A propósito de la Semana
Cultural en la villa
–del 26 al 31 de agosto de 2013-.
«Castielfabib nobilissimun regaleque oppidum primumque et
permunitum Regni Valentini municipium,
intra
cuius moenia circumstantesque villulas triginta super bis centum
domicilia connumerantur».[1]
Relación ad
limina del Obispo de Segorbe,
fray Francisco Gavaldá Guasch (1652-60),
relativa a
Castielfabib (1656).
Palabras previas.
Mi
presencia en esta Semana Cultural se debe al alcalde de Castielfabib –don Eduardo
Aguilar Villalba-[2]
que me solicitó participara con una charla... Siempre es un honor –también un placer-
que alguien te requiera para estos menesteres, y yo lo acepto con gusto, pues me
gusta colaborar. ¡Gracias, pues, señor alcalde!
A
la hora de elegir el tema siempre se plantea un dilema, pues los asuntos sobre
los que se podría hablar en relación con Castielfabib son múltiples y variados.
Es por ello que me decidí a empezar por el principio, que suele ser la mejor
manera de comenzar a contar las cosas. Cuando digo del principio me refiero a la
época de la conquista cristiana de esta parte del antiguo reino almohade de
Valencia, a la conformación del territorio y a su evolución desde el tiempo de
la conquista hasta nuestros días.
Decir de Castielfabib –o
de Ademuz, que tanto monta- es decir del Rincón de Ademuz, pues
durante la mayor parte de su existencia como demarcación político-territorial
ambas villas y sus términos constituyeron la totalidad de la comarca. El
objetivo de la presente charla es abordar de forma somera el momento de la
conquista y lo que sucede tras la misma, hasta la formación de este espacio
geográfico que conocemos como Rincón de Ademuz: su inclusión en el Reino
Cristiano de Valencia y la posterior separación geográfica del resto del
territorio valenciano. Seguidamente,
diremos de los principales acontecimientos históricos que afectaron a
Castielfabib, situándolo así en el contexto comarcal y general. Entre estos
acontecimientos se halla la fragmentación del territorio inicial, y la aparición
de los distintos municipios que hoy lo conforman.
La entrada
presente constituye pues el esquema, guion y desarrollo de la charla-coloquio
prevista, que tendrá lugar en la iglesia-fortaleza de Castielfabib, el próximo
martes 27 de agosto del presente año, a las 17:30 horas. No sé cómo resultará la
disertación, pero sólo por ver la iglesia por dentro -y su entorno- merecería la
pena asistir...
Cartel de la Semana Cultural Municipal de Castielfabib (Valencia), en el que se anuncia la presente charla-coloquio. |
Vista de Castielfabib (Valencia), desde Los Planos (2012). |
Del tiempo de la conquista
cristiana.
La Historia es una ciencia, en
cuanto trata de desentrañar el pasado con el método científico, investigando los hechos, sus causas y
consecuencias de forma objetiva... Para ello se vale de documentos y registros
de todo tipo, de crónicas y testimonios; pero una vez averiguados y
consensuados, los hechos históricos son susceptibles de interpretación, y la
interpretación siempre será política. En cualquier caso, se trata de
aproximaciones a los hechos de la Historia –quiero decir que no existen
verdades absolutas-, pues de la misma forma que existen verdades judiciales
existen las históricas... Además, para hacer inteligible una historia hay que conocer el "proyecto" individual o colectivo de una sociedad; pues, como escribía Julían Marías en "España inteligible. Razón histórica de las Españas" (1985), "sin tenerlo presente no se puede contar una vida", ni una historia. Con todo, en Historia, como en tantas otras cosas de la vida, deberíamos adoptar el viejo aforismo de la lógica escolástica: nego suppositum, niego el supuesto... ¡Si no queremos perdernos en divagaciones, no hay que dar nada por supuesto!
