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miércoles, 4 de abril de 2018

PINTURAS RUPESTRES EN CASTIELFABIB: ABRIGO LOMAS DE ABRIL (I).



Recorrido por el sendero de las pinturas rupestres del Rodeno de Castielfabib,
en el extremo nororiental del Rincón de Ademuz.




“El Arte Rupestre es un patrimonio muy frágil.
Su comprensión está unida a los paisajes en los que se ha conservado durante milenios.
Arte Rupestre y paisaje forman una unidad a la que debemos aproximarnos con respeto”
-Del contenido textual-.











El propósito de la entrada es divulgar la existencia de las pinturas rupestres del abrigo Lomas de Abril, paraje de Castielfabib situado al noroeste del Rincón de Ademuz, comarca valenciana lindante con Teruel por la Comunidad Autónoma de Aragón. El autor basa su relato en la bibliografía consultada, comentada y anotada al pie, así como en su experiencia del lugar, visitado a mediados de marzo del año en curso.

El panel decorado se halla en un abrigo de la margen derecha del barranco del Val del Agua, en las proximidades del Prao Medias, y pertenece al ámbito de las pinturas rupestres de El Rodeno: monte del que Castielfabib participa en pequeña medida. Fuera del entorno de las típicas areniscas rojizas de la facies Buntsandstein, en la zona no se han encontrado otros abrigos prehistóricos.

Cabe constatar, sin embargo, que las pinturas del abrigo de las Lomas de Abril se hallan en la periferia de las existentes en el Rodeno de Tormón, concernientes al Parque Cultural de Albarracín, con las que comparte temática, estilo y cronología.[1]-[2]

Las pinturas de este abrigo fueron descubiertas (en 2015) por Ricardo Canet García, autor de una monografía –Arte prehistórico en Castielfabib: abrigo de las Lomas de Abril (2017)-: libro editado, producido por el autor y donado al Ayuntamiento de Castielfabib (en septiembre de 2014); su contenido puede consultarse en línea y descargarse.[3]

Las pinturas rupestres objeto de divulgación constituyen dos escenas individuales -una formada por antropomorfos (más antigua) y otra por zoomorfos (posterior)-; sin embargo, la lectura de ambos relatos se desarrolla en torno a una idea común: la muerte.


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Fragmento de panel correspondiente al Abrigo Lomas de Abril -arte rupestre y naturaleza-, Cuesta del Rato (Castielfabib), 2018.

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Detalle de panel decorado (tratamiento digital) correspondiente al abrigo Lomas de Abril, El Rodeno de Castielfabib (Valencia) [Tomado del panel informativo de Cuesta del Rato].

Reseña histórica del descubrimiento.
El descubrimiento de las pinturas rupestres de este abrigo data de marzo de 2014, su autor fue Ricardo Canet García, miembro de la cuadrilla contra incendios nº 18, residente en Cuesta del Rato (Castielfabib). El hallazgo está en relación con otros habidos en la zona del Rodeno de Tormón en años previos (2008-2014). Comunicado su descubrimiento a la Consejería de Educación y Cultura de la Comunidad Valenciana, la entidad autonómica reconoció la autenticidad de las pinturas, disponiendo los medios precisos para su estudio, protección y difusión.

La prensa escrita y digital se hizo eco del hallazgo aqueológico (Cultura&Sociedad, 2014; Levante-El Mercantil Valenciano, 2014; MásTuria, 2017).[4]-[5]-[6]


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Puente de acceso a Cuesta del Rato (Castielfabib), sobre el Ebrón (2018).


