ENTRADAS 2022

miércoles, 22 de noviembre de 2023

IX FIESTA DE LA MANZANA ESPERIEGA: CASTIELFABIB 2023.

 

Una fiesta en honor de la manzana esperiega en el Rincón de Ademuz.



«Si te adentras en Castiel,

no te faltará...».



«Si te casas en Castiel

no te faltarán tormentos:

subir y bajar las cuestas y dar vueltas al convento»

-Dicho popular.



Palabras previas.

Estamos a finales de noviembre y un año más celebramos en el Rincón de Ademuz la Fiesta de la Manzana Esperiega, que al presente tendrá lugar en Castielfabib los días 17, 18 y 19. Parece mentira, ya ha pasado un año; el pasado fue en Vallanca (2022) y ya tenemos una nueva cita con el festejo.


Subí a Castiel hace unos días, para hacer unos fotografías de la nueva fuente de la plaza de la Villa, con la esperanza de poder fotografiarla sin impedimento, y lo conseguí. En el pueblo apenas encontré a nadie; sin embargo, en la plaza ya había movimiento de gente preparando el evento que se avecinaba... escaleras, cajones, cables, banderines.


Volví a subir a la villa el sábado por la mañana, en compañía de mi mujer, que pretendía participar en la fiesta con una exposición de retratos, aunque por diversas razones finalmente decidió no exponerlos. Lo mires por donde lo mires, Castiel es un sugestivo espectáculo para la vista; otra cosa es vivir en él. Siguiendo la CV-479, que nace de la carretera N-420, y una vez sobrepasada la cuesta de Las Monjas, ya comienza a verse desde Los Planos, una estupenda panorámica del caserío, en esta ocasión iluminada por el amarillo-oro de las hojas de las moreras y otros árboles caducifolios que jalonan la vía. La panorámica ofrece una amplia visión de la parte suroriental del caserío, la denominada La Solana.


Propiamente, sin embargo, la primera vista de Castiel la obtendremos medio kilómetro antes, esto es, desde el «Mirador Hoces del Ebrón», frente a la entrada del paraje de Los Centenares. Desde este punto ya puede verse (hacia al levante) el complejo hidroeléctrico de La Central, la Peña de la Raja y los huertos abancalados a ambos lados del Ebrón; la partida de Peña Rubia (hacia el sur); y una espectacular vista parcial de la villa (al norte), cuyo caserío se ubica entre el peñasco del castillo y el antiguo baluarte de La Torreta. El caserío se desparrama entre ambos puntos y por ambas laderas, septentrional y meridional, conformando la zona umbría y soleada de la población.

Fiesta de la Manzana Esperiega: Castielfabib 2023.


Fiesta de la Manzana Esperiega: Castielfabib 2023.

Callejeando por Castielfabib.

Conforme nos acercábamos ya se veían multitud de vehículos aparcados a ambos lados de la vía, en el entorno de la Fuente, en la Vega Zaragoza y proximidades del primer túnel. Aparcamos en el arcén de la carretera y continuamos por la calle Fuente arriba hasta la plaza de la Villa: el denominado Espacio Central. La subida desde la carretera hasta la plaza es una aventura para los sentidos, a cada paso descubrimos rincones insólitos, callejones y recovecos que nos retrotraen a la forma de vida de los lugareños en otro tiempo. A medio camino de la subida puede verse contra el muro la fontana con pilón y abrevadero que presuntamente da nombre a la calle, con la fecha de su construcción o rehabilitación dibujada con ladrillos rojos: 1982.


El urbanismo de la villa es el propio de los lugares antiguos ubicados en las cimas y laderas de los cerros, con un urbanismo complicado, insólito, de equilibrios imposibles, condicionado por la necesidad de facilitar la defensa en caso de ataque o asedio. Castiel es uno de estos casos en la comarca, junto con Ademuz y Vallanca. Garantizar la seguridad llevaba aparejada la incomodidad de pasarse la vida subiendo y bajando cuestas. La villa estuvo amurallada desde la conquista cristiana en la baja Edad Media hasta por lo menos el siglo XVII, aunque los castillos y fortalezas dejaron de ser útiles con el advenimiento de la Edad Moderna, al desaparecer las fronteras entre los reinos peninsulares por el matrimonio de los Reyes Católicos. Todavía quedan abundantes restos de las murallas de Castiel en el castillo y en diversos torreones, como La Torreta, El Torrejón, el torreón del Hospital, y otros lugares. ¿Dónde fueron a parar las murallas que circundaban la villa medieval y unían los torreones? Es de pensar que al dejar de ser útiles como elementos de defensa fueran desmochándose, sirviendo de cantera para otras construcciones.


