viernes, 11 de octubre de 2013

ICONOGRAFÍA Y EPIGRAFÍA FUNERARIA EN EL CEMENTERIO DE NEGRÓN (VALLANCA), I.

A propósito de los textos, imágenes y símbolos en las tumbas
de su camposanto, "in memoriam" de los allí inhumados.



El presente artículo está dedicado a la señora
Felicitas-Sagrario Adalid Novella (1954-2008),
vecina de Negrón y amiga entrañable que fue,
en reconocimiento de su solicitud y entrega.



“Cuando la muerte se precipita sobre el hombre,
la parte mortal se extingue;
pero el principio inmortal se retira y se aleja sano y salvo”
-Platón (427-347 a.C), filósofo griego-.

"La cultura se basa en el tratamiento que se da a los muertos.
La cultura se desvanece con la decadencia de las tumbas"
-Ernst Jünger (1895-1998),
escritor, filósofo e historiador alemán-.


Palabras previas.

En nuestro recorrido por los cementerios del Rincón de Ademuz y extra-comarcanos nos acercamos hoy al de Negrón, lugar de Vallanca (Valencia). Como en las demás entradas de este título, el objetivo del trabajo es dar a conocer el camposanto de esta aldea, a través del análisis de los textos, imágenes y símbolos de las “señalizaciones” o “memorias” allí existentes.

El cementerio, zona para el enterramiento de los difuntos de una población, resulta siempre representativo de cada lugar, reflejando la mentalidad de sus pobladores, hasta el punto que la visión del espacio mortuorio constituye una fuente inapreciable de información del sentir de los vivos y de sus circunstancias culturales y socioeconómicas.

La aldea de Negrón puede tener su origen en una masía o grupo de casas habitada por los cultivadores y ganaderos que colonizaron las tierras del entorno, asentados allí para evitar el desplazamiento desde el lugar de residencia hasta el punto de trabajo. Este mismo fenómeno poblacional puede verse en otros asentamientos del Rincón de Ademuz, como fueron las primitivas aldeas de Ademuz y Castielfabib, algunas de las cuales evolucionaron a pueblo con término propio.

Como es de pensar, el cementerio negronense ha reflejado ininterrumpidamente la realidad social y económica de la aldea, cuya principal característica es el despoblamiento. Sin embargo, el actual camposanto no es el primero que tuvo la localidad, ya que hubo otro previo, sito éste en la ladera oriental del cerrito donde asienta el caserío, el cual dejó de funcionar en los años veinte del pasado siglo XX (ca. 1922).


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Vista parcial del caserío de Negrón-Vallanca (Valencia),
desde la carretera de Vallanca (2013).

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Vista exterior del antiguo cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia),
sito en la ladera oriental del cerro donde asienta la aldea,
margen izquierda de la "Rambla de Negrón" (2013).

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Detalle de la entrada del antiguo cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia),
sito en la ladera oriental del cerro donde asienta la aldea,
margen izquierda de la "Rambla de Negrón" (2013).

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Detalle del muro interior del antiguo cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia),
sito en la ladera oriental del cerro donde asienta la aldea,
margen izquierda de la "Rambla de Negrón" (2013).

            
II.- Negrón en la bibliografía.      
En su periplo rinconademucense –de 1792-, el botánico Antonio Josef de Cavanilles entró al Rincón de Ademuz por Vallanca, procedente de Santa Cruz de Moya, vía rento de Asturias y el Pinar Llano...
  • Quando se pasa la raya que divide los reynos [de Castilla y Aragón], y separa los términos de Moya y de Vallanca, que es una de las villas del Rincón, empiezan pinares y barbechos y cuestas para baxar á la población.[1]
            
Antes de continuar con la descripción de la villa de Vallanca, el botánico prefiere “dar una breve idea del Rincón entero”, escribiendo de nuestra villa: “[...] Vallanca es la tercera, que cae al poniente, y tiene al Negrón por anexo".[2] Las villas originarias fueron Ademuz y Castielfabib, la siguiente en adquirir el villazgo fue Vallanca –en 1695- y la cuarta Puebla de San Miguel –en 1765-. Concluida la descripción de la comarca, el naturalista regresa a las cuestas de Vallanca, para dirigirse por el Pinar Llano a la metrópoli. Describe el estado de los caminos, “con muchas arroyadas”, y el paisaje pinado, diciendo que la villa se halla “en una cuesta rápida”, anotando que sus calles y edificios carecen de gusto y comodidades, más allá de las precisas para albergar a sus moradores, vecinos, animales y frutos: “En estos frutos entran tambien los de Negrón, aldea de 30 vecinos, situada al sur de Vallanca”.[3]
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Vista parcial del caserío de Negrón-Vallanca (Valencia),
desde la carretera de Vallanca (2013).

            
No obstante las carencias de los vallaqueros de finales del XVIII –200 vecinos en 1797, esto es, unas 900 almas-, éstos parecen felices, en su “pobreza aparente, ó desaliño natural”, quizá por la falta de lujos y necesidades –haciendo verdadero el refrán de que no es más rico quien más tiene, sino quien menos necesita-. A tenor de lo que dice de la villa, de “sus calles y edificios sin gusto, ni más comodidades...”, podemos conjeturar cómo sería la aldea de Negrón entonces, a la que sitúa en posición meridional respecto de aquella, haciéndola partícipe de los frutos y poblada de 30 vecinos, esto es, unas 135 almas.
           
