A un amigo de la infancia, con el que tantos recuerdos comparto.
«Libertad es poder (decir y) hacer lo que debemos»
-Montesquieu (1689-1755), filósofo y jurista francés
cuya obra destaca en el contexto de la Ilustración-.
«Me veo en el deber de referir lo que se me cuenta,
pero no a creérmelo todo a rajatabla.
Esta afirmación es aplicable a la totalidad de mi obra»
-Heródoto de Halicarnaso (484-425 a.C.), Historias (VII, 151, 3)-.
«No te resignes…
No traiciones tus creencias. Todos necesitamos
aceptación, pero no podemos remar en
contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno»
-De Carpe Diem, poema atribuido a Walt Whitman (1819-1892)-.
Definición del subgénero epístola:
«Epístola es sinónimo de carta y hace referencia a un tipo de texto que busca establecer un canal de comunicación a través de la forma escrita, siendo el medio de notificación más usado en toda la historia de la humanidad. A menudo la carta es usada con la intención de expresar ideas, pensamientos, sentimientos, deseos, etc.»
Querido amigo,
tras el lapso navideño de nuevo contigo. El Año Nuevo comenzó sin novedades, nada reseñable que destacar. Al día siguiente de Reyes comenzaron a retirar los adornos luminosos y el árbol de Navidad, plaza y calles recobraron su aspecto habitual. Los daños producidos en el término por la “gota fría” de octubre en riberas y caminos están por reparar. Las acequias afectadas de Ambos Ríos, sin embargo, ya las han limpiado. Para la recomposición de riberas y caminos imagino están esperando las subvenciones. El caso es que si se limpiaran cauces y riberas los daños por las riadas serían menores, pero prefieren que se produzcan los daños y después subvencionarlos.
Paisaje rural del Rincón de Ademuz: vista parcial de Castielfabib (Valencia), desde Las Eras, con detalle del templete de la Virgen de Gracia (2025). |
Ya conoces mi afición a la informática,
por la utilidad y libertad que proporciona al usuario. De mi época de estudiante recuerdo aquellas fichas editadas por Europharma “Diagramas Clínicos” en forma de algoritmos, tan útiles y prácticos para enfocar un diagnóstico, todavía conservo las carpetas. Ya no me sirven para nada, pero me apena tirarlas. Mi primer ordenador lo tuve mediados los noventa, y enseguida vino internet. La informatización del sistema sanitario que tuvo lugar en la segunda mitad de los noventa y años siguientes me sirvió para no quedarme atrás en el ámbito profesional. Pero hay que reconocer que la falta de formación en las nuevas tecnologías está produciendo un nuevo tipo de analfabetismo. Hace unas semanas pusieron la fibra óptica en Torrebaja, cosa que ya tenían en Ademuz desde hace algunos años. Primero fue el cable de cobre y la banda ancha, después un sistema por radio que se colgaba cada vez que había tormenta o mucho viento, y ahora por fin la fibra. No deja de ser un lujo poder acceder al mundo virtual por este medio, extensivo ahora a la televisión. Lo que más me hace disfrutar de este medio por la tele no son las películas y series de las distintas plataformas (HBO, Netflix, Amazon Prime…), en general bastante malas por cierto, sino el acceso a YouTube y otros canales, lo que te abre todo un mundo de posibilidades de información y formación. Allí pueden verse documentales de todo tipo... Sigo las conferencias de Eva Tobalina sobre historia antigua, los documentales de viajes y naturaleza. Hace unos días descubrí el canal de filosofía política que presenta una tuitera de la que soy seguidor en X: Paloma Hernández (“Fortunata y Jacinta”). La autora brega desde el Materialismo Filosófico iniciado por Gustavo Bueno (1924-2016) y continuado por la Escuela de Filosofía de Oviedo desde los setenta. Un lujo de canal por la actualidad de los temas que trata y la forma didáctica y asequible con que los expone la presentadora, muy simpática y con sentido del humor -todo hay que decirlo.
