Visita
guiada,
a
propósito del recientemente creado itinerario cultural.
“Tiene
Castielfabib el asiento muy fragoso,
por
estar entre dos montes, que hacen un valle muy estrecho;
y
es población de cien casas, con su castillo”
-Gaspar
Escolano (1560-1619)-.
Palabras
previas, a modo de introducción.
Castielfabib
-junto con Ademuz- fue una de las dos villas amuralladas del Rincón
de Ademuz. El simple hecho de su amurallamiento suscita la
imaginación de lugareños y visitantes, provocando en ellos el deseo
de conocer cómo pudo ser la población en tiempos bajo medievales y
al comienzo de la Edad Moderna -desde la conquista cristiana de Pedro
II de Aragón hasta bien avanzado el siglo XV-, cuando, por la unión
dinástica de la corona de Aragón y Castilla las fortificaciones y
murallas en asentamientos de los reinos vecinos dejan de tener la
importancia defensiva que habían tenido en el pasado.
La
propia ubicación geoestratégica de la villa -a caballo entre dos
cerros, con el caserío descorriéndose por las laderas de la Solana
y la Umbría- excita hoy la fantasía de los que se acercan a visitar
la población. Puestos a situar la villa, quien mejor la describe es
Escolano (1560-1619):
- Tiene Castielfabib el asiento muy fragoso, por estar entre dos montes, que hacen un valle muy estrecho; y es población de cien casas, con su castillo. Los historiadores nuestros le hacen tan antiguo, que por el nombre de Castiel Fabi sacan, que se le dieron en tiempos de romanos; y que es lo mesmo que decir, Castillo de Fabio. Mas no parece cuadrar con esto el nombre que tuvo en tienpo de los moros que le llamaron Castiel Fabib, ó Habib: que como ellos mesmos confiesan, es palabra arábiga.[1]
Según
vemos, en tiempo del cronista valenciano (1611), la villa la formaban
un centenar de casas (unos 440 habitantes), castillo incluido. Nada
dice, sin embargo, del estado de la fortaleza, ni de la muralla que todavía
circundaba la villa entonces. Pero resulta evidente que aun tenía murallas, pues el obispo de Segorbe, fray Francisco Gavaldá Guasch, en su Relación ad limina de 1656, anota de Castielfabib: Castielfabib nobilissimun regaleque oppidum primunque et permunitum Regni Valentini municipium, intra cuius moenia circumstantesque villulas triginta super bis centrum domicilia connumerantur,[2] palabras que traducimos como: Castielfabib, nobilísimo y real pueblo, primer municipio y muy fortificado del Reino de Valencia, dentro de cuyas murallas y caseríos se cuentan más de doscientos treinta domicilios. Resulta evidente, pues, que a mediados del siglo XVII todavía tenía un castillo y la villa se hallaba cercada por una muralla. Ambas estructuras, sin embargo, debían
estar ya deterioradas, tanto por el abandono como por servir de
cantera para la construcción de nuevas casas, y otros fines. No hay constancia
documental de que así fuera, pero es lo que podemos deducir por lo
que pasó en otros lugares.
En
sus mejores tiempos, sin embargo, la vista del castillo y la muralla
que circundaban la población debió ser impresionante. Las mejores
vistas se obtendrían desde los mismo lugares que podemos obtenerlas
hoy: Los Planos y la Vega Zaragoza, el Camino de la Hoya
Hermosa, La Torreta, la Ermita de la Virgen de Gracia, y
desde el Convento de San Guillermo, ya en el otro lado del Ebrón. Y
por supuesto, desde el castillo. El sabio naturalista valenciano
Antonio J. Cavanilles (1745-1804), en su excursión de Vallanca a
Ademuz -vía Las Tóbedas y El Colladillo- pasó por Castielfabib, y
comenta:
- Desde este monte se va baxando hácia la villa, situada en la cuesta rápida de un cerro, coronado hoy dia por las ruinas de una fortaleza. Subí á lo mas alto para descubrir las cercanías y los objetos que á pocas leguas cierran el horizonte. […] Muy cerca de la villa y del cerro del Castillo en la ribera izquierda del Ebrón parecian hermosas huertas, y la industria de sus dueños, que para regarlas dirigen las aguas por canales excavados en la peña, algunos de ellos a bastante altura.[3]
En
tiempo del botánico, finales del siglo XVIII (1792), la fortaleza se
hallaba ya arruinada. Nada dice del recinto amurallado de la villa,
pero podemos imaginar que en gran parte habría desaparecido, con
la excepción de algunos torreones. La conservación de los torreones
(uno en el barrio de La Torreta y otro en El Torrejón) se debe a que
fueron convertidos en vivienda, y habitados.
El
propósito de la entrada es realizar un recorrido por los restos del
antiguo recinto amurallado de Castielfabib, aprovechando el
recientemente creado itinerario cultural. El trayecto supone visitar
puntos emblemáticos de la población, transcribiendo y comentado el
texto de los paneles que ilustran el recorrido -incluyendo los
miradores. Un trabajo, por lo demás, eminentemente divulgativo. Valga
el punto para felicitar al Ayuntamiento de Castielfabib y demás
entidades que han hecho posible este proyecto.
Panel
inicial del Itinerario Cultural y Elementos del recinto amurallado.
El
panel inicial del Itinerario Cultural se halla al comienzo de la
subida de la calle Virgen de Gracia, rampa que parte de la CV-479
situado en la zona septentrional (Umbría) de la villa -frente al
Cementerio, la Ermita de la Virgen y el complejo polideportivo
municipal.
El
panel está basado en una gruesa plancha metálica vertical y posee un cartel
encristalado con los principales elementos del recinto amurallado.
Incluye un texto trilingue (castellano, valenciano, inglés), un
plano de la villa con la ubicación de los puntos de interés y diez
fotografías correspondientes a los elementos objeto de la visita. El
panel -de estética agradable y buena factura- posee el anagrama de
la Villa perforado en la plancha. El texto en castellano dice:
- La Villa de Castielfabib es un enclave estratégico que ha sido habitado por diversas civilizaciones desde su origen, siendo la musulmana y sobre todo la cristiana las que han conformado y definido las características de esta población antiguamente fortificada. Esto se debe fundamentalmente a su posición fronteriza dentro del reino de Valencia, rodeada por los de Aragón y Castilla, así como debido a las continuos enfrentamientos entre la Corona de Aragón y la de Castilla hasta el siglo XIV y, posteriormente, debido a su importancia estratégica durante la I Guerra Carlista (1833-1840)./ Todos los estratos de la historia han ido dejando huella en el paisaje de Castielfabib, desde el nacimiento de la población en la Villa Vieja al norte de la misma, hasta la apertura de la actual carretera en la década de 1920. No obstante, el mayor simbolismo y referencia histórica de Castielfabib se ubica en la Edad Media, cuando forma parte de la principal línea defensiva de la Corona de Aragón. Esta posición hace que sea fortificada en reiteradas ocasiones, y edificios como la Iglesia-Fortaleza, el Castillo o la Torreta, así como el resto de torreones y paños de muralla emerjan en el […] de la Villa desde el siglo XIII con la conquista de Pedro II en 120, hasta la actualidad./ EL ITINERARIO CULTURAL por el RECINTO AMURALLADO DE CASTIELFABIB permite conocer de una forma contextualizada los diferentes elementos que forman parte del pasado medieval de Castielfabib. Además ofrece unas inmejorables vistas de la Villa y del valle del Ebrón en todas direcciones, lo que hace comprender por qué es aquí y no en otro lugar donde se asienta la VILLA DE CASTIELFABIB como pieza clave en la frontera del Reino de Valencia y por lo tanto de la Corona de Aragón.
