A propósito del Domingo de Ramos
en el Rincón de Ademuz.
“Tengamos tan sólo
paciencia, vendrá, tiene que venir,
el tiempo sagrado de
la paz perpetua,
en que la nueva
Jerusalén será la capital del mundo;
y hasta entonces
sean alegres y animosos en los peligros del tiempo,
compañeros de mi fe,
anuncien con la palabra y las obras el Evangelio divino y
permanezcan fieles a
la fe verdadera e infinita hasta la muerte”.
Friedrich von Hardenberg, alias Novalis (1772-1801),
poeta y filósofo
alemán.
Palabras
previas, a modo de introducción.
El
Domingo de Ramos es una de las celebraciones más trascendentales del año
litúrgico para los católicos, junto con la unitaria del triduo pascual, cuando
tienen lugar los tres grandes misterios de la redención -Jueves Santo, Viernes
Santo y Domingo de Resurrección-, ya que constituye la antesala de la Semana
Santa, “tiempo fuerte” en que se conmemora la Pasión y Muerte de Jesús de
Nazaret en la cruz. Una solemnidad de doble significado, “alegre y triste a la
vez”, pues Jesús entra triunfalmente en Jerusalén, aclamado como Hijo de Dios y
como rey; pero también para ser torturado y muerto...[1]
Para mi gusto, una de las más admirables representaciones de la “Entrada de Jesús en Jerusalén” la pintó Giotto di Bondone (1267-1337), a comienzos del siglo XIV; el fresco se halla en la Capilla de los Scrovegni de Padua (Italia).[2] Contemporánea de esta pintura es otra similar de Pietro Lorenzetti (1280-1334), asimismo hermosísima, sita ésta la Basílica inferior de San Francisco en Asís (Italia).[3] La iglesia-fortaleza de Nuestra Señora de los Ángeles en Castielfabib (Valencia) nada tiene que ver con aquellas magníficas construcciones italianas, aunque nuestro templo es también un notable monumento; sin embargo algo poseen en común, pues hay aquí una bella pintura con el mismo asunto y de la misma época, esto es, de comienzos del Trescientos, lo que la emplaza como la más primitiva imagen evangélica del Rincón de Ademuz, y una de las más antiguas de la Comunidad valenciana por extensión.
Sobre
esta pintura mural de Castielfabib quiero hablarles, pero permítanme que antes les diga algo
acerca la celebración de este último domingo de Cuaresma en el Rincón de
Ademuz, el primero de la Semana Santa…
El Domingo de Ramos en el Rincón de Ademuz: Torrebaja.
La
“catolicidad”, esto es, la universalidad de la Iglesia de Roma hace que todas
las celebraciones y rituales posean una unidad de forma y significado, de ahí
que en los pueblos comarcanos la festividad del Domingo de Ramos sea similar en
todos ellos, como lo es en el resto del país...
Niño eligiendo ramos de boj común (Buxus sempervirens L) en Torrebaja (Valencia), 2012. |
Uno de los elementos más vistosos de la fiesta lo constituyen las palmas, que en Torrebaja se mudan en ramos de boj (Buxus sempervirens L), también conocido en la sinonimia castellana como bujo, boje o buje: arbusto de hoja perenne, de la familia de las buxáceas y muy común en el noreste peninsular –Pirineos y cordillera Cantábrica-, pero que igualmente podemos encontrar en algunos montes próximos a nuestra zona, aunque ya en Cuenca -Salvacañete y la zona del Cabriel, Cañigral...-, creciendo junto a robles, pinos silvestres y negrales, y hayas: sus hojas lucen un color verde pajizo y tienen sabor desagradable, áspero y amargo: entre sus virtudes medicinales se cuentan la de haber sido utilizado el cocimiento de sus hojas como tratamiento de las fiebres palúdicas, a cuenta de la quinina, incluso cuando la enfermedad era resistente al extracto de quina. Y también por sus facultades pilíferas, esto es, como remedio de la calvicie, aunque con poca credibilidad...[4]
El boj se va a buscar el día anterior por la tarde, incluso la misma mañana del Domingo de Ramos –en realidad, cuando se puede-: se cortan varas como de un metro de largas o poco menos, se traen al pueblo y se dejan en algún lugar establecido por la costumbre, adonde los feligreses acuden a recogerlo. Dicho arbusto está protegido por la legislación, por lo que su tala conlleva algunos cuidados y restricciones. A cuenta del boj, en otros pueblos comarcanos utilizan ramas de olivo, y también de laurel, incluso las típicas palmas de Elche (Alicante), pues todas sirven al mismo propósito.