En busca de las Lomas de Abril, paraje de Castielfabib.
Para visitar las pinturas rupestres del abrigo de las Lomas de Abril (desde el Rincón de Ademuz) cabe ir a Castielfabib. El camino habitual, yendo en coche, es por la CN-420 en dirección Cuenca, carretera de la que nos desviaremos poco más arriba de la subida de las Monjas, para seguir por la CV-479 en dirección a El Cuervo (Teruel). Pasado Castielfabib, a medio camino entre Castiel y la villa turolense tomaremos otro desvío que surge a la derecha (CV-482), en dirección a Cuesta del Rato. La vía atraviesa el río Ebrón por un sólido puente y asciende por una carreterita hasta la aldea castielfabiense, aquí hallaremos la primera señal relativa a las pinturas rupestres. Se trata de panel con imágenes y texto trilingüe -castellano, valenciano, inglés-:
  • <Las Lomas de Abril es un enclave del Rodeno valenciano en la comarca del Rincón de Ademuz, dentro del término municipal de Castielfabib. En este lugar se pueden hallar zonas de gran valor ecológico y medioambiental, así como muestras etnográficas de oficios relacionados con la montaña; por otro lado, también son interesantes las muestras de arquitectura vernacular vinculada con las diversas construcciones agropecuarias tradicionales de piedra en seco o yeso. No obstante el elemento de más valor que hallaremos en este son las pinturas rupestres que se hallan en el abrigo denominado “Lomas de Abril”>.


Sigue diciendo:
  • <El abrigo de las Lomas de Abril es un conjunto de arte rupestre localizado en el centro del barranco de Val del Agua, formando el único conjunto de pinturas levantinas localizado en la comarca del Rincón de Ademuz, y que constituye un testimonio excepcional de las culturas neolíticas en la zona. El abrigo conserva un grupo de pinturas de estilo levantino de elevado interés patrimonial, protegido como Bien de Interés Cultural (BIC), que guarda relación estilística y contextual con el conjunto de pinturas rupestres de Tormón (Teruel), participando de los rasgos propios del arte rupestre en la Sierra de Albarracín. Dada la ausencia de pinturas en el tramo medio del Barranco de Val del Agua, cabe plantear como hipótesis de trabajo que este abrigo se incluye en la periferia del conjunto de las pinturas de Tormón del que formaría parte, en sus primeras fases de ejecución, un momento de cronología neolítica (7000-6000 años BP)>.

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Paneles informativos correspondiente al Rincón de Ademuz y al Abrigo Lomas de Abril, Cuesta del Rato (Castielfabib), 2018.

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Detalle de panel informativo correspondiente al Abrigo Lomas de Abril, Cuesta del Rato (Castielfabib), 2018.


Cuesta del Rato es un lugarcillo de muy pocos vecinos (16 habitantes en 2011), la población se asienta en la cota media-baja de un cerro alomado orientado al valle del Ebrón. El lugar posee algunas muestras de arquitectura vernacular dignas de interés, así como una ermita que hace de iglesia, templo del siglo XVIII dedicado a la Inmaculada Concepción.[7] Para visitar las pinturas rupestres de las Lomas de Abril hay que continuar por la pista asfaltada que parte de la aldea en dirección a Tormón. La vía se halla en buen estado, pasa junto al Cementerio[8] y continúa por la ladera, ascendiendo por un repecho continuado hasta encontrarse con El Carril, una pista forestal que viene de Torrebaja. Desde este punto el panorama se amplía en todos los puntos cardinales, al levante se halla el valle del Turia, cuyo horizonte más lejano cierra el macizo de Javalambre, mientras que al noroeste se halla la Sierra de Rubiales, más conocidos entre los lugareños como Montes del Rodeno, con su peculiar orografía en sierra dentada. Hacia occidente puede verse el pico Jabalón (1.692 metros de altitud), que desde este punto muestra una silueta de naveta invertida. La carreterita prosigue por la izquierda, paralela al barranco del Val Seco (que discurre por el hondo a nuestra derecha), zigzagueando entre monte bajo y labradas de almendros, en dirección a El Rato –paraje de monte que nombra a la aldea de Castielfabib-.


