Conversación con un alcalde del
valenciano
Rincón de Ademuz,
Rincón de Ademuz,
a propósito de su elección como
Presidente de la
Mancomunidad de Municipios.
“Sinceramente, el futuro del Rincón de
Ademuz lo veo muy negro,
y los tiempos no
colaboran en mejorar la perspectiva;
pero creo que la clave
está en mantener los servicios y potenciar lo que tenemos:
la naturaleza, el
paisaje, el agua, las tradiciones, nuestra cultura...”
-Del contenido textual.
Palabras
previas.
La
entrada actual se enmarca en el contexto de las entrevistas realizadas hasta
ahora a otros regidores del Rincón de Ademuz: Casas Altas, Castielfabib, Puebla
de San Miguel y Torrebaja.[1]
Queda pendiente el encuentro con el alcalde de Ademuz y la regidora de
Vallanca, aunque la solicitud ya está cursada.
El
propósito de estas conversaciones es dar a conocer a los alcaldes de nuestros
pueblos al común de vecinos y residentes comarcanos; y comentar de paso lo
referente a la problemática municipal: en el caso que nos ocupa mi interés era
doble, pues el regidor de Casas Bajas es también presidente de la Mancomunidad de
Municipios del Rincón de Ademuz. Desde la dimisión del anterior, de esto hace
ya un año, venía desempeñando la presidencia en funciones, pero tras el último
Pleno de la Agrupación
decidió asumir directamente la
Presidencia.
Para
solicitar la entrevista llamé por teléfono al señor alcalde -don Domingo Antón Lázaro
(Casas Bajas, 1961)-, le expuse mi
propósito y los asuntos sobre los que pretendía tratar: una breve reseña
biográfica, el municipio y la mancomunidad. No puso ninguna objeción y
quedamos
en encontrarnos en el despacho de la alcaldía un par de días después.
Llegué a la hora prevista: entré en la población por la calle del Paso,
aparqué mi vehículo en la plaza, donde se alza la iglesia, y me dirigí
al Ayuntamiento, siguiendo por la calle Barranco de la Rocha arriba. La
plaza Mayor
es de las más amplias y alegres de la comarca y el templo parroquial –San
Salvador- de los edificios religiosos más notables. Lo diré
con claridad y sin ánimo de complacer, Casas Bajas me ha parecido siempre uno de
los pueblos comarcanos más pulcros y ordenados...
Vista parcial de la plaza de la Iglesia de Casas Bajas (Valencia), 2013. |
Iglesia parroquial -San Salvador- de Casas Bajas (Valencia), sita en el extremo meridional de la plaza Mayor (2013). |
Cabe decir en esta introducción que Casas Bajas (Valencia)[2] es uno de los siete
municipios del Rincón de Ademuz,[3] el tercero por orden alfabético, el cuarto en población –con 244
habitantes-, y el quinto en extensión territorial –con 22,61 km2-: se halla en
la cota media-baja de un cerro alomado, margen derecha del río Turia.
Circundando el pueblo por levante pasa la carretera de Ademuz a Valencia, vía
Santa Cruz de Moya, Aras de los Olmos, Titaguas, Tuéjar y Chelva... Desde la
apertura de la variante de la N-330 de Manzaneruela (Landete) a Torrebaja
(Valencia), la vía está muy poco transitada. Sin embargo, hasta los años
noventa, en que se abrió la nueva carretera, Casas Bajas era para los comarcanos
un lugar de paso obligado para ir a Valencia, pero ahora ha quedado un tanto a
trasmano.
Casas Bajas en el contexto comarcal del Rincón de Ademuz (2011).
MUNICIPIO
|
SUPERFICIE
|
POBLACIÓN
|
DENSIDAD
|
Ademuz
|
100,4
|
1.292
|
12,86
|
Casas Altas
|
15,9
|
168
|
10,56
|
Casas Bajas
|
22,6
|
243
|
10,75
|
Castielfabib
|
106,3
|
342
|
2,21
|
Puebla de San Miguel
|
63,6
|
86
|
1,35
|
Torrebaja
|
4,7
|
457
|
97,23
|
Vallanca
|
56,6
|
156
|
2,75
|
TOTAL
|
370,1 km2
|
2.744 habitantes
|
19,67 hb/km2
|
Tomado
del Instituto Nacional de Estadística (INE). Elaboración propia (2013).
Contenido de la entrevista.