En
su literaria descripción, Escolano dice “Tiene Castielfabib el
asiento muy fragoso, por estar entre dos montes, que hacen un valle
muy estrecho”, observando ya la estratégica situación
geográfica de la villa. Asimismo Cavanilles, que la sitúa “en la
cuesta rápida de un cerro, coronado hoy dia por las ruinas de una
fortaleza”. Y también Pascual Madoz, que la pone “en las faldas
orientales de un monte que corona un castillo, en la ribera derecha
del río Ebrón, al extremo septentrional del rincón de Ademuz,
confinando con los antiguos Reinos de Castilla y Aragón, hoy día
provincia de Cuenca y Teruel”.[4] El
estadista, por el contrario del cronista y el naturalista, la ubica
en una situación geoestratégica y política más precisa,
“confinando con los antiguos reinos de Castilla y Aragón”.
Cuando dice de los “continuos enfrentamientos entre la Corona de
Aragón y la de Castilla hasta el siglo XIV”, se está refiriendo,
obviamente, a la Guerra de los Dos Pedros. La contienda ocupó casi
toda la segunda mitad del siglo XIV (1356-1369) y se desarrolló en
varias fases, con intervalos de paz: la Primera fase duró
cinco años (1356-1361) concluyó con la Paz de Deza
Terrer (1361); la Segunda fase duró apenas
un año (1362-1363) y concluyó con la Paz de
Murviedro (1363); la Tercera fase duró
seis años (1363-1369) y concluyó con la Paz de
Almazán (1375). Durante la mayor parte del tiempo el
conflicto se desarrolló en territorio de la Corona de Aragón, que
sufrió las mayores pérdidas humanas y materiales. Las villas del
Rincón de Ademuz (Ademuz y Castielfabib) se vieron afectadas en las
dos fases últimas del conflicto, sufrieron el asedio y la ocupación
castellana con grandes destrozos -como bien recogen los estatutos de
las Cofradías locales. La historiografía demuestra la estancia del rey
castellano -Pedro I el Cruel (1350-1369)- en Castielfabib (1364),
donde signa entre el 18 de octubre y el 1 de noviembre.[5]
La
unión dinástica de Castilla y Aragón -por el enlace de Isabel I de
Castilla y Fernando II de Aragón- hizo que las fortificaciones y
castillos situados en las fronteras entre reinos perdieran su
importancia estratégica. A principios del siglo XVII el castillo de
Castielfabib ya hemos visto que estaba en ruinas, como el de Ademuz.
Mediado el siglo, el de Ademuz se vio afectado además por el
terremoto de 1656 -que acabó con lo que pudiera quedar de la fortificación.
El de Castielfabib, sin embargo, recuperó cierto protagonismo con
motivo de la primera guerra carlista (1833-1840). Respecto al momento
histórico, escribe Madoz (1847):
- [El castillo] fué reedificado por los carlistas; asi como una torre contigua llamada Torre Blanca, porque según es tradición fué en ella el arresto de Doña Blanca. Para ello pusieron en contribución á los pueblos circunvecinos, de los que concurrían multitud de pobres que se ocupaban en el trabajo, otros en clase de arrestados, y aun á las mujeres se les hacia subir cargas de agua para las obras que se preparaban. Con ese motivo se les prodigó á aquellos infelices un trato muy inhumano no solo obligándoles á trabajar mas de lo que podían, sino que puestos á disposición de unos capataces de tosco aspecto, les maltrataban con palos y látigos, y aun con cadenas. Pero ocupados posteriormente estos fuertes por las tropas nacionales, les minaron arruinando las nuevas obras fabricadas.[6]
El
responsable de las obras de fortificación de Ademuz y Castielfabib
fue el general Augusto von Goeben (1816-1880),
militar e ingeniero prusiano, mercenario carlista instalado en
Castielfabib, el cual refiere en sus memorias:
- Encargado por el general [Ramón Cabrera (1806-1877)] de dirigir los trabajos de fortificación de Castielfabit y de acelerar la defensa de la zona, sobre todo la de la plaza de Ademuz, situada en alto y en lugar muy visible, me quedé con 130 hombres bajo el mando del teniente Norma. Entre ellos, había dos aragoneses de Daroca muy disciplinados y diez de los pueblos limítrofes de aquí, algo más indómitos aunque muy trabajadores. Mandé un pequeño grupo bajo el mando del teniente Losada, recién llegado, para que vigilasen a la población de Ademuz y controlar el paso de ese terrible corredor hacia Valencia y Castellón. Yo me instalé en Castielfabit y allí estuve desde finales de marzo hasta mediados de abril que, comprobadas las fortificaciones del Turia, marché para Cañete.[7]
Desde
la voladura de las “nuevas obras fabricadas” en el castillo de
Castielfabib, la fortaleza fue deteriorándose progresivamente, más
que por efecto de la actuación humana por el descuido y el paso del
tiempo.
Resulta
evidente que los avatares “de la historia han ido dejando huella en
el paisaje de Castielfabib” desde sus comienzos, el primer
asentamiento humano pudo estar en la denominada “Villa Vieja”,
situada al noreste de la población y del complejo de la
iglesia-fortaleza (más bien una iglesia en una fortaleza). El último
gran acontecimiento, dada la trascendencia que tuvo para la
localidad, fue el labrado de los túneles de La Solana y de La Umbría
durante la Dictadura de Primo de Rivera -actividad en la que
trabajaron muchos vecinos de la villa-: la perforación de estos
túneles carreteros permitió la continuación de la carrera CV-483
desde el empalme en la N-420 hasta la aldea de Cuesta del Rato, y El
Cuervo (Teruel). Dicha obra facilitó enormemente la vida de los
lugareños, pues hasta la construcción de los túneles, para ir de
un lado a otro de la población el paso obligado era por la plaza de
la Villa.[8]-[9]
Como
Ademuz, Castielfabib constituye el paradigma de población medieval,
amurallada y ubicada en un lugar elevado, siendo pieza fundamental
“de la principal línea defensiva de la Corona de Aragón” en los
confines del reino con Castilla. La plaza fue amurallada y
fortificada en distintos momentos de su historia. Basta ver que la iglesia se
halla en la planta superior de la torre del Homenaje del castillo; el
propio castillo, que responde a la estructura musulmana; la
torre-campanario, levantada cerca de la puerta del castillo, con la
intención de que participara en su fortificación y defensa; y el
fundamental torreón de La Torreta, situada ésta en la parte más elevada
de la villa, y que cerraba el recinto fortificado por occidente -todo ello
en un continuum histórico desde la conquista
cristiana por Pedro II de Aragón a principios del siglo XIII (2010).
El
itinerario que se nos propone permitirá conocer sobre la marcha al
visitante “los diferentes elementos que forman parte del pasado
medieval de Castielfabib”, incluyendo unas impresionantes
panorámicas de la villa y el valle del Ebrón. Las vistas nos
permitirán comprender de inmediato el motivo por el que se eligió
levantar Castielfabib en este enclave y no en otro lugar.
Para
realizar el recorrido por el recinto amurallado de Castielfabib
debemos subir hasta la villa, al llegar al final de la calle Virgen
de Gracia deberemos dirigirnos hacia la iglesia-fortaleza, tomando la
calle que surge a nuestra mano izquierda. Enseguida nos encontraremos
con la fachada meridional de la construcción donde se ubica la
iglesia-fortaleza. El acceso al templo es por la derecha, ascendiendo
en dirección a la puerta de La Reja, por donde se accede al
Carrerón. En nuestra visita seguiremos por la parte baja, hacia la
base de la torre, donde veremos una entrada en arco de medio punto
adovelado, éste era el acceso a la antigua fragua que había en el
lugar.
