Conversación
con una regidora del valenciano Rincón de Ademuz
“Creo que en los próximos años la Puebla se mantendrá,
a la espera de tiempos mejores...
Pero no creas, ¡aquí se vive muy bien, estamos muy
tranquilos!”
-Del contenido textual.
Palabras previas.
Hace
tiempo que conozco a Eva –me refiero a doña Eva Mª Azcutia Marqués
(Valencia, 1979)-, alcaldesa de Puebla de San Miguel (Valencia).[1]
Más o menos, en el Rincón de Ademuz nos conocemos todos, aunque solo sea de
vista y nuestro trato sea circunstancial. Ello se explica porque se trata de
una comarca natural, muy bien delimitada geográfica e históricamente, compuesta
por siete municipios –Ademuz, Casas Altas, Casas Bajas, Castielfabib, Puebla de San
Miguel, Torrebaja y Vallanca-, cuyos términos ocupan un territorio equivalente
a unos 270 km2, y se hallan relativamente bien comunicados. Aunque quizá sea
Puebla de San Miguel el que queda más apartando...
Desde
que tomó posesión de su cargo había pensado entrevistarla, como al resto de
Alcaldes comarcanos –hasta ahora he entrevistado al de Casas Altas, Castielfabib
y Torrebaja-;[2] pero no
siempre es fácil acordar un encuentro, dado que cada cual tiene sus ocupaciones y
compromisos. De hecho esta conversación fue prevista para el verano pasado,
pero diversos acontecimientos lo impidieron. Este ha sido el tercer intento y
–como decimos usualmente-, ¡más vale tarde que nunca! Cuando acordamos el día me
ofrecí a subir a la Puebla, pero mi entrevistada tenía que realizar alguna
gestión en Teruel, así que me evitó el viaje y a la vuelta de la capital pasó
por mi casa de Torrebaja y pudimos charlar.
Como
decía, conozco a la alcaldesa desde hace tiempo, nuestro conocimiento personal
data de cuando yo subía a consultar algún documento al Archivo Histórico Municipal
de la Puebla. Y también de las veces que he estado para presentar alguno de mis
libros, singularmente los titulados Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz,
serie de cuatro volúmenes publicados entre 2007 y 2011.
Doña Eva María Azcutia Marqués (Valencia, 1979), alcaldesa de Puebla de San Miguel (Valencia), 2013. |
Puebla
de San Miguel es uno de los pueblos más peculiares de la zona, quizá el que
mejor ha sabido conservar en su urbanismo el sabor rural de antaño. Su relativo
alejamiento de la cabecera de comarca ha podido tener que ver en ello. La misma
circunstancia que hasta ahora ha protegido su desarrollo urbano le preservó de la epidemia de
cólera -en 1885-, ya que en aquella ocasión fue la única población del territorio
sin víctimas.[3] Aunque su
alejamiento es más virtual que real, me refiero a que la distancia en
kilómetros desde el centro geográfico del territorio no es tanta como la
dificultad en el acceso: para ir de Ademuz a la Puebla hay que seguir el camino
rural asfaltado que conduce a Val de la Sabina y continuar hasta Mas del Olmo,
ambas localidades son aldeas de Ademuz. Y desde Mas del Olmo hasta la Puebla
hay una carretera provincial, la que conduce a Losilla y Aras de los Olmos, vía
Hoya de la Carrasca -donde se halla la Ermita de Santa Quiteria.[4]
Vías de acceso y localidades principales del Rincón de Ademuz (Valencia) [Tomado de la "Guía de Recursos Comarcales" (1999)]. |
Puebla de San Miguel en el contexto comarcal del Rincón de Ademuz (2011).
MUNICIPIO
|
SUPERFICIE
|
POBLACIÓN
|
DENSIDAD
|
Ademuz
|
100,4
|
1.292
|
12,86
|
Casas Altas
|
15,9
|
168
|
10,56
|
Casas Bajas
|
22,6
|
243
|
10,75
|
Castielfabib
|
106,3
|
342
|
2,21
|
Puebla de San Miguel
|
63,6
|
86
|
1,35
|
Torrebaja
|
4,7
|
457
|
97,23
|
Vallanca
|
56,6
|
156
|
2,75
|
TOTAL
|
370,1 km2
|
2.744 habitantes
|
19,67 hb/km2
|
Tomado
del Instituto Nacional de Estadística (INE). Elaboración propia (2013).