Desde
la plaza al Ayuntamiento habrá unos cientos de metros, no encontré a nadie en
el trayecto, el pueblo parecía desierto, respirando quietud y tranquilidad. La
mañana era fresca, muy agradable, con abundantes chorros de sol
escapándose entre nubes blancas y grises. La Casa Consistorial
es un edificio nuevo, frente a una somera placeta ajardinada con bancos y una
gran estructura de hierro que representa una prensa. Las oficinas municipales
se hallan en la planta baja, ocupan una gran sala donde trabaja el personal de
secretaría. El despacho de la alcaldía se halla al fondo. El señor alcalde me
esperaba sentado a su mesa, frente al ordenador. Tras los saludos de rigor, le
hago el esquema de lo que espero de la entrevista y comenzamos de inmediato. En
realidad, no hacen falta los prolegómenos, nos conocemos desde hace
tiempo. De entrada, sin embargo, me advierte que no le gusta hablar de cosas personales,
prefiere ceñirse a los temas municipales, cuestión que entiendo y respeto.Fachada principal de la Casa Consistorial de Casas Bajas (Valencia), 2013. |
Don Domingo Antón Lázaro (Casas Bajas, 1961), alcalde de Casas Bajas (Valencia), durante la entrevista (2013). |
Entonces,
¿cómo te gustaría presentarte, alcalde?
- Bueno, me llaman Domingo Antón Lázaro y nací aquí en Casas Bajas, en diciembre 1961, tengo ahora 51 años y soy el mayor de tres hermanos, después viene Antonio y luego Araceli... A mi padre le llamaban Domingo, falleció hace muchos años y mi madre vive todavía. Sí, mis hermanos también viven aquí... Claro, yo fui a la escuela del pueblo; entonces los chicos y las chicas íbamos a clases separadas. La educación básica la hice en las Escuelas Nacionales de entonces. Mi primer maestro fue don Avelino, era de Los Santos (Castielfabib) y se casó con una chica de aquí, doña Catalina, que era la maestra de las niñas. También estuve en el colegio de Ademuz, después pasé a Teruel, allí hice el bachiller y COU: estuve en la residencia de estudiantes “San Pablo”, que ahora es una residencia de ancianos y mi instituto era el “Ibáñez Martín”, junto a la Estación del tren...
¿Tienes buen recuerdo de tu infancia en el pueblo?
- Sí, yo tuve una infancia muy feliz, entonces había muchos niños en el pueblo y nos pasábamos el día jugando... Pero también recuerdo que ayudaba a mis padres en las faenas del campo, ellos eran agricultores, como la mayoría de aquí: Claro, hacía todo lo que me mandaban, escavar la adaza, regar la hortaliza, labrar el monte, segar, acarrear, trillar, coger manzanas... Lo que tocaba en cada estación. El pueblo estaba entonces muy poblado, había mucha gente, muchos críos.
En tal caso, ¿tras terminar los estudios secundarios en Teruel, qué hiciste?
- Nada, al terminar el curso de orientación universitaria no continué estudiando. Los estudios universitarios los hice muchos años después, ya de mayor... De Teruel regresé a Casas Bajas y me puse a trabajar. Trabajaba en lo que me salía, en las obras, como peón, de jornalero, de camarero... En la hotelería, como camarero trabajé algunas temporadas en Teruel, hasta que me fue a la mili. El servicio militar lo hice en Gerona -en San Clemente de Sasevas-: allí hice el campamento y después me destinaron a Barcelona, al cuerpo de ferrocarriles, en la RENFE. De la mili no recuerdo nada especial, excepto que en el campamento pasé mucho frío, pero en Barcelona estuve bien: La mili era algo que había que hacer y la hice como todo el mundo entonces... Cuando me licencié regresé al pueblo y volví a trabajar en lo que me salía, de peón de albañil en las obras, en el campo, hasta que cogí el "Bar Turia": Claro, yo conocía el oficio, pues ya te digo que había estado trabajando varias temporadas en Teruel como camarero... El bar lo tuve durante siete años –del 85 al 92-: me gustaba el trabajo, por el trato con la gente y eso... El bar lo dejé cuando entré en el Ayuntamiento.
¿Cómo fue eso de entrar en el Ayuntamiento, te llamaba la cosa pública?