Bendición de los ramos previa a la procesión del Domingo de Ramos en Torrebaja (Valencia), 2012. |
Bendición de los ramos previa a la procesión del Domingo de Ramos en Torrebaja (Valencia), 2012. |
Bendición de los ramos previa a la procesión del Domingo de Ramos en Torrebaja (Valencia), 2012. |
En Torrebaja, los brazados de boj se dejan sobre una acera de la calle Fuente, una vía por encima del Grupo Escolar... Allí se dirigen algunos vecinos a buscar su ramito, pero lo adecuado es acudir a la iglesia, desde donde parte la procesión en busca de los ramos. Como manda la liturgia del día, el sacerdote va vestido de procesional, con capa pluvial roja, pues el rojo es el color de los reyes y a Jesús se le aclamó como rey a su entrada en Jerusalén, pero también es el color de la sangre, por la Pasión que le espera.
Bendición de los ramos previa a la procesión del Domingo de Ramos en Torrebaja (Valencia), 2012. |
El orden de una procesión es siempre el mismo... Primero el crucífero con la cruz procesional, después el pueblo seguido de las imágenes, y en último lugar el sacerdote. En la procesión a por los ramos no hay imágenes –al menos aquí no las hay-: su lugar lo ocupa la Banda de Cornetas y Tambores,[5] que precede al párroco. Aunque la verdad sea dicha, aquí nunca se ha respetado de forma estricta el orden procesional... Arribados al lugar de los ramos, el sacerdote los bendice y una vez consagrados los feligreses los recogen, pera ellos mismos o sus familiares y amigos que no han podido ir a por ellos.
En otro tiempo todos los balcones lucían durante el año los tradicionales ramos, que iban adquiriendo su peculiar color pajizo por efecto del sol y la intemperie; pero en la actualidad sólo se ven en algunos, de una parte porque muchas viviendas están deshabitadas y de otra porque el ramito atado en el balcón manifiesta la creencia y religiosidad de cada casa, y no todos participan de la misma devoción. Pero, además de una tradición y profesión de fe, colocar un ramo de boj bendecido en el balcón esconde un deseo más o menos evidente de que éste nos proteja del mal y los malos espíritus -porque, lo creamos o no, el mal existe-; lo que para la mentalidad mágica y la fe poco desarrollada supone una utilización inadecuada y poco ortodoxa, como fetiche o talismán. Pero vaya usted a saber...
Bendición de los ramos previa a la procesión del Domingo de Ramos en Torrebaja (Valencia), 2012. |
De regreso al templo el sacerdote se prepara para celebrar la Santa Misa, cambia la capa pluvial por la casulla, también roja, siendo esta prenda la que la liturgia manda utilizar para celebrar la Eucaristía. Lo más característico de la Misa del Domingo de Ramos es la lectura dramatizada del Santo Evangelio donde se conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Los cuatro Evangelios canónicos dicen de la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén:
- <Cuando se acercaban a Jerusalén, junto a Betfagé y a Betania, frente al monte de los Olivos, Jesús envió dos de sus discípulos, y les dijo: entrad en la aldea y luego que entréis en ella, hallareis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y traedlo. Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decir que el Señor lo necesita, y que luego lo devolverá. Fueron, y hallaron el pollino atado afuera a la puerta, en el recodo del camino, y lo desataron. Y unos de los que estaban ahí les dijeron: ¿Qué hacen desatando el pollino? Ellos entonces les dijeron como Jesús había mandado; y los dejaron ir. Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron sobre él sus mantos, y se sentó sobre él. También muchos tendían sus mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino. Y los que iban delante y los que venían detrás daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene! ¡Hosanna en las alturas! Y entró Jesús en Jerusalén, y en el templo; y habiendo mirado alrededor todas las cosas, como ya anochecía, se fue a Betania con los doce [Mateo 21, 1-11]>
La narración evangélica de la Pasión del Señor es magnífica, y se le a tres voces –el sacerdote hace de Jesús, otro de Sanedrín y un tercero de Cronista-: como sea que la lectura es larga, en un momento de la misma se invita a los presentes a sentarse. No obstante, en el momento de la crucifixión los fieles se levantan y en al llegar a la muerte del Señor, todos se arrodillan –lectores y fieles- guardando un momento de silencio. Por causa de la extensión de la lectura, la homilía de ese día suele ser más corta de lo acostumbrado, mientras el resto de la Misa transcurre con normalidad.