El geógrafo Carles Rodrigo Alfonso, en su estudio de la comarca (1998) escribe del lugar de Negrón:
  • […], se extiende por una ladera de la margen izquierda de la Rambla de Negrón o Barranco de Gil, a 1.080 metros de altitud y orientado a levante. Frente a la aldea se encuentra el valle que surca la rambla, prolongado cauce arriba por las hoyas de El Nogueral y Somonegrón, espacios todos ellos ocupados por terrenos llanos y fértiles. Colindante con las casas se localiza la fuente homónima de la aldea, la cual ha asegurado tradicionalmente el abastecimiento humano y el riego de unos reducidos huertos.[4]
            
El autor destaca la importancia de la fuente en el desarrollo de la población, no en vano anotaba Plinio el Viejo (Historia Natural, XXXI, 4) que "Son las aguas la que hacen la ciudad" -y el pueblo y la aldea, diríamos también-. Respecto del caserío, lo describe como “un núcleo básicamente de morfología compacta extendido por la ladera”, diciendo que “su punto central es el espacio abierto e irregular situado en el área más elevada, ante la iglesia parroquial de San Antonio de Padua”, una “construcción del siglo XVIII reedificada en los años cincuenta”, que cierra la plazuela por el noroeste.[5] Parece razonable pensar que la parte más antigua de Negrón corresponda la zona sur occidental del caserío, la más cercana a la fuente.
            
A propósito de su rehabilitación, ya dijimos acerca de la iglesia de Negrón, aunque conviene recalcar lo referente a sus orígenes y evolución histórica.[6] Importa conocer estos datos, porque la iglesia y el cementerio se hallan íntimamente unidos en su devenir. Resumidamente diremos que durante el pontificado segobricense del obispo Canubio y Alberto (1847-64) tuvo lugar la firma del Concordato de la Santa Sede con el Estado español (1851), acuerdo que regulaba los bienes expropiados a la Iglesia Católica durante la Desamortización de Mendizábal y Espartero (1834-54). El articulado concordatario prescribía la realización de un nuevo arreglo y demarcación parroquial, de forma que un Decreto posterior mandaba que las vicarías y parroquias menores de cincuenta vecinos fueran clasificadas como “Parroquias rurales” –de 1ª clase si tenían más de veinticinco vecinos y de 2ª clase las menores-; y “Parroquias urbanas” las superiores a cincuenta vecinos. De este mismo tiempo –noviembre de 1851- data la aparición de los “párrocos” o “curas propios”, que fue la forma de denominar a los clérigos que hasta entonces se denominaban “vicarios perpetuos”. Por entonces se crearon también los cinco arciprestazgos en que se dividió la Diócesis de Segorbe: Ademuz, Alpuente, Chelva, Jérica y Montán. Dentro del arciprestazgo de Ademuz, y aprovechando la vacante de Ademuz, se crearon las vicarías de Casasaltas y Casasbajas, que hasta ese momento habían sido dependientes de Ademuz (1857). A finales del pontificado del obispo Canubio (1863) se produjo un ordenamiento de las parroquias urbanas –mayores de cincuenta vecinos- en cuatro clases: De entrada, De primer ascenso, De segundo ascenso y De término –aunque sin precisar las características de cada una-. De esta forma, las parroquias del arciprestazgo de Ademuz quedaron de la siguiente forma: De término (Ademuz y Vallanca); De primer ascenso (Castielfabib y Torrebaja); De entrada (Casasaltas y Casasbajas, Mas del Olmo, Negrón, Puebla de San Miguel y Sesga). Arroyo Cerezo quedó como parroquia Rural, pues tenía menos de cincuenta vecinos.

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Vista frontal de la iglesia de San Antonio de Padua en Negrón-Vallanca (Valencia),
antes de su restauración (1997).

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Vista posterior de la iglesia de San Antonio de Padua en Negrón-Vallanca (Valencia),
antes de su restauración (1997).
      
A la muerte del obispo Canubio fue nombrado para sucederle el alpontino Hernández Herrero (1868), que falleció tras corto pontificado, quedando la diócesis en situación de Sede Vacante. Seguidamente fue preconizado don José Luis Montagut y Rubio (1868-75), pero durante la vacante se produjo el Decreto de erección de varios “curatos de entrada” en diversas aldeas, entre las que se halla la de Negrón, que se emancipó de Vallanca con ocasión de hallarse disponible su rectoría. Dice el Decreto:

