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viernes, 17 de mayo de 2013

ICONOGRAFÍA Y EPIGRAFÍA FUNERARIA EN EL CEMENTERIO DE ARROYO CEREZO, ALDEA DE CASTIELFABIB (VALENCIA) [I].

A propósito de las imágenes y símbolos en las tumbas
de su camposanto, "in memoriam" de los allí inhumados.


“Aquí descansan los restos de los muertos,
las almas estarán donde Dios las haya llevado;
depende de lo que crea cada uno...”,
Antonio Díaz Díaz (a) Antonino (Arroyo Cerezo, 1936).



I.- Palabras previas, a modo de introducción.
            
En nuestro recorrido por los cementerios locales, hemos llegamos hoy al de Arroyo Cerezo, aldea de Castielfabib situada en el extremo nor-occidental del Rincón de Ademuz, el lugar habitado más elevado de la Comunidad Valenciana: no en vano se halla a 1.320 metros de altitud...
            
Arroyo Cerezo es una aldea muy particular, al menos a mí siempre me lo ha parecido; su particularidad viene condicionada por su ubicación geográfica, pues sus características son resultado de su adaptación al medio en que se halla: un lugar de montaña escasamente poblado y hasta hace unas décadas mal comunicado, como el resto de los pueblos del entorno más próximos: Veguillas de la Sierra, Alobras y Tormón, pueblos ya de Aragón (Teruel). Propiamente, la carretera actual –CV-843- que conduce hasta el lugar fue abierta durante la Guerra Civil (1936-39), sobre el primitivo camino de herradura; y sólo muchas décadas después se asfaltó.

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Vista parcial del Cementerio Municipal de Arroyo Cerezo-Castielfabib (Valencia),
con detalle de la entrada, abierta en la fachada septentrional (2013).

            
En entradas anteriores de este blog escribí acerca de “La iglesia de San Joaquín y Santa Bárbara en Arroyo Cerezo, aldea de Castielfabib (Valencia)”: allí se decía del acceso al lugar desde el centro de la comarca:
  • «Para ir a Arroyo Cerezo desde Torrebaja, si vamos en coche lo mejor es ir por la carretera nacional –CN-420- en dirección a Cuenca... Arribados a Los Santos (Castielfabib), atravesaremos el puente sobre el Ebrón, dejaremos a la izquierda el desvío que conduce hacia Ademuz y continuaremos hacia el noroeste, pasando por el antiguo lugar de Las Monjas, hoy desaparecido bajo la nueva carretera y ascenderemos la pendiente camino del puerto del Hontanar (1.302 m). A nuestra derecha quedará el acceso a Castielfabib y su aldea de Cuesta del Rato y el pueblo de El Cuervo (Teruel). Continuaremos ascendiendo, pasando por la Hoya Hermosa y ambos Colladillos –de Arriba y Abajo-: el primero queda a la mano derecha de la vía y el segundo a la izquierda. Cuando el botánico Cavanilles pasó por aquí –esto fue en los primeros días de septiembre de 1792: procedía de Vallanca e iba camino de Castielfabib-, dijo del Colladillo que eran “el granero de estos términos”, y no le faltaba razón, pues se trata de una amplia zona de cultivos donde prolifera generoso el cereal».[1]

            
En el artículo de referencia se indica con cierto detalle el acceso a la aldea. Conviene repasarlo, pues allí se dice del templo parroquial -San Joaquín y Santa Bárbara-, un lugar íntimamente vinculado al cementerio que pretendemos visitar.

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Vista parcial del caserío de Arroyo Cerezo-Castielfabib (Valencia) -barrio del Medio-,
con detalle de la iglesia de San Joaquín y Santa Bárbara (2013).

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Vista parcial del barrio de Abajo de Arroyo Cerezo-Castielfabib (Valencia),
desde el barrio del Medio (2013).

