A
propósito de la pavorosa despoblación de la comarca.
“La comarca, de no cambiar
su situación económica
va a desaparecer como tal a
medio plazo...”
-José Honrubia López,
director técnico de PREVASA (1982)-.
"Solo falta que el pleno de la Mancomunidad de Municipios
del Rincón de Ademuz solicite formalmente al Consell de la Generalidad
que declare a los rinconademucenses especie protegida"
-Del contenido textual-.
Palabras previas, a modo de
justificación.
La situación actual del Rincón de Ademuz, comarca valenciana
ubicada al poniente de la provincia, entre Cuenca y Teruel, salvando las
distancias podría asimilarse a la de la agonía de los seres vivos: “Período de
transición entre la vida y la muerte, que se caracteriza por la subsistencia de
algunas funciones vitales (respiratoria, circulatoria y nerviosa) y por la
desaparición de las funciones intelectuales”. Tal vez le quede alguna función
intelectual, este escrito y otros similares podrían ser una modesta prueba de ello, aunque no necesariamente; pero por lo
demás, podría decirse sin ambages que la comarca agoniza. Si alguien se atreve
a cuestionar mi afirmación es que desconoce en absoluto la realidad social,
económica y poblacional de la zona.
Honrubia López afirmaba (ya en
1982), “que la comarca (del Rincón de Ademuz), de no cambiar su situación
económica va a desaparecer como tal a medio y largo plazo, salvo que se
considere que con una muy escasa comunidad poblacional sea suficiente para
continuar considerándola como tal”.[1]
Lo cual, más allá de los aspectos compasivos y nostálgicos, va a resultar muy difícil. Es por ello que creo que aquel “medio plazo” ha llegado o está a punto de llegar,
manifestando de forma brutal y descarnada el estado de “desierto demográfico” en que nos hallamos.
La entrada presente se basa en las
cifras de población de los municipios comarcanos a lo largo del pasado siglo XX, y en la década y media
de centuria que llevamos (s. XXI), demostrativas del proceso de despoblación acelerado en el
que ha entrando la comarca; pues en los últimos catorce años los municipios que la conforman han perdido 459
habitantes (32,78 hab/año), lo que supone el 15,71% del censo en dicho
periodo. Si continúa esta tendencia, ¿cuántos habitantes creen ustedes que morarán en la comarca dentro de diez, veinte años? De no mediar un milagro, lo cual es altamente improbable, la prospección demográfica es aterradora... Solo falta que el pleno de la Mancomunidad de Municipios del Rincón de Ademuz solicite formalmente al Consell de la Generalidad que declare a los rinconademucenses especie protegida.
Vista general de Ademuz (Valencia), desde el camino que sube al Pinar Llano (2015). |
Detalle de cajones con manzanas esperiegas en una finca de Ademuz (Valencia), junto a la ribera del Turia (2015). |
Evolución de la población censal e
intercensal del Rincón de Ademuz (1900-2014).
Tabla 1: Cifras de evolución de la
población censal municipal y comarcal (1900-1991).
MUNICIPIO
|
1900
|
1910
|
1920
|
1930
|
1940
|
1950
|
1960
|
1970
|
1981
|
1991
|
Ademuz |
3.415
|
3.751
|
4.092
|
3.961
|
3.866
|
3.373
|
2.827
|
2.195
|
1.545
|
1.300
|
Casas Altas |
720
|
702
|
721
|
775
|
775
|
680
|
512
|
264
|
220
|
164
|
Casas Bajas |
1.228
|
1.300
|
1.258
|
1.258
|
1.327
|
1.093
|
886
|
635
|
471
|
329
|
Castielfabib |
2.427
|
2.641
|
2.393
|
2.200
|
2.194
|
905
|
1.444
|
1.126
|
798
|
645
|
Puebla de San Miguel |
388
|
388
|
437
|
410
|
414
|
381
|
315
|
107
|
44
|
39
|
Torrebaja |
910
|
972
|
1.057
|
952
|
1.007
|
947
|
783
|
683
|
430
|
487
|
Vallanca |
1.083
|
1.189
|
1.236
|
1.026
|
1.047
|
933
|
786
|
463
|
358
|
248
|
Total comarcal
|
10.171
|
10.943
|
11.194
|
10.582
|
10.630
|
9.362
|
7.553
|
5.473
|
3.866
|
3.212
|
Tomado de RODRIGO ALFONSO,1998:
54.