Plumilla representado a Jerónimo Zurita (1512-80), cronista aragonés por excelencia. |
Respecto del tiempo de la
conquista cristiana del Rincón de Ademuz, el cronista aragonés Jerónimo
Zurita (1512-85) nos la presenta a su estilo, como se entendía la historia
en su tiempo. Nos dice que en los últimos días de marzo, el rey Pedro II de
Aragón reunió sus tropas en Monzón (Huesca), e hizo una correría por esta zona
del reino moro valenciano. En aquella incursión resultaron conquistadas varias
villas y lugares, entre las que hallamos Ademuz, Castielfabib, El Cuervo y
Sertella con sus castillos. A continuación hace un comentario de especial
interés, diciendo “Estas fortalezas no se agregan al reino de Aragón, sino
que forman el reino de Valencia, que puestas en la frontera eran como las
primicias de una gran expedición”.[3]
Lo cierto es que tras la conquista de la zona, sus castillos malamente podían
agregarse al reino cristiano de Valencia, toda vez que éste todavía no se había
conquistado ni constituido; pues no lo sería hasta después de la conquista de la capital, en 1238... Lo propio es pensar que nuestras villas pasaron
a depender de Aragón; no iban a depender de Castilla, pues la conquista había
sido aragonesa... Pero el cronista escribe en la segunda mitad del siglo XVI,
cuando ya era un hecho que Ademuz y Castielfabib formaban parte del reino
cristiano de Valencia.
Vista septentrional de Ademuz (Valencia), desde el Pico Castro (897 m). |
En el siguiente párrafo el
relator dice: “y aquel día en presencia del rey, del obispo de Zaragoza se
ofreció y entregó (Ademuz) a don Pedro de Monteagudo maestre del Temple y a su
orden...”.[4]
Obviamente, debemos entender que se está refiriendo al día en que se conquistó
el castillo de Ademuz; ese mismo día el castillo fue entregado al maestre del
Temple... Visto lo anterior, cabe preguntarse, ¿qué fue de Castielfabib, acaso
no se conquistó en la misma ofensiva? Nada dice el cronista al respecto, pero
existe un documento, “datis in captione Castelli Fabib”, esto es, datado y
signado en Castielfabib -a 26 de agosto de 1210-, conforme el rey don Pedro II
concede a los hospitalarios de san Juan de Jerusalén la Iglesia de Castielfabib
con sus diezmos y primicias, “para que edifiquen iglesias y oratorios y un
molino con todos sus derechos Parroquiales y después les da también todas las
Mezquitas con todas las heredades y décimas que en tiempos de los moros les
pertenecían”:
- Nos, Pedro, por la gracia de Dios Rey de Aragón y Conde de Barcelona, en su honor y el de Santa María damos y por esta presente escritura valedera para siempre concedemos a San Juan y a la Casa del Hospital de Jerusalén y a sus pobres para siempre, y a vos, Martín de Andos, castellano de Amposta que a Nos en la adquisición del nombrado castillo Fabib con un laudable cuerpo de tropas de los Hermanos desde el principio hasta el final virilmente estuvisteis presente, damos la iglesia de este castillo de Fabio con todos los diezmos y primicias de este castillo y de sus términos, y para construir la iglesia os damos y asignamos para siempre aquel lugar que vulgarmente se llama “Las Eras”, donde antes había una mezquita de los sarracenos; al cual lugar damos estos límites: desde Oriente y Mediodía hasta el mismo río designado “Dronio” y desde occidente hasta la llanura donde hay viñas plantadas y desde el Norte hasta la roca que está junto al castillo. Os damos también plena licencia y facultad para hacer, plantar y edificar una casa de molinos en este mismo salto de agua y que a nadie le sea lícito que esta agua sea desviada a otra parte o poner algún impedimento por el que se nos quitara fuerza o pudiéremos quitarla para que hagáis en este lugar una casa. Donamos y concedemos y asignamos a Dios y al Hospital y a los Hermanos para siempre todas las mezquitas y heredades y todos los derechos que en tiempo de los sarracenos pertenecían a estas mezquitas o debían pertenecer.[5]
Se trata de un documento en
papel del siglo XVIII y copiado del original en Valencia, que aparece inserto
en cierta documentación eclesiástica de 16 de abril de 1327. El documento dado en la