II.- Situación geográfica y poblacional de Arroyo Cerezo.
Decía que Arroyo Cerezo pertenece al término municipal de Castielfabib y se halla poniente del Rincón de Ademuz, en un lugar próximo a la Cruz de los Tres Reinos; esto es, lindante con Cuenca y Teruel. Desde el desvío de la Nacional, la carretera vecinal conduce hasta la aldea tras unos tres kilómetros zigzagueando por la pinada. A la altura del kilómetro 2 ya comienza a verse el caserío, formando un cordón irregular con varios nudos de población dispersos por el altiplano, al amparo de dos formidables cerros, el denominado Muela del Royo (a la derecha) y otro de menor volumen (a la izquierda): la planicie se conoce como Campo del Royo y La Hoya, donde prolifera el cereal; el caserío se halla en la margen derecha del Regajo, corriente de agua que nace entre ambos cerros...

Si atendemos a Carles Rodrigo Alfonso (1998), veremos que “En el primero de estos barrios está situada la iglesia parroquial de San Joaquín mientras el cementerio se encuentra entre los dos”.[2] Cuando dice “de estos barrios”, el geógrafo se refiere al barrio del Medio, que él denomina “Casas de Arriba”, pero no es más que una cuestión de nomenclatura: el barrio de Abajo es la parte del caserío que se halla en la parte más baja del altiplano, donde se halla el Consultorio Sanitario, antiguas Escuelas Nacionales y el viejo molino, y de donde parte la vía que conduce a Veguillas de la Sierra, Alobras y Tormón. El barrio del Medio se halla poco más arriba, allí se halla la iglesia parroquial, siendo entre ambos distritos donde se ubica el Camposanto (izquierda) y el nuevo Centro Social (derecha). El barrio de Arriba corresponde a lo que los aldeanos llaman La Casilla. Aunque en realidad el de Arriba está formado por el de Medio y el de La Casilla, dado que se hallan muy próximos, apenas separados por el camino que conduce a la Cruz de los Tres Reinos.

Lo que no podemos excusar al llegar a Arroyo Cerezo es apercibirnos de la peculiaridad de sus típicas viviendas, basadas “en planta baja, con reducidas aberturas y existencia de porchada en la fachada principal”; propiamente, “se trata de un modelo adaptado a la dureza de las condiciones climáticas” de la zona. Además de la dispersión del caserío y de su “polinuclearidad”, conviene destacar la ausencia de calles, pues mientras la mayoría de construcciones se hallan abocadas a la calzadita que une los diversos núcleos, otras se hallas dispuestas al albur.[3] Hasta hace unas décadas la vía era un camino de tierra, cuando no un barrizal, en especial el repecho que hay entre el Cementerio y el barrio del Medio...


Evolución censal de Arroyo Cerezo-Castielfabib (Valencia) en el siglo XIX-XX (ca. 1850-1996).
ca.1850
(hab)
1860
(casas)
ca.1900
(hab)
1950
(residentes)
1986
(hab)
1991
(hab)
1996
(hab)
200
51
265
200
26
34
42
Tomado de RODRIGO ALFONSO (1998), p. 57 y 93.

Evolución censal de Arroyo Cerezo-Castielfabib (Valencia) en el último decenio (2003-2012).
Sexo
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
Varones
11
10
10
10
10
9
11
12
12
11
Mujeres
4
3
3
2
2
2
4
4
3
1
Total
15
13
13
12
12
11
15
16
15
12
Población del Padrón Continuo por Unidad de Población (INe).


La observación de las tablas censales nos permite afirmar que Arroyo Cerezo constituye un núcleo habitado con una población francamente regresiva, con absoluto predominio cuantitativo de los varones sobre las mujeres –al menos en el último decenio (2003-12)-.

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Vista parcial del caserío de Arroyo Cerezo-Castielfabib (Valencia) -barrio del Medio-, desde La Casilla o barrio de Arriba (2013).

III.- En busca del cementerio de Arroyo Cerezo.

El cementerio de Arroyo Cerezo no tiene pérdida, lo encontraremos a la mano izquierda de la carreterita, según se sube del barrio de Abajo al del Medio, junto por encima del transformador de la luz... En realidad hay dos transformadores, un nuevo y otro viejo: el viejo corresponde al momento histórico –después de la Guerra Civil (1936-39)- en que el suministro eléctrico provenía de la central de Salvacañete.