La Tabla 1 ofrece las cifras brutas de población en las siete primeras décadas del siglo XX (1900-1970), además de la intercensal de los años 1981 y 1991. Aquí se pone en evidencia que el pico poblacional comarcal se alcanzó en los años veinte, en que el cómputo censal llegó a la impensable cifra de 11.194 habitantes (1920), lo que supuso una densidad de población jamás alcanzada hasta entonces, equivalente a 30,21 hab/km2. Todos los municipios culminaron entonces su techo poblacional, con la excepción de Casas Bajas y Castielfabib, que lo habían alcanzado la década anterior (1910) con 1.300 y 2.641 habitantes respectivamente, y Casas Altas, que lo alcanzaría en la década siguiente (1930), con 775. Ello coincide con el clímax del período de “Expansión agrícola” en la zona, momento en que todos los términos se hallaban roturados hasta el máximo posible, incluidas las laderas más fértiles de los montes, comprendido el Llano del Pinar (repartido entre Ademuz, Casas Altas, Casas Bajas y Vallanca). A partir de ese momento los censos comienzan a descender, primero de forma lenta para ir acelerándose progresivamente, hasta el punto de que en la década de los setenta la población comarcal se ha reducido a la mitad: 5.473 habitantes en 1970. Sólo en los años cuarenta, coincidentes con la posguerra inmediata, se produjo un pequeño repunte, para descender de forma rápida en las siguientes. Todo lo cual concuerda con la “Crisis agrícola territorial”, que en la zona alcanzó cotas de verdadero cataclismo económico, patente en la emigración masiva y el vaciamiento de los pueblos, lo que supuso el cierre de las casas y el abandono de los campos de cultivo. El escritor casasaltense Francisco Candel y sus amigos catalanes, en septiembre de 1964 estuvieron en el Rincón de Ademuz, recorriendo a pie una parte de la zona oriental de la comarca. Entraron por Mas del Olmo (Ademuz), procedentes de Teruel, vía Riodeva. Sus impresiones de aquel viaje las publicó en un libro Viaje al Rincón de Ademuz (Barcelona, 1977). De Puebla de San Miguel, dice:
- Éste es el pueblo más aislado de los que hemos encontrado hasta ahora. [...] tiene doscientos cincuenta habitantes. Se queda vacío a ojos vistas. A todo el mundo le ha cogido la fiebre de marchar hacia Barcelona o Valencia. Se lo venden todo y fuera. El cura -se refiere a don Pascual Vercher- no comprende esta fiebre. No la comprende y se entristece.[2]
El señor Fermín Luz Yuste (Sesga-Ademuz, 1927), lo expresa con similares palabras:
- La gente empezó a marcharse y marcharse de la aldea y no había manera de pararla... Hubo años en que para las fiestas de agosto apenas estábamos los de aquí, diez o doce personas. [...] Así que las casas empezaron a quedarse vacías y nadie hacía caso. Cada casa que se cerraba me producía padecimiento y tristeza, porque sabía que ya no volvería a abrirse..., y así ha sido. Por eso muchas casas se han hundido, por el abandono de sus dueños, que ya no quisieron saber nada de todo esto...[3]
Vista general de Sesga-Ademuz (Valencia), desde el cerro del cementerio (2015). |
Detalle de carro de varas en una era de Mas del Olmo-Ademuz (Valencia), 2015. |
Tabla 2: Diferencia de población
entre municipios y pérdida porcentual (1900-1991).