conquista de Castielfabib hace pensar que pudo existir otro similar para
Ademuz, que es el que pudo consultar Zurita para sustentar su afirmación. Lo
cierto, sin embargo, es que la concesión de Castielfabib a la Orden del
Hospital fue el mismo día de la conquista -26 de agosto de 1210-, mientras que
la donación de Ademuz a los templarios tuvo lugar unos días después -el 19 de
septiembre de 1210-: aquí se nombra a los castillos de Ademuz, Castielfabib,
“castellum quod dicitur lo Corbo et castellum quod dicitur Serrella”.[6]
Sumariamente, la movilización de tropas para
la incursión por tierras del reino moro valenciano se inicia en marzo de 1210,
desde Monzón (Huesca), y la conquista de Ademuz y Castielfabib se produce el 26
de agosto de ese año: entre las huestes de don Pedro II se hallaban los
templarios y los hospitalarios, que colaboraron activamente en la conquista. En
premio de su colaboración, el rey concede Castielfabib a los del Hospital de
san Juan de Jerusalén, y Ademuz al Temple.
La intervención de templarios y hospitalarios
en la conquista de Ademuz y Castielfabib no fue casual ni
altruista, sino interesada... Para entenderla hay que remontarse al testamento
de Alfonso el Batallador (1131-32), en el que disponía el reparto de sus reinos
entre diferentes monasterios e iglesias, nombrando herederos del resto a las
órdenes monástico militares del Temple, Hospital y Santo Sepulcro. Ello para
evitar que a su fallecimiento Alfonso VII de Castilla se anexionara sus reinos,
pues el rey castellano era hijo de doña Urraca, esposa del Batallador, de la que
el rey aragonés se había separado sin descendencia directa.
Cuando las órdenes
monástico-militares exigieron el cumplimiento del testamento real hubo graves
problemas con la nobleza y el propio rey, lo que llevó al princeps de
Aragón -Ramón Berenguer IV (1131-62)- a establecer dos pactos con el
Temple y el Hospital; mediante el segundo pacto -Daroca, 1142- se llegó a un
acuerdo, en el que se especificaban los castillos y prebendas objeto de cambio,
por el que las órdenes militares renunciaban a los derechos testamentarios del
Batallador... Entre aquellos se encontraban El Cuervo, Castielfabib, Ademuz,
Serrella, Alpuente..., cuyos territorios se hallaban todavía en manos
musulmanas; para disfrutar de aquellos beneficios las órdenes militares
nombradas debían contribuir ineludiblemente en su conquista;[7] de ahí su participación...
Al punto surge varias
preguntas, ¿qué fue de Ademuz y Castielfabib tras la conquista aragonesa de
1210? ¿Fueron reconquistadas por los moros valencianos o permanecieron en manos
cristianas? Lo cierto es que no lo sabemos con certeza, pues existe un vacío
documental de varios años... No obstante, Pascual Madoz (1806-70), en su
célebre Diccionario (1845), dice de Ademuz: “[...] en el año de 1212 la conquistó D. Pedro II de
Aragón, y la pobló de cristianos, pero disfrutaron poco de su posesión, porque
el rey moro de Valencia, la tomó luego pasándolos á cuchillo; la reedificó, y á
su fortaleza añadió un castillo, cuyos restos conserva en su parte más
elevada”.[8]
Representación de la batalla de las Navas de Tolosa (1212), por van Hallen. |
Cabe decir que Madoz es un político y
estadista, no un historiador, y que los datos más valiosos de su repertorio son
los más próximos a su tiempo. Según vemos, data la conquista en 1212 –en otros
textos se dice que fue de regreso de la batalla de las Navas de Tolosa, en la
que participó el rey aragonés, junto con el rey castellano y el navarro-. Pero
no, la conquista fue en 1210. Respecto a la posible reconquista musulmana, su
afirmación queda en el aire, pues no se han hallados registros que lo prueben
de forma fehaciente. A continuación hace otra afirmación: “El rey D. Jayme I de
Aragón la conquistó por segunda vez en 1259, después de una gran resistencia y
mucha pérdida de gentes, y la mandó poblar de cristianos de su ejército á
quienes concedió muchos privilegios”.[9]
De ninguna manera podemos admitir hoy que esto fuera así, pues la zona ya se
hallaba conquistada hacía muchos años; además, tampoco existen pruebas
documentales de asedios y luchas entre moros y cristianos en esa época por esta
parte.