Antes de iniciar el recorrido por el recinto amurallado, merece la pena adentrarse en el callejón del Carrerón y subir hasta el Mirador de la Villa Vieja; el acceso se ha adecuado mediante una rampa y escaleras en su trama final, para acceder fácilmente a la iglesia, y hasta el rellano final, donde se halla el panel del Mirador:
En su parte superior izquierda el panel muestra una gran panorámica del peñasco sobre el que asienta el castillo, la Iglesia-fortaleza y la zona umbría del caserío de Castielfabib, vista desde una posición nororiental, al otro lado del Ebrón. El pie de foto ilustra al respecto de la vista, de derecha a izquierda: La Torreta, la Torre del Hospital, el barrio del Moral, y sobre el peñasco: la Villa Vieja, la Iglesia-fortaleza, el Castillo y el Molino de la Villa, a los pies; a la izquierda de la imagen aparecen las ruinas del Convento de San Guillermo. La imagen inferior izquierda es una reducción de la anterior, en la que se señala la Villa Vieja alta, la Villa Vieja baja, la Iglesia-fortaleza y el Castillo, vista a cierta distancia de la entrada al túnel de La Umbría. Las fotos menores ilustran los "arranques del muro de los edificios que integraban la Villa Vieja" y un "poblado del Alto Atlas marroquí, con aspecto similar al que puedo haber tenido la Villa Vieja bajo dominio islámico".
Antes de iniciar el recorrido por el recinto amurallado, merece la pena adentrarse en el callejón del Carrerón y subir hasta el Mirador de la Villa Vieja; el acceso se ha adecuado mediante una rampa y escaleras en su trama final, para acceder fácilmente a la iglesia, y hasta el rellano final, donde se halla el panel del Mirador:
- La denominada Villa Vieja, es donde se ubicaba la población islámica de Castil-al Habib previamente a 1210 cuando Pedro II de Aragón (padre de Jaime I) conquistó la Villa. En este lugar se cree que se asentaron las civilizaciones previas que habitaron la población, una zona privilegiada de forma natural por el río Ebrón y flanqueada por una torre defensiva donde posteriormente se construyó la Iglesia-fortaleza. La conquista cristiana hizo que la población se desplazase hacia el sur y este, creando la actual población o Villa Nueva. Además, en este punto se hallan 3 edificios de gran relevancia: la casa del Sacristán, antigua Casa Abadía hasta el s. XVII actualmente en ruinas conserva uno de los arcos de acceso al recinto amurallado desde la Villa Vieja; la sacristía, construida tras 1840 impide la conexión con el Castillo; y el atrio de acceso a la Iglesia-Fortaleza, s. XVII, ubicado sobre un antiguo porche medieval.
En su parte superior izquierda el panel muestra una gran panorámica del peñasco sobre el que asienta el castillo, la Iglesia-fortaleza y la zona umbría del caserío de Castielfabib, vista desde una posición nororiental, al otro lado del Ebrón. El pie de foto ilustra al respecto de la vista, de derecha a izquierda: La Torreta, la Torre del Hospital, el barrio del Moral, y sobre el peñasco: la Villa Vieja, la Iglesia-fortaleza, el Castillo y el Molino de la Villa, a los pies; a la izquierda de la imagen aparecen las ruinas del Convento de San Guillermo. La imagen inferior izquierda es una reducción de la anterior, en la que se señala la Villa Vieja alta, la Villa Vieja baja, la Iglesia-fortaleza y el Castillo, vista a cierta distancia de la entrada al túnel de La Umbría. Las fotos menores ilustran los "arranques del muro de los edificios que integraban la Villa Vieja" y un "poblado del Alto Atlas marroquí, con aspecto similar al que puedo haber tenido la Villa Vieja bajo dominio islámico".
Vista parcial de la Iglesia-fortaleza de Castielfabib (Valencia), con detalle del campanario y lienzos de la muralla occidental del Castillo (2019). |
Elementos
del recinto amurallado.
Los
elementos del recinto amurallado de Castielfabib señalizados son los
siguientes:
01_Iglesia-fortaleza.
02_Paño
de muralla de la calle Barrioso.
04_La
Torreta.
05_Torre
almenada.
07_El
Torrejón.
08_Paño
de muralla de la calle La Fuente.
01-Panel
de la Iglesia-fortaleza.
En
el primer panel podremos leer un texto “Acerca del
itinerario cultural”, que constituye una repetición ampliada de lo que hemos leído en el panel de la calle Virgen de Gracia:
- Castielfabib es un enclave estratégico que ha sido habitado por diversas civilizaciones desde su origen, siendo la musulmana y sobre todo la cristiana las que han conformado las características de esta población antiguamente fortificada. Esto se debe fundamentalmente a su posición fronteriza dentro del Reino de Valencia pero rodeada por los de Aragón y Castilla, así como debido a los continuos enfrentamientos entre la Corona de Aragón y la de Castilla en determinados periodos. Además su ubicación y posición dentro del Reino de Valencia, constituye la puerta de acceso al Reino desde Aragón en esta zona geográfica./ Tras la conquista cristiana por Pedro II de Aragón en 1210, y la posterior anexión al Reino de Valencia por Jaime I, Castielfabib, junto con Ademuz, tenía voz propia en las Cortes Valencianas como Villa de Realengo que era; además fueron varias las órdenes militares que controlaron esta plaza como la del Hospital o el Temple y posteriormente Montesa, dejando cada una de ellas su huella. Las distintas guerras contra Castilla durante el siglo XIV, y la denominada “de los Pedros” en concreto, la Guerra de la Independencia, la I Guerra Carlista y la Guerra Civil son conflictos que han afectado a esta zona de frontera a lo largo de la historia, y han ido marcando la fisonomía y aspecto del lugar tanto en sentido positivo como negativo; ofreciendo distintas construcciones que hoy pueden apreciarse ya sea en pie, muy dañadas o directamente desaparecidas, pero que permiten hacerse una idea de la importancia que en otros tiempos,ya lejanos, tuvo este lugar./ Este proyecto cofinanciado por el Ayuntamiento de Castielfabib y la Agència Valenciana de Turisme de la Generalitat, pretende poner en valor todos los elementos existentes del RECINTO AMURALLADO de Castielfabib, creando un ITINERARIO CULTURAL que conecte todos y cada uno de ellos de forma contextualizada. De esta manera a lo largo del recorrido que aquí se inicia, se podrán visitar diferentes torres, paños de muralla y otras piezas de mayor interés como el Castillo y la Iglesia-Fortaleza. No obstante también se ubican diversos puntos de interpretación del entorno que permitan conocer el por qué de la ubicación de la Villa en este lugar y su evolución a lo largo del tiempo.
Respecto
del primer párrafo, ya lo hemos comentado al decir del panel inicial
situado al comienzo de la subida de la calle Virgen de Gracia. Merece
la pena, sin embargo, hacer un comentario del segundo.
Ciertamente, la zona (Ademuz, Castielfabib y otros lugares del
entorno) fueron conquistados por Pedro II de Aragón en agosto de
1210. Sin embargo, la conquista no supuso la consolidación inmediata
de la plaza, el territorio debió quedar como tierra insegura durante
años, expuesto a las razzias musulmanas y a las cabalgadas
cristianas. En cualquier caso, las dos primeras décadas tras la
conquista constituyen un tiempo documentalmente oscuro. De hecho, las
villas de Ademuz y Castielfabib no se vieron incluidas en el nuevo
reino cristiano de Valencia hasta muchos años después de la
conquista de Valencia (1238); propiamente, el territorio del
pre-Rincón de Ademuz no aparece entre las fronteras del Reino de
Valencia hasta la jura por Jaime I de Aragón de los Fueros
romanceados (en la primavera de 1261). A comienzos de la década siguiente (23 de junio de 1273), Jaime I otorga un privilegio a Castielfabib, declarando que la villa pertenece al Reino de Valencia, al tiempo que le ordena se rija por el fuero de Valencia, y prohibiéndole expresamente el uso del fuero de Aragón o de Teruel. Enric Guinot considera este documento como el acta de nacimiento del Rincón de Ademuz.[10]
Durante el periodo foral, nuestras villas señeras -Ademuz y Castielfabib- comprendían el territorio de la actual comarca del Rincón de Ademuz, con voz y voto en la Cortes Valenciana -no en vano eran villas de realengo. Un tal Domingo Spelt, notario síndico de las villas de Castielfabib, Ademuz y Alpuente figura entre los representantes del estamento de ciudades y villas reales (en el Parlamento valenciano), que eligió a los tres compromisarios que el reino de Valencia mandó a Caspe (en 1412), donde se eligió a Fernando de Antequera como nuevo rey de Aragón; ello tras el conflicto sucesorio planteado a la muerte sin sucesión de Martín el Humano (1396-1410).[11]
Durante el periodo foral, nuestras villas señeras -Ademuz y Castielfabib- comprendían el territorio de la actual comarca del Rincón de Ademuz, con voz y voto en la Cortes Valenciana -no en vano eran villas de realengo. Un tal Domingo Spelt, notario síndico de las villas de Castielfabib, Ademuz y Alpuente figura entre los representantes del estamento de ciudades y villas reales (en el Parlamento valenciano), que eligió a los tres compromisarios que el reino de Valencia mandó a Caspe (en 1412), donde se eligió a Fernando de Antequera como nuevo rey de Aragón; ello tras el conflicto sucesorio planteado a la muerte sin sucesión de Martín el Humano (1396-1410).[11]
Las
órdenes militares (del Hospital y de Montesa) dejaron su huella en
la villa, no así la del Temple, que nunca estuvo en Castielfabib.