  • Nos el Licenciado don Andres Vicente y Benedit presbítero dean de la Santa Iglesia catedral de Segorbe, y por el Excelentísimo é Ilustrísimo Sr. Dr. D. Luis Montagut, obispo de la misma gobernador y vicario general etc.- "Ya en el año 1857 el Ilmo. Sr. D. Fr. Domingo Canubio, dignísimo obispo de esta diócesis, con ocasión de hallarse vacante el curato de Ademuz, dispuso la separación de las dos vicarías de Casas-altas y Casas-bajas, anejas de dicha parroquia de Ademuz, erigiéndolas en vicarías perpétuas é independiente. Apoyándonos en el ejemplo de tan esclarecido Prelado, de santa memoria y hallándose vacantes los curatos de Alpuente, Begis, Andilla y Vallanca, declaramos separadas y erigidas en curatos de entrada las de Corcolilla y el Collado, hasta aquí anejos de Alpuente; Torás, Canales y Sacañet de Begis, Negrón de Vallanca; y en rurales de primera á Osset, y de segunda á Cervera, de Andilla; cuya separación y erección en parroquias propias está además acordada y decretada canónicamente por nuestro predecesor, por su auto de 4 de Junio de este año, en el expediente de Arreglo parroquial. [...] Así lo decretó y firmó el M. I. Sr., gobernador y vicario general de esta diócesis en Segorbe á 17 de Diciembre de 1868, de que certifico".[7]

            
Desde esta fecha la iglesia de Negrón pasó a ser un “curato de entrada” independiente de Vallanca, con cura propio o párroco. Por esta época la aldea se hallaba compuesta por 48 casas -lo que supone unos 200 moradores-; debiendo entender que fue el crecimiento poblacional lo que llevó a la decisión de designar párroco en el lugar.

Evolución de la población de Negrón (Vallanca), del siglo XVIII al XXI.
1797
1860
1885
1930
1986
1991
1996
2012
30 casas/
135 hab.
48 casas/
200 hab.
58 casas/
261 hab.
218 hab.
21 hab.
12 hab.
9 hab.
10 hab.
Cavanilles (1797), Nomenclátor (1860), Relaciones ad limina (1885), Instituto Nacional de Estadística (1986, 1991, 1996). Tomado de RODRIGO ALFONSO (1998), p. 57 y 93. Nota: la relación casas/habitantes se ha establecido aleatoriamente, estimando que casa equivale a vecino, y cada vecino supone una media de 4,5 almas o habitantes.


Según el Padrón Continuo por Unidad Poblacional, el censo de Negrón -en 2012- era de 10 habitantes, distribuido entre 6 varones y 4 mujeres. La observación de la tabla censal permite afirmar que Negrón constituye un núcleo habitado con una población francamente regresiva, singularmente desde los años treinta del pasado siglo en adelante (1930-2012)-.


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Vista parcial del caserío de Negrón-Vallanca (Valencia),
desde la carretera de Vallanca (2013).

            
III.- En busca de la aldea de Negrón.         
Para ir a Negrón debemos seguir la carreterita CV-478, que parte de Ademuz en dirección a Vallanca. La distancia que separa ambas poblaciones es de apenas seis kilómetros, pero el trayecto es encosterado y plagado de curvas, razón por la que cabe ir con cuidado, sin dejarse distraer por la agreste belleza del paisaje. Arribados a Vallanca hay que circundar la villa por la base de la vertiente sobre la que asienta, atravesar el complejo polideportivo municipal, donde la fuente de la Teja, y seguir hacia el suroeste, esto es, siguiendo el curso ascendente del río Bohílgues. De esta forma llegaremos al prado de la Vega, que se halla a la mano derecha de la carretera. Pero si queremos llegar a Negrón deberemos continuar, pues la aldea y su cementerio, objeto de nuestra visita, están seis kilómetros más adelante.
       
Desde Vallanca, la calzada que venimos siguiendo se estrecha, discurriendo entre monte bajo y labradas de almendros, en cuyas márgenes crecen frondosas nogueras, aunque muchos de los antiguos labrantíos se hallan hoy abandonados. Se trata de una vía de montaña que conduce hacia la raya de Valencia con Castilla, cuya linde marcan los altos de Benito y Benarruel, correspondientes a las estribaciones sur-orientales de Santerón, en la cabecera del barranco de Negrón.
          
En un punto del camino la vía hace un brusco giro a la derecha, tras el cual ya se hace visible la aldea, cuyo caserío aparece distribuido por la parte alta de la ladera, en la margen izquierda del barranco negronense. En la parte superior de la ladera, antes de las primeras casas, veremos los restos desmochados de unos antiguos paredones, pertenecientes al cementerio predecesor del actual. Desconocemos se si trata del primitivo camposanto de la aldea, pues no resultaría descabellado pensar que el originario estuviera ad sanctos en el entorno de la iglesia, edificio del Setecientos que en sus comienzos no sería más que una pequeña ermita.

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Detalle de la "fuente de Negrón", sita a la entrada de la aldea negronense,
antes de su restauración (1997).

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Detalle de la "fuente de Negrón", sita a la entrada de la aldea negronense,
tras la rehabilitación del lugar
(2013).
        
Arribados a la aldea veremos que hay una zona de recreo sombreada de chopos, con mesas y asientos en torno de la fuente de Negrón. La carreterita que hemos seguido desde Vallanca continúa hacia el suroeste, en dirección al rento de Benarruel, éste ya en tierras de Moya. El caserío de Negrón se halla a nuestra derecha, donde nace la calle principal que se adentra en el caserío, se trata de la denominada calle de san Antonio, de este nombre por el titular de la iglesia. Por lo demás, el callejero de Negrón es somero: existe la calle Abajo, la calle Arriba y la del Medio. Pero si queremos visitar directamente el cementerio conviene circundar el lugarcillo por el suroeste, siguiendo la calle Alta. Enseguida encontraremos una travesía cementada que se dirige al poniente, se trata del antiguo camino de las eras que lleva a la partida de La Loma y al cementerio, el cual se halla a espaldas del caserío.