Paisaje urbano del Rincón de Ademuz: detalle de maceta junto a portal en una calle de Castielfabib (Valencia), 2025. |
Antes de continuar,
y tal como te prometí en mi última carta, quiero hacer un comentario al respecto de aquella misiva presuntamente escrita a su hijo por el socialista francés Jean Jaurès (1859-1914), relativa a la enseñanza de la religión. Un amable lector (P.E.), me envió una nota por el correo interno de Facebook. Al parecer se sintió intrigado por el fragmento de aquella carta que yo incluía en mi relato, y se puso a investigar. Yo había tomado el texto de un portal de la Universidad Cardenal Herrera.1 Jaurès fundó el periódico L`Humanité en 1904, y fue en este medio donde se publicó la célebre carta (en 1919), cuando el autor ya había fallecido. Mi informante me hizo llegar un artículo publicado en la revista Cahier Jaurès “Un faux Jaurès espagnol”,2 que pude leer en español gracias al traductor de Google. Como deferencia a los lectores interesados, incluyo aquí la versión castellana.3 Los lectores no particularmente interesados pueden saltarse la nota al pie sin perjuicio. Continuando con el tema cabe decir que la reforma religiosa de la II República se centró en cuatro puntos principales:
Secularización de los usos sociales, control estatal sobre las actividades de las asociaciones religiosas; reversión al patrimonio nacional de una parte de los bienes eclesiásticos; y eliminación de la influencia del clero en el sistema educativo.4
Jean Jaurès (1904), fotografiado por Gaspard-Félix Tournachon, alias "Nadar". |
Las principales medidas legales se sustanciaron en el Decreto de disolución de la Compañía de Jesús (enero 1932),
el Decreto de secularización de los cementerios (enero 1932), la Ley de Divorcio (febrero 1932) y la Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas (junio 1933). Obviamente, la cuestión religiosa era inexcusable abordarla, aunque las medidas manifiestamente anticlericales incluidas en el texto constitucional suscitaron desde el principio apasionados debates, y es en este contexto en el que cabe ver la falsa carta de Jaurès aportada por Pildain. Es cierto que la República no podía obviar aquellos temas, pero quizá lo hizo de forma sobrecargada, extremada. Hubiera podido hacerse de otra manera, sin tanta vehemencia, posponiendo el asunto para “una regulación legal posterior y más específica”; pero tal vez no se hizo así porque aquellos fueron tiempos violentos, jacobinos, exaltados. La quema de conventos del 11 de mayo de 1931 quedaba todavía muy próxima, siendo quizá el primer signo de por dónde iba a ir el nuevo régimen. Digamos que la República mostró entonces su peor lado, el más sectario y anticlerical. El mayor error se ha visto en que los promotores del nuevo régimen entendieron que la República debía ser solo suya, y por supuesto de izquierda. ¡Una república de mayoría derechista como la del segundo bienio era inconcebible! Desde Aristóteles sabemos que el hombre es un ser social y político, pero también religioso. Las consecuencias de vaciar al ser humano de su contenido religioso las estamos padeciendo hoy de forma descarnada, pues ese vacío será llenado con otra cosa, ideología, globalismo, progresismo, climatismo, feminismo, género... o lo que fuere. La religión confiere una dimensión espiritual y trascendente al hombre, mientras que la ideología sola no hace más que oscurecer la razón, además de ser fuente y semillero de odios. Es por ello que la disolución de la argamasa religiosa que daba sentido social y cultural a la unión de los pueblos hispanos -y que dio sentido a la cristiandad europea- propicia hoy la disolución de España como nación. Te diré más, a muchos se les llena la boca diciendo de la Constitución Española de 1978 como el gran logro de la transición; pero una constitución que permite en su seno la existencia de partidos que no la respetan (nacionalistas, separatistas, filoetarras...), incluso están contra la integridad territorial, no es democrática, más bien es irracional y estúpida. Es mi opinión, claro...
