Con
motivo de obras de pavimentación
en
la plaza de la Iglesia y calles contiguas.
“Sería
estupendo que el descubrimiento de la boca septentrional
del
antiguo refugio antiaéreo,
construido
en el subsuelo de la iglesia parroquial,
pudiera
restaurarse y aprovecharse como vestigio material de la guerra civil”
-Del
contenido textual-.
Palabras previas.
Con
motivo de unas obras de pavimentación en la calle Arboleda -en su
confluencia con la calle y plaza de la Iglesia, y el comienzo de la
calle del Rosario-, se ha puesto al descubierto una de las entradas
del refugio antiaéreo labrado durante la Guerra Civil (1936-1939)
bajo la antigua iglesia parroquial.
La
entrada posee un encofrado de hormigón en los laterales de la rampa
de acceso y en la parte superior de la boca, con escaleras del mismo
material. La entrada está formado por un pasillo de unos 100 cm de
ancho, el cual se ensancha hasta los 1,50 metros en la misma boca,
profundizándose unos cinco metros bajo el subsuelo.
El
refugio tiene un tramo longitudinal hacia el sur (en dirección al
fondo de la plaza de la Iglesia) y otro hacia el este (que baja por
la calle Iglesia en dirección a la plaza Rey Don Jaime), pasando
frente a la entrada principal del templo parroquial. El tramo
meridional se halla tapiado por un muro de mampostería. El techo y
las paredes de los tramos de galería que han podido explorarse son
de arcilla, y están en parte derrumbados; solo la entrada posee un
encofrado de cemento.
Los
testimonios recogidos entre el vecindario dicen que este refugio
poseía un trazado longitudinal con cuatro entradas: una en la
calle Arboleda (norte, la descubierta), otra en el fondo de la plaza
de la Iglesia (sur) y dos en la calle Cantón (este). El tramo que se dirigía al este discurría por debajo de la actual calle de la Iglesia, continuaba por la Replaceta (actual plaza Rey Don Jaime) y salía al talud por debajo de la calle Cantón, mediante dos bocas.
Boca de entrada al refugio antiaéreo construido durante la Guerra Civil (1936-1939) en Torrebaja (Valencia), descubierto al realizar obras de pavimentación en la calle Arboleda (2018). |
Reseña
histórica.
De
la existencia de este refugio se tenía constancia por los
testimonios recogidos entre el vecindario, además de por la
evidencia de su entrada oriental, que durante décadas permaneció
abierta en el terraplén de la calle del Cantón, tapiada en los años
setenta con una gran losa de cemento -procedente de la base de la
fuente que se retiró de la plaza del Ayuntamiento, construida con
motivo de la traída de las aguas a Torrebaja.
En
relación con el bombardeo de Torrebaja del 26 de noviembre de 1938,
el más importante de los sufridos en la población durante la
contienda civil, recogí y publiqué varios testimonios que ilustran
acerca del momento histórico. Quizá el más significativo, en tanto
vinculado al refugio de la Iglesia, sea el aportado por Manuel
González Tregón (a) Varela, hijo de Daniel y de Justa. En el
momento del bombardeo estaba en la plaza del Ayuntamiento (entonces
plaza de Ramón y Cajal), jugando con otros niños. En cuanto
empezaron a sonar las sirenas se fueron al refugio, y apenas entraron
estalló una bomba cerca, el estampido los tiró al suelo:
- En casa de los Pitos estaba el Estado Mayor del ejército, allí había una sirena que tocaban cuando venía la aviación; en cuanto sonaba todos íbamos al refugio. Sí, parece que en el Puntal (del Mediero) había un observatorio, y desde allí avisaban cuando venían los aviones: entonces hacían sonar la sirena... A mí el bombardeo me pilló en el refugio del Cantón, que estaba bajo la Iglesia. Íbamos varios muchachos jugando cuando empezaron a sonar las sirenas y alguien dijo: Venga, muchachos, al refugio..., que son aviones fascistas..