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Vista parcial del caserío de Negrón-Vallanca (Valencia),
desde el camino del cementerio (2013).

            
IV.- Situación y estado del cementerio de Negrón.
Decía que el cementerio de Negrón se halla de espaldas al caserío, in loci solitari... Ello le sitúa encarado al poniente, rodeado de labradas de almendros y a la vista de los montes de Santerón, cuya cima corona el Talayón (1.602 m).
        
Hace años estuve visitando el lugar, por eso me llevé una grata sorpresa al ver el estado actual del camposanto, ya que esperaba encontrarme con el recinto abandonado que yo conocía. El que recordaba estaba circundado por un muro de piedra, algunos de cuyos tramos se habían reconstruido con bloques de cemento, por derrumbe de la vieja tapia. Tras la reciente rehabilitación, el cementerio aparece con sus paredes remozadas, con los tramos de piedra cubiertos por una albardilla de losas, mientras que los de bloques lo han sido por ladrillos. La puerta principal y única se abre en la fachada meridional, descentrada hacia la derecha, esto es, hacia arriba que es el levante, pues el recinto se sitúa en una ladera en declive de este a oeste. La cancela se basa en una puerta metálica de dos hojas cerrada mediante una cadena con candado, y un somero tejadillo que vierte a dos aguas, coronado éste por una cruz latina de metal.

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Detalle del camino que conduce al cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia), 2013.
            
El recinto es muy sencillo y pulcro, con una somera acera rodeando su perímetro interior y otra de norte a sur dividiendo el espacio cementerial en dos cuarteles, uno superior y otro inferior, con una gran cruz metálica en el centro. Ambas partes se hallan sembradas de “señalizaciones” o “memorias”, estando el espacio reservado a las inhumaciones cubierto de gravilla; probablemente para evitar crezca la hierba. Adosados a la tapia de levante hay hileras de nichos en varios tramos, siendo los del ángulo nor-oriental los más antiguos. En la parte más septentrional del cuartel superior crece un frondoso pino, cuyo ramaje sombrea generosamente esa parte del recinto.
        
Circundando el cementerio por detrás podremos observar que en la fachada nororiental hay un pequeño espacio con los muros derruidos, inculto y lleno de matojos, que tuvo el acceso por la parte inferior: corresponde al "Cementerio Civil", donde se enterraban los que morían sin bautizar, los suicidas y excomulgados. La existencia de este espacio puede indicar que el camposanto tiene un origen eclesiástico o parroquial, ya que de ser municipal no cabría tal distinción.

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Detalle del camino que conduce al cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia), 2013.

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Detalle de la fachada meridional del cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia),
donde se abre la puerta de entrada (2013).

V.- 
Clasificación de símbolos e imágenes en lápidas y cruces.
Para la sistematización propuesta, las imágenes y símbolos de las lápidas y cruces los clasificamos según su significado en:

  • -Religioso: referido a símbolos que aluden a la religión (cristiana): cruces, rostros de Cristo, vírgenes, ángeles de la muerte, santos, etc.
  • -Espiritual: referido a símbolos no estrictamente religiosos: rostros llorosos que reflejas emociones (llanto, dolor), manos que sueltan palomas, árboles de la vida, motivos vegetales, etc.
  • -Profano: ausencia de símbolos religiosos o espirituales: objetos, textos de contenido poético, político e ideológico, etc.
  • -Mixto: contienen representaciones compuestas, religiosas y profanas (cruces con espigas u otros motivos ornamental.

Mayoritariamente, en el cementerio de Negrón predominan las tumbas con símbolos religiosos, siendo el más abundante la “cruz latina”, con el palo vertical (stipes), mayor que el horizontal (patibulum), bien sea labrada en la propia lápida, incorporada de metal o en la misma forma de la losa, como sucede en los enterramientos clasificados como tumba-cruz. Cabe destacar la existencia de múltiples “señalizaciones” basadas en simples cruces de madera, varias de ellas con las iniciales del difunto como única identificación, faltando también la fecha de inhumación. Dichas “memorias” corresponden a las tumbas primitivas, que fueron las más comunes en otro tiempo.



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Vista del interior del cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia),
con detalle del ángulo nor-occidental al fondo (2013).

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Vista del interior del cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia),
con detalle del ángulo sur-oriental y la puerta de entrada al fondo (2013).

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Vista del interior del cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia),
con detalle del ángulo nor-oriental e hileras de nichos al fondo (2013).