Plumilla representando a Pascual Madoz (1806-70), estadista. |
Respecto de Castielfabib dice que la
conquistó el rey don Pedro, y que la mandó “poblar de cristianos á
quienes concedió varios privilegios; fortificó los nuevos muros y castillo cuya
prevención no fue inútil, pues á poco tiempo fue atacada por el rey moro de
Valencia, quien tuvo que retroceder escarmentado sin conseguir nada”.[10]
Como ya dije en otro lugar:
- Lo sucedido con Castielfabib parece más acorde con la realidad histórica, aunque ya digo que Pascual Madoz no es un historiador, sino un estadista que recogió en su obra lo que le dijeron sus colaboradores en las propias villas y lugares de donde recabó información. En cualquier caso, recopiló lo que se creía en su tiempo..., lo que no siempre coincide con la verdad historiográfica. Personalmente, me inclino a pensar con Guinot Rodríguez (1995) que entre 1179 y 1240 el territorio conquistado por Pedro II en aquella fecha de 1210 quedó como una frontera abierta, singularmente la linde meridional de Aragón con Valencia, “amb freqüents acción de grups armats i daltabaixos en l`ocupació efectiva de l`espai” –aunque bajo influencia política aragonesa-.[11]
Abundando en
lo anterior, cabe decir que la conquista castellana de esta parte del poniente
del reino moro de Valencia se produjo a la par que la aragonesa, lo que hace
pensar que la frontera nor-occidental del pre-Rincón de Ademuz debió permanecer
más estable que la sur-oriental, dado que el rey castellano -Alfonso VIII el
Noble (1158-1214)- ya concedió fuero para la repoblación de las tierras de Moya
el mismo año de la conquista de Ademuz y Castielfabib por Pedro II el
Católico -esto es, en 1210-.[12]
Como
es sabido, el Católico muere en Muret, localidad al sur de Toulouse
(Francia) -en 1213-, durante la cruzada albigense. Dicho de otro modo, la
conquista del reino moro de Valencia se interrumpió, continuándose como cruzada años después y
por la costa, esto ya en el reinado de su hijo y sucesor, Jaime I el
Conquistador (1208-76). La conquista de Valencia tuvo lugar en 1238 -en realidad no hubo batalla, sino rendición y pacto-:
posteriormente se dio la promulgación del Costum de la ciudad de
Valencia (1239-40), un hecho decisivo en la creación del reino cristiano
valenciano. Pues todos los historiadores y especialistas forales admiten que
dichos privilegios constituyen el germen de los futuros Fueros latinos (1240). Estos
fueron posteriormente traducidos al catalán y ampliados, de donde surgen los
Fueros romanceados de 1261, que son los que el Conquistador juró en la primavera de ese
año.
Miniatura representando a Jaime I el Conquistador (1208-1276). |
De
cara a la ubicación del territorio de nuestras villas –Ademuz y Castielfabib-,
cabe decir que en los Fueron latinos (1240) no aparecen los nombres de estos
castillos, pero sí figuran en los Fueros romanceados (1261), siendo pues esta la
fecha señera cuando el territorio del futuro Rincón de Ademuz pasa a formar
parte del nuevo reino cristiano de Valencia.