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Detalle de poste con pala informativa referente al Abrigo Lomas de Abril, El Rato (Castielfabib), 2018.


En un punto del trayecto se la añade por la izquierda el camino que sube de El Cuervo, desde este momento la carreterita que venimos siguiendo discurre por la linde interprovincial, entre Teruel por la Comunidad de Aragón y Valencia por la Comunidad Valenciana. Los pinos de estos lugares se hallan muy debilitados por la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa), plaga de orugas desfoliadoras que amenaza con acabar con el arbolado sin que las autoridades competentes hagan nada por evitarlo.

A unos 3,6 kilómetros de Cuesta del Rato hallaremos un poste de madera con pala metálica en verde situado a la derecha de la carreterita que lleva a Tormón, indicándonos la dirección a seguir para visitar el abrigo de las Lomas de Abril –arte rupestre y naturaleza- situado 6,3 km más adelante. Proseguiremos por la pista de tierra, en dirección noreste. Para hacernos una idea de donde estamos podemos imaginar que la silueta del Rincón de Ademuz se asemeja a la mano izquierda extendida -mirándola por la palma-: el dedo pulgar es un territorio de la comarca situado en posición noroccidental, a modo de cuña entre Tramacastiel (este) y Tormón (oeste). Se trata de un paraje de secano en el que abundan las sabinas albares y negrales -con sotobosque de romeros, enebros...-: en su mayor parte el terreno esta constituido por materiales jurásicos (grisáceos, blanquecinos), con la excepción de los bordes externos (este y noroeste) de la figura que aparecen bordeados por suelos triásicos (rojizos) característicos de las areniscas de la facies del Bundsantein.

Poco más adelante nos encontraremos con un cruce, un poste de madera con pala nos indica seguir por la izquierda: en este punto nos hallamos a 5,75 km de las Lomas de Abril. Siguiendo la pista pasaremos por la fuente del Pozo Roturas (a 50 metros del camino). La partida de Roturas corresponde a una antigua zona de cultivos abancalados que en tiempos subactuales laboraban los vecinos de Castielfabib y Cuesta del Rato. En su mayoría las parcelas están hoy abandonadas; a falta de brazos que las cultiven, el bosque se va apoderando lentamente de ellas. Un nuevo poste de palas a la izquierda de la pista nos indica la situación: nos hallamos a 3,8 km del abrigo de las Lomas de Abril. Cabe continuar hacia delante, hasta un punto en el que el camino desciende para encontrarse con el barranco de Marín, que baja de la Casa Forestal de Tormón, por la izquierda. Un nuevo poste de palas nos invita a seguir adelante: nos hallamos a 1,2 km de las Lomas de Abril.



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Paisaje del Rodeno con detalle del camino que baja de la Casa Forestal de Tormón (Teruel) y poste de pala relativo al Abrigo Lomas de Abril (Castielfabib), 2018.



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Poste de pala relativo al Abrigo Lomas de Abril a la entrada de El Rodeno de Castielfabib (Valencia), 2018.


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Detalle de poste a la entrada de El Rodeno de Castielfabib (Valencia), 2018.


En esta zona el paisaje cambia bruscamente, pasando del color ceniciento propio de los terrenos del Jurásico a los rojizos del Triásico, propiamente conocido como El Rodeno. Decía que por la izquierda baja el camino que acompaña al barranco de Marín, mas para nuestro propósito debemos vadearlo y proseguir por la ladera opuesta. Un poste con pala de madera a la izquierda de la vía anuncia que nos hallamos en El Rodeno. Desde este punto el camino se ensancha, el piso está en buen estado, discurriendo entre pinos rodenos (Pinus pinaster), que son los más abundantes; en los troncos de muchos de ellos podremos ver las profundas cicatrices de antiguos resinados. A ambos lados de la vía el monte está despejado. El sotomonte también cambia, a partir de este punto podremos observar abundantes matas de gayuba (Arctostaphylos uva-ursi), biércol (Calluna vulgaris), brezo (Erica arborea), estepa o jara de montaña (Cistus laurifolius), etc.