-y todos nos fuimos hacia el refugio. Entramos justo en el momento que estallaba una bomba que cayó allí mismo. La metralla no nos alcanzó de milagro, porque la entrada hacía recodo, pero a varios el estampido nos tiró al suelo... Si, nos libramos de milagro… Recuerdo que venía con nosotros Paquito, un hijo del tío Segundo el Solano... Una de las bombas había tirado una casa y parece que había pillado a alguien, y Paquito gritaba: Aquí, aquí, que hay una abuela dentro... A mi madre el bombardeo la pilló en el refugio de san Roque y en cuanto pudo bajó corriendo a la plaza, a buscarme: ¡Ay, mi Manolico, mi Manolico...! -decía la pobre. Y yo buscándola a ella, hasta que nos encontramos... Nosotros vivíamos en la calle Rosario, poco más arriba del callejón del Horno, donde (también) cayeron algunas bombas. Fíjate (como sería el estampido) que tiró al suelo una Virgen del Carmen que tenía mi madre en una repisa de su alcoba, y se le rompió un bracico a la imagen... Esa noche, como teníamos miedo de que volvieran los aviones, fuimos a dormir al refugio de arriba, que estaba bajo la ermita de san Roque; porque en el de abajo había mucha humedad... Claro, el refugio de la iglesia estaba bien apuntalado con troncos, por los lados y el techo, pero al final las maderas se pudrieron. El de san Roque también estaba entibado, pero allí no había agua y la madera se conservó; después de la guerra la gente se la fue llevando...[1]
Detalle de la boca de entrada al refugio antiaéreo construido durante la Guerra Civil (1936-1939) en Torrebaja (Valencia), descubierto al realizar obras de pavimentación en la calle Arboleda (2018). |
Detalle de la boca de entrada al refugio antiaéreo construido durante la Guerra Civil (1936-1939) en Torrebaja (Valencia), descubierto al realizar obras de pavimentación en la calle Arboleda (2018). |
El
testimonio ilustra acerca de las circunstancias personales del niño
Manuel González Tregón (Torrebaja, 1928) durante del bombardeo de
referencia. Dice de dos refugios, uno bajo la iglesia parroquial y
otro en el barrio de Los Pajares, bajo la ermita de San Roque. Ambos
refugios estaban entibados. Otro testimonio de interés, en relación
con el bombardeo de noviembre de 1938 es el de la vecina Trinidad
Martínez Arnalte (Torrebaja, 1941), hija de Gregorio y de
Josefina. Su declaración procede de distintas fuentes, pues ella no
había nacido por entonces:
- Mi tía Angelina -se refiere a la señora Angelina Arnalte Gómez- era viuda, tenía treinta y pocos años y vivía con sus hijos –Josefina, Rosita y Miguel- en la calle Arboleda, justo en la casa que hace esquina con la plaza... Cuando sucedió lo del bombardeo estaban en la casa mi tía y mi prima Josefina, que tenía unos 14 años, y una sobrina, Blanquita, niña rubia muy bonita, hija de mi tía Pilar, la que estaba casada con Audomaro, el farmacéutico de El Cuervo... Estaba también con ellas Amparo la Pinaza, hija del tío Evaristo el Marianazo, que era amiguica y vecina de mi prima Josefina. Parece que la pequeñina se acababa de dormir y la acostaron en la cama... Y en esto que comienzan a sonar las sirenas y las campanas, avisando del bombardeo y todas echaron escaleras abajo... Pero cuando iban a mitad mi tía Angelina exclamó: ¡Ay, mi Blanquita...! -y volvió a recoger a la criatura. Amparo dijo: ¡Pues yo me voy al refugio...! -que estaba en la misma calle, frente a la casa de Amparo y la de mi abuela Rita-, mientras que Josefina se quedó en la puerta, esperando a su madre. Nada más entrar Amparo en el refugio, comenzaron a caer las bombas, pero a ellas las pilló dentro de la casa... Por eso a mi prima la encontraron casi en el pórtico, mientras que a mi tía la hallaron echada sobre la cama, como yendo a coger a la niña... Así fue como murieron mi tía Angelina y mis primas Josefina y Blanquita. Contaba mi madre que Audomaro, su cuñado, estaba enfermo de tifoideas, vivía en la Replaceta, donde la casa del tío Cayetano: Audomaro, temblando de fiebre como estaba, se levantó como pudo de la cama y fue a recoger los restos de su hija Blanquita, a la que encontraron cortada por el pecho, casi a la altura del cuello; su padre, con la cabeza entre los brazos, todavía le quitó los pendientes a la pobre niña... De los hijos de mi tía se salvaron mis primos, que no estaban en la casa... Miguel había ido a cuidar una cabra y Rosita estaba fregando en la acequia.[2]