Los nombres de las calles de Castiel son absolutamente realistas: calle Estrecha (por la razón evidente de su estrechez), calle Postiguillo (de postigo o puerta pequeña o no principal abierta en una muralla), calle Torrejón (por la existencia de un torreón pequeño o de escasa envergadura), calle de la Reja (alude a la reja que cerraba el acceso al túnel del Carrejón, por el que se accede a la iglesia-fortaleza), calle Calvario (por la existencia de un vía crucis o aludiendo al lugar donde se celebraba esta devoción), calle Iglesia (porque conduce a la iglesia-fortaleza), calle Regajo (alude a un curso de agua), calle de Enrique Fornas (se refiere a un párroco de grata memoria que hubo en la villa), calle de san Antonio (por un pilón con casilicio en honor del santo de Padua), calle Barrioso (alude a una zona húmeda y de barrizal), calle Calicio (tal vez de Callizo, referido a una calleja o callejón sin salida), etc. Hay otras como la calle Moral que se prestan a interpretación: hay quien dice que podría aludir a una zona donde hubo moros, una morería; pero si nos atenemos a la ley de la Navaja de Ockham o principio de parsimonia («en igualdad de condiciones, la explicación más simple suele ser la más probable»), es por ello que lo más plausible es que se refiera a la existencia de moreras en el lugar.


Durante el ascenso por la calle Fuente hasta la plaza ya comenzamos a ver lugares de exposición y mercaderes correspondientes a la Fiesta de la Manzana. Algunos puntos (de exposición y venta) tenían en la fachada, en el caso de los ubicados en edificios, una tela de saco con una inscripción a modo de leitmotiv de la fiesta: Si te adentras en Castiel, no te faltará… Nuestra manzana, una Herrería, un Bar, Estanco y Carnicería, una Sala Noble, una Casa y Cubo, como Vivir la tradición, una Cuadra y Bodega, un Horno.


Al llegar a la plaza de la villa vimos que el lugar era una fiesta llena de gente y de colorido, con las alegres banderitas pendientes de una estructura sobre la fuente. El motivo principal era una gran manzana colocada sobre un perno metálico del que partían las cuerdas con las colgaduras. La fuente se halla frente a la antigua Casa de la Villa (edificio de larga tradición), en cuya parte baja han restaurado las antiguas arcadas de la lonja. En un momento histórico debieron cubrirse para aprovechar el espacio para otros usos (como escuelas), pero resulta evidente que originariamente debió ser una lonja o lugar de mercado, como en la antigua plaza del Ayuntamiento de Ademuz, hoy de Elvira Lindo. Los arcos de la lonja de Castiel han sido cerrados con grandes cristaleras, para seguir aprovechando el lugar con otros fines.

Fiesta de la Manzana Esperiega: Castielfabib 2023.


Fiesta de la Manzana Esperiega: Castielfabib 2023.


Fiesta de la Manzana Esperiega: Castielfabib 2023.


Fiesta de la Manzana Esperiega: Castielfabib 2023.

El folleto informativo, un reclamo crucial.

En el punto de Información (situado en la Casa Ayuntamiento) pudimos recoger varios folletos divulgativos, y un desplegable relativo a la “IX Fiesta de la Manzana Esperiega”, en cuya cara principal se anuncia el evento de Castielfabib, en el Rincón de Ademuz-Valencia. Obviamente, el motivo principal representa una manzana entera, rabo incluido. En el reverso se dice de los días de la fiesta (17, 18 y 19 de noviembre de 2023) sobre media manzana, digamos la misma manzana pero partida, con sus pepitas en el centro. Bajo la manzana se citan las entidades colaboradoras en la fiesta -de izquierda a derecha y de arriba abajo-: Ayuntamiento de Castielfabib, Asociación Turística Rincón de Ademuz (ATRA), Mancomunidad de Municipios Rincón de Ademuz, Asociación Cultural Castielfabib, Albar asociación, Instituto Cultural y de Estudios del Rincón de Ademuz (ICERA), Generalidad Valenciana (Consejería de Innovación, Industria, Comercio y Turismo), Diputació de València y València Turisme.