MUNICIPIO
|
1900
|
1991
|
Diferencia
|
%
|
Ademuz |
3.415
|
1.300
|
-2.115
|
61,93%
|
Casas Altas |
720
|
164
|
-566
|
78,61%
|
Casas Bajas |
1.228
|
329
|
-899
|
73,20%
|
Castielfabib |
2.427
|
645
|
-1.782
|
73,42%
|
Puebla de San Miguel |
388
|
39
|
-349
|
89,94%
|
Torrebaja |
910
|
487
|
-423
|
46,48%
|
Vallanca |
1.083
|
248
|
-835
|
77,10%
|
Total comarcal
|
10.171
|
3.212
|
6.959
|
68,42%
|
Tomado de RODRIGO ALFONSO,1998:
54. Elaboración propia (2015).
En la Tabla 2 se expone la población municipal y comarcal en 1900 y en 1991, calculando la pérdida global de habitantes a lo largo de la centuria, que equivale a 6.959 habitantes, ello supone el 68,42% de la población camarcana: alrededor de dos tercios de sus moradores desaparecieron de estos términos. El detalle de la pérdida porcentual por municipios manifiesta la aparente paradoja de que el núcleo más poblado (Ademuz, que ha menguado en 2.115 h.) es el que menos pérdida porcentual ha sufrido (61,93%), mientras que el menos poblado (Puebla de San Miguel, que ha menguado en 349 habitantes) es el que más pérdida porcentual ha sufrido (89,94%). En cualquier caso, las cifras son escalofriantes...
Las siguientes dos tablas (3-1 y 3-2) se refieren a las
cifras oficiales de población resultantes de la revisión del Padrón Municipal a
1 de enero de cada año (2000-2014), tomadas de Instituto Nacional de
Estadística (INE), España.
Tabla 3-1: Evolución de la
población censal e intercensal municipal y comarcal (2000-2006).
MUNICIPIO
|
2000
|
2001
|
2002
|
2003
|
2004
|
2005
|
2006
|
Ademuz
|
1.195
|
1.179
|
1.152
|
1.117
|
1.140
|
1.157
|
1.183
|
Casas Altas
|
157
|
155
|
159
|
156
|
158
|
159
|
164
|
Casas Bajas
|
286
|
282
|
274
|
260
|
243
|
237
|
227
|
Castielfabib
|
519
|
511
|
508
|
294
|
284
|
276
|
256
|
Puebla de San Miguel
|
81
|
76
|
73
|
77
|
68
|
69
|
65
|
Torrebaja
|
447
|
438
|
439
|
444
|
432
|
427
|
414
|
Vallanca
|
235
|
223
|
209
|
229
|
190
|
180
|
168
|
Total comarcal
|
2.920
|
2.864
|
2.814
|
2.577
|
2.515
|
2.505
|
2.477
|
Cifras tomadas del INE (2000-14).
Elaboración propia (2015).
Tabla 3-2: Evolución de la
población censal e intercensal municipal y comarcal (2007-2014).
MUNICIPIO
|
2007
|
2008
|
2009
|
2010
|
2011
|
2012
|
2013
|
2014
|
Ademuz
|
-
|
1.269
|
1.286
|
1.285
|
1.292
|
1.258
|
1.203
|
1.179
|
Casas Altas
|
-
|
188
|
182
|
180
|
168
|
158
|
159
|
149
|
Casas Bajas
|
-
|
231
|
235
|
234
|
243
|
221
|
213
|
195
|
Castielfabib
|
-
|
232
|
365
|
374
|
342
|
301
|
262
|
282
|
Puebla de San Miguel
|
-
|
66
|
97
|
88
|
86
|
77
|
75
|
71
|
Torrebaja
|
-
|
433
|
444
|
455
|
457
|
463
|
445
|
429
|
Vallanca
|
-
|
170
|
155
|
148
|
156
|
160
|
159
|
156
|
Total comarcal
|
-
|
2.589
|
2.764
|
2.764
|
2.744
|
2.638
|
2.516
|
2.465
|
Cifras tomadas del INE (2000-14).
Elaboración propia (2015). Nota: por razones desconocidas, el Instituto no
ofrece cifras del año 2007.
Las dos tablas precedentes
reflejan las cifras de población en los años que se estudian, correspondientes
a los catorce primeros años del siglo XXI (2000-2014), en que la pérdida de
habitantes ha sido menor que en las décadas precedentes, aunque continuada,
cuando ya se pensaba que la despoblación había tocando fondo.
Vista parcial de Vallanca (Valencia), desde el cerro frontero (2015). |
Detalle de un precioso macetero neomodernista a la entrada de una casa de Vallanca (Valencia), 2015. |
Tabla 4: Diferencia de población
entre municipios y pérdida porcentual (2000-2014).