Pues tras la conquista cristiana (en 1210), Pedro II de Aragón, en
compensación por la ayuda prestada en la conquista, concedió Ademuz
a los Templarios y Castielfabib a los Hospitalarios (que formaron un
priorato dependiente del Castellán de Amposta). Tras la desaparición
del Temple a principios del siglo XIV se formó en el Reino de
Valencia la Orden de Montesa, que heredó los derechos y bienes
patrimoniales del Temple y los del Hospital, y formó una Encomienda
en la zona.[12]
Respecto
de la Guerra de los Dos Pedros (1356-1369) ya dijimos al comentar el
texto del panel situado al comienzo de la calle Virgen de Gracia, así
como de la I Guerra Carlista (1833-1840), que dañó gravemente la
iglesia. Prueba de ellos es que el revestimiento interior que hubo
antes de la última remodelación, resuelto en estilo neoclásico,
fue el resultado “de la reconstrucción de 1835 efectuada tras la
destrucción en la guerra carlistas, en la que consta que (la
iglesia) quedó gravemente dañada”.[13] En
cuanto a la Revolución Española de 1936 y la Guerra Civil
(1936-1938), cabe decir que también afectó a la iglesia parroquial
“toda la riqueza mueble, así como el archivo (parroquial) fue
quemado”,[14] hasta el punto que
ya no se recuperó.[15]
El
texto situado a la derecha del panel ilustra acerca de la
Iglesia-fortaleza y el campanario:
- LA IGLESIA-FORTALEZA de Nuestra Señora de los Ángeles es el monumento más relevante de la Villa de Castielfabib con diferencia. Formado por 4 niveles y articulando la conexión entre la Villa Vieja, el Castillo y la Villa Nueva o actual población, ha aglutinado a lo largo de su historia usos militares, residenciales, civiles, religiosos, de almacenaje, etc. En los 3 niveles inferiores hallamos una fragua y dos almacenes, ya en la 4ª planta se ubica la Iglesia propiamente dicha, a la cual se accede a través del túnel denominado “el Carrerón”. Este túnel conecta las diferentes estancias citadas con la Casa del Sacristán y la Villa Vieja al norte. El paso de ronda une la cubierta del edificio con el Castillo a través del campanario actualmente. Se desconoce el origen del edificio, pero en el s. XIII se construye el embrión de la actual iglesia sobre una torre islámica previa. Este monumento es de estilo gótico y sigue la tipología de iglesia de reconquista, con arcos de diafragma ojivales y techumbre de madera. Posteriormente la nave de la iglesia sufrió múltiples reformas renacentistas, barrocas y neoclásicas, siendo las más recientes en el s. XIX y XX y la década de 2000, donde se desmonta la estructura de 3 naves para descubrir la sala gótica./ LA TORRE CAMPANARIO es un pieza separada del resto de la Iglesia-Fortaleza, de 4 cuerpos en altura y que se levanta sobre el anexo Castillo en los s. XVI/XVII, aunque en época carlista es fortificada. Los toques de campanas eran la forma de comunicar mensajes a la población de tipo civil y religioso, algunos de los cuales se mantienen hoy en día. Actualmente en ciertos periodos se lleva a cabo el volteo humano en la campana llamada “La Guillermina”.
Revisando
la bibliografía vemos que quienes primero emplearon la expresión
“iglesia-fortaleza” para referirse a la iglesia parroquial de
Nuestra Señora de los Ángeles de Castielfabib fueron García Lisón
y Zaragozá Catalán (1983), que ya advierten se trata en realidad de
“una fortificación y una iglesia”.[16] Los
mismos autores describen cuatro niveles en la edificación -de abajo
arriba: una fragua (entrada en arco de medio punto con dovelas, arcos
perpiaños rebajados y techo de madera, dos recintos sucesivos de
almacén (con suelo leñoso) y la iglesia (parcialmente apoyada en la
roca del monte)-: el monumental inmueble sirve de unión entre los
espacios que se mencionan: la Villa Vieja (recinto arqueológico
situado al norte, correspondiente al primer asentamiento) y la Villa
Nueva (actual población de Castielfabib).
Inserto en un documento de 1327 aparece la copia autorizada de cesión de la Iglesia de Castielfabib a los Hospitalarios por Pedro II de Aragón, tras la conquista del castillo el 26 de agosto de 1210:
Según vemos, Pedro II de Aragón concede la iglesia del castillo de Castielfabib a la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, por la ayuda prestada en la conquista. Desconocemos dónde se construyó esta primera iglesia, quizá en la villa Villa, quizá en el propio recinto del Castillo. Aunque lo razonable es pensar que hasta que se construyera la primea iglesia cristiana, el templo se instalara temporalmente en la mezquita mayor que hubiera en el lugar, previa consagración.
Para acceder a la iglesia hay que atravesar la puerta de la Reja, que luce arco de medio punto con dovelas, y entrar en el túnel abovedado denominado El Carrerón, por donde se accede al almacén del tercer nivel, a los corrales de la antigua Casa Abadía, posteriormente Casa del Sacristán y a la iglesia. Anexo al atrio interior de la iglesia se halla la Casa del Sacristán, hoy desaparecida. Con anterioridad a las actuaciones de los años 2000, la iglesia poseía tres naves: una mayor central, cubierta con bóveda de cañón y lunetos (con cúpula en el presbiterio), y dos laterales. Dos de las tres capillas laterales de la epístola (derecha) estaban cubiertas con bóveda de crucería. Al evangelio poseía dos capillas más, una hacia la cabecera (entre el acceso y la sacristía) y otra más espaciosa a los pies, con amplia bóveda. Respecto del interior del templo, García Lisón y Zaragozá Catalán, anotan:
Inserto en un documento de 1327 aparece la copia autorizada de cesión de la Iglesia de Castielfabib a los Hospitalarios por Pedro II de Aragón, tras la conquista del castillo el 26 de agosto de 1210:
- Nos, Pedro, por la gracia de Dios Rey de Aragón [...], en su honor y el de Santa María damos y por esta presente escritura valedera para siempre concedemos a San Juan y a la Casa del Hospital de Jerusalén y a sus pobres para siempre, y a vos Martín de Andos, castellano de Amposta que a Nos en la adquisición del nombrado castillo Fabib con un laudable cuerpo de tropas de los Hermanos desde el principio hasta el final virilmente estuvisteis presente, damos la iglesia de este castillo de Fabio con todos los diezmos y primicias de este castillo y de sus términos, y para construir la iglesia os damos y asignamos para siempre aquel lugar que vulgarmente se llama "Las Eras", donde antes había una mezquita de los sarracenos...[17]
Según vemos, Pedro II de Aragón concede la iglesia del castillo de Castielfabib a la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, por la ayuda prestada en la conquista. Desconocemos dónde se construyó esta primera iglesia, quizá en la villa Villa, quizá en el propio recinto del Castillo. Aunque lo razonable es pensar que hasta que se construyera la primea iglesia cristiana, el templo se instalara temporalmente en la mezquita mayor que hubiera en el lugar, previa consagración.