Poco antes de llegar al Cementerio observaremos que a la derecha, parte alta del camino, hay una bella construcción de nueva de nueva planta forrada de piedra: se trata del Centro Social de la aldea, donde los aldeanos se reúnen para charlar y jugar a las cartas. Frente al edificio hay una curiosa escultura, un caballo construido con ramas de sabina, correspondiente a la I Bienal Internacional de Esculturas al Aire Libre –Parque Escultórico Arte y Naturaleza del Rincón de Ademuz (2001)-: obra de Phil Bows conocida como “Ciresio”, que ganó el primer premio; por cierto, se está deteriorando rápidamente, y agradecería una mano de pintura.

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"Centro Social" de Arroyo Cerezo-Castielfabib (Valencia), junto a "Ciresio", obra de Phil Bows, ganadora de la I Bienal Internacional de Esculturas al Aire Libre (2001).


El cementerio de Arroyo Cerezo es un recinto rectangular, circundado por una tapia de piedra en seco, de la que sobresalen los cipreses del interior, con la puerta principal y única abierta en el muro septentrional. Entre la carretera y el camposanto hay una somera placeta cementada, con un banco de hierro y madera con respaldo, en la parte derecha y que mira al levante. La entrada está basada en una puerta metálica de dos hojas cerradas mediante una cadena y candado. Posee un dintel de madera, cubierto por una albardilla de tejas que vierten a dos aguas, con una cruz de hierro (potenzada) en la parte alta. Algunas zonas de tapia están tomadas con mortero, pero su fábrica original indica que se trata de una pared de piedra en seco.

Si se observa con atención el aparejo de la tapia, veremos que existen dos tipos de fábrica, siendo distinto el central del de los extremos, indicando que en algún momento histórico el recinto sufrió una ampliación. A la derecha de la entrada, ocupando el ángulo nor-occidental, hay un espacio cubierto, que vierte a dos aguas: se trata del Depósito, donde se halla el antiguo “Cajón de Muertos” utilizado para el transporte de los difuntos desde la casa a la iglesia y de ésta al cementerio: esto cuando las inhumaciones se realizaban sin féretro, con una simple mortaja de sábana o arpillera. El "Cajón" se halla muy deteriorado, pero por su interés etnológico y etnográfico merecería la pena restaurarlo y conservarlo en su lugar -bastarían unos golpes de martillo y un bote de barniz-: para que las generaciones futuras sepan de la precariedad, forma de vida aldeana y su relación con la muerte en otro tiempo.

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Detalle del antiguo "Cajón de Muertos" de Arroyo Cerezo-Castielfabib (Valencia),
utilizado para el transporte de los difuntos, cuando éstos se inhumaban sin féretro: con una simple mortaja de sábana o arpillera (2000).


Frente a la entrada hay un pasillito de cemento, siendo el resto del espacio de tierra, donde crece frondosa la hierba. Al final del pasillo hay una zona de nichos, formando una serie en nueve hileras de tres hasta el ángulo sur-occidental. A la izquierda de la entrada se hallan las inhumaciones en tierra, propiamente enterramientos, señalizadas por cruces y estelas de piedra o mármol. Se trata de un espacio en declive, orientado longitudinalmente de sureste a noroeste, con cipreses y sabinas plantados junto a los muros de piedra. A cada lado de la entrada pueden observarse también unos espacios de tierra donde se plantaron otros cipreses, que no crecieron. Propiamente, el espacio cementerial se nos representa como un huerto de verde hierba, sembrado de cruces blancas.