Pasear por estos lugares es impagable, observando la maravilla de un bosque primigenio que se auto regenera, con el aire puro y fresco de la mañana conteniendo todos los aromas del monte. Abundan por aquí las especies cinegéticas (ciervos, corzos, gamos, jabalís, zorros...), pero no es fácil verlas. Tampoco se dejan ver las especies voladoras, ni siquiera las paseriformes, que son las más abundantes. Con paciencia, sin embargo, es posible ver distintas especies de rapaces surcando el cielo (gavilanes, águilas calzadas, culebreras, ratoneras, alcotanes...). Entretenidos por la maravilla del paisaje arribaremos a un punto en el que hay un poste de madera con pala metálica amarilla a la izquierda del camino, la señal indica la dirección del abrigo rupestre de Prados de los Arejos II –situado a unos 330 metros del camino (5 minutos caminando)-: este lugar arqueológico pertenece al Sendero de Arte Rupestre de Tormón, del Parque Cultural de Albarracín.[9]


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Detalle de poste de palas indicando la dirección del Abrigo Prados de los Arejos II -correspondiente al Sendero Rupestre de Tormón, Parque Cultural de Albarracín-, en el camino que lleva al Abrigo Lomas de Abril (Castielfabib), 2018.


El camino que venimos siguiendo continúa poco más de un kilómetro (20 minutos caminando), hasta un punto de bajada en el que nos encontraremos con el barranco del Val del Agua –que en la zona del Prao Medias recoge las aguas de otras ramblas de esta vertiente (barranco Hondo, barranco del Chorrillo, barranco de las Hoyuelas), y otros más aguas abajo, como el barranco de Marín, el barranco del Val Seco, el barranco de las Curanderas- para desaguar finalmente en el Turia por debajo de Mas de Jacinto (Castielfabib). Es decir, estas vertientes meridionales del monte del Rodeno de Tormón y Castielfabib situadas en posición septentrional respecto del Rincón de Ademuz rinden sus aguas al Turia por la derecha a la entrada de la comarca por Teruel. El barranco del Val del Agua, a su paso frente a Mas de Jacinto, los lugareños le nombran también “rambla de San Sebastián”, en honor al patrón de su ermita.



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Panel informativo correspondiente al Abrigo Lomas de Abril (Castielfabib), en el punto de inicio (i) del sendero en el barranco Val del Agua (2018).

Al arribar a la zona de Prao Medias encontraremos a la mano derecha, junto al barranco del Val del Agua, un panel que ilustra sobre el Abrigo de las Lomas de Abril. Conviene detenerse un momento y leer el cartel –al menos yo siempre lo recomiendo, pues al final sólo vemos lo que sabemos-. La tabla con imágenes y texto trilingüe (castellano, valenciano, inglés) situado al comienzo del sendero ilustra al visitante –dice en castellano-:
  • <La interacción de la naturaleza y el hombre ha sido una constante a lo largo de la historia de este territorio, una relación de respeto y aprovechamiento mutuo que ha dejado su huella en el lugar y originando múltiples actividades. La abundancia de pino rodeno hizo que, durante muchos años, una de las principales actividades llevadas a cabo en el lugar fuese la recolección de resina para su posterior transformación. La recogida se realiza mediante unos recipientes cerámicos de forma troncocónica que todavía hoy pueden verse por la zona. Por otro lado, la ganadería y la agricultura de cereal intensiva ha sido otra de las principales actividades tradicionales en el Rodeno, por este motivo es frecuente ver diversas construcciones de piedra en seco como corrales, apriscos, etc., donde se guardaba el ganado a la par que se refugiaban los pastores o la gente que trabajaba por la zona. Es de especial relevancia la presencia en este itinerario de un corral y una paridera/aprisco ejecutadas completamente en piedra en seco, dentro de las muchas que existen por la zona, en ellas se puede apreciar la humildad de las mismas pero a la vez su ejecución utilizando las formaciones rocosas existentes y piedra en crudo sin ningún tipo de argamasa>.