Respecto del programa, el viernes 17 tuvo lugar la Jornada Formativa en la Sala Noble de la Casa de la Villa, en horario sucesivo de tarde: Charla: ¿La manzana o el manzano?, la presentación de la marca territorial “Qualitat interior” y una presentación y degustación de productos locales. El viernes 18 estuvo dedicado a las Tradiciones y Costumbres, con la Apertura del mercado y las exposiciones, Inauguración y bandeo de campanas, una Cata de variedades de manzanas, un Taller de cocina, la Presentación de las manzanas que iban a participar en el concurso y una Cata de vinos. El viernes 19 estuvo dedicado al Entorno medieval, comenzando con la Apertura del mercado y las exposiciones, una Cata de miel, la Presentación del libro: “Patrimonio interior, música de tradición oral en las celebraciones del Rincón de Ademuz”, obra del profesor Joan B. Boïls,1 un Teatro: Castielfabib, 1210. El año que cambió el Rincón, la Entrega del premio a la mejor manzana y la Clausura.


El folleto desplegable contiene en su interior un plano del casco histórico de la villa en el que se ubican los puntos correspondientes a la Información (I), Baños (B), Comida (C), Mercader (M) y Exposición (E): todos ellos con la letra inicial dentro de la silueta de una manzana y los espacios de exposición “Si te adentras en Castiel, no te faltará”… en número. Básicamente, la mayoría de los lugares de exposición y venta se hallaban entre el Espacio Central (plaza de la Villa) y el Espacio Infantil habilitado al efecto, destinado al servio de atención a la infancia por monitores titulados.


Fiesta de la Manzana Esperiega: Castielfabib 2023.


Fiesta de la Manzana Esperiega: Castielfabib 2023.


Fiesta de la Manzana Esperiega: Castielfabib 2023.

Puntos de exposición, mercaderes y monumentos.

En nuestra primera visita a la villa, el sábado por la mañana accedimos por la calle Fuente hasta la plaza de la Villa (Espacio Central); sin embargo, en la segunda visita, que fue el domingo por la mañana, continuamos carretera adelante, atravesando el primer túnel (de la Solana), y el segundo (de la Umbría), llegando hasta el aparcamiento situado en el Cementerio Municipal. Había unos vigilantes con chalecos amarillos ordenando el aparcamiento, y multitud de vehículos, lo que indicaba gran afluencia de gente. Dejamos el coche y continuamos por la calle de la Virgen de Gracia arriba. Durante la subida pudimos contemplar a placer el conjunto de la iglesia-fortaleza de Nuestra Señora de los Ángeles por su fachada septentrional, que lucía magnífico. Los túneles de Castiel fueron labrados en los años veinte del pasado siglo, durante la Dictadura de Primo de Rivera (1923-30), mientras que la calle Virgen de Gracia es obra de los años sesenta. Entes de la apertura de los túneles la entrada septentrional de la villa se hacía por El Barrioso, donde se halla la Casa del Médico (obra de los años cincuenta). Por esta parte había un camino de tierra que zigzagueaba por la ladera hasta la calle de la Iglesia por donde se accedía a la plaza de la Villa. Desde la plaza el camino tradicional continuaba por la calle Fuente abajo, hasta la Vega Zaragoza, que encaminaba hasta Los Santos, vía Los Callejones. Desde la plaza, subiendo por detrás de la Casa de la Villa y siguiendo por la calle Calvario se accede a la parte alta del caserío, donde se halla el barrio de La Torreta. El camino prosigue por la calle de san Antonio, que lleva hasta la Hoya Hermosa y el Hontanar, camino de Castilla.


Para los visitantes forasteros, lo aconsejable es buscar un plano de la villa para orientarse; sin embargo, los comarcanos que conocen la zona suelen dejarse llevar por sus gustos, aficiones y querencias. Desde el Espacio Central podía irse a cualquier punto de exposición o venta. Es de pensar que cuando vamos a una fiesta como la de la manzana esperiega debemos saber a qué vamos, a pasar un rato distraídos, a ver amigos y conocidos, a disfrutar del espacio festivo, a comprar, a tomar algo… el propósito inicial suele condicionar la visita. También suele haber quien va por ir; hay gente para todo. Yo subí a disfrutar de la mañana, a ver el mercadillo, a hacer fotos y demás. En la misma plaza se podía uno pasar un buen rato viendo el espectáculo de la concurrencia yendo y viniendo, comiendo y bebiendo, charlando, riendo. El motivo central de la feria es la manzana, en este caso estaba en un mástil o vástago metálico situado en la fuente y parecía decir al visitante: ¡Eh, yo soy la manzana, motivo de la fiesta y estoy aquí!