Sigue
diciendo:
- Junto a la casa de mi tía Angelina estaba la del tío Santiago -se refiere al señor Santiago Blasco Muñoz-, al que apodaban el Cojo, padre de Roque el Milagros, abuelo de Ramón y Milagritos. El tío Santiago era hermano de la tía Raimunda... Resulta que cuando el bombardeo, el hombre se quedó en la casa y murió por el derrumbe que se produjo; y su mujer, la tía Milagros, que iba en ese momento por la calle, se metió en el corral de mi abuela Rita, que estaba justo frente al refugio... Mi abuela se había ido corriendo, pero la mujer del tío Santiago, por alguna razón, se metió en el corral, y allí la encontraron después a la pobre, medio muerta de miedo y llena de polvo. Fíjate lo que es el destino de cada uno...[3]
Y
concluye:
- El bombardeo aquel fue muy dañino para el pueblo; además de los que mató, hundió muchas casas. En la calle de la Arboleda tiró todas las que iban a continuación de la de mi tía Angelina, la del tío Santiago y la del tío Evaristo el Marianazo, que estaba en la esquina, y no sé si habría alguna más entre medio. En esa misma calle tiró la de mi tía Carmen la Bernarda, que estaba al fondo del Rincón, detrás de la iglesia vieja, y la del tío Julián -se refiere al señor Julián Tortajada Martínez-, el de Adoración -se refiere a la esposa, señora Adoración Pinazo Martínez-, cuya casa estaba junto a la de mi tía Carmen... La tía Dora hacía poco que había dado a luz, y tenía en brazos a su hija Carmen cuando se las cayó la fachada. Contaba Dora, su hija mayor, que su madre estaba junto al fuego, con Carmen en brazos y ella exclamó: ¡Madre, que el muñeco se mueve...! -refiriéndose a un juguete que tenía colgado en la pared. Y no había acabado de decirlo cuando la fachada cayó hacia la placeta... Ellas se quedaron en la cocina y tuvieron que bajarlas como pudieron...[3]
Detalle de las obras de pavimentación en la calle Iglesia de Torrebaja (Valencia), con la torre inconclusa de la epístola al fondo (2018). |
Un
último testimonio es el del vecino Daniel Aparicio Sánchez
(Torrebaja, 1941), hijo de Constantino y de Carmen:
- Mi padre, al que llamaban Constantino Aparicio Aparicio (1907-92), tenía un camión y (durante la guerra) se dedicaba al transporte de mercancías. Pero cuando se produjo el bombardeo estaba arreglando el tejado de la casa de Los Picos, pues él era albañil de profesión, y tenía como ayudante a un soldado que llamaban Cremades. En cuanto empezaron a sonar las sirenas todos bajaron y se fueron al refugio. Pero por alguna razón el soldado se quedó rezagado, apenas unos pasos por detrás de mi padre. Sucedió que poco antes de entrar en el refugio de la iglesia -que tenía una entrada por la calle Arboleda, en la confluencia con la del Rosario-, estalló allí una bomba y lo lanzó contra la pared de la casa de Evaristo el Marianazo, que estaba frente a la boca del refugio. Sí, la casa se hundió y el soldado murió aplastado...[4]
La
declaración del señor Daniel alude a la información aportada por
su padre, camionero accidental y albañil de oficio, que en el
momento de los hechos se hallaba arreglando el tejado de la casa de
Los Picos (se refiere a la Casa Grande, situada en la plaza del
Ayuntamiento), a escasos metros de la calle Arboleda y entrada al
refugio de la iglesia. Se desconoce el nombre y segundo apellido del
"soldado Cremades".