Sigue diciendo:
  • <Cabe destacar el conjunto de edificaciones denominado Corrales de los Fantasmas, que toma el nombre del barranco homónimo. En este grupo de corrales-pajar-vivienda formado por 3 construcciones ubicadas en un promontorio rocoso elevado, acompañadas de eras de trilla, corralizas de encierro, etc., se puede ver un claro exponente de la arquitectura vernácula del Rincón de Ademuz, y en general de toda esta zona limítrofe con Aragón. De esta manera encontramos edificios de una o dos alturas, con planta baja de mampostería, y planta alta (cuando existe) de tapiales de yeso. La estructura es de madera de pino, con dinteles de sabina en las puertas y la cubierta de teja árabe. En algunos de estos edificios se encerraba el ganado, se trillaba y guardaba la paja, y se habitaba en ciertas épocas del año. Una de las peculiaridades añadidas de este lugar es la presencia de cazoletas utilizadas presumiblemente para obtener aceite de enebro, destinado a la cura de animales (si bien estas formas se pueden documentar en la prehistoria). Además, en la parte oeste cerca del acantilado, encontramos un muro de gran espesor con carácter defensivo vinculado a los corrales de los Fantasmas, o probablemente a un periodo anterior>

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Detalle del sendero correspondiente al Abrigo Lomas de Abril y Corrales de los Fantasmas, El Rodeno de Castielfabib (Valencia) [Tomado del panel informativo situado al comienzo del sendero].

Además de fotografías, el panel contiene el mapa o plano del sendero, un recorrido circular con siete puntos de interés –Dificultad: baja. Tiempo aproximado: 1 hora. Longitud: 1,8 km-:

i-Inicio
1-Barranco del Val del Agua.
2-Pinturas rupestres.
3-Corral de piedra.
4-Aprisco/paridera.
5- Muro defensivo.
6-Barranco de los Fantasmas.
7-Microrreserva de flora.

Para comenzar el recorrido bordeamos el panel del inicio (i) y nos introducimos en el sendero por el barranco del Val del Agua, hay que vadear la ramblita y continuar agua abajo. Ambos márgenes del barranco están coronados de altos farallones rocosos, con los típicos afloramientos rocosos en las laderas. Poco más adelante hay unas escaleras de piedra en la margen izquierda, con un poste de madera y señal de pala indicando que nos hallamos en el barranco del Val del Agua (1). Ascendemos los peldaños y continuamos por la margen izquierda del barranco, siempre rodeados de pinos. El cauce de la rambla lleva un hilo de agua, formando balsas a lo largo del lecho, producto de las últimas lluvias de marzo. El sendero continúa por la ladera, bajando progresivamente hasta casi el nivel del ramblar. En un punto hallaremos un poste de madera con varias señales de dirección y el anagrama del recorrido: un antropomorfo que mira hacia la derecha sobre fondo verde. La pala de la derecha nos indica el abrigo de las Lomas de Abril que venimos buscando. Hay que bajar hasta el ramblar, vadearlo y continuar una veintena de metros hasta el lugar arqueológico. Se trata de un gran afloramiento rodeno con visera rocosa protegido por una verja metálica (2). El abrigo se halla en la margen derecha del barranco del Val del Agua, a unos 1.100-1.200 metros de altitud.


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Barranco Val del Agua con detalle del sendero que lleva al Abrigo Lomas de Abril y Corrales de los Fantasmas, Castielfabib (Valencia), 2018.

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Detalle de poste de pala en el Barranco Val del Agua en el sendero del Abrigo Lomas de Abril y Corrales de los Fantasmas, Castielfabib (Valencia), 2018.