Contenido
de la entrevista.
Por voluntad de la entrevistada la conversación tuvo lugar en mi domicilio,
fue una tarde lluviosa de finales de enero. Para entrar el calor le ofrecí algo
caliente, y rápidamente abordamos la materia objeto del encuentro, pues tras la
charla todavía tenía que subir a la Puebla.
Eva,
comencemos por el principio: ¿cuál es tu nombre completo, dónde naciste, dime
algo de tu familia, padres y hermanos?
- Mi nombre es Eva María Azcutia Marqués, nací en Valencia el 1 de febrero de 1979, y soy hija de Ignacio y Pilar, ambos de la Puebla de San Miguel: el papá todavía vive, pero la mamá falleció hace unos años... Pili y yo somos las pequeñas de cuatro hermanos: Blas, Pedro, Pili y yo... Sí, Pili y yo somos gemelas, yo soy la mayor, ya que nací la última... No sé por qué, pero entre los gemelos se considera mayor al que nace en último lugar. Somos de una sola bolsa, de ahí nuestra semejanza, aunque antes nos parecíamos más. Estamos muy compenetradas, porque siempre hemos estado juntas pero eso de que le pellizcan a una y le duele a la otra no es cierto...-dice riéndose-. Los gemelos tenemos nuestras peculiaridades: Si te fijas verás que nosotras siempre hablamos en plural. Con Blas, el mayor, nos llevamos quince años y con Pedro doce... Cuando nacieron nuestros hermanos mayores los papás vivían en el pueblo, por eso ellos fueron al colegio de Ademuz: Sí, ellos estuvieron como internos en Ademuz, pasaban allí la semana y el fin de semana subían al pueblo; claro, mi padre iba por ellos... La residencia de Ademuz estaba gobernada entonces por monjas. Hacia finales de los setenta mis padres se bajaron a vivir a Valencia..., por eso nacimos nosotras allí.
¿Qué
recuerdos tienes de tu infancia en el pueblo?
- Bueno, tengo recuerdos de mi infancia en la Puebla, pero sólo de cuando veníamos en vacaciones, fines de semana, puentes y eso, porque ya te digo que mis padres se trasladaron a Valencia cuando Pedro, el hermano pequeño, tenía sobre 12 ó 13 años... Sí, veníamos con frecuencia, porque los abuelos maternos todavía vivían en el pueblo; veníamos por la carretera de Aras... Pero tengo muy buenos recuerdos, en especial de los veranos, nos pasábamos el día jugando y haciendo todo lo que no podíamos hacer en Valencia.
Vista general de Puebla de San Miguel (Valencia), desde la carretera de Losilla (Teruel), 2013. |
Entonces,
¿la familia se traslada a Valencia y fue allí donde nacisteis las gemelas y
donde pasasteis la infancia e hicisteis los estudios?
- Claro, nosotras nacimos en Valencia y allí crecimos y estudiamos, desde la escuela primaria a la Universidad... La EGB –Educación General Básica- la hicimos en un colegio de monjas que había en el barrio, allí iban sólo chicas –Hermanas Mantelate, le decían-. Bueno, primero se llamaba Jardín de la Virgen, pero luego le cambiaron el nombre por el de la congregación religiosa. Esto está por Marchalenes, esquina con la avenida de Burjasot, muy cerca de casa. De esta época, siendo yo una niña, recuerdo la colleja que me dio una monja: Las niñas entonces éramos muy educadas y más bien dóciles, tranquilas, obedientes... Lo que estaba totalmente prohibido era tratar mal el material escolar: Todo fue que estaba yo haciendo unos dibujillos en los márgenes de un libro y me vio una hermana, se acercó y me arreó la colleja. No, nunca volví a dibujar nada ni me volvieron a arrear... Esa época la recuerdo como muy bien, feliz y sosegada: Todas las hermanas eran muy agradables con las niñas, yo tengo un buen recuerdo de ellas y de esa época en general. Había alguna con más genio, pero nos trataban muy bien... Las clases entonces eran muy numerosas, estábamos unas cuarenta alumnas por clase, pero no había ningún problema: Mandaban callar y todas nos callábamos... Recuerdo el jardín de recreo, que era muy grande... Para los recreos había varios patios, según las edades... Nosotras estábamos allí encantadas... El BUP –Bachiller Unificado Polivalente- lo hicimos con las Salesianas, un colegio situado en la avenida de la Constitución, algo más lejos de casa; éste ya era mixto, habíamos chicas y chicos... Para el COU –Curso de Orientación Universitaria- nos cambiaron a San Roque, otro colegio mixto de curas, en Benicalap.