Tras la celebración se hace la procesión, siguiendo el orden y trayecto habitual: salida por la puerta principal y única del templo, continúa por la calle Fuente, plaza del Ayuntamiento y calle san Roque arriba, hasta la calle Zaragoza: continua por esta calle transversal hasta la del Rosario, que se sigue en dirección levante, hasta arribar a la plaza de la Iglesia y entrada en el templo. La parroquia de Santa Marina de Torrebaja carece de imágenes para esta procesión, siendo las ramas de boj las protagonistas de este día. Decía que después de la procesión se entra otra vez en el templo para la bendición y despedida final, tras la cual los feligreses se dirigen a sus casas a colocar los ramos nuevos en los balcones, retirando previamente los del año anterior.
Bendición de los ramos previa a la procesión del Domingo de Ramos en Torrebaja (Valencia), 2012. |
La tradición local manda que algunos de los ramos de boj que se retiran se guarden, para ser quemados y utilizar los residuos en el Miércoles de Ceniza del año siguiente; lo cual parece razonable, pues se trata de ramos bendecidos...
Detalle de la procesión del Domingo de Ramos en Torrebaja (Valencia), 2012. |
Detalle de la procesión del Domingo de Ramos en Torrebaja (Valencia), 2012. |
Detalle de la procesión del Domingo de Ramos en Torrebaja (Valencia), 2012. |
Detalle de la procesión del Domingo de Ramos en Torrebaja (Valencia), 2012. |
Detalle de unas niñas durante la procesión del Domingo de Ramos en Torrebaja (Valencia), 2012. |
Detalle de la procesión del Domingo de Ramos en Torrebaja (Valencia), 2012. |
Detalle de la procesión del Domingo de Ramos en Torrebaja (Valencia), 2012. |
Detalle de la procesión del Domingo de Ramos en Torrebaja (Valencia), 2012. |
Detalle de la procesión del Domingo de Ramos en Torrebaja (Valencia), 2012. |
Detalle de ramo viejo de boj común (Buxus sempervirens) de la procesión del Domingo de Ramos, dispuesto en el balcón de una casa de Torrebaja (Valencia), 2013. |
Detalle de ramo nuevo de boj común (Buxus sempervirens) de la procesión del Domingo de Ramos, dispuesto en el balcón de una casa de Torrebaja (Valencia), 2013. |
“La
entrada de Jesús en Jerusalén”, una pintura mural protogótica
en la iglesia de
Castielfabib.
El
arquitecto valenciano Francisco Cervera Arias es un profesional de la
restauración de edificios y monumentos antiguos, además de un enamorado de la iglesia-fortaleza de Nuestra
Señora de los Ángeles, parroquia de Castielfabib. Su pasión por el
conjunto arquitectónico castielfabiense data de cuando realizó el estudio
previo para su restauración –esto fue en 1985-: la iglesia estaba entonces en un
estado lamentable de abandono y el fabuloso edificio en que se halla amenazaba
ruina. Pues la iglesia se ubica en la tercera planta de lo que fuera torreón
del Homenaje de la muralla que circundaba la antigua villa medieval.
Vista noroccidental de la iglesia-fortaleza de Castielfabib (Valencia), antes de su restauración [Foto L. Martínez, ca. 1965]. |
Vista noroccidental de la iglesia-fortaleza de Castielfabib (Valencia), desde la eminencia de La Torreta (1995). |
Vista nororiental de la iglesia-fortaleza y caserío de Castielfabib (Valencia), 2000. |
La primera fase de la restauración se llevó a cabo entre los años 1991-93: contó con un presupuesto inicial de 56 millones de pesetas, que corrió a cargo de la Consejería de Cultura de la Generalidad Valenciana. Durante esta primera fase de las obras se acometió la reparación de las bóvedas octogonales –una sobre el presbiterio y otra sobre la capilla de Los Espejo, sita a los pies del templo, lado del evangelio- y la reparación de la cubierta.[6] El proyecto para la segunda fase de restauración se presentó en 1994: con un presupuesto de 30 millones de pesetas. Durante esta segunda fase se retiraron las bóvedas interiores, dejando al descubierto la primitiva estructura de madera restaurada, se consolidaron las fachadas y se recuperó el antiguo paso de ronda que circundaba la parte alta del torreón.