El
texto latino del fuero I.1 (1240), dice:
- Vocamus et volumus ut regnum Valentie appelletur et sit a rivo de Uldecona usque ad terminum de Biar, et a mari usque ad Alventosam et Almazaneram et ad Sanctam Crucem et a finem terminorum de Requena, qui dividunt terminum versus Castellam [Edición de G. Colon i A. García,1970, tomo I, p. 108].
Mientras que los fueros romanceados (1261),
dice:
- Aquestes són los térmens del regne de València: [...]; e axí com va a la serra de Javalambre, e de la serra de Javalambre axí com ix a Castell Phabib e a Ademuç, e aquests dos castels són del regne de València; e de Ademuç, axí com va al terme que parteix Ares e Sancta Creu, e d`allí així com ix al terme de Toxa e de Xelva,... [Tomado de Guinot Rodríguez, 1995, pp. 31-32].
Ello nos lleva
a evocar las palabras de Zurita, conforme las fortalezas de Ademuz y
Catielfabib, tras la conquista de Pedro II, “no se agregan al reino de Aragón,
sino que forman el reino de Valencia, que puestas en la frontera eran como las
primicias de una gran expedición” –llevada a cabo muchos años después, ya en
tiempos del Conquistador-. Asimismo, nos hace pensar en las palabras de Madoz,
cuando dice que “El rey D. Jayme I de Aragón conquistó (la villa de Ademuz) por
segunda vez en 1259”, pues aunque no se tenga noticia de esta hazaña, dos años
después de esta fecha, el territorio del futuro Rincón de Ademuz se incluyó en
el recién fundado reino valenciano. Abundando en ello, resulta poco probable
que tuviera lugar la reconquista de Ademuz en 1259, pues aunque en los Fueros
latinos (1240) las villas de Ademuz y Castielfabib no se incluyen en el nuevo
reino de Valencia, tampoco podemos pensar que en aquella fecha hubiera un foco de
resistencia musulmana entre Aragón y Castilla, como hace suponer la cita.
El suceso
histórico más importante vinculado con esta fecha de 1259 fue la unión de las
Iglesias de Albarracín y Segorbe –esto fue el 18 de marzo de aquel año, mediante
la bula Petito Vestra del Papa Alejandro IV (1254-61)-.[13]
El hecho es muy significativo, pues debemos saber que tras la conquista
cristiana de la zona, Pedro II de Aragón concedió las iglesias del Rincón de
Ademuz al arzobispo de Toledo –don Rodrigo Ximénez de Rada-, para que éste las
cediera al obispo de Albarracín; pues la diócesis de Albarracín se había erigido como sufragánea de Toledo, ya en tiempos de don Cerebruno.[14]
Y en esta obediencia permanecieron hasta la desmembración de ambas iglesias por
la bula De Regimine de Gregorio XIII (1572-85) –el 21 de
julio de 1577-:[15] fecha que
coincide con la de toma de posesión del convento de san Guillermo por los
franciscanos observantes de Valencia; pero esto es adelantar mucho el relato...
Representación de Jaime I el Conquistador (1208-1276), rey de Aragón, de Valencia, Mallorca, conde de Barcelona, señor de Montpellier y otros feudos en Occitania. |
Durante
la década siguiente a la jura de los Fueros catalanes –años sesenta del siglo
XIII-, tuvieron lugar una serie de cambios en la frontera meridional de Teruel
con Valencia. Dichos cambios fueron provocados a instancias del Concejo de
Teruel, que quería volver a las antiguas fronteras dadas por Alfonso II
el Casto (1177) tras la conquista de Teruel (1173). Pues en los Fueros catalanes (1261), además de incluirse las
villas de Ademuz y Castielfabib, se ratificaba la pertenencia a Valencia de
varias localidades de la zona sur-oriental de Teruel: Mosqueruela, Linares,
Puertomingalbo, Rubiols, Nogueruelas, Loba, Albentosa, Manzanera, Torrijas,
Abejuela y Arcos de las Salinas.[16]
Dichas localidades acabaron pasando a Teruel...