A los pies del abrigo hay dos paneles informativos bilingües (castellano, valenciano) relativos al Arte Rupestre de la Comunidad Valenciana, el primero, titulado ABRIGO DE LAS LOMAS DE ABRIL (Castielfabib, Valencia), dice:
  • <El Arte Rupestre es un patrimonio muy frágil. Su comprensión está unida a los paisajes en los que se ha conservado durante milenios. Arte Rupestre y paisaje forman una unidad a la que debemos aproximarnos con respeto./ Por su excepcionalidad el Arte Rupestre de la Comunidad Valenciana está protegido por la Legislación Estatal (Ley del Patrimonio Histórico Español) y Autonómica (Ley 4/1998 de 11 de junio de la Generalidad Valenciana, del Patrimonio Cultural Valenciano) como Bien de Interés Cultural y desde el año 1998 forma parte de la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO./ Es responsabilidad de todos velar por su conservación>

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Vista general del Abrigo Lomas de Abril, El Rodeno de Castielfabib (Valencia), 2018.


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Detalle de panel en el Abrigo Lomas de Abril, El Rodeno de Castielfabib (Valencia), 2018.


Este primer panel, que luce el calco de una de las figuras antropomorfas del abrigo (Arte levantino), está patrocinado por la Generalidad Valenciana y el Ayuntamiento de Castielfabib. Las tres primeras frases me parecen especialmente significativas: dicen de la fragilidad del patrimonio rupestre, que su comprensión se halla intrínsecamente unida al paisaje, donde ha perdurado a través del tiempo, hasta el punto de formar una unidad a la que no cabe más que aproximarse con respeto. A mi entender, palabras muy atinadas, al menos yo así las entiendo. El siguiente panel se halla junto al primero y posee una fotografía del afloramiento rocoso con un recuadro enmarcando la ubicación de las pinturas en el soporte –lo que sin duda colabora a identificar las imágenes-. Junto a la fotografía del roquedo hay un calco en dos colores de las imágenes numeradas a título descriptivo:

1- Figura humana yacente.
2- Figura humana erguida.
3- Figura humana marchando hacia la izquierda.
4- Cabra marchando hacia la izquierda.
5- Cabra en posición invertida.

El texto del panel dice en castellano:
  • <Arte Rupestre Levantino (5.000-3000 antes de C). Los motivos descritos se organizan en dos composiciones diacrónicas. La primera composición agrupa los motivos 1, 2 y 3; las tres figuras humanas se similar estilo y técnica pictórica. Las tres participan de una misma acción. La figura 2, de mayor tamaño, focaliza el centro de la composición, su tamaño y gran tocado le otorgan un papel preeminente, además en su mano porta un objeto de forma triangular que parece corresponder al tocado de la figura situada a su izquierda, una figura yacente muerta, según su disposición y con el tocado de forma triangular perdido. La figura de la derecha se subordina a la figura principal./ En el centro del panel, y en un momento posterior, se pintan dos cabras: una viva y otra muerta, esta última representada en posición invertida>
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Afloramiento rocoso correspondiente al Abrigo Lomas de Abril, El Rodeno de Castielfabib (Valencia), con detalle de la ubicación de las pinturas rupestres en el soporte [Tomado del panel informativo situado en el abrigo].

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Detalle de calco correspondiente a las pinturas del Abrigo Lomas de Abril, El Rodeno de Castielfabib (Valencia) [Tomado del panel informativo situado en el abrigo].