Los
testimonios aportados se refieren exclusivamente al bombardeo de
Torrebaja por la aviación nacional del 26 de noviembre de 1938,
todos ellos en relación con la entrada al refugio de la calle
Arboleda, zona del pueblo donde tuvo lugar el mayor número de
víctimas civiles. Según un censo de viviendas realizado por el
Ayuntamiento de Torrebaja (en diciembre de 1939), en aquel bombardeo
se hundieron las casas de la calle Arboleda n.º 1, 3, 5, 7, 9, 11,
13 y 15, además de la n.º 8. En la calle Pedro Arnalte (actual
calle Fuente), se hundieron (total o parcialmente) la n.º 5, 41, 43
y 45, además de la n.º 12, 14, 16, 18, 24, 26, 28, 30 y 32. En la
calle del Rosario fueron destruidas (total o parcialmente) la n.º 6
y 8.[5]
Detalle de la boca de entrada al refugio antiaéreo construido durante la Guerra Civil (1936-1939) en Torrebaja (Valencia), descubierto al realizar obras de pavimentación en la calle Arboleda (2018). |
Otros
refugios antiaéreos de Torrebaja.
Además
de los reseñados, durante la Guerra Civil se labraron otros refugios
notables en distintos puntos del casco urbano de Torrebaja: uno en la
zona correspondiente a la actual calle Valencia y otro en la
carretera de Teruel, frente al Hospital de Sangre.
*
Refugio de la calle Valencia:
Se
hallaba en una zona de huertos, al comienzo de la actual calle
Valencia prolongación hacia el norte de la calle Zaragoza. Se
construyó parcialmente excavado bajo tierra, los muros y cubierta de
cemento armado, siendo su forma exterior la de una pirámide truncada
a cuatro aguas. La entrada tenía forma de zigzag, con una gran
superficie interior. Dicho refugio (más bien un bunker), se hallaba
en las inmediaciones de las casas de la calle de San Roque donde se
ubicaron las oficinas del Estado Mayor del XIX Cuerpo del Ejército,
del Ejército de Levante. Estaba destinado a los mandos militares,
pero cualquiera podía acogerse en caso de bombardeo.[6]
*
Refugio del Hospital Militar:
Se
hallaba en la carretera de Cuenca-Teruel, frente al Hospital Militar,
más conocido como “Hospital de Sangre”[7]-en
el solar donde hoy se halla el aparcamiento del Hotel Restaurante
"Los Emilios". Poseía resguardos laterales de cemento, con
pasillos formando un siete, y una amplitud de unos tres metros de
ancho por unos quince o veinte de longitud: la techumbre estaba
basada en troncos de pinos y tierra, dispuestos en cuatro capas
haciendo montículo. El refugio poseía dos bocas o entradas que
daban a la carretera, y servía especialmente como abrigo para los
hospitalizados y personal sanitario del hospital -aunque cualquiera
podía acogerse.[8]
Detalle de la boca de entrada al refugio antiaéreo construido durante la Guerra Civil (1936-1939) en Torrebaja (Valencia), descubierto al realizar obras de pavimentación en la calle Arboleda (2018). |
Detalle de la rampa de entrada al refugio antiaéreo construido durante la Guerra Civil (1936-1939) en Torrebaja (Valencia), descubierto al realizar obras de pavimentación en la calle Arboleda (2018). |
Entrada al refugio antiaéreo construido durante la Guerra Civil (1936-1939) en Torrebaja (Valencia), descubierto al realizar obras de pavimentación en la calle Arboleda (2018). |
Templo
parroquial y refugios antiaéreos.