Dejo aquí el punto,
pues tampoco quiero marearte más con esta cuestión, pero no sin antes aludir a la expulsión de la Compañía de Jesús del Imperio Español, decretada por Carlos III (1716-88) en el siglo XVIII (1767). Las consecuencias de aquella decisión fueron catastróficas para los nativos, particularmente en los virreinatos americanos, que no colonias. La expulsión de los hijos de san Ignacio tiene muchas semejanzas con la disolución de los templarios en el siglo XIV (1312). Amén de trágicas, ambas historias son fascinantes y aleccionadoras respecto a los intereses del poder. Resulta altamente significativo que gran parte de los ilustrados españoles fueran educados por los jesuitas, lo que ha sido visto en clave freudiana como un “auténtico asesinato del padre”. El monarca español vivió el resto de su vida tratando de paliar los desastres ocasionados por la expulsión de los jesuitas de sus reinos. Sobre este particular te recomiendo releer el capítulo correspondiente de “Imperiofobia y Leyenda Negra”, donde M.ª Elvira Roca Barea se explaya sobre el tema.5
Página del diario L`Humanité fundado por Jean Jaurès en 1904 donde se da la noticia de su asesinato en París, el 31 de julio de 1914. |
Ser cronista oficial de la Mancomunidad de Municipios tiene sus compensaciones,
pero también sus inconvenientes. Hay quien entiende que el cargo o función incluye ser el adalid de las causas perdidas en lo que a cuestiones patrimoniales e históricas se refiere. Y no le falta razón, porque el cronista debe recopilar asuntos de todo tipo relacionadas con la vida social, cultural, patrimonial más allá de sus opiniones, incluyendo la denuncia de desafueros. Te digo esto porque hace unas semanas me escribió un lector identificado como “anónimo castielero”. El autor se dirige a mi como cronista para hacerme saber que “se están llevando a cabo trabajos de derrumbe de un corral y excavación arqueológica con máquinas en unas parcelas de la Calle Virgen de Gracia” de Castiel. El lugar de las obras corresponde al solar donde según se cree “se ubicaba un antiguo cementerio municipal de Castiel”; y que sobre dicho solar se pretende construir un edificio municipal. La información es pertinente, el recinto donde se está actuando corresponde a un antiguo cementerio, quizá próximo al Hospital de pobres de la Villa. Este se halla extramuros, por debajo del torreón de muralla propiamente denominado del Hospital. La licencia para construir aquel centro hospitalario fue dada por Juan II de Aragón, en 1446.6 En una tapia del corral citado se hallaban incrustadas en la mampostería varias estelas funerarias discoideas. Este cementerio debió ser anterior al de la Virgen de Gracia (fosar de Gracia), que ya se utilizaba a mediados del siglo XVII (1656), según sabemos por la Relación ad limina del obispo Gavaldá.7 Respecto a las estelas funerarias discoideas, cabe destacar que se trata de piezas arqueológicas muy curiosas, que como te decía formaban parte de los muros frente al antiguo camposanto. Estas estelas se ponían hincadas en tierra, a la cabecera de la tumba de personas de cierta importancia -en la mayoría de sepulturas se solía poner una simple cruz de madera-; y resultan poco útiles para la datación cronológica (las de Castiel podrían ser del siglo XIII-XVI), porque se utilizaron en muchos lugares durante siglos.8
Paisaje urbano del Rincón de Ademuz: solar donde se ubicaba el antiguo cementerio de Castielfabib (Valencia), visto desde la calle Barrioso (2025). |
Paisaje urbano del Rincón de Ademuz: vista parcial del solar del antiguo cementerio de Castielfabib (Valencia), con detalle de restos óseos humanos esparcidos por el lugar (2025). |
El anónimo me hace saber que durante las actuaciones previas en el solar del antiguo cementerio se encontraron “restos de interés arqueológico”,