MUNICIPIO
|
2000
|
2014
|
Diferencia
|
%
|
Castielfabib |
519
|
282
|
-237
|
45,66%
|
Casas Bajas |
286
|
195
|
-91
|
31,81%
|
Vallanca |
235
|
156
|
-79
|
33,61%
|
Torrebaja |
447
|
429
|
-18
|
4,02%
|
Ademuz |
1.195
|
1.179
|
-16
|
1,33%
|
Puebla de San Miguel |
81
|
71
|
-10
|
12,34%
|
Casas Altas |
157
|
149
|
-8
|
5,09%
|
Total comarcal
|
2.920
|
2.465
|
-459
|
15,71%
|
Tomado de RODRIGO ALFONSO,1998:
54. Elaboración propia (2015).
La Tabla 4 refleja la población extrema de los años que se estudian (2000-2014), incluyendo la diferencia entre las cifras halladas. Vemos así que el municipio que más población ha perdido en estos primeros catorce años del siglo XXI es Castielfabib (237 habitantes, lo que supone un decrecimiento del 45,66% de su población respecto al comienzo del estudio). El siguiente municipio que más población ha perdido es Casas Bajas (91 habitantes, lo que supone el 31,81% de su censo). El tercero en este orden es Vallanca (79 habitantes, equivalente al 33,61% de su censo). El resto de municipios ha sufrido una menor pérdida de vecinos: Torrebaja 18 (4,02%), Ademuz 16 (1,33%), Puebla de San Miguel 10 (12,34%) y Casas Altas 8 (5,09%). En su conjunto, la comarca ha perdido 459 habitantes en este periodo, equivalente al 15,71% de su población (ello supone una media de 32,78 hab/año).
Vista parcial de Casas Bajas (Valencia), desde la ribera del Turia (2015). |
Detalle de chamizo bajo un nogal común (Juglans regia) en Casas Bajas (Valencia), 2015. |
Problemas y perspectivas.
El estudio de las tablas expuestas
pone de manifiesto el mayor problema con el que se enfrenta el Rincón de Ademuz
como entidad geográfica, política, social y económica, su mayor reto de cara al futuro –si es que
tiene alguno-, hasta el punto de constituir la causa y consecuencia de todos
los problemas, su pandemonium particular. La contrariedad poblacional,
sin embargo, no es exclusiva de nuestra comarca, ya que en mayor o menor grado
afecta a todos los municipios del entorno geográfico, aragonés y castellano.
En las últimas décadas, los
moradores de estos términos hemos asistido –imperturbables unas veces,
impotentes otras- al progresivo despoblamiento de la zona, bien por
fallecimiento de muchos vecinos dada su edad avanzada, bien por la marcha de
los emigrantes dada la crisis económica, social y financiera de estos años, y
la consecuente disminución de la tasa de nacimientos, dado el envejecimiento de
la población y la falta de recursos. Porque la crisis ha afectado con más dureza
a los más débiles. Bien es cierto que comenzó a notarse más tarde que en otros
lugares, pero dada la debilidad de sus estructuras, sus consecuencias son más graves y perdurarán en el tiempo. El
cierre de muchas casas es patente, hasta el punto de haber muchas calles en
nuestros pueblos en que apenas hay alguna vivienda habitada. Tiendas de comestibles, panaderías y farmacias que
desaparecen, mengua de mercados semanales y venta ambulante, reducción de
entidades bancarias, bajada en la facturación de los negocios locales,
disminución del volumen de residuos sólidos urbanos, etc.
Paradójicamente, sin embargo,
muchos servicios públicos se han renovado y optimizado: las canalizaciones del abastecimiento
público del agua potable y el alcantarillado, la iluminación pública, el
incremento en el número de zonas verdes y de recreo, los miradores en puntos
geográficos de gran belleza, la señalización de rutas y parajes de interés, el
censo del patrimonio y la organización de archivos municipales, la
rehabilitación de monumentos históricos, de edificios públicos y privados,
civiles y religiosos, la mejora en las comunicaciones y el embellecimiento
general de las localidades, etc... Sin olvidar cuestiones esenciales como la
sanidad, la enseñanza y las comunicaciones, que han mejorado de forma
espectacular.