Después
del bachillerato pasaste a la Universidad, ¿qué estudiaste, cómo te fue en la
facultad?
- A mí me gustaba la Historia, por eso me matriculé en esta carrera... El primer año me fue fatal, horrible, por el cambio en el sistema de estudios. Entonces era muy distinto estudiar en un colegio religioso a hacerlo en un instituto público: Claro, yo estaba acostumbrada a las clases y al trabajo continuado: hacer ejercicios, pasar algo a limpio, resúmenes, adelantar tareas..., con una evaluación continua y exámenes frecuentes. Pero al llegar a la Universidad el sistema era distinto, allí en la facultad había cantidad de materia durante el cuatrimestre, después se paraban las clases y en enero empezaban los exámenes, a veces todos seguidos; por eso me iba tan mal... Además, en la facultad las clases eran muy numerosas, con cien o ciento veinte alumnos, sin conocer a nadie... De mi colegio pasamos a Historia cuatro alumnos, dos chicas y dos chicos; al final sólo quedamos dos, pues una se lo dejó y otro se cambió de facultad... La época universitaria la recuerdo como muy buena, había materias que me gustaban mucho pero otras las llevaba muy mal: En el plan antiguo se daban tres años de diplomatura común y después se elegía especialidad. Pero en mi plan ya no había especialidad, podías elegir las optativas de la época que te interesara; pero eso no dependía sólo de ti, sino del período en que te matricularas o de que el grupo estuviera abierto... La materia que más me gustaba era la Historia Moderna, me cogí casi todas las asignaturas de ese período. ¿Las que menos me gustaban?, pues la Arqueología y cosas de esas... Sí, eran muy aburridas, porque aprenderte lo que se había encontrado en cada yacimiento era tedioso, y las prácticas en el campo eran muy, muy escasas...
Doña Eva María Azcutia Marqués, alcaldesa de Puebla de San Miguel (Valencia), con Pilar, su hermana gemela (2013). |
Entonces,
¿terminas la Licenciatura y qué haces?
- Terminé la Licenciatura con 25 años –en 2004-; entonces todavía estaba viviendo en Valencia... La salida laboral de Historia es penosa... Sí, la mayoría de mis compañeras trabajaban en cualquier cosa menos en lo suyo: Unas de cajeras en Carrefour, otras en McDonal, Burger King y eso... Algunos –muy pocos- se quedaron para hacer el doctorado, otros prepararon oposiciones a Magisterio... Claro, cuando empecé la carrera ya sabía cómo estaba la salida laboral, pero era lo que me gustaba: Tampoco podía ponerme a estudiar algo que no me gustara... Cuando terminé la carrera estuve haciendo trabajillos mal pagados, chungos... Me resultaba muy deprimente pensar que había estado estudiando cinco años en la facultad para terminar así; muy deprimente... Trabajé en una empresa donde hacían reformas de viviendas, yo estaba en la tienda y era la chica de los recados: Enseñando muestrarios, azulejos, pinturas..., atendiendo a los clientes y recogiendo encargos. La única ventaja era que la tienda estaba en Valencia, al menos podía ir en autobús, porque estaba en la otra punta de la ciudad... Estuve allí cosa de un año, hasta que me cansé y lo dejé, porque además de pagarme poco lo hacían tarde, cuando podían: Sí, lo de enero me lo pagaban en marzo.
¿Dejas el trabajo en
la empresa de reformas y orientas tu vida en otra dirección?
- Sí, entonces pensé matricularme en una academia a preparar una oposición, me gustaba la idea de sacar una plaza de Auxiliar de Bibliotecas y Archivos... Estuve estudiando un tiempo –un año aproximadamente-, pero al final también me lo dejé, porque tampoco convocaban oposiciones. Además, vi que aquello de la oposición no era lo mío; para opositar tienes que ser constante y metódica, de lo contrario no vale la pena intentarlo... Hay que tomárselo como un trabajo: Yo estudiaba todos los días un número de horas, iba a la academia una vez a la semana, le "cantaba" al tutor el tema que debía aprender esa semana y eso... Después él me comentaba como había estado y la parte que debía reforzar... Yo estudiaba todos los días, me levantaba a los ocho y comenzaba a estudiar a las nueve, estudiaba hasta la hora de comer, comía y por la tarde otras tantas horas de estudio hasta la cena. Descansaba los fines de semana y el lunes vuelta a empezar... Sí, estando con lo de la oposición me presenté a las elecciones municipales, y salí elegida.