Los puestos principales de exposición y venta estaban distribuidos en torno de la plaza, por la calle de Enrique Fornas, que lleva hasta el «Mirador de Peña Garrate», por la calle Fuente abajo, por la calle Calvario arriba, por la de la Iglesia, que lleva hasta la iglesia-fortaleza pasando por El Barrioso, etc. Los puestos de venta siempre resultan agradables, en particular si se trata de productos locales y están bien presentados. El producto estrella eran las manzanas, obviamente, pero también había miel, mermeladas, quesos, zumos, cerveza… y variedad de objetos de bisutería, trabajos manuales en papel (scrapbooking) y de otro tipo, marroquinería, productos de belleza naturales y no sé cuántas cosas más. Mientras uno entra y sale de estos puestos o lugares suele ir viendo y saludando a amigos y conocidos. Es bueno verse, reconocerse, saludarse, socializar. Ver y dejarse ver resulta esencial para la convivencia. A las personas, aunque vistamos más o menos parecido o diferente nos animan las mismas pasiones y sentimientos; esto desde las cavernas, que en este aspecto no hemos cambiado tanto como pudiera parecer; me refiero a las pasiones y sentimientos. Por mucho que hoy portemos en el bolsillo o en el bolso un objeto de alta tecnología como el móvil, arrastramos con nosotros altas dosis de excelencia e irracionalidad. De lo contrario no seríamos humanos...


Me interesaron mucho los puntos de visita anunciados como «Si te adentras en Castiel, no te faltará»… "Nuestra Manzana" (1), ubicado en el complejo arquitectónico de la iglesia-fortaleza de Nuestra Señora de los Ángeles, un lugar de visita inexcusable yendo a Castiel. El actual espacio eclesial ubicado en la cuarta planta del cubo de muralla poco tiene que ver con el antiguo templo; durante la rehabilitación llevada a cabo en los años noventa del pasado siglo y posteriores se demolieron las cúpulas barrocas, resurgiendo el aspecto medieval que pudo tener el lugar. Hoy parece más un museo que una iglesia. Recuerdo una celebración eucarística en la iglesia de Castiel, presidía el entonces obispo auxiliar don Enrique Benavent Vidal -estoy sería en septiembre de 2006-: en la homilía mencionó a san Francisco de Asís en relación con la visión que  tuvo de Cristo crucificado, en la que oyó que Jesús le decía: Francisco, repara mi iglesia. ¿No ves que se derrumba? -entendiendo que se refería a la iglesia de san Damián. Sin embargo, el prelado lo dijo con una doble intención, refiriéndose a la iglesia física y a la espiritual y humana de Castiel: al menos eso es lo que yo entendí. Desde diciembre de 2022, don Enrique Benavent es el Arzobispo de Valencia.


Como es sabido, en la iglesia de la villa se rehízo la techumbre, se recuperó el paso de ronda, se retiró el saliente del órgano (esto ya en los años cincuenta), etc. Durante la guerra civil el templo sufrió grandes daños, de los que nunca se recuperó. Por debajo de la iglesia se halla el acceso a las cuadras y corrales de la antigua casa del sacristán, hoy desaparecida. Inmediatamente por debajo está la tercera planta, que según la tradición corresponde al almacén del diezmo. Se trata de un espacio insólito con un elevado techo, suelo de yeso apisonado y dos ventanales. Había allí un baste con manzanas embaladas y un banasto de esparto, asimismo lleno de pomas. El segundo recinto no era accesible; en el rellano de entrada había un manzano seco de cuyas ramas desnudas pendían manzanas figuradas; un cartel a los pies anunciaba “Nuestro manzano, el Rincón” -con un texto que invita a la reflexión-:


Este es nuestro Rincón, árbol hermoso que envejece.

Ayúdanos a darle vida con tus ideas, ilusiones, sentimientos y proyectos de futuro.

Para esto puedes responder a estas tres preguntas:

A. ¿Qué te hace sentir el Rincón?

B. ¿Qué haces por el Rincón?

C. ¿Qué ves en el Rincón del futuro?


Recoge la “Esperiega” en la exposición Nuestra Manzana y contribuye a recuperar su esplendor.