Vista parcial de Torrealta-Torrebaja (Valencia), desde la ribera del Turia (2015). |
Vista parcial de Puebla de San Miguel (Valencia), desde la fuente de Abajo (2015). |
Respecto de las comunicaciones cabría decir, sin embargo, que la interrupción del proyecto que había para la autovía de Cuenca a Teruel, vía el Rincón de Ademuz, ha constituido una verdadera “puntilla”, el golpe de gracia que ha descabezado o descabezará por muchos años el posible desarrollo de la comarca y zonas aledañas. Es por ello que resulta inconcebible que las Diputaciones y Ayuntamientos afectados de Cuenca, Teruel y Valencia no se unan para exigir la continuación de aquel gran proyecto. No debemos olvidar que la Autovía de Cuenca a Teruel confluía en Torrebaja con la carretera N-330 (de Alicante y Murcia a Francia por Zaragoza), para hacerse una con la carretera N-420 (de Córdoba a Tarragona por Tarancón y Teruel). Dicha Autovía confluiría en Teruel con la de Sagunto-Somport, que une a su vez el corredor Mediterráneo con Francia, a través de los Pirineos. En la actualidad el proyecto de esta autovía ha quedado descartado por la administración del Estado. Además, hay quien opina que semejante proyecto hubiera perjudicado al Rincón de Ademuz, marginando la comarca. La propuesta actual es que se mejore la vigente carretera de Torrebaja a Teruel, quitando curvas y ampliando la vía con arcén. Hablando del asunto, un amigo clamaba: ¡Si los Consistorios de todos los Ayuntamientos de Cuenca, Teruel y Valencia afectados dimitieran en bloque hasta ver iniciada esta nueva propuesta, otro gallo nos cantara...! No le faltaba razón, pues dicha carretera es importantísima, esencial para el desarrollo de estas zonas del interior peninsular, y cualquier medida de presión en este sentido será poca.
Como en tantos otros aspectos de la vida (sociales,
económicos, políticos, existenciales...), no existen soluciones mágicas para
remediar las dificultades poblacionales planteadas, toda vez que la situación
constituye el reflejo de la interacción de múltiples cuestiones: “no deja de
ser una de las contradicciones más claras del sistema capitalista los
desequilibrios intrarregionales, con olvido absoluto de una ordenación del
territorio donde los factores humanos y ecológicos tuvieran mayor consideración
que en la lógica del mercado y donde se detectaran las potencialidades reales
de la comarca, así como las medidas necesarias para su mejor aprovechamiento”;
hasta el punto de que a entender del ponente, “cualquier medida encaminada a
mejorar la situación de la comarca debería previamente estar integrada en un
plan global de actuación comarcal que indudablemente estaría unido a una
política general de actuación regional cuya responsabilidad recaerá sobre los
órganos representativos de la comunidad autónoma regional” (Honrubia López,
1982: 27).
Para solucionar esos
“desequilibrios intrarregionales” que afectan a nuestra comarca cabe contemplar, pues,
el problema de la despoblación como uno de los factores princeps, hasta
el punto de constituir el nudo gordiano de toda actuación. Para atajar el
problema no puede dejarse de lado el mencionado “plan global de actuación
comarcal”, integrado a su vez en “una política general de actuación regional”.
En las conclusiones de su Análisis geográfico comarcal (1998), Carles
Rodrigo Alfonso nos presentaba también una serie de "Propuestas de futuro para el Rincón de Ademuz", proposiciones que a día de hoy siguen siendo válidas.[4]
Vista parcial de Castielfabib (Valencia), con detalle de cerezo (Prunus dulcis) en flor en la Vega Zaragoza (2015). |
Palabras finales.