Por
lo que respecta a nuestra zona, el cambio en la frontera que más nos afectó fue
el paso de Arcos de las Salinas a Teruel, hecho que tuvo lugar a finales de
aquella década –el 17 de junio de 1269-: Fecha en que Jaime I concedió la villa
de Archos al Concejo de Teruel, para que formase parte de su Comunidad
de Aldeas. Ello supuso la separación geográfica de las tierras de Ademuz y
Castielfabib de las de Valencia, quedando el territorio como un exclave entre Cuenca y Teruel,
como todavía permanece. Observando el mapa de la zona vemos que Arcos de las
Salinas confronta con Santa Cruz de Moya, lo que propicia la separación del
Rincón de Ademuz de Valencia; ello hace suponer que también hubiera alguna
remodelación por esta parte, pero no se han hallado registros que lo prueben.
Al año siguiente –1270- se produjo otra
modificación en el territorio del pre-Rincón de Ademuz, esta vez por la parte
de Ciresio, zona noroeste de Castielfabib identificada con Arroyo
Cerezo.[17]
Tres años después –el 23 de junio de 1273- Jaime I otorgó un breve
privilegio a Castielfabib, confirmando que dicha villa pertenecía al reino de
Valencia, y ordenándole que se rigiera por su fuero y no por el de Aragón o
Teruel.[18]
Lo esperable sería encontrar un documento similar referido a Ademuz, pero tampoco se
ha hallado...
La incursión de Pedro II de
Aragón sobre esta zona del noroeste valenciano -en 1210- conllevó la conquista
de las dos villas señeras del Rincón de Ademuz: Ademuz y Castielfabib. Su
inclusión entre los límites del nuevo reino cristiano de Valencia data de 1261,
fecha de la jura de los Fueros romanceados por Jaime el Conquistador. Pocos
años después –en 1269-, al pasar la villa de Arcos de las Salinas a la
Comunidad de Aldeas de Teruel se produjo la ruptura geográfica entre las
tierras de Ademuz y Castielfabib con Valencia, quedando esta fracción del
territorio valenciano entre Aragón y Castilla.
De esta forma, el Rincón de
Ademuz quedó conformado por los términos de sus dos localidades principales,
Ademuz y Castielfabib, cuyo desarrollo histórico ha corrido parejo a lo largo
de los siglos. El territorio de ambas villas se fue poblando mediante aldeas y
lugares, algunos de los cuales evolucionaron con el tiempo hasta convertirse en
pueblos con término municipal propio; pero esto fue ya fue a partir del último
cuarto del siglo XVII. Conviene reseñar el hecho curioso de dos territorios que
se desarrollaron como señoríos, aunque sin jurisdicción territorial propia: Torrealta [Torre Somera],
en el término de Ademuz y Torrebaja [Torre Hondonera] en el de Castielfabib. Hipotéticamente,
ambos lugares pueden considerarse a priori como donaciones territoriales a
señores que participaron en la conquista cristiana, y que con el tiempo se
convirtieron en mayorazgos.
Los
cronistas e historiadores posteriores definieron correctamente la anómala
situación en que habían quedado las tierras de Ademuz y Castielfabib respecto
del resto de territorio valenciano. Veamos algunos ejemplos:
- Que aunque (Ademuz y Castielfabib) sean villas del patrimonio real, del Rey de Valencia, no se puede entrar a ellas sino pasando y pisando casi una legua de Aragón, por la Hoya de la Carrasca. Viciana, Rafael Martí de. Crónica de la Ínclita y Coronada Ciudad de Valencia (1564).
- No obstante ésto, da un salto nuestro reyno y vuelve a cobrar un girón de tierra dentro de Castilla y Aragón, por las espaldas de Santa Cruz, y de la Hoya (de la Carrasca): que es lo que llamamos Tierra de Ademuz, poblada de christianos viejos y toda del Obispado de Segorbe. Escolano, Gaspar de. Décadas de la historia de la Ciudad y Reino de Valencia (1610-11).