Respecto a la primera pregunta, el Rincón me hace sentir vivo, y que pertenezco a este lugar y su paisaje. Respecto a la segunda, pues hago lo que puedo, básicamente lo estudio para conocerlo y divulgarlo, y participo responsablemente de la vida institucional de la comunidad. En cuanto a la tercera, veo en el Rincón un proceso de cambio que no sé a dónde nos llevará, pero lo veo con una mezcla de desasosiego y esperanza. Las perspectivas no son buenas..., aunque la historia no está escrita. Tendemos a admitir que la despoblación es nuestro mayor problema como comarca, y probablemente lo sea; pero la despoblación no es una enfermedad, sino un síntoma. La enfermedad son los desequilibrios entre los territorios, y por ende de sus pobladores. En una entrevista, Elvira Roca Barea dice: "Lo que no se ha hecho, la revolución pendiente, la que empieza en Cádiz y fracasa una y otra vez, es colocar a todas las regiones o provincias en una relación de igualdad propia de un Estado moderno"; es por ello que me pregunto, ¿por qué tantos privilegios a catalanes y vascos? Estas son las verdaderas dos Españas: la que va en primera y la que va en segunda, o tercera. Ello proviene de que los sucesivos gobiernos premian a las comunidades protestonas en detrimento de las apacibles. Al decir de la autora citada, el origen de estas políticas está en Cánovas del Castillo (1828-1897) durante la Restauración: pacificar las provincias carlistas mediante concesiones. No debe olvidarse que Cánovas fue el creador del llamado "cupo vasco". Y la cosa continúa... ¿Cómo puede explicarse que en el primer cuarto del siglo XXI un tramo de la carretera N-330-420 de Torrebaja a Teruel sea tercermundista? Dentro de unos años quizá veamos terminado el tramo de Villastar a Teruel; pero, ¿para cuándo el tramo de Torrebaja a Villastar?


Pero volvamos a la Fiesta... En la “Herrería” (2), situada en la planta baja del torreón del Homenaje, podían verse los objetos utilizados para el herraje de las caballería, y variedad de aperos, tan comunes en otro tiempo. Lo que me fascinó, sin embargo, fue el recinto mismo, con los arcos perpiaños que lo soportan y el techo ennegrecido por el humo de la fragua. Un lugar sorprendente, auténtico digno de verse. En una esquina de la plaza se hallaba el espacio denominado “Bar, estanco y carnicería” (3), puesto de venta de manzanas, zumos, objetos de perfumería y demás, entre los que destacaba el aroma de los ramos de lavanda. Al fondo se abría un espacio de techo más bajo con mesas y sillas con tapetes y barajas para jugar a las cartas. Subiendo por la calle Calvario pude acceder al espacio denominado “Sala noble” (4), correspondiente al salón principal de la Casa de la Villa, hoy restaurado. Me llamó la atención el formidable artesonado -éste impresiona de no caber en el techo-, y los restos de las antiguas pinturas renacentistas. El edificio ha debido tener distintas funciones a lo largo de su historia, el más reciente pudo ser como escuelas de niños (arriba) y de niñas (abajo). Hoy ha sido recuperado como lugar para recibir visitas importantes, celebrar actos culturales, artísticos, exposiciones y demás. La restauración de la Casa de la Villa duró años, pero ha valido la pena. En la misma calle Calvario, esquina con Calicio se hallaba la exposición “Casa y Cubo” (5), otro lugar singular y lleno de encanto en el que podían verse instrumentos de hilar (rueca y bobina), una alcoba con su cama, armario, aguamanil y una auténtica cocina con fuego bajo, mesa y sillas bajas, un armarito con vaseras y cantareras, y una radio sobre una repisa. Resultaban tan naturales las estancias y los objetos expuestos que emocionaban, siendo expresión de la forma de vida humilde de tantos vecinos en otro tiempo. Frente a la anterior y por encima de la Casa de la Villa se hallaba la exposición “Vivir la tradición” (6), cuya planta alta podían verse un antiguo traje de mayoralesa, variedad de mantones bordados, una máquina de coser Singer y otros objetos. En la misma estancia había una representación del chopo de Pascua y fotografías antiguas ilustrando el proceso del izado del chopo. La exposición “Cuadra y Bodega” (7) se hallaba en una vivienda por debajo del Espacio Infantil. Las paredes de la cuadra correspondían a la roca del monte, con el pesebre lleno de paja en un lado. En el espacio contiguo a la cuadra se hallaba la bodega, con la poceta para el vino prensado y los toneles al fondo. Entre ambos espacios había una tinaja de barro remendada con lajas de alambre, y sacos, un yugo, un collerón y otros aperos. La última exposición correspondía al “Horno” (8), un lugar que no pude visitar, porque se me pasó. Todos los lugares de exposición que visité, así como los objetos expuestos, rezumaban autenticidad, sencillez, encanto.

Fiesta de la Manzana Esperiega: Castielfabib 2023.


Fiesta de la Manzana Esperiega: Castielfabib 2023.


Fiesta de la Manzana Esperiega: Castielfabib 2023.



Fiesta de la Manzana Esperiega: Castielfabib 2023.


Fiesta de la Manzana Esperiega: Castielfabib 2023.

Fiesta de la Manzana Esperiega: Castielfabib 2023.

Fiesta de la Manzana Esperiega: Castielfabib 2023.


Fiesta de la Manzana Esperiega: Castielfabib 2023.


Rincones con historia, miradores y paisaje.