Por su situación geográfica y
poblacional, el Rincón de Ademuz se halla inmerso de pleno derecho en ese gran
proyecto de la “Serranía Celtibérica de España”, un territorio con identidad
propia, a la vez que verdadero desierto demográfico.[5]
Hacen falta proyectos sencillos,
serios y factibles que frenen la despoblación y ayuden a fijar progresivamente
la población joven a las zonas despobladas como el Rincón de Ademuz, y dejarse
de proyectos faraónicos, v. gr. el del campo de golf de Torrebaja, que
no son más que espejismos, quimeras con pies de barro que a la mínima embestida
se desmoronan. ¿Cuántos jóvenes, chicos y chicas de esta comarca con formación universitaria han tenido que buscarse la vida fuera, porque aquí no tienen futuro? Estoy diciendo de jóvenes con amplia preparación técnica que desearían formar una familia y vivir entre nosotros, y no pueden. Su propia tierra los echa, y ellos se marchan con tristeza y un punto de reproche en la mirada. Por ello es necesario potenciar y desarrollar lo que ya tenemos: una agricultura peculiar, una ganadería semi-estabulada; aprovechar el medioambiente magnífico y la naturaleza en estado puro, algo de lo que disponemos en abundancia; la silvicultura y el cuidado del monte, los servicios, una industria turística y agroalimentaria integrada, etc., todo ello acorde a nuestras capacidades y posibilidades. En cualquier caso, la vuelta a la agricultura tradicional resulta imposible y desaconsejable, de una parte porque no es rentable y de otra porque los jóvenes lugareños han dado la espalda a este sector tradicional de la economía, y no sin razón. Cabe, pues, explorar nuevas vías, nuevos métodos, cultivos distintos..., hasta encontrar el camino.
Una de las cuestiones que en un futuro próximo deberán
adoptar los Ayuntamientos comarcanos es el de vigorizar y potenciar con más
autoridad y nuevas competencias el desarrollo de la Mancomunidad de Municipios
ya existente en la comarca, para que el beneficio de los servicios que gestiona se quede aquí. Y a la hora de las elecciones municipales, elaborar
una lista única y abierta en cada municipio, para que los votantes podamos
señalar a los mejores de entre nosotros para gobernarnos; ello
evitará la manipulación de los consistorios y los intereses espurios. Lo que
viene sucediendo es reflejo de las políticas viejas de los partidos de siempre,
manifestación a su vez de ideas obsoletas y partidistas que no servirán para el
futuro. Porque al paso que vamos llegará un día no lejano en que no habrá gente ni para formar una lista tan sólo, y nuestros Ayuntamientos pasarán a Concejo abierto. Lo demás, como digo, es prolongar la expiración de políticas caducas que sólo benefician a la partitocracia y sus arreglos,
no a los ciudadanos. Empleo aquí el neologismo “partitocracia” en el sentido
que lo usa el padre del materialismo filosófico, Gustavo Bueno Martínez (1924-2016), como "deformación sistemática" o
"perversión" de la democracia.
Detalle de antiguos cajones de manzanas abandonados en una parcela de Torrebaja (Valencia), con la "Dehesa de los Terreros" al fondo (2015). |
Detalle de aperos agrícolas bajo una noguera (Juglans regia) en Arroyo Cerezo-Castielfabib (Valencia), 2015. |
En suma: no soy persona optimista, el realismo me puede. Y como estudioso del Rincón de Ademuz, pienso sino habremos llegado a ese punto de inflexión fatídico de la demografía en que ya no hay vuelta atrás. No tengo gran confianza en las instituciones, tampoco en nuestros representantes nacionales o autonómicos, porque creo que no serán capaces de comprometerse en la “salvación” de zonas como la nuestra. Y no porque sean malos, no; sino porque son comodones, egoístas e ineficaces, que en mi ideario es peor. Además, en el tiempo que nos ha tocado vivir, las circunstancias socioeconómicas nos son adversas; porque aunque en las últimas décadas ha llegado mucho dinero público al Rincón de Ademuz, éste ha sido insuficiente o no se ha sabido gestionar adecuadamente. A propósito, se cuenta de cierto político de Valencia que nos visitó hace años, que entre bromas y veras se quejaba de lo gravoso que resultaba para la Administración el mantenimiento de estas zonas, diciendo: Sería mejor cerrar el Rincón de Ademuz y ponerle a cada vecino un piso en Valencia...
La anécdota tiene su gracia, al tiempo que manifiesta la incapacidad y falta de imaginación a la hora de solucionar los problemas que afectan a las regiones deprimidas. Porque la imaginación es uno de los instrumentos que hay que poner en marcha en estos casos, a la vez que la voluntad política. Como le ocurre a Antonio -personaje de Luis Díaz Viana en Los últimos paganos (2010), una atípica novela ambientada en la Hispania rural del aciago siglo V de nuestra Era-, tengo la sensación de estar asistiendo al final de un tiempo y de un mundo, que fue el de nuestros padres y abuelos, y escribo estas líneas “desde la agonía de las cosas” que he amado. Porque el Rincón de Ademuz agoniza y nadie parece querer darse cuenta. ¡Que los dioses Lares nos amparen y protejan! Vale.