Resulta
evidente que los refugios antiaéreos labrados en el subsuelo del
templo, así como los impactos directos de las bombas sobre las
inmediaciones de la iglesia no beneficiaron su estructura, de por sí
ya deficiente. En su “Memoria para la reconstrucción de la iglesia
parroquial de Torrebaja (Valencia)”, el arquitecto valenciano -Luis
Gay Ramos (1912-1996)-, técnico de la Dirección General de Regiones
Devastadas, encargada de la reconstrucción de monumentos
histórico-artísticos afectados por la guerra civil, escribe (mayo
de 1949):
- Tiene este proyecto como fin, reconstruir la Iglesia Parroquial de Torrebaja de la Diócesis de Segorbe./ El pueblo de Torrebaja enclavado durante toda nuestra pasada guerra en las inmediaciones del frente de Teruel, sufrió sus efectos muy reiterados, por hallarse establecido en el mismo el mando supremo de las fuerzas de Levante./ Los daños de guerra que sufrió el Templo Parroquial fueron totales pues a parte de su devastación e incautación primero, padeció los impactos directos y los no menos graves de los refugios./ De construcción deficiente aunque no muy antigua, el emplazar un refugio en su subsuelo e inmediaciones ha ocasionado por último su destrucción total, dado que las filtraciones y derrumbamientos interiores provocaron asientos y corrimientos que abrieron precipitadamente las grietas existentes en las bóvedas, desplomaron el muro de fachada y se aceleró la descomposición de sus muros laterales principalmente en las partes bajas y esquinas, haciendo inútiles los refuerzos de unos machones que también por impactos directos se habían derrumbado parcialmente durante la guerra. Todo ello aconsejó derribar lo que quedaba en pie del templo en evitación de desgracias personales, y proceder a su reconstrucción aprovechando el material que se halla en condiciones.[9]
La
primera piedra del nuevo templo se colocó en junio de 1954, estando
presente el señor obispo de Segorbe, monseñor José Pont y Gol, al
que acompañaron las autoridades civiles y militares locales y
comarcales. El nuevo edificio se construyó sobre el mismo solar que
el anterior, aunque dándole una orientación distinta: mientras el
viejo se orientaba en sentido antiguo este(pies)-cabecera(oeste),
el nuevo se dispuso en sentido norte(pies)-sur(cabecera). La
superficie del nuevo templo fue también mayor, ya que se aprovechó
el recinto del cementerio que circundaba la fachada del evangelio
(sur) del viejo templo -que comunicaba la plaza de la Iglesia (entonces calle Arboleda) con la
calle Fuente (entonces, calle de Pedro Arnalte).
Para
comprender el motivo por el que Torrebaja resultó el pueblo más
afectado del Rincón de Ademuz por el fenómeno bélico hay saber que
la localidad fue asiento del Estado Mayor del XIX Cuerpo de Ejercito
republicano (centro administrativo y de comunicaciones, intendencia,
Hospital de Sangre...), teniendo como comandante en jefe, primero al
coronel de infantería Manuel Eixea Vilar (1881-1939), y después al
coronel don Joaquín Vidal Munárriz (1882-1939) -ambos fueron
fusilados después de la guerra. Además, en varios edificios
particulares se ubicó el "Hospital de Sangre" de
referencia en la zona meridional del frente de Teruel.
Vista de la plaza de la Iglesia en Torrebaja (Valencia), durante las obras de pavimentación (2018). |
Detalle de la rampa de entrada al refugio construido durante la Guerra Civil (1936-1939) en Torrebaja (Valencia), descubierto durante las obras de pavimentación de la calle Arboleda (2018). |
Detalle de la rampa de entrada al refugio construido durante la Guerra Civil (1936-1939), descubierto en la calle Arboleda de Torrebaja (Valencia), durante las obras de pavimentación (2018). |
A
modo de epílogo.