Para acceder a la iglesia hay que atravesar la puerta de la Reja, que luce arco de medio punto con dovelas, y entrar en el túnel abovedado denominado El Carrerón, por donde se accede al almacén del tercer nivel, a los corrales de la antigua Casa Abadía, posteriormente Casa del Sacristán y a la iglesia. Anexo al atrio interior de la iglesia se halla la Casa del Sacristán, hoy desaparecida. Con anterioridad a las actuaciones de los años 2000, la iglesia poseía tres naves: una mayor central, cubierta con bóveda de cañón y lunetos (con cúpula en el presbiterio), y dos laterales. Dos de las tres capillas laterales de la epístola (derecha) estaban cubiertas con bóveda de crucería. Al evangelio poseía dos capillas más, una hacia la cabecera (entre el acceso y la sacristía) y otra más espaciosa a los pies, con amplia bóveda. Respecto del interior del templo, García Lisón y Zaragozá Catalán, anotan:
- El interior de la iglesia queda revestido por pinturas, muy perdidas, y estucos al oro de excelente calidad pero en deplorable estado de conservación. Aunque las patologías constructivas del edifico son abundantes, las cubiertas de la iglesia están el particular mal estado, siendo prodigio que no se hayan hundido en alguna de sus partes, como la cupulilla recayente al presbiterio.[18]
Vista parcial del torreón de la Iglesia-fortaleza y el campanario de Castielfabib (Valencia), desde la calle de la Iglesia (2019). |
Vista parcial del torreón de la Iglesia-fortaleza, el Campanario y lienzos de muralla del Castillo en Castielfabib (Valencia), desde la calle de la Iglesia (2019). |
En
la actualidad, el reciento eclesial ha recuperado el aspecto gótico
que pudo tener antes de las intervenciones renacentistas, barrocas y
neoclásica. A falta de documentación sobre el edificio, los
citados autores, basándose en sus variadas fábricas (aparejo de
sillarejo, marcas de cantería observables en los mampuestos de la
base) concluyen que la construcción responde al estilo
post-Reconquista. Los niveles segundo y tercero fueron presuntamente
almacenes del diezmo y el cuarto nivel (actual iglesia), observando
las ventanas de las fachadas norte y meridional (en estilo gótico
civil, típico en la Corona de Aragón) respondería a la vivienda
principal del castillo. En este espacio se construyó la actual iglesia parroquial. Desconocemos el momento histórico concreto de la construcción, ni dónde se hallaba la iglesia de Castielfabib hasta ese momento. Tampoco sabemos quién la construyó, si los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén o los de la Orden de Montesa. La de Montesa se fundó en 1317, siendo dotada con los bienes y derechos de los Templarios en el Reino de Valencia, más los correspondientes a los Hospitalarios, que renunciaron a lo que poseían en Valencia a cambio de lo que tuvieron los del Temple en Aragón.[19]
Por otra parte, las pinturas aparecidas en el testero del templo (Entrada de Jesús en Jerusalén) se han datado en el primer cuarto del siglo XIV, un periodo de tiempo amplio que sirve de orientación para definir el momento de la construcción, pero no concluyente para saber si fueron los Hospitalarios o los de Montesa los constructores.
Por otra parte, las pinturas aparecidas en el testero del templo (Entrada de Jesús en Jerusalén) se han datado en el primer cuarto del siglo XIV, un periodo de tiempo amplio que sirve de orientación para definir el momento de la construcción, pero no concluyente para saber si fueron los Hospitalarios o los de Montesa los constructores.
El
texto de la derecha del panel que hemos comentado enmarca una
fotografía en blanco y negro, lo más llamativo de la misma es el
volumen construido en la parte alta de la fachada occidental,
correspondiente al saledizo del órgano de fuelles que tuvo, situado a los pies
del templo. El órgano fue destruido durante la Revolución Española
de 1936. Asimismo, destaca el muro que nace en la esquina
suroccidental del edificio, junto a la entrada de la antigua fragua.
Dicho muro, hoy también desaparecido, correspondería al cerramiento de la
muralla que circundaba la villa por esta parte.
Hay que reconocer que el edificio sobre el que asienta la Iglesia-fortaleza de Castielfabib es una construcción muy compleja, tanto desde el punto de vista estructural como arquitectónico, y ello debido a las actuaciones que ha soportado a lo largo de los siglos. No obstante, las incógnitas (históricas y constructivas) que encierra van desvelándose poco a poco. En la última década hemos avanzado en su compresión, a ello han contribuido López González y García Valldecabres (2012), quienes basándose en análisis gráficos y estudios metrológicos elaboran una sugerente hipótesis acerca de sus orígenes.[20]
Observando la planta del torreón donde se halla la Iglesia-fortaleza detectan una serie de anomalías: en primer lugar, deformaciones en los muros, que achacan al cambio de eje direccional del edificio, así como un cambio en el grosor de los muros. En segundo lugar, estudiando los muros de cierre, perciben la existencia de almenas en la parte alta de la tercera planta (almacén de grano), justo por debajo de la planta cuarta, donde se halla la Iglesia. Todo ello llevó a los investigadores a realizar distintos estudios metrológicos, con el objeto de intentar determinar qué partes fueron realizadas por los musulmanes (anteriores a la conquista cristiana), y qué otras fueron hechas con posterioridad a la conquista (basadas en palmos valencianos, aragoneses o castellanos). Objetivar dichos datos podría llevar a establecer hipótesis fiables relativas a la cronología constructiva de la edificación.
Para sus conclusiones, los autores tuvieron en consideración los mechinales (huecos de los andamios) en el muro de fachada, los restos de almenas existentes por debajo de la planta de la iglesia y el estudio metrológico. Según establecen, inicialmente existía una torre en la entrada a la Villa Vieja, perteneciente a la saluqiya (celoquia) del castillo árabe, basada en dos plantas con la parte superior almenada. Dicha torre se continuaba por ambos lados con un recinto de muralla, formando la fortaleza sarracena. Al nivel inferior de la torre se accedía desde el interior, mediante una escalera situada en el ángulo sureste -todavía detectable en el forjado.
En un momento posterior a la conquista cristiana (1210) tiene lugar una primera actuación, reforzándose la planta baja con unos arcos de piedra apuntados, y construyéndose una planta intermedia en la segunda, que era de gran altura. Para esta afirmación se basan en que los elementos del forjado siguen patrones de "palmos aragoneses".
Tiempo después tiene lugar una segunda intervención, elevando la planta superior y construyéndose una nueva. Esta intervención vendría demandada "por las necesidades de espacio" del priorato establecido por los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén. Las funciones de esta nueva planta como "sala de armas" o sala noble la deducen de las "ventanas geminadas" labradas en piedra tosca, correspondientes al gótico civil aragonés, cuyas medidas se ajustan a este patrón.
Con posterioridad (o a continuación) de esta intervención tiene lugar la ampliación de esta cuarta planta hacia el sur, labrando la roca del monte, para convertirla en iglesia -siendo en este momento cuando se construye El Carrerón, pues la ampliación suponía la interrupción del paso hacia el castillo. La construcción del túnel abovedado permitía mantener la entrada al tercer nivel del edificio (almacenes de grano) por El Carrerón, así como el acceso al templo. El cambio en el eje de la ampliación la explican porque los constructores buscaron orientar el templo en el sentido este(cabecera)-oeste(pies). Según las observaciones, el patrón de medida utilizado en esta actuación es el palmo valenciano -de donde deducen que las obras se realizaron en tiempo de Jaime I de Aragón. El cantero pudo ser un maestro venido de Valencia, atendiendo las nuevas mediadas establecidas por el Conquistador.