Acercándonos al abrigo protegido intentamos localizar las pinturas en el muro de piedra, un espacio liso entre diaclasas. El visitante debe andar prevenido para evitar la frustración, las pinturas se observan con mucha dificultad. Para su composición se utilizaron pinturas rojas basadas en óxidos de hierro (seguramente hematita, limonita, goethita), utilizando una distribución uniforme del color (tinta plana). Uno no puede por menos que admirarse de cómo pudieron ser descubiertas, tuvo que ser un ojo muy experto. Nuestro deseo sería ver las pinturas como en un cuadro, pero ello no es posible. Alguien podría sentir la tentación de mojar el soporte para ver mejor las pinturas, como hicieron H. Breuil y H. Obermaier en el abrigo de las Olivanas (Albarracín), pero es una práctica absolutamente desaconsejada, inadmisible si pretendemos que se conserven en el futuro. Deberemos conformarnos con los calcos que muestra el panel y con las imágenes tratadas digitalmente.

Se trata de dos escenas, una representada por antropomorfos (motivo 1, 2 y 3) y por dos zoomorfos (motivo 4 y 5). Los antropomorfos fueron pintados en un momento cronológicamente anterior que los zoomorfos, lo que se deduce de la superposición de la cabra (motivo 4) sobre las extremidades del antropomorfo principal (motivo 2).


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Detalle del panel decorado en el Abrigo Lomas de Abril, El Rodeno de Castielfabib (Valencia), 2018.


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Detalle del panel decorado (tratamiento digital) en el Abrigo Lomas de Abril, El Rodeno de Castielfabib (Valencia) [Tomado del panel informativo situado a la entrada del sendero].

Lo más llamativo del conjunto quizá sea el tamaño de los antropomorfos, mucho mayores que cualquiera de los existentes en los abrigos del Parque Cultural de Albarracín. Su grado de estilización es también considerable. La escena que representan los humanos resulta asimismo muy significativa, la figura yacente (motivo 1) representaría una persona tumbada, lo que se concluye de que tenga las extremidades inferiores flexionadas. Resulta muy aguda la observación relativa al objeto de forma triangular que la figura principal (motivo 2) porta en su mano derecha, que parece encajar en el hueco del tocado de la figura horizontal. Igualmente respecto al tamaño de la figura principal (motivo 2) y la contigua (motivo 3), ambas se pintan marchando una hacia la otra y en distinto plano, utilizando el tamaño como elemento de profundidad. La escena representada por los zoomorfos –inmediatamente por debajo los antropomorfos (motivo 2 y 3), y por delante de aquellos- trata también del mismo tema: dos cabras juntas, una en posición de pastar, con las patas delantera en uve invertida (lo que indica movimiento), y la otra patas arriba, herida o muerta.

En su obra citada, Ricardo Canet García ofrece una detallada descripción de los distintos motivos del panel decorado, razón por la que no puedo más que aconsejar su lectura.[10]




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Detalle del panel decorado (tratamiento digital: negativo) en el Abrigo Lomas de Abril, El Rodeno de Castielfabib (Valencia), 2018. 

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Detalle del panel decorado (tratamiento digital: negativo del calco) en el Abrigo Lomas de Abril, El Rodeno de Castielfabib (Valencia), 2018.

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Detalle del panel decorado (tratamiento digital: relieve) en el Abrigo Lomas de Abril, El Rodeno de Castielfabib (Valencia), 2018.


No obstante, la preocupación principal –por no decir el reto- de los especialistas en Arte Rupestre, es la cuestión del significado, la interpretación de lo descrito. No cabe duda que el arte levantino puede constituir una narración de las formas de vida de sus autores, ya que lo pintado pudo ser algo vivido por ellos. Al mismo tiempo, la lectura de las escenas narradas (caza, lucha entre clanes, pastoreo, recolección de frutos...) revela que lo narrado trasciende lo cotidiano, introduciéndonos en el mundo de lo alegórico –figurado y simbólico-, portando un mensaje misterioso, secreto, inescrutable, sólo al alcance de los iniciados (sean estos individuos concretos o todo el grupo). De ahí que se haya especulado respecto a que el arte levantino pueda constituir un mitologema: modelo arquetípico que constituye la base de los mitos. Suponiendo que los autores del arte levantino fueran los humanos recolectores y cazadores del periodo posglacial, no debería resultar extraño que las pinturas rupestres de esa época tuvieran un significado espiritual, semejante al de los que relata la etnografía, siendo portadoras de un significado trascendente (Mateo Saura, 2009: 13-34).[11]


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Detalle de panel situado en el Abrigo Lomas de Abril, El Rodeno de Castielfabib (Valencia), 2018.