Fue durante la reposición de la cubierta cuando se descubrieron ciertas pinturas existentes en una pared, entre el presbiterio y la actual sacristía:
- <Las pinturas se descubrieron al desmontar la cobertura del tejado, entre éste y los arcos que sujetan las bóvedas. Muestran las pinturas grupos de personas y otros elementos trabajados en escenas, siendo la principal de las encontradas hasta ahora La entrada de Jesús en Jerusalén el Domingo de Ramos, destaca el Cristo barbado, de estilo bizantino.>[7]
Vista noroccidental de la iglesia-fortaleza de Castielfabib (Valencia), con detalle de las obras de restauración (1995). |
Un par de años después de la anterior crónica, en una entrevista con la periodista valenciana Mª Ángeles Arazo, dice el arquitecto:
- <El conjunto (pictórico) es de una calidad excelente. La figura de Jesús, de tendencia orientalizante, es muy sensual y aunque pensé que podía ser del siglo XIII, los expertos, entre ellos la catedrática de Historia del Arte, María del Carmen Larraz, lo sitúa en los comienzos del siglo XIV.>[8]
Se cita aquí a María del Carmen Larraz –se refiere a Mª del Camen Lacarra Ducay (Zaragoza, 1945), catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, experta en pintura y escultura gótica de Aragón y Navarra.[9] El conjunto pictórico descubierto supone un reto interpretativo, pues se halla en la parte alta del muro que une el presbiterio y la sacristía, justo por debajo la techumbre y estaba tapado por los arcos de las bóvedas internas del templo. Las pinturas debieron tener una finalidad catequética, para instruir a los fieles en los pasajes evangélicos, pues el panel se halla distribuido en forma de viñetas, tal las de un tebeo o cómic, lo cual permite deducir que estaban destinadas a fieles sobre seguro analfabetos. La situación de las pinturas y su presunta intención didáctica hacen pensar que la distribución u organización del templo cuando se pintaron sería distinta a la actual, pues, dada su altura hoy se hace muy difícil observarlas desde el piso del templo.
Iglesia-fortaleza de Castielfabib (Valencia), detalle de la capilla anexa al presbiterio, lado de la epístola [Tomado de ARAZO, Mª Ángeles y JARQUE, Francesc. El Rincón de Ademuz (1998), p. 57]. |
El fragmento de pintura descubierto permite adivinar que se trata de una representación evangélica en la que se recrea “La Entrada de Jesús en Jerusalén”, con todos los elementos propios de la iconografía clásica: Jesús aparece a lomos de un pollino, del que mama un animal. A los pies del pollino, un personaje extiende una vestidura, mientras otro aparece subido a un árbol, cortando una rama... El pollino se dirige a la ciudad, la cual se representa por edificios con almenas y ventanas, a las que se asoman otros personajes. A la entrada de la ciudad aparecen dos individuos con turbante y barbados... Los apóstoles o seguidores de Jesús van detrás del pollino, uno de ellos porta un libro en la mano.
Con todo, lo más llamativo del fragmento descubierto es la cabeza de Jesús, que aparece iluminada desde la derecha, con halo de santidad y barbado al estilo rabínico (barba con dos puntas), la nariz perfilada, los labios carnosos, ligeramente entreabiertos y pintados de rojo... Viste túnica, va descalzo, con la mano izquierda agarra las riendas de la cabalgadura, mientras con la derecha bendice al modo de los iconos bizantinos: índice y pulgar unidos señalando al cielo –al Padre- mientras el cuarto y quinto dedos se unen con el primero: mientras miremos al Padre permaneceremos hermanados. La figura emana serenidad y gran belleza...