En mi deambular por las calles de la villa encontré lo que siempre ha tenido Castiel, una antigua y rica historia todavía visible en los vestigios monumentales (iglesia-fortaleza, torreones, murallas...), en sus sinuosas y pinas calles, en insólitos rincones… en las inmediaciones del Torrejón observé junto a la entrada de una puerta una gran bola de piedra, que seguramente corresponde a una bala de catapulta, de las que probablemente utilizaron los castellanos de Pedro I de Castilla (apodado el Cruel por sus enemigos), cuando sus tropas asediaron la población; me refiero a la Guerra de los Dos Pedros, en la segunda mitad del siglo XIV (1356-1369).


La visita a las tiendas de mercaderes de la Fiesta de la Manzana es compatible con la contemplación de las huella del pasado. La propia ubicación geográfica de Castiel, en lo alto de un cerro y entre peñascos, en el extremo más occidental del reino de Valencia, entre Aragón y Castilla. La toponimia (onomástica geográfica) de un lugar nos retrotrae al conocimiento histórico a través del estudio y la catalogación de los nombres propios de un lugar. En Castiel encontramos sobrados ejemplos de este fenómeno, comenzando por el nombre de la villa, que alude a un castillo, en sus calles (calle Torrejón, barrio de la Torreta, calle de la Reja), en el torreón del Hospital, que alude a un Hospital de Pobres que hubo en sus inmediaciones en la segunda mitad del siglo XV (a partir de 1446).2


Felizmente agotado de ver puestos de mercaderes y de visitar los lugares más emblemáticos de la Fiesta, pues de todo se cansa uno, se me ocurrió subir hasta la base del torreón de La Torreta, para tomar el sol y contemplar el paisaje que circunda la villa. Tiempo atrás publiqué una entrada en este mismo medio relativo al Recinto amurallado de Castielfabib (Valencia), que constituye una visita guiada, a propósito del itinerario cultural creado al efecto.3 El diseño del itinerario, siguiendo el trazado de las murallas medievales de la villa es de alabar, tanto por su calidad historiográfica como didáctica. Merece la pena hacer el recorrido porque permite al visitante hacerse una idea de la larga historia de este asentamiento, al tiempo que permite conocer las razones de su ubicación en el lugar donde se halla y su extraordinario panorama.


En esta ocasión hice un recorrido parcial, buscando el tibio sol de la espléndida mañana otoñal. Subí por la calle Calvario y continué por la calle Moral, camino del mirador. El «Mirador del Moral» es uno de mis lugares preferidos en la villa, es por ello que lo menciono, para darlo a conocer a los forasteros que lean estas líneas. Resulta tan bello y emblemático que las parejas de recién casados suelen acudir al lugar para fotografiarse. Se halla al comienzo de la calle de este nombre, en posición noroccidental respecto del caserío. Desde este punto puede contemplarse una espléndida panorámica del complejo arquitectónico que forman la iglesia-fortaleza y las ruinas del Castillo roquero. Poco más arriba, subiendo por la ladera hay una somera placeta de tierra con bancos de asiento y una mesa, protegidos por una baranda metálica. Merece la pena subir hasta el lugar, siguiendo el itinerario del Recinto amurallado, pues desde este punto, con el torreón del Hospital a los pies, puede contemplarse una vista similar a la del Moral, pero más amplia y elevada, para disfrutar del valle del Ebrón en su tramo aguas arriba de Castiel a El Cuervo, que en esta ocasión se ve ensalzado por el reflejo amarillo-oro de las choperas que lo circundan. Situados en este punto, por detrás y sobre nuestras cabezas se hallan los restos del torreón de La Torreta, bastión que cerraba al poniente la villa medieval. No me canso de admirar este paisaje, impregnado de belleza y querencia, pues por mis orígenes soy de El Cuervo, de Castiel y Torrebajero; esto es, del Rincón de Ademuz, aragonés, valenciano y español. Pero lo más importante no es que sea de estos lugares, sino que estoy orgulloso de serlo.