Enterramientos –tumbas cruz, tumbas lápida y señalizaciones de pared- con símbolos religiosos, espirituales, profanos y mixto.
Las inhumaciones en tierra (enterramientos) del cementerio de Negrón responden mayoritariamente al tipo de tumba-cruz, sin ninguna tumba-lápida: me refiero a señalizaciones mortuorias formadas por una cruz (vertical) en la cabecera o asociada a una lápida (horizontal). La mayoría de las cruces son simples y “encuadradas”, en general de piedra o mármol blanco, aunque también hay varias de madera y alguna de metal, bastantes de ellas con las iniciales del difunto, pero sin fecha (s/f). Hay una sola “señalización” de pared, que corresponde a la más antigua del lugar, datada a comienzos de los años veinte (1922), seguramente de cuando comenzó a funcionar el cementerio.

Entre los símbolos religiosos, hallamos:
- Busto de Cristo coronado de espinas con la cruz a cuestas, imagen labrada o aneja (medallón): 1963.
- Cabeza de Cristo coronada de espinas, imagen labrada o aneja (medallón): 1977, 1980, 1989.
- Cruz encuadrada, en mármol o piedra: 1962, 1963, 1966, 1977, 1979, 1980, 1989, s/f.
- Cruz ensanchada, en mármol o piedra: 1968, 1989, 2000.
- Cruz flordelisada, en mármol o piedra: 1976.
- Cruz griega o latina, en madera o hierro: con y sin iniciales, s/f.

Entre los símbolos espirituales, hallamos:
- Cabeza de mujer cubierta y sin halo, imagen labrada o aneja (medallón): 1979.

Entre los símbolos mixtos, hallamos:
- Cruz latina labrada con elementos vegetales: 1922, 1992.


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Detalle de tumba-cruz con "cruz ensanchada" en el cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia), datada en 1968 (2013).

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Detalle de tumba-cruz con "cruz latina de madera" en el cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia), s/f (2013).

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Detalle de tumba-cruz con "cruz latina de madera" en el cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia), s/f (2013).

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Detalle de tumba-cruz con "cruz encuadrada" en el cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia), datada en 1966 (2013).

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Detalle de tumba-cruz con "cruz latina de madera" en el cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia), que pudo corresponder a la antigua "Cruz Cementerial" (2013).

Respecto al contenido textual:
La lápida más antigua es una “señalización” de pared de principios del siglo XX (1922), labrada en piedra, que primitivamente debió estar adosada al muro; actualmente se halla contra la pared. Según me comenta una vecina, corresponde al padre de un sacerdote que hubo en la aldea, y dice lo que sigue:
+
MIGUEL BONAMAD SALBADOR
FALLECIO 24 DE JULIO DE 1922
RECUERDO
DE SU ESPOSA E HIJO

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Detalle de "señalización" de pared en el cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia), datada en 1922 (2013).

Este tipo de lápida podía ser utilizado en el frontis, para cerrar un nicho o como “señalización” de pared, cual es el caso. En la parte superior posee una cruz latina con la parte alta del stipes apuntada, al igual que los extremos del patibulum, luciendo adornos vegetales labrados a ambos lados. El texto es sumamente simple, típico por lo demás de este tipo de enterramientos, pues contiene los elementos básicos que identifican al muerto: nombre, fecha de fallecimiento y una dedicatoria “Recuerdo/ de su esposa e hijo”. Propiamente, no hacen falta más datos para identificar al finado... De la dedicatoria se deduce que dejaba viuda y un hijo.

Otra “señalización”, basada en una cruz de madera, dice:

D[OLORES] F[ERRIZ] S[ANCHEZ]
R.I.P. 01.06.1935

En realidad, la cruz sólo posee las iniciales de la difunta grabadas en la propia madera, pues el nombre completo y la fecha de óbito han sido añadidos a posteriori con lápiz.
            Otra “señalización”, basada en una cruz metálica, dice:

V.M.F.
9.9.51
ALCALÁ/ DE LA/ SELVA
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Detalle de tumba-cruz con "cruz acorazonada" metálica en el cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia), datada en 1951 (2013).

El texto contiene las iniciales del difunto, la fecha del óbito y el nombre de una localidad turolense sita en la comarca de Gúdar-Javalambre, seguramente el lugar de nacimiento del finado. Otra lápida, basada en una cruz encuadrada en tono oscuro, que luce un medallón con el “Busto de Cristo con la cruz a cuestas y coronado de espinas”, dice:

ELEUTERIO/ FERRIZ/ SANCHEZ
*8.8.1900/ + 24.11.1963
D.E.P.
TUS HIJOS Y NIETOS NO TE OLVIDAN

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Detalle de tumba-cruz con "cruz encuadrada" en el cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia), datada en 1963 (2013).
            
Resulta evidente que esta “señalización” ha sido colocada a posteriori, pues el material de la lápida y la estética que luce no corresponden a la fecha del óbito (1963).
            
Otra lápida en mármol blanco, dice:

E.P.D.
BRAULIO SÁNCHEZ
FALLECIÓ EL 4 DE ENERO/ DE 1967
A LOS 36 AÑOS DE EDAD
RECUERDO DE SU PADRE/ HERMANOS

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Detalle de tumba-cruz con "cruz redondeada" en el cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia), datada en 1967 (2013).
            
Dicha lápida indica que se trata de un mozo joven, quiero decir soltero, pues la leyenda indica que fue dedicada en “Recuerdo de su padre/ (y) hermanos”, haciéndonos saber también que era huérfano de madre y que tenía otros hermanos.
            