junto a abundantes restos humanos, “huesos de nuestros antepasados” -según sus palabras. El escándalo del informante se pone de manifiesto cuando dice que estos “se están tratando sin orden ni respeto”, pues “la excavación se está llevando a cabo con máquinas y está siendo terrible”, “habiéndose destruido parte de los enterramientos”. La tierra retirada del lugar arqueológico se ha amontonado en distintos lugares, como “las eras de Castiel, por encima del cementerio”. El enfado del anónimo resulta evidente, y al escribirme cree hacerlo en nombre de toda la población, pues muchos vecinos comparten sus palabras. Dice se trata de los restos de sus antepasados, y de los míos, pues yo mismo desciendo de Castiel por parte de mi abuela paterna, y que “es muy triste que (los restos) de una persona acaben en una escombrera”. Entiendo el disgusto y berrinche del vecino, y sería injusto quitarle la razón, pues yo mismo participo de ese sentimiento… Me escribe creyendo que yo soy “una autoridad competente en ese ámbito”, y confiando en que pueda tomar cartas en el asunto “para cambiar la dirección de este proyecto, y que los restos humanos encontrados se traten con el debido respeto”. Agradezco la deferencia de este “anónimo castielero”, pero no tengo ninguna autoridad al respecto y lo único que puedo hacer es hacer pública su protesta y solidarizarme con ella. En cualquier caso, tengo la misma responsabilidad que los vecinos de la villa ante el tratamiento dado a los restos humanos del antiguo cementerio. Los propios vecinos de la villa serían los más indicados para recriminar al ayuntamiento por el presunto desafuero, manifestando su desasosiego ante el señor alcalde y concejales de la oposición.
El texto del anónimo continua,
haciéndome saber que “el arqueólogo responsable de la excavación es yerno del alcalde”, pensando quizá que ello justificaría una presunta alcaldada. Personalmente no creo que esto tenga nada que ver, pues un profesional de la arqueología no se vendería por cuestiones de este tipo, y confío plenamente en su honorabilidad. Asimismo, tengo plena confianza en que las obras se están llevado con todos los permisos legales, y que la excavación arqueológica que proceda contará con la autorización administrativa y garantías científicas. Sobre esto no tengo la menor duda, pero entiendo la postura del informante; su deseo de anonimato es también comprensible, pues enfrentarse a las autoridades municipales en una pequeña localidad supone la posibilidad de enemistades, disgustos y malas caras. Respeto pues su deseo de no ver publicado su nombre, al tiempo que agradezco la información. Y también su sentido de la responsabilidad, pues otros hubieran pasado olímpicamente del tema con la típica expresión: Que denuncie otro...
Paisaje rural del Rincón de Ademuz: detalle de restos óseos humanos procedentes del solar del antiguo cementerio de Castielfabib (Valencia), 2025. |
Paisaje rural del Rincón de Ademuz: detalle de montones de tierra con restos óseos humanos procedentes del solar del antiguo cementerio de Castielfabib (Valencia), 2025. |
Para comprobar lo que decía el correo del “anónimo castielero” subí a la villa a los pocos días,
viendo in situ lo que se me hacía saber. Estuve en el solar donde se están llevando a cabo las obras y tomé nota de lo que pude ver desde los pretiles de la calle Virgen de Gracia, y la que sube de la carretera por el Barrioso. Observé la existencia de zonas cubiertas en varios lugares del recinto, imagino son las que están pendientes de estudio arqueológico, y abundantes huesos largos humanos: partes de cráneos, tibias, peronés, costillas, vértebras… Obviamente, no es agradable ver restos humanos esparcidos por el lugar de la obra. Hubiera costado poco recogerlos, ponerlos en bolsas y depositaros en el osario municipal, previo estudio antropológico, datación, etc. El responsable del desafuero es en última instancia el ayuntamiento. ¿Qué sentido tiene dejar los huesos humanos al descubierto expuestos a los elementos? No pido ninguna explicación, porque no la hay. Estuve también en las Eras, y por encima de la carretera encontré varios montones de tierra procedentes de la excavación, observando asimismo restos humanos por la superficie -tal como me indicaba el informante anónimo-; también encontré huesos troceados en la tierra colocada en unos maceteros en la placeta donde la calle de la Reja. Esto no me lo dijo nadie, lo observé con mis propios ojos y no me parece admisible.