- De forma que no se puede, subiendo del Reyno de Valencia, hacia dicho Rincón de Ademuz, entrar en este trozo de reino sin caminar dos horas de camino por el Reyno de Aragón o de Castilla. López y Vargas Machuca, Tomás. Relaciones Geográficas, Topográficas e Históricas del Reino de Valencia (1775).
- Por Rincón o tierras de Ademuz se entiende el recinto contiguo al reyno de Valencia, cercado enteramente por los reynos de Castilla y de Aragón. No vemos en los mapas discontinuación alguna entre el Rincón y el reyno de Valencia –portaba el mapa de Tomás López-, y en todos ellos el término de Aras sigue sin interrupción hasta las tierras de Ademuz, sin duda porque sus autores los hicieron por informes inexactos, y sin conocer el terreno que figuraban, naciendo aquí y perpetuándose errores geográficos de mucho bulto. Cavanilles, Antonio Josef. Observaciones sobre la Historia Natural, Geografía, Agricultura, Población y Frutos del Reyno de Valencia (1797).
Sin embargo,
la cartografía no siempre
reflejó correctamente esta realidad geográfica del Rincón de Ademuz respecto de
Valencia. Por ejemplo, en el siguiente mapa de Bernardo de Espinalt y García,
Oficial del Correo General de esta Corte y Socio de número de la Real Sociedad
Económica Matritense de Amigos del País (1786), puede observarse como las
tierras del Rincón forman todavía un "totum continuum" con las del
resto del territorio valenciano.
Mapa del Reyno de Valencia, por don Bernardo de Espinalt y García, Oficial del Correo General de esta Corte y Socio de número de la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País (1786). |
Como hemos visto, uno de los
autores que primero se apercibió del error existente en la cartografía de la zona es el
botánico valenciano Antonio José de Cavanilles (1745-1808), el cual
achaca la incorrección de los mapas "sin duda porque sus autores los hicieron por informes inexactos,
y sin conocer el terreno que figuraban, naciendo aquí y perpetuándose errores
geográficos de mucho bulto". Pero él estuvo en el Rincón de Ademuz -a
finales del verano de 1792-, recorrió estos términos y corrigió los errores
observados. Prueba de ello es el mapa de la zona que ilustra su obra...
Mapa del Rincón de Ademuz por Antonio Josef de Cavanilles Palop (1745-1808), Observaciones, Madrid, 1797/Valencia, 1989, vol. II, p. 70. |
Con todo, en
el "Mapa Geográfico del Reyno de Valencia" de Tomás López y Vargas Machuca
(1818), todavía sigue figurándose la comarca sin solución de continuidad con
Valencia.
Es decir, desde mediados del siglo XVIII en
adelante las tierras de Ademuz y Castielfabib comienzan a denominarse “Rincón
de Ademuz”, con la particularidad de observarse una contradicción entre las
descripciones de los historiadores y cronistas del siglo XVI-XVII y la
cartografía del XVIII-XIX.
[1]
<Castielfabib, nobilísimo y real pueblo,
municipio el primero y muy fortificado del reino de Valencia, dentro de cuyas
murallas y caseríos se cuentan más de doscientos treinta domicilios>.
[2] SÁNCHEZ
GARZÓN, Alfredo. Don Eduardo Aguilar Villalba, alcalde de Castielfabib (Valencia), en el sitio web Desde el Rincón de Ademuz, del miércoles 25 de abril de 2012.
[3] ZURITA,
Jerónimo. Gestas de los Reyes de Aragón. Índice de las Gestas de
los Reyes de Aragón desde comienzos del reinado al año 1410, Edición preparada
por Ángel Canellas López, Cronista Oficial de la Exma. Diputación Provincial de
Zaragoza, Zaragoza, 1984, vol. I, [Era 1248, Año 1210], p. 143.
[4] Ibídem.