La parte baja del cementerio evoca los antiguos espacios funerarios, donde las "señalizaciones" mortuorias basadas en cruces o placas son una novedad, pues las antiguas "memorias" no eran más que cruces de madera, que no permanecían... No se trata de un cementerio propiamente medieval, pues aquellos eran espacios abiertos adosados a las ermitas e iglesias, pero sí de un paso intermedio entre aquella época y la modernidad. El de Arroyo Cerezo puede datar de finales del siglo XVIII o mediados del XIX, momento en que el asentamiento inició su desarrollo poblacional, lo que coincide con el momento de expansión agrícola y ganadera en la zona. De hecho, las ampliaciones evidencian la ocupación del espacio existente y las nuevas necesidades, dado el crecimiento del censo.

arroyo-cerezo-castielfabib-tapias-cementerio
Vista del Cementerio Municipal de Arroyo Cerezo-Castielfabib (Valencia), desde la carreterita que conduce al barrio del Medio (2013).

En nuestra visita de hoy nos acompañó el señor Antonino –me refiero al señor Antonio Díaz Díaz (Arroyo Cerezo, 1936), vecino de la aldea-, que guarda la llave del camposanto:
  • «Sí, éste de ahí es el transformador viejo, de cuando venía la luz de una centralita que hicieron en Salvacañete: Entonces sólo teníamos luz por la noche, la bombillica estaba precintada, para que no pudiéramos poner otra... Cuando cerraron aquella central nos quedamos sin luz eléctrica, entonces los vecinos tuvimos que comprar un motor de gasoil para hacer luz, estaba en las escuelas y lo colocaron los Lucios de Los Santos, que también hicieron la instalación: Los vecinos teníamos que ir cada día a ponerlo en marcha, para tener luz por la noche... Esto duró 10 ó 12 años, hasta los años 1980-81 en que colocaron la que tenemos hoy; pero costó mucho traerla... Este cementerio ha sufrido dos ampliaciones, la primera hacia arriba, donde está la puerta y el Depósito, pero esta parte yo siempre la he conocido así. Pero sí recuerdo cuando ampliaron el cementerio hacia abajo, hará de esto unos cincuenta años, sería a finales de los cincuenta o principios de los sesenta, siendo yo de veinte y pocos años... La primera persona que enterraron en la esquina de abajo fue una mujer de Los Santos, Rita le decían, una moza vieja que estaba con un hermano casado aquí...»


            Continúa diciendo:
  • «Cuando yo era chico la aldea estaba muy poblada, había un molino maquilero que funcionaba con una balsa que recogía el agua del Regajo, dos hornos, uno en el barrio de Abajo y otro en el de Arriba, la escuela... El molino era la mejor hacienda, pues además de la maquila tenía animales de corral y algo de huerto. La carretera que une los barrios era antes un camino de tierra, porque calles no había: Esto comenzó siendo un rento y parece que la gente se hacía las casas donde quería... En esta parte del cementerio hasta las primeras casas del barrio de Arriba era un barrizal, especialmente en invierno: Porque esto es un ventisquero y cuando sopla el cierzo trae la nieve, que se acumula en el talud: A los lados del camino había unas pasaderas, luego trajeron piedras con carros y rellenaron el barrizal; así se mejoró el tramo y la cuesta se hizo más llevadera...»
arroyo-cerezo-castielfabib-transformadores
Detalle de los "transformadores de la luz" de Arroyo Cerezo-Castielfabib (Valencia),
junto al
Cementerio Municipal (2013).

            Y termina el comentario:
  • «Estos cipreses secos que hay a la entrada y los de dentro los plantó un cuñado mío –se refiere a Cándido Terrer Díaz (1915-2008)-, casado con mi hermana Petra... Mi cuñado trabajaba en el vivero forestal que hay en El Hontanar, se trajo unos cuantos cipreses y los plantó aquí en el cementerio; pero los de afuera no cuajaron, quizá por el cemento... Aquí en esto está enterrada una chica de 15 ó 16 años que murió después de la guerra... Resulta que cuando terminó la guerra los soldados que había por aquí, al marcharse, escondieron o enterraron las “herramientas” que llevaban, pistolas, fusiles, bombas, por cualquier sitio... Uno de ellos debió meter una bomba de mano en unos matorrales de enebro: Claro, por no llevársela le dejó allí... Pero sucedió que un pastor se llevó a su nieta con él, para ayudarle... Todo fue que el abuelo tuvo que irse un momento a separar los animales de otro ganado; y para que la chica no pasara frío, encendió las matas y una aliaga, para que se calentara, y estando allí estalló la bomba y la mató... Todavía me acuerdo de aquello –esto sería el año 1941 ó 42, tendría yo 5 ó 6 años-: a la chica le llamaban Carmen Adalid Mañas... No, yo no he conocido usar nunca el cajón de muertos que hay en el depósito, lo guardaban por si moría alguien en el campo, para traer el cuerpo hasta el pueblo... Aquí descansan los restos de los muertos, las almas estarán donde Dios las haya llevado; depende de lo que crea cada uno... Los nichos son del Ayuntamiento y cuando sucede el caso, los compramos...»