El hallazgo de estas pinturas murales constituyó una gran sorpresa, y también alegría, pues su estudio colaborará a descifrar los secretos que todavía guarda el complejo arquitectónico donde se halla la iglesia. Aunque falta el estudio técnico, Lacarra Ducay las data a comienzos del siglo XIV, digamos en el primer tercio de Trescientos, lo que las hace contemporáneas de la erección de la torre-campanario, cuyo permiso para su construcción data de febrero de 1333 –en tiempos de Alfonso IV el Benigno (1327-36)-. Al respecto, en otro lugar he escrito:
- <El registro dice de “una torre nueva cerca de la puerta del castillo de dicho lugar, el cual castillo es contiguo a la iglesia del citado lugar”; al decir de “una torre nueva” podría pensarse que había otra anterior, quizá una pequeña espadaña, lo cual no sería en absoluto descabellado, pues en toda iglesia o ermita hay o suele haber una estructura con campana para convocar a los fieles; sin embargo, ello no es más que una suposición. Explícitamente, sitúa a la nueva torre “cerca de la puerta del castillo”, lo cual corresponde a la realidad arqueológica, pues la puerta de acceso al mismo se ha descubierto próxima a la torre: hipotéticamente, se piensa que la subida al castillo se realizaba a través del "Carrerón", o a través de la "villa vieja", para lo cual debemos imaginarnos que el cuerpo saliente de la sacristía no existía, ni tampoco el correspondiente al testero del templo: de otra forma se hace difícil pensar que pudieran acceder caballerías o incluso carros al recinto de la fortaleza. De la misma forma, sitúa al mencionado castillo “contiguo a la iglesia del citado lugar”, diciéndonos ya de la existencia de una iglesia o templo parroquial en esa temprana época. Asimismo, se dice que “esta torre será para el citado castillo muy útil y participará en la gran fortificación y en la defensa de este castillo”. Tampoco es desdeñable este párrafo desde el punto de vista argumental, aludiendo al potencial defensivo de la torre que se pretendía construir, cuya atalaya podría colaborar en la defensa del conjunto de la fortaleza. En última instancia la autorización real para construir una torre alude a la licencia dada a los clérigos del lugar, para “que en ella puedan címbalos y campanas poner y tocar o hacer poner y tocar a su voluntad”, elementos éstos, los címbalos (o platillos) y campanas que poseen diversas utilidades, desde convocar a los files a los actos religiosos hasta tocar a rebato ante una emergencia, ataque, incendio o cualquier otra incidencia que fuera preciso anunciar a la vecindad de dentro o fuera de las murallas –porque no hay que olvidar que Castielfabib era una villa real que se hallaba circundada por una amplia muralla salpicada de torreones, la cual, partiendo de ambos extremos del castillo-fortaleza, envolvía a la localidad y se cerraba al poniente -donde el actual “Torrejón”, por encima del barrio de La Torreta-.>[10]
Ello viene a decirnos que la actual iglesia parroquial de Castielfabib ya se ubicaba en el lugar donde actualmente se encuentra, por lo menos desde principios de aquella centuria. Lo que resulta perfectamente compatible con la hipótesis propuesta por Cervera Arias, conforme dicho recinto pudo ser con anterioridad el “Donjón” o sala noble del torreón del Homenaje.[11] La torre del Homenaje o torreón (donjon en los castillos franceses), corresponde a la torre principal de una fortaleza, allí vivía el alcaide o señor del castillo, pues alojaba las estancias principales, incluyendo en ocasiones los almacenes de víveres.[12]
Por este mismo tiempo se produjo un hecho que conmocionó a la Cristiandad –como se denominaba entonces Europa- cual fue la dramática desaparición de la Orden del Temple: su abolición fue decretada en 1312 por el Papa Clemente V (1305-14) -a instancias del monarca francés Felipe IV (1268-1314) el Hermoso-.[13] Lícitamente, alguien podría preguntar, ¿qué tiene que ver la desaparición de los templarios con la iglesia de Castielfabib y el Rincón de Ademuz? Pues más de lo que pudiera parecernos. Como es sabido, tras la conquista cristiana de estos lugares –en 1210-, la iglesia de Castiefabib fue donada por Pedro II de Aragón (1196-1213) a la Orden del Hospital, mientras que la de Ademuz fue cedida a la del Temple.[14]-[15]
A comienzos de la centuria siguiente los Templarios poseían en Ademuz algunas casas, huertos y viñas, mientras que los Hospitalarios de Castielfabib habían instaurado en su jurisdicción un Priorato, dependiente del Castellán de Amposta. Tras la desaparición del Temple, en el reino de Valencia se creó una nueva orden militar, la Orden de Nuestra Señora Montesa, que lo fue a instancias de Jaime II el Justo en 1319, la cual fue dotada con los bienes y derechos de los templarios, más los correspondientes a los hospitalarios, que renunciaron a lo que poseían en Valencia a cambio de lo que los templarios tenían en Aragón: estos son los orígenes de la Encomienda de Montesa que se constituyó en el Rincón de Ademuz, basada en la herencia hospitalaria y templaria.[16] La creación de la nueva orden supuso el inicio de un largo y vidrioso enfrentamiento con el obispado de Segorbe, que se alargó hasta bien avanzado el siglo XVII; pero esa es otra historia...