La inhumación en tierra (propiamente enterramiento) más reciente es una tumba-cruz “ensanchada” en mármol oscuro, cuyo texto dice:

D.E.P.
EUSEBIO ADALID ADALID
+24.7.2000 A LOS 73 AÑOS
TUS HERMANOS Y SOBRINOS/
NO TE OLVIDAN

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Detalle de tumba-cruz con "cruz latina ensanchada" en el cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia), datada en 2000 (2013).
            
Al igual que en la anterior lápida, la dedicatoria de ésta “Tus hermanos y sobrinos/ no te olvidan” nos indica que se trataba de un mozo viejo, o de un viudo sin hijos, pues son los familiares más cercanos “hermanos y sobrinos” quienes evocan su recuerdo. Como paradigma de los enterramientos antiguos hay varias cruces anónimas en madera, y otras de hierro o mármol, con las siglas de los difuntos grabadas, pintadas o recortadas en chapa. Dichas “señalizaciones” o “memorias” fueron las más comunes en otro tiempo, siendo esta la razón de que la mayoría hayan desaparecido. Hemos de pensar que se trata de un cementerio construido en la segunda década del pasado siglo XX, cuando la aldea todavía censaba dos centenares de almas, lo que nos permite deducir que, dada la mortalidad de aquella época, debe estar muy saturado.
          
Curiosamente no hay “señalizaciones” referentes a niños, aunque la mortalidad infantil fue muy elevada durante toda la primera mitad del Novecientos. Ello redunda en lo dicho arriba, conforme el cementerio debe presentar un alto grado de ocupación, aunque sus “memorias” se han perdido.

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Detalle de tumba-cruz en el cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia),
luciendo medallón con "cabeza de mujer sin halo", datada en 1979 (2013).

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Detalle de tumba-cruz en el cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia),
luciendo medallón con "cabeza de Cristo coronado de espinas", datada en 1977 (2013).

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Detalle de tumba-cruz con "cruz griega flordelisada" en el cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia), datada en 1976 (2013).


Enterramientos –nichos- con símbolos religiosos, espirituales, profanos y mixtos:
Las inhumaciones en nicho más antiguas del cementerio de Negrón datan de mediados los años veinte, aunque estas no se generalizaron hasta hace unas décadas. Las lápidas de este tipo de enterramientos contienen una rica variedad de símbolos, con predominio de los religiosos, aunque también los hay espirituales, mixtos, con ausencia de profanos.
Entre los símbolos propiamente religiosos, hallamos:
- Cabeza de Cristo coronada de espinas, labrada o aneja (medallón): 1968.
- Cabeza de Cristo coronado de espinas, imagen aneja sobre paño (Verónica): 1998.
- Cabeza de varón cubierta y con halo, imagen labrada o aneja: 2003.
- Corazón de Jesús, imagen labrada o aneja: 2001 y 2007.
- Cruz con Cristo, imagen aneja: 1979, 1999 y 2004.
- Cruz latina simple sobre fondo radiado, imagen labrada: 2009.
- Cruz latina simple, labrada o aneja: 1990, 1991, 1993 y 2013.
- Virgen del Pilar, imagen labrada o grafiada: 2008.

Entre los símbolos espirituales, hallamos:
- Palomas volando, imagen aneja sobre sol radiante: 1999.


Entre los símbolos mixtos, hallamos:
- Cabeza humana con cruz y motivos vegetales, imagen labrada: 1936.
- Cruz griega con elementos vegetales, imagen labrada: 1948.
- Cruz latina con elementos vegetales, imagen labrada: 1939 y 1945.
- Cruz latina con palma, imagen grafiada: 1926.
- Cruz latina con rama de olivo, imagen labrada: s/f.
- Virgen adolescente con motivos florales, imagen aneja: 2002.


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Detalle de nichos nuevos en el cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia),
adosados a la tapia oriental 2013.

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Detalle de nichos antiguos en el cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia),
antes de la rehabilitación del lugar (2001).

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Detalle de nichos antiguos en el cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia), 2013.


Resulta interesante observar la ornamentación de la simbología mixta, donde se relaciona la "cruz cristiana”, griega o latina, expresión del perdón por excelencia con distintos elementos: “vegetales” o “florales”, como los labrados en la “señalización” más antigua (1922), o en las lápidas de los primeros nichos: 1926, 1936, 1939, 1945 y 1948. La existencia de una “palma” alude al júbilo –gozo y alegría- pues son ramas de palma lo que agitan los judíos que reciben a Jesús en su entrada en Jerusalén para la Pascua. Los demás elementos florales inespecíficos debemos interpretarlos como puramente decorativos. El "ramo de olivo" alude al episodio bíblico del arca de Noé, y como expresión de esperanza.

Entre las lápidas de contenido espiritual hemos clasificado una lápida (1999) con “palomas y sol radiante”, en la que el primer elemento puede relacionarse con la “paloma de la paz” -que simboliza la amistad entre Dios y los hombres tras el diluvio-, y el “son radiante” se relaciona con la esperanza de un nuevo amanecer tras la muerte. Llama la atención, sin embargo, la existencia de una lápida reciente (2002), donde se muestra la imagen paradójica de una "virgen adolescente" con motivos florales anejos, decorando la tumba de una mujer fallecida de 102 años.