[5] Archivo
Histórico Nacional, OO.MM., Montesa, Pergaminos eclesiásticos, de 16 de abril
de 1327. GUAL CAMARENA, M., Precedentes de la
Reconquista valenciana, en: Estudios
Medievales, Instituto valenciano de Estudios Históricos, Institución Alfonso
el Magnánimo, Diputación Provincial, 1952, I, fascículo 5º, pp. 208-237. JAVIERRE MUR, A., Privilegios Reales de la Orden
de Montesa en la Edad Media: catálogo de las series existentes en el
Archivo Histórico Nacional, Junta técnica de Archivos, Bibliotecas y
Museos, Madrid, (s/f), p. 119. SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Acerca de la
conquista de Castielfabib: instrumento capital para la historiografía del
Rincón de Ademuz, en: Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz,
Valencia, 2007, vol. I, pp. 285-289.
[6] Archivo de
la Corona de Aragón, Pergaminos de Pedro II, nº 370. GUINOT RODRÍGUEZ (1995),
p. 61. Vid SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. “Buscando el castillo de Serreilla”, obra de Niceto Hinarejos Ruiz, en el sitio web Desde el Rincón de Ademuz, del viernes 18 de enero de 2013.
[8] MADOZ, P., Diccionario
Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar,
Madrid, 1845, tomo I, pp. 82-83. SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Ademuz en la
primera mitad del Ochocientos (1845), en: Del paisaje, alma del
Rincón de Ademuz, Valencia, 2009, vol. III, p. 292.
[9] Ibídem.
[10] MADOZ (1847), tomo VI,
pp. 166-167. SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo.
Castielfabib en la primera mitad del Ochocientos, en: Del paisaje,...,
Valencia, 2008, vol. II, pp. 161-162.
[11] SÁNCHEZ
GARZÓN, Alfredo. Casas Bajas, en el Rincón de Ademuz (I), en el sitio web Desde el Rincón de Ademuz, del miércoles 5 de junio de 2013.
[12] UREÑA Y SMENJAUD, Rafael."Fuero de Cuenca", Archivos y Bibliotecas, Madrid, 1935, p. XII. Citado por SÁEZ FERNÁNDEZ, Teodoro. Moya, su historia, sus tierras, sus hombres, sus tradiciones, Edita "Asociación Amigos de Moya", Valencia, 2001, p. 44.
[12] UREÑA Y SMENJAUD, Rafael."Fuero de Cuenca", Archivos y Bibliotecas, Madrid, 1935, p. XII. Citado por SÁEZ FERNÁNDEZ, Teodoro. Moya, su historia, sus tierras, sus hombres, sus tradiciones, Edita "Asociación Amigos de Moya", Valencia, 2001, p. 44.
[13] TOMÁS LAGUIA,
César. La desmembración de las iglesias de Albarracín y Segorbe,
Teruel, 1965, p. 10.
[14] Ibídem, p.
11.
[15] Ibídem, p.
16.
[16] GUINOT
RODRÍGUEZ, Enric. Els límits del Regne. El procés de formació territorial
del País Valencià medieval (1238-1500), Edicions Alfons el Magnánim,
Institució Valenciana D`Estudis i Investigació, Generalidad Valenciana,
Diputación Provincial de Valencia, Valencia, 1995, p. 43.
[17] Archivo de
la Corona de Aragón, Chancillería, Registro 16, fol. 212. GUINOT RODRÍGUEZ
(1995), p. 63. SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. La iglesia de san Joaquín y santa Bárbara en Arroyo Cerezo, aldea de Castielfabib (Valencia), en el sitio web Desde el Rincón de Ademuz, del domingo 12 de mayo de 2013.
[18] Archivo de
la Corona de Aragón, Chancillería, Registro 19, fol. 24r. GUINOT RODRÍGUEZ
(1995), p. 93.
¿Qué texto catalán de los Fueros de Valencia, buen hombre? En lengua romance valenciana como atestiguan los mismos fueros
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