Que quede entre nosotros,
pero esto me enfadó bastante, y me importa igual se trate de un ayuntamiento, los técnicos municipales o del sursuncorda… La verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero. Hay cosas que no se pueden hacer, ni se deben permitir, y basta. Cada cual que asuma su responsabilidad, y cargue con ella. Bastantes tropelías hemos sufrido en el pasado para tener que soportarlas en pleno siglo XXI, cuando la conciencia histórica y medioambiental debería estar más que desarrollada, y asumida. Los propios vecinos de Castiel son también responsables, porque es su municipio y los huesos humanos extraídos del antiguo cementerio son los de sus ancestros, y deberían ser los primeros en oponerse y protestar ante un tratamiento inadecuado. Si no lo hacen, son también responsables!
Paisaje rural del Rincón de Ademuz: detalle de restos óseos humanos procedentes del solar del antiguo cementerio de Castielfabib (Valencia), 2025. |
Como conclusión al asunto quiero participare mi opinión,
hay cuestiones ante las que los vecinos no podemos ni debemos permanecer pasivos, cabe manifestarse, protestar, y también denunciar. Si es necesario hacer un edificio multiusos en Castiel -y puede hacerse-, pues que se haga, estupendo. Pero si el solar del edificio es un lugar arqueológico, hay que seguir los requisitos legales y protocolos científicos para hacerlo adecuadamente, con todas las bendiciones. En Torrebaja ocurrió algo parecido en los primeros setenta, cuando se levantó el antiguo cementerio parroquial de Santa Bárbara para construir una depuradora.9 Recuerdo que entre los montones de tierra aparecieron abundantes restos humanos. Hasta las lápidas de cerámica de las tapias que señalaban los enterramientos desaparecieron. Yo mismo, estudiante de medicina entonces, me llevé varios huesos para el estudio de la anatomía: tibias, peroné, vértebras: atlas, axis. Muchos años después, sobre este solar se ha construido el Mirador de la Hoya y un pilón con hornacina en honor a la santa de Nicomedia. Y en Ademuz, sobre el lugar arqueológico del castillo se construyó un depósito para el abastecimiento de agua potable a la población, otro desafuero que no se debiera haber permitido -esto fue en la segunda mitad los noventa, no queda tan lejos en el tiempo. Lo digo porque sucedió, y nadie podrá contradecirme siendo verdad! Cuestión de sensibilidad, me dirás...