ADENDA:
Evolución
de la población de los municipios del Rincón de Ademuz (2021-2022).
N.º ORDEN |
MUNICIPIO |
2021 |
2022 |
DIFERENCIA |
312 |
Ademuz |
1027 |
1000 |
↓ (-27) |
428 |
Torrebaja |
403 |
408 |
↑ (+05) |
445 |
Castielfabib |
299 |
291 |
↓ (-08) |
482 |
Casas Bajas |
164 |
171 |
↑ (+07) |
504 |
Casas Altas |
132 |
132 |
→ (00) |
505 |
Vallanca |
136 |
128 |
↓ (-08) |
532 |
Puebla de San Miguel |
60 |
59 |
↓ (-01) |
Total |
|
2221 |
2189 |
↓ (-32) |
Fuente INE (2022). Nota: la población de Ademuz, Torrebaja y Castielfabib incluye la de sus aldeas.
Véase también:
[1] ESTUDIOS
BÁSICOS PARA LA ORDENACIÓN DEL TERRITORIO DE LA COMUNIDAD VALENCIANA (1982), Situación
actual, problemas y perspectivas de las comarcas valencianas, VIIa. El Rincón
de Ademuz [Dirigido por José Honrubia López], Edita Caja de Ahorros de
Valencia, PREVASA, Valencia, p. 27.
[2] CANDEL, Francisco (1977). Viaje al Rincón de Ademuz, Plaza y Janés Editores, Barcelona, pp. 106-107.
[3] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo (2009). Fermín Luz Yuste (Sesga, 1927), la persistencia de la memoria, en Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz, Valencia, vol. III, p. 129 (123-132).
[4] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Propuestas de futuro para el Rincón de Ademuz, en el sitio web Desde el Rincón de Ademuz, del domingo 25 de enero de 2015.
[5] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. El Rincón de Ademuz y la “Serranía Celtibérica” de España, en sitio web Desde el Rincón de Ademuz, del lunes 5 de enero de 2015.
4 comentarios:
EL ARTICULO ES CLARO, Y NO DEJA LUGAR A DUDA HACIA DONDE VAMOS, SI NO SE CAMBIA EL RUMBO.
Tu apreciación es correcta, has captado la esencia del artículo; si no cambiamos el rumbo que venimos siguiendo, la desaparición de la comarca como tal está asegurada en pocos años. Los pueblos se quedarán vacíos de gente, y se marcharán hasta los gatos... Un saludo y gracias por el comentario.
Acertado análisis. Comarca residencial en puentes y meses de verano. Parque temático del botellón y toros para jóvenes en agosto. De octubre a Semana Santa comarca muerta. Las malas infraestructuras y los palos a las ruedas que nos autocolocamos impiden ver ilusión y optimismo. Agricultura y ganadería deficitaria. Industria inexistente solo sector turístico y servicios tienen algo de luz. La restauración de edificios también sería provechosa con incentivos desde la Administración. Para las aldeas solo cabe un buen sueldo para una familia que mantenga ganado, bar, explotación de agroturismo y vigilancia de la misma. Las viviendas en venta se la debería quedar la Administración restaurarlas y cederlas gratis a refugiados o parados, empleandolos limpiando monte. Podría seguir......
Yo lo que veo es desidia en donde menos me lo podía esperar: en la gente que todavía vive en el Rincón. He visto a ayuntamientos boicotear negocios de vecinos porque no eran de su signo político, inversiones en cosas que se veía a la legua que no iban a aportar nada, hacerle la vida imposible a alguien porque era "de fuera" (cuando era del pueblo de al lado), gente negándose a firmar para pedir dinero a Consellería para salvar el patrimonio que todavía existe... y paro ya porque si hago una lista exhaustiva me echo a llorar.
Dicen que algunos purblos tienen lo que se merecen. Y a mi me duele decirlo, pero hay veces que pienso que puede ser verdad - por mucho que queden 4 gatos a los que todavía les importa algo su tierra.
Publicar un comentario