada y fundición, con esmaltes y pedrería. Medidas:
70,5x34x28 cm (sol: 33,5 cm), ca.1700].
[8] Ibídem.
[9] <El humeral, también llamado velo humeral o paño
de hombros es un lienzo de unos 2 metros de largo por 50 cm de ancho, que
el sacerdote se coloca sobre los hombros y espalda para portar el Santísimo
Sacramento, al bendecir con Él, o para llevarlo en procesión. Suele ser blanco
o dorado, y ricamente bordado. En las Misas pontificales, los acólitos suelen
usar también paños humerales, uno para llevar la mitra y otro para levar el
báculo del obispo. También se lo puede usar para llevar reliquias. Tomado de:
Humeral. (2012, 10 de junio). Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de
consulta: 16:38, julio 7, 2012.
[10] CHATEAUBRIAND, François René. El genio del cristianismo. Bellezas de la religión cristiana, CiudadelaLibros, Madrid, 2008, pp. 476-477.
[11] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Patrimonio cultural y religioso en Torrebaja: los casilicios o pilones del Camino Real, del sábado 12 de noviembre de 2011.
[12] ID. Aníbal Salagre Alonso, director de la Banda de Cornetas y Tambores de Torrebaja (Valencia) [I y II], del viernes 13 de abril de 2012.
[13] CHATEAUBRIAND (2008), p. 477.
[14] ID. Aurora Sánchez Fortea (Torrebaja, 1926), la persistencia
de la memoria, en: Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz,
Valencia, 2009, vol. III, p. 67.
[15] Pange lingua. (2012, 5 de julio). Wikipedia, La enciclopedia
libre. Fecha de consulta: 16:58, julio 7, 2012.
[16] CHATEAUBRIAND (2008), p. 478.
"Monumento" o mesa-altar en la plaza del Ayuntamiento de Torrebaja (Valencia), dispuesto para la procesión del Corpus Christi (2012). |
"Monumento" o mesa-altar en la plaza del Ayuntamiento de Torrebaja (Valencia), dispuesto para la procesión del Corpus Christi (2012). |
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