- Sí, siempre me ha gustado la política… Cuando uno es joven quiere cambiar el mundo, hacer la revolución, mejorar las cosas y todo eso. Pero la cosa municipal me viene de familia, pues mi abuelo Antonio ya fue alcalde de Casas Bajas durante la República... La primera vez que me presenté a las elecciones tenía yo 26 años, esto fue en las municipales del 87, por el PSOE; pero no salió elegido mi partido... El PP sacó cuatro concejales y nosotros tres, así que me quedé en la oposición. En aquella época Casas Bajas tenía siete concejales, ahora sólo tiene cinco, ha perdido mucha población. En las siguientes elecciones me volví a presentar y ganamos... Fui alcalde de Casas Bajas en la legislatura de 1991-95, y fue entonces cuando dejé lo del bar. Fue una época muy dura, porque yo era muy joven y no poseía la experiencia ni los conocimientos que tengo ahora... Teníamos muchas ideas y queríamos hacer muchas cosas, pero no podíamos. Me dimitieron varios concejales y me quedé sin lista... Lo más importante que hicimos fue poner al día el Ayuntamiento, porque entonces no había presupuesto y se funcionaba de aquella manera. Hubo que poner al día la contabilidad y hacer las cosas como se tienen que hacer... Por entonces hicimos muchos cambios, pues el Ayuntamiento pasó de la forma antigua de funcionar a la nueva, y eso costó mucho... Entonces gobernaban en Valencia los socialistas con Joan Lerma y yo estaba muy relacionado con la gente del partido, eso me benefició mucho, pues me atendían y ayudaban en todo lo que pedía: Además, yo estaba en la ejecutiva comarcal del partido por el Rincón de Ademuz, junto con Los Serranos y Campo del Turia.
Se
alude aquí al abuelo del entrevistado, refiriéndose al señor Antonio Antón
Hernández, que fue miembro de la primera Comisión Gestora constituida en
Casas Bajas durante la revolución y Guerra Civil (1936-39), la cual no tuvo
actividad. Asimismo, figura como Presidente de la Reposición de la Comisión Gestora
de Casas Bajas, que actuó entre el 16 de septiembre de 1936 y el 26 de enero de
1937.[4] Asimismo, se menciona al político Joan Lerma (Valencia, 1951), el primer presidente de la Generalidad Valenciana elegido democráticamente en la etapa autonómica abierta tras la Transición española, ocupó el cargo desde 1982 hasta 1995.[5]
Rincón nororiental de la plaza de la Iglesia de Casas Bajas (Valencia), 2013. |
Concluida la legislatura de tu alcaldía, ¿continuaste presentándote a las elecciones municipales?
- Sí, cuando terminó mi legislatura me volví a presentar a las siguientes elecciones, que fueron las de 1995-99: Entonces salió como alcalde Paquita Lozano Aguilar, la hija de Félix y Amparo, que se había presentado por el PP: Paquita estuvo ocho años, dos legislaturas -de 1995 a 2003. Claro, yo me volví a presentar, pero no gané. Aunque siempre mantuve unas buenas relaciones con Paquita y antes que oposición lo que hice fue colaborar con ella, le ayudaba más que sus propios concejales. Fíjate se tuvimos buena relación que en las siguientes elecciones nos volvimos a presentar juntos, ahora como una Asociación Libre de Electores: Yo como cabeza de lista y ella segunda... Sí, dejamos el partido, ella el PP y yo el PSOE, fue por ideología y por cómo se hacían las cosas... En aquellas elecciones, que fueron las de 2003-07, perdimos frente a Francisco Blasco Jarque, del PP, que ganó las elecciones; el PSOE no presentó lista... En total he estado 20 años en el Ayuntamiento, 4 de alcalde y 16 como concejal. Claro, conozco muy bien el Ayuntamiento y lo que es la gestión municipal, y también el pueblo y a la gente.
Tengo
entendido que la última legislatura fue muy peculiar, ¿qué sucedió para que ocupara la alcaldía de Casas Bajas una persona ajena al municipio?
- Bueno, en la legislatura de 2007-11 sucedió que se presentaron dos listas en Casas Bajas, una por el PP y otra por el PSOE, y salió la socialista... Lo curioso es que el alcalde que salió, un tal Manuel Vicente Bes Aloy no era de aquí ni tenía ninguna vinculación con el pueblo, ni le conocía nadie. Fue una lista propuesta por el PSOE de Valencia que ganó frente al PP... Yo entonces estaba fuera de aquí, pero mi opinión es que fue muy malo para el pueblo: Fue en esta legislatura cuando comenzó la crisis, y para estimular la economía se metió mucho dinero... Hubo muchas subvenciones por parte de la Generalidad y la Diputación, se hicieron obras y demás, pero creo que las ayudas no estuvieron bien aprovechadas... Este hombre –se refiere a Manuel Vicente Bes Aloy- no vivía aquí ni conocía la realidad del pueblo; además, no se dejaba aconsejar, se creía que lo sabía todo... Pero yo entonces estaba fuera del pueblo, y tampoco me quería enterar mucho de lo que sucedía aquí.