El estudio no concluye si la conversión de esta cuarta planta del edificio de "sala armas" en iglesia fue obra de los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén o de la Orden de Montesa.
Cabe añadir, finalmente, que la erección de esta cuarta planta en el torreón pudo provocar con el tiempo problemas de estabilidad en el edificio, particularmente en el muro oeste, justamente el de mayor altura -lo que propició la intervención del cantero Pere Climent (en 1452), que reforzó las esquinas y abrió el arco de medio punto con dovelas en la planta inferior, que daba acceso a la antigua fragua.
Los mismo autores establecen que con posterioridad -ya en el siglo XVII- a la gran torre se le añadieron tres cuerpos: la sacristía, el atrio interior de acceso y la capilla de la comunión -todos ellos en el lado del evangelio.[21] En este mismo tiempo o en época inmediatamente posterior debió construirse la antigua Casa Abadía, posteriormente habilitada como casa del sacristán -a la que podía accederse también desde el atrio interior. Asimismo, a los corrales y cuadras de la Casa Abadía se accedía por una puerta abierta en el túnel del Carrerón.
Torreón de la Iglesia-fortaleza de Castielfabib (Valencia), con detalle del acceso a la antigua fragua, basado en un arco de medio punto con dovelas (2019). |
Hay que reconocer que el edificio sobre el que asienta la Iglesia-fortaleza de Castielfabib es una construcción muy compleja, tanto desde el punto de vista estructural como arquitectónico, y ello debido a las actuaciones que ha soportado a lo largo de los siglos. No obstante, las incógnitas (históricas y constructivas) que encierra van desvelándose poco a poco. En la última década hemos avanzado en su compresión, a ello han contribuido López González y García Valldecabres (2012), quienes basándose en análisis gráficos y estudios metrológicos elaboran una sugerente hipótesis acerca de sus orígenes.[20]
Observando la planta del torreón donde se halla la Iglesia-fortaleza detectan una serie de anomalías: en primer lugar, deformaciones en los muros, que achacan al cambio de eje direccional del edificio, así como un cambio en el grosor de los muros. En segundo lugar, estudiando los muros de cierre, perciben la existencia de almenas en la parte alta de la tercera planta (almacén de grano), justo por debajo de la planta cuarta, donde se halla la Iglesia. Todo ello llevó a los investigadores a realizar distintos estudios metrológicos, con el objeto de intentar determinar qué partes fueron realizadas por los musulmanes (anteriores a la conquista cristiana), y qué otras fueron hechas con posterioridad a la conquista (basadas en palmos valencianos, aragoneses o castellanos). Objetivar dichos datos podría llevar a establecer hipótesis fiables relativas a la cronología constructiva de la edificación.
Para sus conclusiones, los autores tuvieron en consideración los mechinales (huecos de los andamios) en el muro de fachada, los restos de almenas existentes por debajo de la planta de la iglesia y el estudio metrológico. Según establecen, inicialmente existía una torre en la entrada a la Villa Vieja, perteneciente a la saluqiya (celoquia) del castillo árabe, basada en dos plantas con la parte superior almenada. Dicha torre se continuaba por ambos lados con un recinto de muralla, formando la fortaleza sarracena. Al nivel inferior de la torre se accedía desde el interior, mediante una escalera situada en el ángulo sureste -todavía detectable en el forjado.
En un momento posterior a la conquista cristiana (1210) tiene lugar una primera actuación, reforzándose la planta baja con unos arcos de piedra apuntados, y construyéndose una planta intermedia en la segunda, que era de gran altura. Para esta afirmación se basan en que los elementos del forjado siguen patrones de "palmos aragoneses".
Tiempo después tiene lugar una segunda intervención, elevando la planta superior y construyéndose una nueva. Esta intervención vendría demandada "por las necesidades de espacio" del priorato establecido por los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén. Las funciones de esta nueva planta como "sala de armas" o sala noble la deducen de las "ventanas geminadas" labradas en piedra tosca, correspondientes al gótico civil aragonés, cuyas medidas se ajustan a este patrón.
Con posterioridad (o a continuación) de esta intervención tiene lugar la ampliación de esta cuarta planta hacia el sur, labrando la roca del monte, para convertirla en iglesia -siendo en este momento cuando se construye El Carrerón, pues la ampliación suponía la interrupción del paso hacia el castillo. La construcción del túnel abovedado permitía mantener la entrada al tercer nivel del edificio (almacenes de grano) por El Carrerón, así como el acceso al templo. El cambio en el eje de la ampliación la explican porque los constructores buscaron orientar el templo en el sentido este(cabecera)-oeste(pies). Según las observaciones, el patrón de medida utilizado en esta actuación es el palmo valenciano -de donde deducen que las obras se realizaron en tiempo de Jaime I de Aragón. El cantero pudo ser un maestro venido de Valencia, atendiendo las nuevas mediadas establecidas por el Conquistador.
El estudio no concluye si la conversión de esta cuarta planta del edificio de "sala armas" en iglesia fue obra de los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén o de la Orden de Montesa.
Cabe añadir, finalmente, que la erección de esta cuarta planta en el torreón pudo provocar con el tiempo problemas de estabilidad en el edificio, particularmente en el muro oeste, justamente el de mayor altura -lo que propició la intervención del cantero Pere Climent (en 1452), que reforzó las esquinas y abrió el arco de medio punto con dovelas en la planta inferior, que daba acceso a la antigua fragua.
Los mismo autores establecen que con posterioridad -ya en el siglo XVII- a la gran torre se le añadieron tres cuerpos: la sacristía, el atrio interior de acceso y la capilla de la comunión -todos ellos en el lado del evangelio.[21] En este mismo tiempo o en época inmediatamente posterior debió construirse la antigua Casa Abadía, posteriormente habilitada como casa del sacristán -a la que podía accederse también desde el atrio interior. Asimismo, a los corrales y cuadras de la Casa Abadía se accedía por una puerta abierta en el túnel del Carrerón.
02_Panel
del Paño de muralla de la calle Barrioso.
Siguiendo
el orden de los paneles nos desplazamos desde la Iglesia-fortaleza
hasta los bajos del Ayuntamiento, atravesando el tramo final de la
subida de la calle Virgen de Gracia:
- Ubicado en la base del edificio que actualmente forma la Casa Consistorial de Castielfabib, este muro formaría parte, según los últimos estudios, del lienzo de muralla que delimitaría la población medieval por el flanco norte proveniente de la Torre del Hospital y cerraría por las actuales fachadas de la calle Iglesia hasta la propia Iglesia-Fortaleza. El tamaño de los sillares y mampuestos que forman este muro, la forma de talud de la parte este, así como el arco que da acceso la callejón interno, son señales de la función defensiva que este lienzo tuvo en el pasado. Cercano a este elemento se encuentra el antiguo cementerio de la población. Todavía hoy se pueden apreciar algunas estelas funerarias insertas en el muro de la construcción anexa. Este camposanto estuvo en uso hasta el siglo XVIII cuando fue trasladado al denominado “fosar de Gracia” junto a la ermita homónima a las afueras de la población, en el espacio del antiguo convento.
Situados
junto al muro que sustenta la Casa Lugar, los indicios observables
(tamaño de los sillares y mampuestos, forma de talud, arco de acceso
al callejón) hacen pensar que nos encontramos frente al lienzo de
muralla que circundaba la villa por esta parte, uniendo la
Iglesia-fortaleza y el torreón del Hospital, situado en un plano más
elevado, en la vertiente septentrional. Los arcos situados bajo el Ayuntamiento bien pudieron haber constituido un acceso a la villa por esta parte, aunque en la actualidad carece de uso como paso.