Vista noreste de la iglesia-fortaleza de Castielfabib (Valencia) [Foto archivo Las Provincias, del domingo 18 de septiembre de 1994, p. 34]. |
Palabras
finales, a modo de epílogo.
Desde
un punto de vista estético y litúrgico, lo más significativo de la celebración
es la bendición de los ramos y la procesión que tiene lugar tras la Santa Misa.
Los ramos empleados suelen ser de boj, pero también se utilizan los de olivo,
laurel y palma... Los ramos son distintivos de alegría, pues su sacudida al
recibir al Señor Jesús en Jerusalén manifiestan contento, regocijo y júbilo. Jesús
entra en la ciudad montado sobre un pollino que había pedido prestado, un símbolo
complejo y paradójico, pues el animal encarna la llaneza y docilidad –de lo
contrario lo hubiera hecho sobre un brioso corcel-; pero también aluden a la
realeza.
A propósito de este episodio evangélico, el Papa emérito –Benedicto XVI- en su obra Jesús de Nazaret II (2011), dice:
- <Todo esto –con relación al burro o pollino que monta el Señor- puede parecer más bien irrelevante para el lector de hoy, pero para los judíos contemporáneos de Jesús está cargado de referencias misteriosas. En cada uno de los detalles está presente el tema de la realeza y sus promesas. Jesús reivindica el derecho del rey a requisar medios de transporte, un derecho conocido en toda la antigüedad (cf. Pesch, Markusevangelium, II, p. 180). El hecho de que se trate de un animal sobre el que nadie ha montado todavía remite también a un derecho real. Y, sobre todo, se hace alusión a ciertas palabras del Antiguo Testamento que dan a todo el episodio un sentido más profundo.// En primer lugar, las palabras del Génesis 49,10s, la bendición de Jacob, en las que se asigna a Judá el cetro, el bastón de mando, que no le será quitado de sus rodillas “hasta que llegue aquel a quien pertenece y a quien los pueblos deben obediencia”. Se dice de Él que ata su borriquillo a la vid (49, 11). Por tanto, el borriquillo atado hace referencia al que tiene que venir, al cual “los pueblos deben obediencia”.// Más importante aún es Zacarías 9,9, el texto que Mateo y Juan citan explícitamente para hacer comprender el “Domingo de Ramos”: “Decid a la hija de Sión: mira a tu rey, que viene a ti humilde, montado en un asno, en un pollino, hijo de acémila” (Mt 21, 5; cf. Za 9,9; Jn 12,15).>
El humilde, sencillo, tenaz burro ha desaparecido de nuestro paisaje, pero como bien saben los de Ademuz y Castielfabib, hasta mediados del siglo pasado, en la comarca los hubo a cientos; y no siempre bien alimentados... Nos queda el símbolo, que en el texto evangélico entronca con la humildad y mansedumbre habitual en este animal.
En
suma: la celebración del Domingo de Ramos marca para los cristianos el
comienzo de la Semana Santa, cuyo desarrollo tiene una larga tradición local,
según evidencian las pinturas halladas en la iglesia de Castielfabib. Por
lo demás, el soporte de las pinturas -y las propias pinturas- ha sido
consolidado y aquellas protegidas, a la espera de su restauración y estudio por
los especialistas. Vale.
Nota: las referencias a Wikipedia, La enciclopedia libre, son puramente informativas, no bibliográficas.
[1] Domingo de
Ramos. (2013, 17 de marzo). Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de
consulta: 11:13, marzo 20, 2013 desde http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Domingo_de_Ramos&oldid=65382351.