Paisaje urbano del Rincón de Ademuz: detalle de macetas con plantas de adorno en una calle de Castielfabib (Valencia), 2025. |
Como sabes,
soy el Juez de Paz de Torrebaja. Me propuso el Consistorio anterior y acepté para mejorar mi karma, por aquello de purgar los errores que haya podido cometer durante mi vida, por servir a mi pueblo y a la gente, por devolver a la comunidad tantas cosas buenas como he recibido. No, no lo digo en broma, es lo que siento y sabes que no suelo mentir. Pienso, creo que todos debemos colaborar en el funcionamiento y la mejora de nuestra sociedad, cada cual en la medida de su capacidad, y posibilidades. Cuando me citaron para jurar el cargo en Liria me llevé una gran decepción. Pensaba yo que tendría lugar una jura o promesa formal del cargo -junto con todos los jueces nombrado en esa legislatura-, en presencia del Juez Decano y con una mano puesta en la Constitución, Código civil o lo que fuera… Pero no hubo nada de eso, presenté el documento de notificación de mi nombramiento en una ventanilla de los juzgados, en la misma cola que otros ciudadanos que iban a sus asuntos, con un Guardia Civil dando vueltas por allí. Salió una señorita a atenderme y después de identificarme me hizo firmar en un documento, devolviéndome la copia. Eso fue todo, así se sencillo, por no decir así de vulgar y adocenado. Nada de juramento, ni nada de nada… Pensaba yo en mi ingenuidad que la justicia estaba rodeada de algún tipo de aureola de formalidad y ritual. Recogí el papel que me dieron y lo entregué en el juzgado de Torrebaja, ese fue todo el trámite de mi nombramiento. He de confesarte que sentí pena, y quedé bastante decepcionado. Pero no fue eso todo, nadie se dirigió a mí para decirme cuál es mi función, responsabilidad, obligaciones… Esperaba yo algún curso, presencial o en línea, que me entregaran algún libro, folleto o lo que fuere para mi formación como juez, pero nada de nada. Ahí te las compongas. Esta es la situación de la justicia en España, en un estado social y de derecho con una democracia avanzada!? Resulta incomprensible que sea la Justicia la instancia del Estado menos informatizada. Muchos documentos que firmar, exhortos, inscripciones en los libros del Registro Civil, nacimientos, casamientos, defunciones… casos que atender, disputas entre vecinos… pero sin haber recibido una formación específica. La única formación de que dispongo es la que he adquirido por internet, amén del sentido común. Entiendo que mi función más importante, aparte de la función administrativa y custodia del archivo es evitar que las disputas entre vecinos lleguen al de Primera Instancia en Liria. Pero ello no siempre es posible, la gente es tozuda, cada cual esgrime sus razones, todos pretenden tener razón. El principal motivo por el que las partes no se entienden suele ser el orgullo, el amor propio herido, el no querer dar el brazo a torcer. Suelo decir a los litigantes: Si no estáis dispuestos a ceder algo en vuestras pretensiones no tenéis nada que hacer aquí, marcharos directamente a Liria… -algunos lo entienden y se avienen a razonar. Estando en plena era de la informática y la telemática, venga a firmar papeles, toneladas de papeles que no entiendo bien para qué sirven, ni dónde almacenarán. Eso sí, soy el Juez de Paz y me invitan a todos los eventos municipales… Bueno, pues en esas andamos!
Bien,
amigo del alma, tengo que dejarte. El invierno está siendo demasiado bueno, ni nieve, ni lluvia en el horizonte invernal. Aprovechamos para dar largos paseos por el campo y las riberas -de puente a puente que decimos nosotros-, del de la Palanca al de Guerrero por el Otro Lado, y vuelta al pueblo por el molino de Abajo y Los Villares… Vale.
De la Real Academia de Cultura Valenciana (RACV).
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1 Carta de un padre socialista a su hijo sobre la enseñanza de la religión, en el sitio web CEU Universidad Cardenal Herrera, del martes 11 junio, 2013.
2 Un faux Jaurès espagnol, Document présenté par Frédéric Monier, et Gilles Candar, Traduction par Humberto Cucchetti, en Cahier Jaurès 2016/3 N° 221 Société d'études jaurésiennes, pp. 153-158.