Asimismo, el texto reseña la existencia de un antiguo cementerio en las proximidades (seguramente extramuros), afirmación probablemente basada en las estelas funerarias discoidales incrustadas en el muro de unos corrales, por debajo del Torreón del Hospital. Según el texto, “Este camposanto estuvo en uso hasta el siglo XVIII cuando fue trasladado al denominado fosar de Gracia junto a la ermita homónima a las afueras de la población, en el espacio del antiguo convento”. Es probable que el camposanto de referencia (según el texto en uso hasta el siglo XVIII) fuera el lugar de enterramiento vinculado al Hospital de Pobres de Castielfabib, cuya erección data de mediados del siglo XV (1446), según licencia otorgada por Juan II, rey consorte de Navarra en tiempo de Alfonso en Magnánimo (1416-1481);[22] asimismo, cabe la posibilidad que este camposanto fuera trasladado al “fosar de Gracia” en el siglo XVIII -quizá siguiendo las normas de salubridad pública decretadas por Carlos III.
Panel del recinto amurallado en Castielfabib (Valencia), correspondiente al Paño de muralla de la calle Barrioso (2019). |
Detalle de panel del recinto amurallado en Castielfabib (Valencia), correspondiente al Paño de muralla de la calle Barrioso (2019). |
Asimismo, el texto reseña la existencia de un antiguo cementerio en las proximidades (seguramente extramuros), afirmación probablemente basada en las estelas funerarias discoidales incrustadas en el muro de unos corrales, por debajo del Torreón del Hospital. Según el texto, “Este camposanto estuvo en uso hasta el siglo XVIII cuando fue trasladado al denominado fosar de Gracia junto a la ermita homónima a las afueras de la población, en el espacio del antiguo convento”. Es probable que el camposanto de referencia (según el texto en uso hasta el siglo XVIII) fuera el lugar de enterramiento vinculado al Hospital de Pobres de Castielfabib, cuya erección data de mediados del siglo XV (1446), según licencia otorgada por Juan II, rey consorte de Navarra en tiempo de Alfonso en Magnánimo (1416-1481);[22] asimismo, cabe la posibilidad que este camposanto fuera trasladado al “fosar de Gracia” en el siglo XVIII -quizá siguiendo las normas de salubridad pública decretadas por Carlos III.
Sin embargo, anexo a
la Ermita de la Virgen de Gracia ya existía de antiguo un cementerio,
basta ver la Relación ad limina del obispo Gabaldá
Guasch cuando dice de Castielfabib (1656): “Item eremitorium aliud
Virgine de Gratia dicatum, in quo ferme omnes oppidani defuncti
saepeliuntur; eo quod parochialis ecclesia supra rupium arcis concava
fuerit a templariis constructa”,[23] texto
latino que traducimos como: También hay otra ermita dedicada a la
Virgen María de Gracia, en la cual se entierran casi todos los
vecinos difuntos; porque la iglesia parroquial fue construida por los
templarios sobre la concavidad de las rocas de la fortaleza.
Según
vemos, el cementerio anexo a la Ermita María de Gracia (fosar de
Gracia), ya existía mediado el siglo XVII, allí se enterraban
“casi todos los vecinos difuntos”, palabras que inducen a pensar
que había difuntos que se inhumaban en otro lugar. Ese otro lugar
podía ser un presunto cementerio anexo al Hospital de Pobres, aunque
puede referirse también a los que se enterraban en la Iglesia
parroquial, cual fue el caso de la familia del magnífico Johan de
Espejo, administrador de los Condes de Fuentes, quien en el segundo
ítem de su testamento (abierto y publicado en Castielfabib a 9 de
junio de 1540) dice: Quiero que mi cuerpo sea sepultado en la
Iglesia de Qastielfaví, en la capiella de Santa Qatalina, donde
están sepultados los de mi padre y madre y de mi cara y amada muger,
junto a otros de mis ascendientes.[24] Ello
viene a decir que en la Iglesia de Castielfabib solo se enterraba
gente importante, de la pequeña nobleza local y otros notables, siendo el común
de los vecinos inhumados en el fosar de Gracia, anexo a
la actual Ermita de la Virgen de Gracia.
Detalle del recinto de muralla situado en la calle Barrioso, bajos de la Casa Lugar de Castielfabib (Valencia), 2019. |
Detalle del recinto de muralla situado en la calle Barrioso, bajos de la Casa Lugar de Castielfabib (Valencia), 2019. |
Los
espacios inmediatos a los muros de las iglesias, y su interior,
fueron lugares de entierro durante siglos (se trataba de los
enterramientos ad ecclesiam y apud
ecclesiam);[25] sin embargo, en Castielfabib era imposible enterrarse
en la proximidad del templo, dada su ubicación “sobre la
concavidad de las rocas de la fortaleza”. Sin embargo, se equivoca
el obispo de Segorbe cuando dice que “la iglesia parroquial fue
construida por los templarios” -ya que la Orden del Templo no
construyó ni tuvo nunca la iglesia de Castielfabib, que fue de los
Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, y luego de la Orden de Montesa -siempre en competencia con el clero diocesano. Propiamente, la Ermita
Virgen de Gracia estuvo de antiguo vinculada al primer convento de
Castielfabib, habitado por los Ermitaños de San Agustín desde
finales del siglo XIV (1394).[26]
El
panel viene ilustrado por varias fotografías, las superiores
muestran el paño de muralla descrito y las inferiores unas estelas
funerarias incrustadas en un muro, y un camposanto con lápidas
discoidales (correspondiente al Cementerio viejo de Fuentespalda,
Teruel). Enmarcado por las imágenes hay un texto relativo a las
estelas discoidales:
- Las estelas funerarias también llamadas discoidales o discoideas se denominan así debido a su forma de disco. Se trata de monumentos funerarios que se colocaban ante la tumba para indicar un enterramiento antes de que se popularizase la forma de la cruz, sobre el siglo XIV. Estas piezas se labraban con motivos religiosos u otros referentes a la persona que señalizaban. Aquí se pueden ver las dos que se conservan en Castielfabib y abajo el aspecto que tuvo el camposanto de la villa.
La
existencia de estelas funerarias discoideas en Castielfabib resulta
muy curiosa, las piezas halladas se encuentran incrustadas en el muro
de un corral o descubierto, formando parte de la mampostería.
Probablemente fueron halladas en el lugar de la construcción del
cerramiento. Se trata de elementos funerarios (monumentos,
señalizaciones) labradas en piedra, con la parte superior circular u
ovoidea y otra parte inferior trapezoidal: su misión era ser hincada
en tierra, a la cabecera de una tumba, en orientación meridional. El
motivo ornamental de la pieza superior de las estelas de Castielfabib
es una cruz griega labrada en un círculo, su objetivo era señalar y
conmemorar un enterramiento.
Estelas funerarias discoideas en Castielfabib (Valencia), ca.1990. |
Estela funeraria discoidea con cruz griega en Castielfabib (Valencia), datada entre el siglo XIII y el siglo XV (2019). |
Estela funeraria discoidea con cruz griega en Castielfabib (Valencia), datada entre el siglo XIII y el siglo XV (2019). |
Hemos de pensar, no obstante, que este
tipo de señalizaciones solo se colocaba en las tumbas de personas de
alguna importancia, pues en la mayoría se ponía una simple cruz de
madera. Las estelas funerarias discoideas de Castielfabib son las
únicas conocidas en el Rincón de Ademuz, de ahí su valor simbólico
e historiográfico. La iconografía que lucen es claramente
cristiana, aunque su cronología es difícil de precisar, ya que este
tipo de estelas proceden de una tradición antigua que se prologó en
el tiempo; no obstante, las de Castielfabib podrían datarse con
posterioridad a la conquista cristiana, entre el siglo XIII y el
siglo XV. Este tipo de estelas funerarias se ha descrito también en
la Ermita de Nuestra Señora de Alcalá, en Alcalá de la Vega
(Cuenca)[27] así como en el
cementerio de Cretas y en el viejo de Fuentespalda
(Teruel)[28] -estas últimas ya muy
alejadas geográficamente de nuestra zona.