Vista parcial de la plaza de la Iglesia de Casas Bajas (Valencia), 2013. |
¿Cómo fue el marcharte del pueblo, encontraste algún otro trabajo fuera?
- No, sucedió que tuve un golpe de suerte y me tocó un buen pellizco a la lotería... Y decidí dejar de trabajar y ponerme a estudiar: Me hacía ilusión Derecho y me matriculé en la UNED –Universidad Nacional de Educación a Distancia. Terminé Derecho y comencé con Económicas, otra licenciatura que está relacionada con Derecho y que me gustaba. Económicas la llevo a mitad, pues ahora tengo poco tiempo... Este año no me he matriculado de ninguna asignatura, porque sé que no voy a poder presentarme, pero pienso terminar... Además, también me hacía ilusión viajar, conozco toda España y algo del extranjero, y he estado viviendo en varias ciudades: un año en Madrid, otro en Córdoba y otro en Cádiz... Últimamente, antes de regresar al pueblo estaba viviendo en Tenerife, en una aldeita de la costa... Madrid me gustó mucho, hace algo más frío que aquí y nieva más, pero es una gran ciudad y se está muy bien. Estando allí me matriculé en la Complutense como alumno presencial –para estudiar Económicas, porque Derecho ya lo había terminado en la UNED de Teruel-, pero no me gustó la experiencia, no me encontraba a gusto, porque tenía que estar con gente muy joven y yo ya era mayor. Pero me acogieron muy bien, la gente me conocía; pero la relación era complicada... Por eso volví a la UNED. No, Económicas no me parece difícil, en cuanto le coges el tranquillo es como todo.
¿Cómo fue presentarte a las últimas municipales?
- ¿Cómo fue presentarme en esta ocasión?, pues –en 2011- yo estaba viviendo en Tenerife y venían amigos del pueblo a verme, a pasar una semana o lo que fuera... Y como se acercaban las elecciones me animaron a volver al pueblo y presentarme de nuevo: ¡Hombre, que tú sabes cómo funciona aquello, vuelve y preséntate, que las cosas están muy mal...! El caso fue que me animé y en una semana preparamos el programa y todo el papeleo para presentarnos como una agrupación independiente (UCB). En estas últimas elecciones se presentaron tres listas en Casas Bajas –PP, PSOE y UCB- y ganamos nosotros con tres concejales sobre dos del PSOE; el PP no sacó ninguno... No, como independientes no he sentido ninguna discriminación en Valencia a la hora de atenderme: Cuando estás en un partido siempre te ayudan y estás más protegido, pero por lo demás no he notado ninguna diferencia... Ahora con la crisis no reciben a nadie. Como saben que todos vamos a pedir algo, lo mejor es no recibir a nadie...
¿Cómo llevas la presente legislatura, te encuentras a gusto en este nuevo mandato?
- Pues dentro de lo que cabe, muy bien y ya llevamos casi media legislatura... Sí, estoy a gusto y llevo esta alcaldía con mucha más tranquilidad que la primera, pues tengo más experiencia y más conocimientos... Pero cuando tomé posesión encontré muchos problemas, se habían hecho cosas en la legislatura anterior, pero también había muchas deudas, cosas sin pagar... En total la deuda ascendía a unos 150.000 euros, proveniente de subvenciones concedidas que no llegaban: Claro, por obras concedidas y ejecutadas que no estaban pagadas, porque ya te digo que el dinero de las subvenciones no llega. En cuanto a la deuda propia del Ayuntamiento, había facturas pendientes de pago por valor de unos 11.000 euros, que al día de hoy están prácticamente pagados. Para el pago a proveedores tomamos un préstamo del ICO –Instituto de Crédito Oficial- por valor de unos setenta mil euros, que vamos pagando mensualmente sin problemas. De aquellos dineros nos quedan por pagar unos cincuenta mil euros, que se liquidarán en cuanto lleguen las subvenciones.
¿Cuáles son los principales problemas del pueblo, qué necesidades y perspectiva hay?