3 «Presentación. El 1 de marzo de 1933, ante la Cámara de Diputados, Las Cortes, Antonio Pildain Zapiain, diputado de la provincia vasca de Guipúzcoa, pronunció un largo discurso contra un proyecto de ley sobre congregaciones religiosas, que prohibía la enseñanza de la religión -es decir, el catolicismo- en las escuelas. Este discurso termina con la lectura de lo que el orador presenta como una carta de Jean Jaurès a su hijo. Esta carta, en la que Jaurès supuestamente se pronuncia a favor de la enseñanza de la religión en las escuelas secundarias, es falsa. No fue denunciado como tal en los debates y causó mucho revuelo en las Cortes./ Es posible que el autor de este documento falso fuera el propio Antonio Pildain. Nacido en 1890, vasco, Pildain se doctoró en teología en Roma en 1912. Fue nombrado canónigo de la catedral de Vitoria en Navarra en 1918. Entró en política en 1931 tras la proclamación de la segunda República española, y se presentó en una lista de derechas, agrupando a los carlistas y a los nacionalistas vascos, entonces aliados. La defensa de la autonomía vasca y la del catolicismo estatal constituyen sus dos caballos de batalla. La batalla religiosa se perdió el 13 y 14 de octubre de 1931, durante lo que Alcalá-Zamora llama la "noche triste", con la votación de los artículos 24 y 26 de la Constitución de la Segunda República. Estos artículos reconocen el carácter laico del Estado y prohíben a las congregaciones religiosas ejercer la enseñanza. Pildain, de quien Hilari Raguer señala como "muy avanzado socialmente y reaccionario por dogmatismo", no era franquista. Nombrado obispo de Canarias en mayo de 1936, antes del golpe de Estado, permaneció como tal hasta 1966. Fue hostil al laicismo del Estado durante toda su vida. Durante el Concilio Vaticano II, fue uno de los prelados españoles que resistieron tenazmente las tesis modernistas, llegando a declarar, en pleno concilio: Que se nos caiga encima la cúpula de San Pedro antes que aprobar semejante documento./El largo discurso que Pildain, gran orador, pronunció en la tribuna de las Cortes el 1 de marzo de 1933 fue una respuesta al ministro de Justicia del gobierno de Azaña, Álvaro de Albornoz, cofundador del Partido Republicano Radical-Socialista. Nos encontramos entonces en una fase marcada, en el parlamento español, por debates muy controvertidos que culminaron el 17 de marzo de 1933 con la votación de la ley de congregaciones religiosas. La referencia a Jaurès no debería sorprender en el contexto. Los debates españoles de 1931-1933 hacen referencia recurrente a los debates franceses sobre la separación de la Iglesia y el Estado. Los católicos españoles recuerdan las palabras de Gambetta y atribuyen a sus adversarios republicanos una inspiración del norte de los Pirineos./ Pildain, muy inteligentemente, utiliza estas referencias francesas contra la mayoría de izquierda. Un pasaje de su discurso está dedicado al congreso del partido socialista francés, la SFIO, de 1928. Según él, allí se plantea una cuestión sobre la aplicación de las leyes sobre las congregaciones religiosas desde el final de la Gran Guerra en Francia. A esta pregunta, según Pildain, responde "el señor Blumel, secretario del grupo parlamentario socialista", quien critica duramente las leyes de 1901 y 1905 y exige la derogación de estas "leyes infames". La confusión entre André Blumel y Léon Blum, el contenido fantasioso de esta supuesta respuesta del líder socialista francés muestran claramente qué tesis pretende ilustrar Pildain con sus falsificaciones./ Se trata de mostrar, a través de esta palabra atribuida a "Blumel" - Blum, y también a través de la carta de Jaurès a su hijo, que, según la propia izquierda socialista francesa, la aplicación de las leyes sobre la separación de la Iglesia y el Estado ha sido un fracaso. Esta relectura político-religiosa de la historia, o esta tesis ideológica, va de la mano, entre ciertos católicos españoles de principios de los años treinta, con la idea de que la política de agrupamiento iniciada por la Santa Sede respecto a la República Francesa fue un error. Esta teoría es defendida en particular por Eugenio Vegas