Continúa en:
__________________________________________________
[1] ESCOLANO,
Gaspar J (1879). Décadas de la Historia de la insigne y
coronada ciudad y Reino de Valencia/ por el Licenciado
Gaspar Escolano, Rector de la parroquia de S. Esteban, Cronista del
Rey nuestro señor en el dicho reino y predicador de la ciudad y
consejo/ Segunda Parte/ Dirigida a los tres Estamentos,
Eclesiástico, Militar y Real y por ellos a los Diputados/ por D.
Juan B. Perales/ Terraza, Aliena y Compañía Editores,
Madrid/Valencia, tomo II, p. 374.
[2] CÁRCEL ORTÍ, Mª Milagros (1989). Relaciones sobre el estado de las diócesis valencianas, Edita Generalidad Valenciana, Valencia, vol. III [Segorbe], p. 1.519.
[3] CAVANILLES, Antonio Josef (1797). Observaciones sobre la historia natural, geografía, agricultura, población y frutos del Reino de Valencia/ por Don Antonio Josef Cavanilles/ de Orden Superior. En Madrid en la Imprenta Real, siendo Regente D. Pedro Julian Pereyra, Impresor de Cámara de S.M./ Año de 1797, Valencia, 1979, tomo II, párrafo 103, p. 75.
[3] CAVANILLES, Antonio Josef (1797). Observaciones sobre la historia natural, geografía, agricultura, población y frutos del Reino de Valencia/ por Don Antonio Josef Cavanilles/ de Orden Superior. En Madrid en la Imprenta Real, siendo Regente D. Pedro Julian Pereyra, Impresor de Cámara de S.M./ Año de 1797, Valencia, 1979, tomo II, párrafo 103, p. 75.
[4] MADOZ,
Pascual (1847). Diccionario geográfico-estadístico-histórico
de España y sus posesiones de ultramar, Madrid, tomo VI,
pp. 166-167.
[5] SÁNCHEZ
GARZÓN, Alfredo (2008). Acervo historiográfico comarcal: Reyes
aragoneses y castellanos en el Rincón de Ademuz, en Del
paisaje, alma del Rincón de Ademuz, Valencia, vol. II, pp.
17-21. ISBN: 978-84-931563-5-0
[6] MADOZ (1847), tomo VI, p. 167.
[7] SÁNCHEZ
GARZÓN, Alfredo (2008). Castielfabib en la primera mitad del
Ochocientos, en Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz, Valencia,
vol. II, pp. 259-268. ISBN: 978-84-931563-5-0
[8] SÁNCHEZ
GARZÓN, Alfredo. Carreteras y caminos del Rincón de Ademuz, en la web Desde el Rincón de Ademuz, del lunes 18 de diciembre de 2017.
[9] SÁNCHEZ
GARZÓN, Alfredo. Túneles carreteros del Rincón de Ademuz: Anexo fotográfico, en la web Desde el Rincón de Ademuz, del lunes 9 de julio de
2018.
[10] GUINOT RODRÍGUEZ, Enric (1995). Els límits del Regne. El procés de formació territorial del País Valencià medieval (1238-1500), Edición Alfons el Magnánim, Institució Valenciana d ´Estudis i Investigació, Generalitat Valenciana/Diputación Provincial de Valencia, Valencia, p. 43 y 93. ISBN: 84-7822-150-6
[11] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Castielfabib, en el Rincón de Ademuz (I y II), en la web Desde el Rincón de Ademuz del domingo 25 de agosto de 2013.
[11] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Castielfabib, en el Rincón de Ademuz (I y II), en la web Desde el Rincón de Ademuz del domingo 25 de agosto de 2013.
[12] SÁNCHEZ
GARZÓN, Alfredo (2002). Conformación del patrimonio de Montesa en el Rincón de Ademuz y conflicto de intereses entre Ademuz y Castielfabib con la nueva orden, en Aportaciones al conocimiento de la
Encomienda de Montesa en el Rincón de Ademuz, Edita
Ayuntamiento de Torrebaja, Valencia, pp. 57-64. ISBN: 84-931563-2-9
[14] Ibídem,
p. 308.
[15] SÁNCHEZ
GARZÓN, Alfredo (2011). El expolio
de las iglesias y ermitas de Castielfabib durante la revolución,
con detalle de los daños, en Del
paisaje, alma del Rincón de Ademuz,
Valencia, vol. IV, pp. 317-327. ISBN: 978-84-931563-7-4
[16] GARCÍA
LISÓN Y ZARAGOZÁ CATALÁN (1983), p. 306.
[17] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo (2007). Acerca de la conquista de Castielfabib: instrumento capital para la historiografía del Rincón de Ademuz, en Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz, Valencia, vol. I, pp. 285-289. ISBN: 84-931563-4-5
[18] GARCÍA LISÓN Y ZARAGOZÁ CATALÁN (1983), p. 306.
[18] GARCÍA LISÓN Y ZARAGOZÁ CATALÁN (1983), p. 306.
[19] SÁNCHEZ GARZÓN (2002), pp. 57-64.
[20] LÓPEZ GONZÁLEZ, Concepción y GARCÍA VALLDECABRES, Jorge. Los orígenes de la iglesia-fortaleza de Castielfabib. Análisis gráficos, en revista Expresión Gráfica Arquitectónica, nº 20 (2012), pp. 112-123. ISSN: 2254-6103
[21] Ibídem, p. 116.
[22] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo (2001). Aproximación a la Historia del Convento de San Guillermo en Castielfabib y noticia del Hospital de la Villa, Edita Ayuntamiento de Castielfabib, Valencia, pp. 124-128 y 153-154. ISBN: 84-931563-3-7
[20] LÓPEZ GONZÁLEZ, Concepción y GARCÍA VALLDECABRES, Jorge. Los orígenes de la iglesia-fortaleza de Castielfabib. Análisis gráficos, en revista Expresión Gráfica Arquitectónica, nº 20 (2012), pp. 112-123. ISSN: 2254-6103
[21] Ibídem, p. 116.
[22] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo (2001). Aproximación a la Historia del Convento de San Guillermo en Castielfabib y noticia del Hospital de la Villa, Edita Ayuntamiento de Castielfabib, Valencia, pp. 124-128 y 153-154. ISBN: 84-931563-3-7
[23] CÁRCEL
ORTÍ, María Milagros (1989), tomo III [Segorbe], pp. 1519-1520.
[24] SÁNCHEZ
GARZÓN, Alfredo (2000). De los Heredia, condes de Fuente. Y del
magnífico castielfabiense Johan de Espejo, administrador de los
condes, en Aproximación histórica: La Villa de El Cuervo
y su parroquial, Edita Ayuntamiento de El Cuervo (Teruel),
Valencia, pp. 38-41.
[25] ARIÉS, Philippe (1983). El hombre ante la muerte [L`homme devant la mort], Madrid.
[26] SÁNCHEZ GARZÓN (2001), pp. 148-152.
[26] SÁNCHEZ GARZÓN (2001), pp. 148-152.
[27] HINAREJOS
RUIZ, Niceto (1998). Alcalá de la Vega, Imprime
Gráficas Dehon, Madrid, pp. 41-42. ISBN: 84-605-7834-8
[28] FRANKOWSKI, Eugeniusz (1920). Estelas discoideas de la Península
Ibérica, Memoria Número 25, Comisión de Investigaciones Paleontológicas y
Prehistóricas, Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid (Hipódromo), figura 43, p. 97, lámina VI y
pp. 98-100.
GALERÍA FOTOGRÁFICA.
Vista parcial (meridional) del caserío de Castielfabib (Valencia), entre La Torreta (izquierda) y la Casa Abadía (derecha) [Fotografía procedente del Archivo Mas, Barcelona (1917)]. |
Detalle del Castillo, con restos de la celoquia, desde la base de la torre-campanario [Fotografía procedente del Archivo Mas, Barcelona (1917)]. |
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