            
Se nombra aquí el accidente ocurrido a la joven Carmen Adalid Mañas, que falleció por el estallido de una bomba después de la guerra, yendo de pastoreo con su abuelo... Este no fue un hecho aislado, pues se dio en otros lugares del Rincón de Ademuz y en similares circunstancias. El vecino Francisco Provencio Garrido (Torrealta, 1924), narra un hecho similar ocurrido en su aldea:
  • «[Respecto al expolio de la iglesia de Torrealta] Recuerdo que había un santito que llamaban el “Niño de la Bola”, sí, un Niño Jesús con una bola así en la mano..., pues también lo quemaron: a ése yo no lo vi quemar, pero contaron que fue un muchacho de mi quinta que vivía en Las Eras; parece que lo cogió y lo echó al fuego y al caer se le rompió el brazo a la imagen... Y cuando terminó la guerra, este mismo muchacho iba de pastorcico con unas cabras y estando por La Matorra se encontró una bomba y al lanzarla le explotó y le arrancó el brazo... Tuvieron que ir por él, y el pobre no se desangró de milagro. Recordando lo que había ocurrido con el “Niño de la Bola”, la gente le decía: “Ves, esto te ha ocurrido por haber tirado el Niño Jesús a la hoguera...”. El hermano mayor de este muchacho era uno de los que ayudó a sacar y quemar todo lo de la iglesia... No es que fueran malos, era la incultura que había entonces».[4]
arroyo-cerezo-castielfabib-cementerio-fachadas
Vista general del Cementerio Municipal de Arroyo Cerezo-Castielfabib (Valencia)
-fachadas norte (frente) y occidental (derecha)-,
desde la carreterita que conduce al barrio del Medio (2013).

arroyo-cerezo-castielfabib-cementerio-tapias
Vista de la fachada de levante (frente) y septentrional (derecha)
del
Cementerio Municipal de Arroyo Cerezo-Castielfabib (Valencia), 2013.

arroyo-cerezo-castielfabib-cementerio-tapias
Vista de la fachada de levante (izquierda) y septentrional (derecha)
del
Cementerio Municipal de Arroyo Cerezo-Castielfabib (Valencia), 2013.

arroyo-cerezo-castielfabib-cementerio
Vista de la fachada de occidental del Cementerio Municipal de Arroyo Cerezo-Castielfabib (Valencia), con detalle del Depósito (izquierda), 2013.

IV.- Clasificación de símbolos e imágenes en lápidas y cruces.
Para la sistematización propuesta, las imágenes y símbolos de las lápidas y cruces los clasificamos según su significado en:
-Religioso: referido a símbolos que aluden a la religión (cristiana): cruces, rostros de Cristo, vírgenes, ángeles de la muerte y santos.
-Espiritual: referido a símbolos no estrictamente religiosos: manos que sueltan palomas, árboles de la vida, motivos vegetales, etc.
-Profano: ausencia de símbolos religiosos o espirituales: objetos, textos de contenido poético, político e ideológico, etc.
-Mixto: contienen representaciones compuestas, religiosas y profanas (cruces con espigas u otros motivos ornamentales).

arroyo-cerezo-castielfabib-campo
Vista general de los campos de cultivo de La Hoya de Arroyo Cerezo-Castielfabib (Valencia), con detalle del Mojón de Cuenca al fondo izquierda, desde el Cementerio Municipal (2013).