Trabajos arqueológicos.
Según refiere su descubridor, los trabajos arqueológicos llevados a cabo en el abrigo, realizados al amparo de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Generalidad Valenciana (convocatoria de ayudas para la conservación y restauración de Bienes Inmuebles del Patrimonio Cultural) consistieron en estudios de topografía, conservación, documentación, prospección arqueológica de la zona inmediata, y estudio de la pintura para su conocimiento y divulgación.[12] Las labores de topografía se basaron en el levantamiento fotogramétrico,[13] y ortofotográfico,[14] con el propósito de conseguir una muestra digital del interior del abrigo para la producción de un modelo en tres dimensiones (3D). El objetivo final de estas técnicas es lograr un modelo en cuatro dimensiones (4D) que permita paseos virtuales por el abrigo y las pinturas.[15]

Los trabajos de conservación fueron dirigidos y realizados por el Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (IVCR).




Continúa en:






[1] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Pinturas rupestres en el Rodeno: abrigos del Prado de Tormón,  del jueves 22 de febrero de 2018.
[2] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Pinturas Rupestres en el Rodeno: abrigos del Sendero deTormón, del martes 20 de marzo de 2018.
[3] CANET GARCÍA, Ricardo (2017). Arte prehistórico en Castielfabib: abrigo de las Lomas de Abril . Revisión literaria: Cristian Aguado Crespo. Diseño y maquetación: Irene Aguilar y Roberto Martínez.
[4] BUENO, Baltasar. Descubierto en Castielfabib un abrigo con pintura rupestre, en Cultura&Sociedad, del jueves 7 de agosto de 2014.
[5] BUENO, Baltasar. El abrigo hallado en Castielfabib incluye 5 figuras de hace 7.000 años, en diario Levante-El Mercantil Valenciano, sección Cultura, del viernes 8 de agosto de 1014. 
[6] MasTuria: Revista Digital. Castielfabib pone en valor las pinturas rupestres del “Abrigo Lomas de Abril”, del sábado 25 de noviembre de 2017.
[7] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. La ermita de María Inmaculada en Cuesta del Rato (Castielfabib),  del martes 1 de mayo de 2012.
[8] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Iconografía funeraria en el cementerio de Cuesta del Rato (Castielfabib),  del lunes 21 de mayo de 2012.
[9] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Pinturas rupestres en el Rodeno: Abrigos del Sendero de Tormón,  del martes 20 de marzo de 2018.
[10] CANET GARCÍA (s/f), pp. 13-17.
[11] MATEO SAURA, Miguel Ángel. Aproximación teórica al problema del significado del arte rupestre levantino, en Verdolay Revista del Museo Arqueológico de Murcia, nº 12 (2009), pp. 13-34. ISSN: 1130-9776
[12] MARTÍNEZ, R. Y. y GUILLEM, P. M. (2014). Memoria resumen sobre los trabajos arqueológicos desarrollados en el abrigo de las Lomas de Abril y su entorno (Castielfabib).
[13] Según la Sociedad Americana de Fotogrametría y Teledetección (ASPRS): la fotogrametría "es el arte, ciencia y tecnología para la obtención de medidas fiables de objetos físicos y su entorno, a través de grabación, medida e interpretación de imágenes y patrones de energía electromagnética radiante y otros fenómenos”.
[14] La ortofotografía es una presentación fotográfica de una zona, en la que todos los elementos presentan la misma escala, sin errores de perspectiva, teniendo la misma validez de un plano cartográfico.
[15] CANET GARCÍA (2017), p. 18

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