[2] Capilla de
los Scrovegni. (2013, 11 de marzo). Wikipedia, La enciclopedia libre.
Fecha de consulta: 22:01, marzo 20, 2013 desde http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Capilla_de_los_Scrovegni&oldid=64856297.
[3] Pietro Lorenzetti. (2013, 13 de marzo). Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha de consulta: 23:52, marzo 23, 2013 desde http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Pietro_Lorenzetti&oldid=65055658.
[4] FONT QUER, Pío. Plantas medicinales. El Dioscórides renovado, Ed. Labor, S.A., Barcelona, 1993, tomo I, pp. 191-192.
[4] FONT QUER, Pío. Plantas medicinales. El Dioscórides renovado, Ed. Labor, S.A., Barcelona, 1993, tomo I, pp. 191-192.
[5] SÁNCHEZ
GARZÓN, Alfredo. Aníbal Salagre Alonso, director de la Banda de Cornetas y Tambores de Torrebaja (Valencia), en Desde el Rincón de Ademuz,
del viernes 13 de abril de 2012.
[6] SÁNCHEZ GARZÓN,
Alfredo. La cripta de Los Espejo en la iglesia-fortaleza de Castielfabib (Valencia), en Desde el Rincón de Ademuz,
del sábado 21 de abril de 2012.
[7] MARTÍNEZ
USEROS, V.J. Castielfabib pide a Cultura la segunda fase de restauración de
su iglesia fortaleza, Las Provincias, sección Región/Valencia, del domingo,
18 de septiembre de 1994, p. 34.
[8] ARAZO, Mª
Ángeles y JARQUE, Francesc. El Rincón de Ademuz, Edita Diputación
Provincial de Valencia, Valencia, 1998, p. 58.
[9] LACARRA DUCAY, Mª del Carmen, en Gran Enciclopedia Aragonesa (Consultado el 23 de marzo de 2013)
[10] SÁNCHEZ GARZÓN,
Alfredo. Acerca de la torre-campanario de Castielfabib (Valencia),
en Desde el Rincón de Ademuz,
del martes 17 de abril de 2012.
[11] ARAZO
(1998), p. 58.
[12] Torre del
homenaje. (2013, 19 de marzo). Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha
de consulta: 21:03, marzo 22, 2013 desde http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Torre_del_homenaje&oldid=64984372.
[13] Caballeros
templarios. (2013, 14 de marzo). Wikipedia, La enciclopedia libre. Fecha
de consulta: 07:54, marzo 23, 2013 desde http://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Caballeros_templarios&oldid=65180701.
[14]
ZURITA, Jerónimo. Índice de las Gestas de los Reyes de Aragón, desde
comienzos del reinado al año 1410, Edición preparada por Ángel Canellas
López, Cronista Oficial de la Diputación Provincial de Zaragoza, Institución “Fernando
el Católico”, Zarazoga, 1984, tomo I, p. 143.
[15] SÁNCHEZ
GARZÓN, Alfredo (2008). Acerca de la conquista de Castielfabib: instrumento capital
para la historiografía local, en: Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz,
Valencia, vol. II, pp. 285-289. ISNB: 978-84-931563-5-0
[16]
SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo (2002). Aportaciones al conocimiento de la Encomienda de
Montesa en el Rincón de Ademuz, Valencia. ISBN: 84-931563-2-9
2 comentarios:
Amigo Alfredo como siermpre un magnífico artículo.
Nunca he estado en "Domingo de Ramos" en Torrebaja, y me ha gustado saber como se celebra.
De igual manera trataré de conocer la pintura que comentas en la Iglesia-fortaleza de Castielfabib.
Gracias por este ingente trabajo que haces.
Un fuerte abrazo
Hola, amigo Oscar, gracias por tus palabras... Para mí es un placer y un honor contribuir a la difusión y el conocimiento de nuestras tradiciones, de nuestra historia, patrimonio y cultura... El mejor pago a mi trabajo es que haya persona que lean y se sientas interesadas por las cosas de esta tierra. Respecto a las pinturas de la iglesia de Castielfabib, lamentablemente no están visibles, pues se ocultaron después de consolidarlas, a la espera de su venturosa restauración; por los tiempos que corren, imagino que tardarán mucho tiempo en poder ser visitadas, pero son magníficas... Un abrazo.
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