- Los problemas del pueblo son los de siempre, la falta de actividad económica... Hasta hace unos años, lo que estaba dando algo de vida al pueblo era la construcción, pero ahora todo está parado... La crisis ha machacado estos pueblos, pues en los lugares pequeños en donde más se perciben estos problemas. De cuatro o cinco empresas de construcción que había, sólo quedan dos... Y sólo se hacen arreglos y chapuzas, nada de obra nueva. El problema es que no hay nada, ninguna actividad económica que tire del empleo... La gente joven no quiere vivir en el pueblo, porque aquí no ven perspectivas de futuro. Otro problema es el envejecimiento de la población: Cada vez somos menos y más viejos... El censo actual está sobre 215 habitantes. El presupuesto municipal anual es de unos 305.000 euros, pero cuando entré era de unos 600.000 euros; como puedes ver, hemos tenido que reducirlo prácticamente a la mitad. Dada la dinámica actual, creo que lo más importe que podemos hacer desde el Ayuntamiento es mantener los servicios básicos: Sanitarios (médico, enfermera y farmacia), enseñanza (escuela pública), comercio (tienda, carnicería…), etc. Ya no tenemos horno, ahora el pan lo traen de Torrebaja y Landete. La escuela es muy importante, porque si viene una pareja joven con niños y no tiene escuela, pues ya es un problema... Y todos estos servicios, cuando desaparecen son muy difíciles de recuperar. Por eso creo que si conservamos los servicios tendremos oportunidad de mantenernos, incluso de crecer en el futuro. Además, con la apertura de la carretera nueva, ésta se ha quedado sin tránsito, por aquí no pasa ya nadie, cuando antes era paso obligado para ir a Valencia... Sí, en ese sentido Casas Bajas se ha quedado desconectada, como le ocurre a Castielfabib, Puebla de San Miguel o Vallanca... Ya te digo, toda mi preocupación actual es mantener lo que hay, ya no me planteo crecer, sólo mantener lo que tenemos.
Vista parcial del caserío de Casas Bajas (Valencia), desde el puente sobre el Turia (2013). |
Y
sigue diciendo:
- También hemos pensado en promocionar la plantación de encinas micorrizadas, porque el término reúne condiciones para este producto, que en otras partes constituye una actividad económica importante: Por la partida de Las Lomas ya se han comenzado a plantar encinas, pero esto es una empresa a largo plazo, porque las encinas crecen lentamente... Como mínimo hacen falta unos diez años; además, la planta infectada con el hongo de la trufa es muy cara, unos seis euros la encina... Pero creo que puede ser un proyecto interesante, con gran futuro... El médico que había se ha jubilado y ha dejado la casa. En la Casa del Médico hemos pensado hacer un horno de pan para consumo local y una cafetería, para darle utilidad al edificio y recuperar servicios; pero ya veremos, de momento es sólo una idea... Si el horno y la cafetería lo cogiera una pareja joven con hijos, sería como recuperar un servicio y mantener la escuela... Esa es la idea, pero nos ha tocado una mala época: Además, regresar de la ciudad al pueblo es muy difícil, porque aunque aquí se vive muy bien, en las ciudades hay muchos servicios y mal que bien todos viven o sobreviven... En cualquier caso, para residir aquí hace falta tener alguna fuente de ingresos.
[1] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Don César-Vicente Sánchez Blasco, alcalde de Casas Altas (Valencia), en Desde el Rincón de Ademuz, del martes 20 de diciembre de 2011. ID. Don Eduardo Aguilar Villalba, alcalde de Castielfabib (Valencia), en Desde el Rincón de Ademuz, del miércoles 25 de abril de 2012. ID. Doña Eva María Azcutia Marqués, alcaldesa de Puebla de San Miguel (Valencia), en Desde el Rincón de Ademuz, del domingo 20 de enero de 2013. ID. Don Octavio Gómez Luis, alcalde de Torrebaja (Valencia), en Desde el Rincón de Ademuz, del martes 28 de febrero de 2012.
[2] Cf. Wikipedia, voz Casas Bajas (Valencia).
[3] Cf. Wikipedia, voz Rincón de Ademuz.
[4] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo (2011). Ayuntamientos,
Juntas Gestoras y Comités constituidos en Casas Bajas durante la revolución,
en: Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz, Valencia, vol.
IV, pp. 279-280.
[5] Cf. Wikipedia, voz Joan Lerma.
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