Enterramientos –tumbas cruz y tumbas lápida- con símbolos religiosos:
Las inhumaciones en tierra (enterramientos) del cementerio de Arroyo Cerezo corresponden al tipo de tumba-cruz, con alguna tumba-lápida (2001): me refiero a señalizaciones mortuorias formadas por una cruz (vertical) en la cabecera o asociada a una lápida (horizontal), aunque también existen entierros en nicho.

La señalización nominal más antigua corresponde a una tumba-cruz, basada en una cruz de mármol blanco a la que falta la parte superior del stipes y la parte derecha del patibulum, la cual figura a nombre de F. C. C. –cuyo óbito tuvo lugar el 6 de diciembre de 1949-: se halla arrumbada contra la tapia occidental, entre los nichos y el Depósito.


F. C. C. FALLE[CE]
DÍA 6 DE DIC[IEMBRE]
AÑO/ 1949/
Recuerdo/ de su/ Hermano/ [y] Familia


            
El epitafio permite sospechar que se trataba de una persona soltera, cuyo familiar vivo más cercano era su hermano, que le dedica este recuerdo. Los enterramientos señalizados más próximos al anterior datan de años posteriores: uno, del año 1958:

CESÁREO DÍAZ RODILLA
+10-10-1958
RECUERDO DE SU ESPOSA

            Y tres, del año 1960:

FRANCISCA
LAGUNAS MAÑAS
+ 4-4-1960 A LOS 77 AÑOS
D.E.P
TUS HIJOS


CLEMENTE
MURCIANO DÍAZ
+ 3-11-1960 A LOS 46 AÑOS
D.E.P.
TU ESPOSA/ E HIJOS


VICENTE
RODILLA VILLALBA
21-12-1960 A LOS 81 AÑOS
D.E.P.
TUS HIJOS

arroyo-cerezo-castielfabib-caserio
Vista parcial de la carreterita y caserío del barrio del Medio, desde las tapias del Cementerio Municipal de Arroyo Cerezo-Castielfabib (Valencia), 2013.


            
La última inhumación en tierra corresponde a Lucía Díaz Lázaro (1909-1996), de 87 años. El símbolo religioso predominante de este tipo de entierros es la cruz latina, bien en la propia forma de la lápida (tumba-cruz), bien labrada o adosada a la estela (tumba-lápida). Asimismo, merece la pena destacar la existencia de diversas cruces labradas sobre un revoco de cemento adosadas contra las tapias interiores del camposanto, indicando señalizaciones mortuorias anónimas.

            Entres las figuras de las estelas o lápidas de estos enterramientos encontramos:
            -Cabeza de mujer, cubierta de pañuelo y con lágrimas en los ojos, adosada (1960, 1988, 1990).
            -Cruz latina con ramita de olivo, labrada, [Fecha oculta en tierra].
            -Cabeza de Cristo coronada de espina, adosada (1960).
            -Cruz latina, labrada (1994).

            
La mayoría de las señalizaciones en tierra corresponden a cruces de piedra, entre las que destacan las de mármol blanco, aunque también hay lápidas (estelas) en color gris, rosa o negro. Así como alguna cruz metálica (hierro) clavada en tierra o contra la tapia.



Continúa en:




[1] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. La iglesia de San Joaquín y Santa Bárbara en Arroyo Cerezo, aldea de Castiefalbib (Valencia), en la web Desde el Rincón de Ademuz, del domingo 12 de mayo de 2013.
[2] RODRIGO ALFONSO, Carles (1998). El Rincón de Ademuz. Análisis geográfico comarcal, Edita ADIRA, Valencia, p. 93.
[3] Ibídem.
[4] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Francisco Provencio Garrido, natural y vecino de Torrealta (Torrebaja), en la web Desde el Rincón de Ademuz, del sábado 10 de diciembre de 2011. ID. La iglesia de Santa Ana en Torrealta, aldea de Torrebaja (Valencia), en la web Desde el Rincón de Ademuz, del martes 30 de abril de 2013.

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