La
memoria suele ser frágil entre los humanos, pero a poco que
escarbemos aparecen vestigios del pasado, como el refugio antiaéreo
de la guerra civil surgido en la calle Arboleda de Torrebaja, con
motivo de las obras de pavimentación que se están llevando a cabo
en la misma. La guerra civil fue el fenómeno sociológico más
trascendente ocurrido en España durante el siglo XX: las
consecuencias de aquel enfrentamiento bélico -una o varias
revoluciones confrontadas, con victoria de la contra- se prolongaron
en el tiempo bajo la forma de una dictadura autoritaria; pero sus
causas hay que buscarlas en el fracaso de la II república, en cuyo
colapso contribuyeron todos. Pues lo cierto es que los dirigentes del
periodo republicano de uno y otro signo no pudieron o no supieron
resolver los graves problemas sociales, políticos y económicos
planteados y que podrían resumirse “en agitación social, escasa
prosperidad general y falta de trabajo”. Cabe insistir en que la
república y la guerra civil española no fueron fenómenos aislados,
se desarrollaron en el contexto europeo de unas democracias en
crisis, con el telón de fondo de dos ideologías emergentes y
enfrentadas, el comunismo y el fascismo.
En los archivos municipales no existen referencias documentales relativas a la construcción de los distintos refugios excavados en Torrebaja durante el periodo histórico; sin embargo, abundan los testimonios referentes a su uso durante la guerra. Los informes recogidos refieren que en los trabajos intervinieron soldados y civiles, bajo la dirección técnica del personal militar de la Comandancia Principal de Ingenieros del XIX Cuerpo de Ejército, del Ejército de Levante.[10]
El
hallazgo arqueológico se corresponde con las manifestaciones de los
vecinos y datos historiográficos conocidos. Es por ello que sería
estupendo que el descubrimiento de la boca septentrional del antiguo
refugio antiaéreo (construido en el subsuelo de la iglesia
parroquial) pudiera restaurarse y aprovecharse como vestigio material
de la guerra civil. Probablemente no pueda recuperarse en su
totalidad, dado el estado de deterioro en que se hallan las galerías,
de cuyo hundimiento ya dio cuenta en su proyecto el arquitecto que
diseñó el nuevo templo, en 1949. Caso de no poder restaurarse en
este momento, convendría cubrirlo, pues tal vez pueda recobrarse en
el futuro.
Debemos
felicitar al Ayuntamiento de Torrebaja, y felicitarnos todos los
vecinos, por las obras de pavimentación emprendidas en el entorno de
la iglesia: plaza y calle de la Iglesia, calle Arboleda y comienzo de
la calle del Rosario -valga el punto para decir que durante la
revolución española de 1936 la calle del Rosario cambio su nombre
por el de “calle de Pablo Iglesias”, dado que el comité
revolucionario local era de mayoría socialista.[11]
Hubo otros cambios en el callejero local, como el de la calle
de San Roque, que pasó a llamarse "Luis de Sirval" (alias
de Luis Higón y Rosell, periodista asesinado tras el intento de
golpe de estado de los socialistas y nacionalistas catalanes contra
la República, en octubre de 1934), y el de la carretera de
Cuenca-Teruel, que se rebautizó con el pomposo nombre de “avenida
de la República”.[12] Todo lo cual
demuestra que el ímpetu revolucionario y anticlerical fue intenso
durante el periodo histórico -incautación y saqueo de la iglesia y
las ermitas, quema de imágines y retablos, destrucción de
casilicios y ladrillos del Vía Crucis...-, cambiando los nombres de
los santos religiosos de la tradición local por otros laicos, y
políticos. Propiamente, el único cambio razonable (justificado) fue
el de la carretera de Cuenca a Teruel.