Eras y pajares en Puebla de San Miguel (Valencia), 2008. |
Dices que estudiando la oposición fue cuando saliste elegida de alcaldesa, ¿cómo fue
lo de entrar en política, qué te atrajo de ese mundo?
- En la Puebla se regían por el sistema de Concejo Abierto... Esto significa que hay una asamblea vecinal presidida por un alcalde, allí se debaten y votan todos los asuntos municipales: Sí, como un pleno donde los vecinos censados actúan como concejales –con voz y voto-, hay un secretario y un Alcalde que preside... Algo así como una junta de vecinos en una finca. Lo de entrar la Puebla en sistema de Concejo Abierto debió ser por los años sesenta, a finales o principios de los setenta: Sí, cuando el pueblo comenzó a despoblarse, porque en ese régimen se entraba cuando los municipios no reunían los cien habitantes. Este tipo de gobierno tiene la ventaja de ser muy dinámico, frente al tradicional con concejales de varios partidos y eso... ¿Cómo fue de entrar en política?, pues verás: A mí siempre me ha atraído la política, aunque no para vivir de ella... En la Puebla el Alcalde no percibe ningún sueldo... Todo fue por la declaración de Parque Natural del término de la Puebla. Me presenté como alternativa a la postura del regidor que había entonces –se refiere a don Luis María Alcusa Belsué, de Partido Popular-: Sí, me presenté por el Partido Socialista... Yo pensaba que las cosas podían hacerse de otra manera, precisamente el sistema de Concejo Abierto permite conocer de forma directa cuál es el sentir vecinal –especialmente en un asunto tan importe como aquel-: Había una mayoría de gente que no quería aquella declaración, y no tiene sentido hacerlo contra la mayoría del vecindario. Pero dos días antes de celebrarse las elecciones municipales la Consejería de Medio Ambiente declaró el municipio Parque Natural. Aquello se gestionó mal, porque ya te digo que dos días antes de las elecciones se produjo la declaración del parque.
¿Cómo
viviste aquellos momentos iniciales de tu alcaldía?
- Bueno, fueron unos momentos muy delicados, porque había mucha tensión en el pueblo... Yo entonces tenía unos 28 años, no tenía experiencia, tampoco había personal en la secretaría, venía un secretario una vez a la semana, el Ayuntamiento había estado cerrado un año o poco más –unos catorce meses-, había mucho trabajo atrasado y correspondencia sin abrir... Entonces teníamos mancomunada la secretaría con Torrebaja, pero a la Puebla solo subía un día a la semana: en abrir la correspondencia se la pasaba la mañana. Si venía alguien a consultar algo, menos todavía... Por eso fue tan complicado el primer año. Cuando yo entré en el Ayuntamiento, Torrebaja ya había solicitado la disolución de la agrupación, y se disolvió. Entonces nos mandaron un secretario de la Diputación –una secretaria-, la misma que llevaba la secretaría de Casas Altas, Casas Bajas y Vallanca: Ahora lleva también la Puebla de San Miguel... Un requisito para ello es que el Ayuntamiento tenga un administrativo a media jornada, para atender el teléfono, registrar la correspondencia y todo eso. Atender a los vecinos, recoger notas, preparar la documentación para cuando viene la secretaria... Desde 2011, con la modificación de la Ley de Régimen Local, volvimos al sistema tradicional de Ayuntamiento, con alcalde y concejales: actualmente censamos unos 80 habitantes... A Puebla de San Miguel le corresponden tres concejales y se vota con listas abiertas: cada partido puede presentar una candidatura con tres nombres y cada elector puede marcar dos cruces entre las listas y los tres más votados se constituyen en Consistorio, siendo ellos los que en el Pleno de investidura votan al Alcalde. Aquí en la Puebla nos conocemos todos y la gente vota a las personas antes que al partido: Lo normal es que marquen una cruz en cada lista... Los Plenos ordinarios son cada tres meses y los extraordinarios cuando hay algún asunto urgente que tratar.