Latapie, fundador del periódico Action catholique, en un libro publicado en 1932 bajo el título: Catolicismo y República. Un episodio de la historia de Francia. La originalidad del planteamiento de Antonio Pildain y de la falsificación que hoy publican los Cahiers Jaurès reside en el hecho de que los socialistas franceses –Jaurès, “Blumel”/Blum– se erigen como figuras críticas del laicismo republicano, para legitimar mejor el mantenimiento del catolicismo de Estado en la joven República española./ Probablemente esto explica por qué este texto fue republicado en España a principios del siglo XXI, así como en el periódico conservador ABC en 2006./ Del lado francés, valdría la pena escribir una historia del “falso Jaurès”. Regresamos a una de las más famosas, no del todo perdida de circulación, en la que Jaurès elogiaba a los patrones y a los dirigentes con afirmaciones como “quien dirige arriesga lo que los dirigidos no quieren arriesgar…”. En materia de religión y secularismo, sin duda era más difícil distorsionar directamente las palabras de uno de los grandes oradores de la Ley de Separación. La contrapartida de la carta española habría que buscarla más bien en el rumor que circuló durante un tiempo sobre una conversión religiosa de Madeleine, la hija de los Jaurès, cuya comunión había causado ya un gran revuelo en el campo socialista. La prensa católica provincial a veces adornaba historias hermosas pero muy fantasiosas. Es difícil sondear las almas, pero las preocupaciones espirituales de Madeleine Jaurès nunca fueron demasiado profundas y, en cualquier caso, ella insistió en casarse únicamente por lo civil./ En cuanto al texto leído en las Cortes, es cierto que en francés un texto del mismo tipo no habría podido sugerir que el joven Louis Jaurès habría seguido clases de instrucción religiosa en el colegio de Janson-de-Sailly, como todos sus camaradas. El único aspecto creíble podría ser el deseo del padre de ver a su hijo trabajar y estudiar seriamente todos los aspectos del pensamiento. Pero esta educación debe realizarse en un marco secular y ser obra de maestros seculares. Jaurès apoyó la prohibición de enseñar en las congregaciones religiosas, argumentando que "en una democracia republicana" sólo las personas "que reconocen 'el derecho de la persona humana a la libertad ilimitada de pensamiento y de creencias" deberían tener derecho a enseñar. Ciertamente, siempre es posible matizar y señalar cambios en Jaurès. La forma más acabada de su pensamiento nos parece formulada en su discurso "Para los laicos" pronunciado los días 21 y 24 de enero de 1910 en la Cámara: el diputado de Tarn se eleva por encima de las "polémicas subalternas" cuyo espíritu no es propio en ninguna parte para exigir "respeto" a las doctrinas fundadas en la personalidad humana y al espíritu que en ella se desarrolla. Elige concluir con Proudhon, "un gran liberal al mismo tiempo que un gran socialista" sobre el carácter fundamental de los derechos del niño: "el niño tiene derecho a ser iluminado por todos los rayos que vienen de todos los lados del horizonte, y la función del Estado es impedir la interceptación de una parte de estos rayos"». Esta traducción omite las notas al pie de página que pueden encontrarse en el original citado.
4 GIL PECHARROMÁN, J. La Segunda República. Esperanzas y frustraciones, en Historia de España 26 (1996), pp. 40-44.
5 ROCA BAREA, M.ª E (2018). Imperiofobia y leyenda negra. Roma, Rusia, Estados Unidos y el Imperio Español, 16ª edición, Madrid, pp. 373-382.
6 SÁNCHEZ GARZÓN, A (2024). Fundación del Hospital de la Villa de Castielfabib (1446, julio 1), en Historia del Convento de San Guillermo en Castielfabib y noticia del Hospital de la Villa, segunda edición, Independently published (Amazon), pp. 251-256.
7 ID. Recinto amurallado de Castielfabib (Valencia), I, en el sitio web Desde el Rincón de Ademuz, del miércoles 13 de febrero de 2019.
8 Ibídem.
9 SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. El cementerio viejo de Santa Bárbara en Torrebaja (Valencia), en el sitio web Desde el Rincón de Ademuz, del lunes 7 de noviembre de 2011.
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