Las
obras de pavimentación supondrán la retirada del antiguo cemento y
su sustitución por adoquines, lo que sin duda mejorará la estética
del conjunto viario -evitando el continuo parcheado de las calles con
motivo de la reparación de las averías en el abastecimiento de
aguas y el alcantarillado. El proyecto contempla también el
soterramiento de los cables del alumbrado público y la telefonía,
lo que resulta doblemente de agradecer.
Esperemos
que en un futuro no lejano se contemple el adoquinado del resto de la
calle del Rosario, y demás calles de la población, aprovechando de
paso para renovar las infraestructuras obsoletas. Vale.
Véase
también:
__________________________________________________________________________
[1] SÁNCHEZ
GARZÓN, Alfredo (2009). Acerca del bombardeo de Torrebaja del 26 de noviembre de 1938, en Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz, Valencia, vol. III, p. 24. ISBN:
978-78-931563-6-7
[2] Ibídem,
pp. 25-26.
[3] Ibídem.
[4] Ibidem,
p. 27.
[5] Ibídem,
p. 29.
[6] SÁNCHEZ
GARZÓN, Alfredo (2008). Refugios antiaéreos en Torrebaja y otras noticias de la guerra civil (1936-1939), en Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz, Valencia, vol. II, pp.
335-336. ISBN: 978-84-931653-5-0
[7] SÁNCHEZ
GARZÓN, Alfredo (2009). El Hospital de Sangre de Torrebaja durante la guerra civil (1936-1939), en Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz, Valencia, vol. III, pp. 85-99. ISBN:
978-78-931563-6-7
[8] Ibídem,
p. 336.
[9] Archivo
Histórico Parroquial de Torrebaja (Valencia), Memoria del
proyecto de reconstrucción de la iglesia parroquial de Torrebaja
(Valencia), firmado en Valencia, para Torrebaja a 31 de mayo de
1949.
[10] En
el Archivo General Militar de Ávila (AGMAV), existe documentación
relativa a los refugios antiaéreos de Torrebaja (croquis y planos),
procedentes de la Comandancia Principal de Ingenieros del XIX Cuerpo
de Ejército y Batallón de Obras y Fortificación nº 18 de este
Cuerpo de Ejército, construidos entre mayo y julio de 1938: AGMAV,
2102, 15, 16, 17 y 18.
[11] SÁNCHEZ
GARZÓN, Alfredo (2011). Ayuntamientos, Juntas Gestoras y Comités constituidos en Torrebaja durante la revolución (1936-39), en Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz,
Valencia, vol. IV, pp. 391-397. ISBN: 978-84-931563-7-4
[12] SÁNCHEZ
GARZÓN, Alfredo. Estudio
de las causas de muerte en Torrebaja durante la Guerra Civil
(1936-1939),
en el sitio web Desde
el Rincón de Ademuz,
del sábado 1 de marzo de 2014.
GALERÍA
FOTOGRÁFICA:
Obras de pavimentación en la plaza de la Iglesia de Torrebaja (Valencia), 2018. |
Obras de pavimentación en la plaza de la Iglesia de Torrebaja (Valencia), 2018. |
Obras de pavimentación en la calle de la Iglesia de Torrebaja (Valencia), 2018. |
Detalle de la iglesia parroquial y calle de la Iglesia de Torrebaja (Valencia), desde la Plaza Rey Don Jaime (Replaceta), durante las obras de pavimentación (2018). |
Detalle de la calle de la Iglesia en Torrebaja (Valencia), desde la calle Fuente, durante las obras de pavimentación (2018). |
Detalle de la calle del Rosario en Torrebaja (Valencia), durante las obras de pavimentación (2018). |
Detalle del comienzo de la calle del Rosario en Torrebaja (Valencia), durante las obras de pavimentación, con la Casa Abadía a la derecha y la Iglesia Parroquial al fondo (2018). |
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