Respecto a las imágenes estrictamente religiosas, podría establecerse que las imágenes de cruces, con o sin el Crucificado, responden a la motivación religiosa cristiana más frecuente, mientras que las figuras de santos o santas, esto es, bienaventurados en general, corresponde a la devoción personal del difunto o de su familia: Sagrados Corazón (2001, 2007), Virgen del Pilar (2008).

Por otra parte, no se observa una correspondencia estricta entre el color de la lápida y la edad o estado de los difuntos vista en otros camposantos, donde el blanco se reserva casi en exclusiva para los niños, jóvenes y solteros, y el oscuro (negro, gris u otros colores "serios") para los demás. Asimismo, hemos observado una relativa vinculación entre el tipo de imágenes y el sexo de los inhumados, algo muy frecuente en otros lugares, donde las vírgenes y figuras de santas se colocan en lápidas de mujeres, y las de Cristo o los santos en las de varones, reservándose las figuras aladas (ángeles de la Guarda, arcángeles y querubines) para los infantes. Con todo, la serie es demasiado corta para establecer conclusiones.

            La lápida de nicho más antigua corresponde a los años veinte del pasado siglo XX (1926), dice lo que sigue:

CATALINA/ MONLEÓN MONLEÓN
+25 ABRIL 1926
A LOS 41 AÑOS
R.I.P.
SU ESPOSO/ E HIJAS

            La losa luce una iconografía religiosa mixta, “cruz latina con rama de palma”. Se trata de una mujer joven, cuya “memoria” evocan “su esposo/ e hijas”, que debían ser sus familiares más cercanos.


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Detalle de "lápida de nicho" con simbología mixta -cruz y palma- en el cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia), datado en 1926 (2013).
            
Otra lápida, ésta de mediado los años treinta (1936), dice:

AURELIO SÁNCHEZ ADALID
+ 23 ENERO 1936
A LOS 19 AÑOS
R.I.P.
SUS PADRES Y HERMANOS

            
La losa está labrada en mármol blanco y luce en la parte alta un medallón con un rostro y una cruz latina, con adornos vegetales. Se trata de la “señalización” dedicada a un individuo varón joven –19 años-, cuya memoria evocan “sus padres y hermanos”.

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Detalle de "lápida de nicho" con simbología mixta -cruz y motivos vegetales- en el cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia), datado en 1936 (2013).
            
Otra lápida de finales de los años treinta (1939), dice:


+
LEONARDO/ ADALID SÁNCHEZ
FALLECIÓ EL 22 DE ABRIL DE 1939
A LOS 83 AÑOS
D.E.P.
SUS ESPOSA E HIJOS/[...]


            
Otra lápida similar a la anterior, ésta de los años cuarenta (1945), dice:
+
D.E.P.
CARMEN SÁNCHEZ/ ADALID
+ EL DÍA 10 D. DICIEMBRE 1945
A LOS 46 AÑOS DE EDAD/
SU ESPOSO E HIJOS

            
La lápida que cronológicamente sigue a la anterior es de finales los años sesenta (1968), dice lo que sigue:
GABINO/ MILLÁN RODRÍGUEZ
+ 7.2.1968 A LOS 83 AÑOS
R.I.P.
SU ESPOSA, HIJOS Y NIETOS

            
La piedra luce en su parte alta un símbolo religioso –“cabeza de Cristo coronada de espinas”- finamente labrado. Entre esta “señalización” (1968) y la precedente (1945) transcurrieron veintitrés años, casi un cuarto de siglo, lapso de tiempo en que los enterramientos de este cementerio se realizaron exclusivamente en tierra.

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Detalle de lápida de nicho en el cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia),
datada en 1939 (2013).

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Detalle de lápida de nicho en el cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia),
 datada en 1945 (2013).

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Detalle de lápida de nicho en el cementerio de Negrón-Vallanca (Valencia),
datada en 1948 (2013).

VI.- Exposición y análisis de los textos incluidos en lápidas y cruces.
Prácticamente todas las “señalizaciones” del cementerio de Negrón (Vallanca) contienen alguna inscripción con los datos del difunto: nombre, apellidos y otras referencias como la fecha de nacimiento y óbito, pues esa es primordialmente la razón de la lápida, evocar la memoria individual del muerto: las que no poseen este tipo de datos es por haberlo perdido por efecto del tiempo transcurrido o la intemperie, con la singularidad de algunas cruces de madera, algunas de ellas sólo incluyen las iniciales del finado (s/f).