Me costó dejar el lugar, pero el tiempo apremiaba si quería ver la representación teatral programada: “Castielfabib, 1210. El año que cambió el Rincón”, que alude a la conquista cristiana de la villa por Pedro II de Aragón. Rápidamente me dirigí hacia la plaza, donde estaba previsto el comienzo de la representación, para lo cual, siguiendo el recorrido del Recinto amurallado me dirigí a la calle de san Antonio (de Padua), bordeando por la base el torreón de La Torreta. Desde este punto el panorama se amplia, ahora por el valle del Ebrón, aguas abajo hasta Los Santos, con la Vega Zaragoza a los pies. Siguiendo el trazado me dirigí al Torrejón, buscando el trazado de la muralla, atravesando la calle Fuente y subiendo hasta el otro extremo por la calle Enrique Fornas, hasta dar con la antigua casa abadía, que forma un cubo de muralla en su base. Frente a la casa abadía se halla el «Mirador de Peña Garrate», otro de mis lugares preferidos, pues desde este punto puede observarse una magnífica vista de las Hoces del Ebrón, de las ruinas de la iglesia conventual de los franciscanos observantes que hubo en la villa desde la segunda mitad del siglo XVI (1577) hasta la exclaustración. Por favor, si vienen a Castiel no se pierdan estos lugares; si no lo visitan les diría que no han visto nada. Desde Peña Garrate se accede a la plaza (Espacio Central de la Feria) por la misma calle Enrique Fornas. Pero si toman la calleja que hay a la derecha, la calle de la Reja, irán a parar a la calle de la Iglesia y puerta del Carrejón


Yo me dirigí a la Plaza, para ver el comienzo de la representación teatral. Llegada la hora prevista, quizá un poco más tarde, comenzaron a sonar unos timbales, y el gentío se dirigió hacia El Barrioso por la calle de la Iglesia. Por allí ascendían los timbaleros con sus timbales, precediendo a un caballero coronado montado sobre un brioso caballo blanco. Presuntamente se trataba del rey don Pedro el Católico, que conquistó Castielfabib y Ademuz en 1210 y murió tres años después, en la batalla de Muret. Entre tanto, un pregonero narraba la historia que se tramaba y los acontecimientos que a continuación sucedieron. Entre la muchedumbre de gente y el ruido de los timbales apenas se oía lo que el narrador contaba, pero conociendo la historia nos lo imaginamos. La comitiva real se dirigió después calle de la Iglesia arriba, en dirección al templo. El monarca descabalgó antes de llegar al Carrejón, por donde continuó caminando hasta la iglesia, a la que se accede atravesando la Puerta de la Reja. No pude ver más, porque la aglomeración de gente me lo impedía. Imagino que llegado al templo el rey haría los ofrecimientos de rigor y se cantaría un Te Deum. Y según quieren las crónicas, el mismo día de la conquista -que fue el 26 de agosto de 1210- dijo el rey:

[…] Nos, Pedro, por la gracia de Dios Rey de Aragón y Conde de Barcelona, en su honor y el de Santa María damos y por esta presente escritura valedera para siempre concedemos a San Juan y a la Casa del Hospital de Jerusalén y a sus pobres para siempre, y a vos, Martín de Andos, castellano de Amposta que a Nos en la adquisición del nombrado castillo Fabib con laudable cuerpo de tropas de los Hermanos desde el principio hasta el final virilmente estuvisteis presente, damos la iglesia de este castillo de Fabio con todos los diezmos y primicias de este castillo y de sus términos, y para construir la iglesia os damos y asignamos para siempre aquel lugar que vulgarmente se llama “Las Eras”, donde antes había una mezquita de los sarracenos4

Ya digo que no pude ver la representación completa, por la cantidad de espectadores que había; pero la historia dice que el rey don Pedro donó la Iglesia del castillo de Castiel a los Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, mientras que la de Ademuz la donó a don Pedro de Montagudo, maestre del Temple y a su orden, esto es, a los templarios.5


Tras la representación teatral tuvo lugar la Entrega del Premio a la Mejor Manzana; esto fue en la plaza de la Villa. Ganadores por mejor presentación, color, aroma, tacto fueron: a la mejor manzana esperiega helada, “César Villalba Agricultura” (de Mas de Jacinto), a la Mejor Manzana esperiega normal, Pedro Lozano Blasco (de Casas Altas). Algunos se preguntarán en qué consistieron los premios. A la mejor manzana esperiega helada: una escultura. A la mejor manzana esperiega normal: un hospedaje gratuito de dos noches para dos personas en uno de los establecimientos de ATRA a elegir. Finalizada la entrega de premios, tuvo lugar el paso del testigo para la siguiente Fiesta de la Manzana Esperiega (2024) al Ayuntamiento de Torrebaja, en cuyo nombre lo recogió su alcalde, don José Antonio Monterde Miguel.

Fiesta de la Manzana Esperiega: Castielfabib 2023.

Fiesta de la Manzana Esperiega: Castielfabib 2023.


Fiesta de la Manzana Esperiega: Castielfabib 2023.

Fiesta de la Manzana Esperiega: Castielfabib 2023.


Fiesta de la Manzana Esperiega: Castielfabib 2023.



Palabras finales.