"Fuente del Lavadero" en Puebla de San Miguel (Valencia), con detalle del pilón cubierto y abrevadero (2009). |
La
declaración de una parte del municipio de Puebla de San Miguel como Parque
Natural fue cosa sonada, de la que se hizo amplio eco la prensa provincial,
¿cómo fue aquello, por qué se oponía el vecindario, qué ventajas tiene, cuáles
son los principales inconvenientes?
- Las elecciones municipales fueron un domingo, pues el Decreto de Consejería conforme se declaraba Puebla de San Miguel Parque Natural se produjo dos días antes... La posición de los que estábamos en contra de la declaración de Parque Natural era la siguiente: Pensábamos que algo puede ser muy bueno, pero si se hace en contra de la gente no saldrá bien... Los técnicos de la Consejería decían que la declaración de parque no conllevaba ninguna nueva restricción que no hubiera ya. Por eso decíamos nosotros: Si ello no conlleva ninguna restricción nueva, ¿por qué se tiene que catalogar? No, la gente no entendía la posición de la Consejería, quizá no lo supieron explicar bien... Lo que más violentó a la gente es que la alcaldía de entonces y la misma Consejería intentaran imponer aquello por la fuerza, como una apisonadora: Eso fue lo que ocurrió, que el Decreto se dictó contra la opinión de la mayoría... Había otra parte del pueblo que sí quería el Parque, sus motivos se fundaban en que podría ser una fuente de ingresos, que incrementaría las posibilidades de desarrollo del municipio y esas cosas. Había una memoria acerca de ese posible desarrollo, que hablaba de corto, medio y largo plazo, pero sin concretar... Nada de eso se ha producido hasta ahora... Hacia el año 2010 comenzó a actuar una brigada de tres personas y se abrió una oficina con técnicos del parque: Primero hubo dos técnicos, pero sólo queda uno... –debe ser por los recortes-; las brigadas del Parque se ocupan de la recuperación de senderos, catalogación de árboles, recientemente han declarado una Microrreserva de Flora nueva, y esas cosas...
"Calle de la plaza Mayor", con detalle de un cartel en contra de la Declaración de Parque Natural en el balcón de una antigua casa de Puebla de San Miguel (Valencia), 2008. |
Se nombra aquí una “Microrreserva de flora”, refiriéndose a una zona geográfica -de extensión menor a 20 hectáreas-, declarada por decisión de los organismos competentes en Medio Ambiente de las Comunidades Autónomas; bien por la misma Administración o a propuesta de los responsables del terreno. Su propósito es "favorecer la conservación de distintas especies botánicas: raras, endémicas o amenazadas, o las unidades de vegetación que contienen".[5] Para los más interesados, respecto a la gestación y problemática del Parque Natural de Puebla de San Miguel, pueden consultarse algunos enlaces y referencias bibliográficas.[6]
De la Real Academia de Cultura Valenciana (RACV).
Continúa en:
[1] Cf. Wikipedia, voz Puebla de
San Miguel.
[2] SÁNCHEZ
GARZÓN, Alfredo. Don César-Vicente Sánchez Blasco, alcalde de Casas Altas (Valencia), en Desde el Rincón de Ademuz,
del martes 20 de diciembre de 2011. ID. Don Octavio Gómez Luis, alcalde de Torrebaja (Valencia), en Desde el Rincón de Ademuz,
del martes 28 de febrero de 2012. ID. Don Eduardo Aguilar Villalba, alcalde de Castielfabib (Valencia), en Desde el Rincón de Ademuz,
miércoles 25 de abril de 2012.
[3] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo (2007). Estudio epidemiológico del cólera de 1885 en el
Rincón de Ademuz, en Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz,
Valencia, vol. I, pp. 123-132.
[4] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo (2007). La romería de Santa Quiteria en Puebla de San Miguel, en Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz, Valencia, vol. I, pp. 333-337.
[4] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo (2007). La romería de Santa Quiteria en Puebla de San Miguel, en Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz, Valencia, vol. I, pp. 333-337.
[5] Cf. Wikipedia, voz Microrreserva de flora.
[6] Cf. Wikipedia, voz Parque
natural de la Puebla de San Miguel. SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo (2008). Puebla de San Miguel, adversus Parque Natural,
en Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz, Valencia, vol.
II, pp. 285-289.
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