Con alguna excepción, todas contienen las populares siglas R.I.P./D.E.P., que corresponden al epitafio latino Requiescat In Pace (Descanse En Paz): el epigrama procede del responso que la Iglesia Católica reza por los difuntos.[8] Como es sabido, el término cementerio viene del latín coemeterium y éste del griego koimetérion, que significa dormitorio o lugar de descanso porque en el cementerio –según la creencia cristiana- los cuerpos duermen hasta el Día de la resurrección; de ahí la vinculación de la muerte con el descanso y el cementerio o camposanto.[9]


“Recuerdo/ de su esposa e hijos” (1922);
“Su esposo/ e hijas” (1926);
“Sus padres y hermanos” (1936);
“Su esposa e hijos/ [...]” (1939);
“Su esposo e hijos” (1945);
“Sus hijos y nietos” (1948);
“Alcalá/ de la/ Selva” (1951);
“Tu esposa hijo nieta/ y familia” (1962);
“Tus hijos y nietos no te olvidan” (1963);
“Tus hijos nieta y familia” (1966);
“Recuerdo de su padre/ hermanos” (1967);
“Su esposa hijos y nietos” (1968);
“Tu familia” (1971, 1980);
“Tus hijos y nietos/ no te olvidan” (1975);
“Tu esposo/ hija/ y/ hermanos” (1976);
“Tu esposa y sobrinos” (1977);
“Rdo., de tu/ esposa/ e hijos” (1977);
“Rdo., de tu/ madre/ esposo/ e hijos” (1979);
“Los/ tuyos” (1983);
“Su sobrina/ y familia” (1989);
“Tu esposa hijos y nietos/ no te olvidan (1991);
“Los tuyos/ no te olvidan” (1993);
“Tu esposa e hijos” (1997);
“Tu familia/ no te olvida” (1998);
“Tu esposa, hijos y nieto/ no te olvidan” (1999);
“Familia Adalid Millán” (1999);
“Tu hermano y sobrinos/ no te olvidan” (2000);
“Tus hijos y nietos/ no te olvidan” (2002);
“Tus hijos, no te olvidan” (2003);
“Tus hijos y nietos/ no te olvidan” (2004);
“Los tuyos no te olvidan” (2005);
“Siempre te recordaremos” (2006, 2009);
“Tu familia no te olvida” (2007);
“Tu esposo y familia” (2008);
“Tu esposa, hijos/ y nietos/ no te olvidan” (2013);


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Detalle de "Cruz Central" o cementerial en el camposanto de Negrón-Vallanca (Valencia), 2013.


Como suele ser habitual en los cementerios comarcanos hasta ahora estudiados, las dedicatorias de las lápidas, “memorias” o “señalizaciones” son relativamente variadas, desde las más sencillas –D.E.P./ E.P.D, “Tu familia” (1971 y 1980), “Los/ tuyos” (1983)- hasta las más complejas -“Tu esposa, hijos/ y nietos/ no te olvidan” (2013)- aunque en su mayoría contienen referencias familiares: padres, hijos, hermanos, sobrinos, nietos… Propiamente, aluden al afecto, al recuerdo y a las promesas de amor durable, a la recordación sempiterna del muerto por parte de los que en vida le amaron. Los textos son en definitiva austeros, sin alusiones literarias, evangélicas ni ideológicas. 

Con todo, los enterramientos en nicho reflejan un cambio en la mentalidad, a la vez que una mejora en la situación social y económica de la comunidad; en especial si comparamos los últimos enterramientos con las primitivas cruces de madera, en las que únicamente vienen grabadas las iniciales del muerto, y no siempre. Asimismo, la muestra que ofrecemos, con los textos y años en color –rojo para las “señalizaciones” de pared, negro para las estelas de tierra y azul para las lápidas de los nichos- nos permiten visualizar de forma sencilla y rápida cuál ha sido la evolución y cronología de los enterramientos, además del tipo de inhumación.



[1] CAVANILLES, Antonio Josef (1897). Observaciones sobre la Historia Natural, Geografía, Agricultura, Población y Frutos del Reyno de Valencia, Madrid, vol. II, párrafo 100, p. 73.
[2] Ibídem, párrafo 101, p. 73.
[3] Ibídem, pp. 73-74.
[4] RODRIGO ALFONSO, Carles (1998). El Rincón de Ademuz. Análisis geográfico comarcal, Valencia, pp. 92-93.
[5] Ibídem.
[6] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo (2008). Negrón, aldea de Vallanca, en Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz, Valencia, vol. II, pp. 375-379.
[7] AGUILAR Y SERRAT, F de Asís (1890). Noticias de Segorbe y de su obispado por un sacerdote de la diócesis, Segorbe, tomo II, párrafo 714, pp. 877-878. SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo (2007). Iglesias y ermitas del Rincón de Ademuz, origen y desarrollo histórico, en Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz, Valencia, pp. 145-152.
[8] Réquiem aeternam dona ei (eis) Domine./Et lux perpetua luceat ei (eis)./ Requiescat (requiescant) in pace./ Amen.// "Dale(s), Señor, el descanso eterno./ Y brille para él (ellos) la luz perpetua./ Descanse(n) en paz./ Amén./
[9] «A los cementerios católico se les llama también camposantos, dado que en la ciudad de Pisa (Italia), cuando ateniéndose a medidas de higiene y salubridad pública la autoridad ordenó cerrar el cementerio, que había sido construido en el siglo XIII dentro de la ciudad, el terreno fue cubierto con una gran capa de tierra, que las galeras pisanas habían traído de los lugares santos de Jerusalén». Cf. Wikipedia, voz Cementerio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy riguroso estudio. Saludos