Habrá que decirlo y reconocerlo, porque es verdad -y aquí estamos para decir la verdad-: el más importante espectáculo festivo-comercial del Rincón de Ademuz es la «Fiesta de la Manzana Esperiega», que este año de 2023 ha tenido lugar en Castielfabib.


A tenor de la cantidad de vehículos aparcados en los distintos momentos del acontecimiento, en los espacios habilitados por el Ayuntamiento de la Villa, la cantidad de visitantes ha sido considerable; incluso portado cada coche dos personas de media, que solían llevar más. Ello demuestra que la promoción y propaganda del evento ha llegado a muchas partes, siendo extraordinario el interés despertado entre comarcanos y forasteros.


Los folletos y la publicidad elaborados al efecto de la Fiesta han sido también adecuados, prácticos, funcionales, didácticos. Claro que hay detalles que se pueden mejorar, nada es perfecto. Por ejemplo, se podía haber puesto el nombre de las calles en el mapa de la villa, o poner “Servicios” en lugar de “Baños” en los mingitorios, ya que allí no había baño ni ducha. Las siglas “WC” (de Water Clos) son universales, pero en román paladino tenemos el nombre de "Aseo", “Meadero”, “Urinario”, “Excusado”, incluso “Retrete”... para el mismo fin. Por lo demás, un asunto absolutamente menor; pero algo hay que criticar. Ya se sabe: critico, luego existo.


En general la Fiesta ha estado muy bien organizada, y los lugares de exposición y venta bien señalados; al menos a mí me cuesta encontrar fallos o defectos en la organización. Bien es cierto que “ojos que no ven corazón que no siente”. Ha faltado quizá el popular concurso de la Ruta de la Tapa, basado en la manzana esperiega como condimento; pero cada año es distinto. Hubo, sin embargo, una excelente Comida Popular el sábado, en el Polideportivo Municipal, con un rico menú para el que pudo disfrutarlo.


Cabe decir que los organizadores han sabido destacar el aspecto histórico, monumental y cultural de la villa, rentabilizando también a su favor el peculiar urbanismo, que ya por sí mismo es un espectáculo. Una vez más se demuestra el aserto de que la mejor receta es la que confecciona uno mismo; para ello hace falta conocer los ingredientes y saberlos hornear adecuadamente. ¡Mis felicitaciones para todos los que han participado y colaborado en la organización del evento! Vale.


© Alfredo SÁNCHEZ GARZÓN

De la Real Academia de Cultura Valenciana (RACV).


Véase también:

** IV FIESTA DE LA MANZANA ESPERIEGA: TORREBAJA 2016.

** VI FIESTA DE LA MANZANA ESPERIEGA: CASAS BAJAS 2018.

** VII FIESTA DE LA MANZANA ESPERIEGA: ADEMUZ 2019.

** VIII FIESTA DE LA MANZANA ESPERIEGA: VALLANCA 2022.

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1 «Joan B. Boïls es titulado superior de música en las especialidades de musicología, flauta, pedagogía, dirección de orquesta y dirección de coro. Es catedrático de educación secundaria y doctor por la Universidad de Valladolid con una tesis sobre historiografía de la música. Además de numerosos escritos publicados, en al ámbito práctico dirige la Dispersione desde su creación en 1999, una agrupación especializada en interpretación histórica con la que regularmente realiza conciertos y grabaciones». Cf. ValènciaViolins.

2 SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo (2001). De la fundación del Hospital de la Villa de Castielfabib, en Aproximación a la Historia del Convento de San Guillermo en Castielfabib y noticia del Hospital de la Villa, Edita Ayuntamiento de Castielfabib, Valencia, pp. 124-128.

3 ID. Recinto amurallado de Castielfabib (Valencia), I y II, en el sitio web Desde el Rincón de Ademuz, del miércoles, 13 de febrero de 2019. 

4 ID (2007). Acerca de la conquista de Castielfabib: instrumento capital para la historiografía del Rincón de Ademuz, en Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz, Valencia, vol. I, pp. 285-289.

5 Índice de las Gestas de los Reyes de Aragón desde comienzos del reinado al año 1410, compuestos por Jerónimo Zurita, Cronista de dicho Reino. Edición preparada por Ángel Canellas López, Cronista Oficial de la Exma. Diputación Provincial de Zaragoza, Edita Institución “Fernando el Católico” (CSIC), Zaragoza, 1984, p. 143.


MANZANAS DEL CONCURSO.

Fiesta de la Manzana Esperiega: Castielfabib 2023.

Fiesta de la Manzana Esperiega: Castielfabib 2023.

Fiesta de la Manzana Esperiega: Castielfabib 2023.

Fiesta de la Manzana Esperiega: Castielfabib 2023.




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